"CHICAS PODEROSAS"
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
"Un grupo de muchachas anda asolando la ciudad con sus ya características violaciones a chicos varones a los que capturan propinándoles intensos vejámenes eróticos hasta enloquecerlos …"
Así, aquella noticia comenzaba tratando aquel tema que ya estaba siendo comidilla conocida en toda aquella ciudad en la cual una pandilla de audaces y muy hermosas muchachas habían comenzado aquella insólita costumbre de revertir las cosas, haciendo ahora víctimas a los varones de lo que tanto las mujeres siempre sufrían: El ser, atacadas y violadas por hombres.
La noticia, brindada ahora en la pantalla del televisor por jóvenes periodistas mujeres, era abordada con cierta morbosidad hasta demasiado evidente en su manera gozosa de ser informada. Las muecas de sorna y sonrisas veladas o hasta explícitas a veces, mostraba a las mismas dando aquéllo a conocer, con las más sutiles maneras de detallar las cosas que aquellas muchachas a los chicos atrapados les hacían, contándolas con inteligentísimas maneras de decirlo, sin incurrir en lenguaje vulgar, pero sí sabiendo decir las cosas más obscenas, sin entrar en explícita obscenidad.
Allí, en la sala de la casa de una de las chicas amigas del chico aquél que como único varón allí estaba con varias de sus amigas aquello escuchando, allí se retorsía de rabia mientras todas ellas, gozaban aquéllo escuchando, y largaban sus carcajadas cuando el tenor de las maneras de aquellas periodistas era tal en contar la noticia, que todas estallaban en sonoras carcajadas de desprejuiciado gozo. Veían ellas que él estaba furioso por éso oír, pero igual a carcajadas reían, y hasta lo miraban provocativamente insinuantes.
-Cerdas…cerdas inmundas!!! -exclamaba el chico refiriéndose tanto a las muchachas de la noticia en cuestión, como también a sus amigas allí riendose al éso escuchar con tanto agrado. Éstas -sus amigas-, más aún, reían. Reían y reían.
-¡Mira si te capturan a tí también..! Aaaaayyy, pero cómo nos vamos a reír si te capturan también a tí esas muchachas y te hacen lo mismo que les hacen a los que capturan…aaaaahhhh!!!!" -Exclamaba alguna de ellas entre el reír a carcajadas de todas, y el chico aquél no puede soportar más, y se levanta furioso y marchándose con un portazo al salir de la casa, se marcha mientras todas corren para gritarle en un coro de mofas y carcajadas:
-"Ten cuidado…te van a capturar!!!" -Casi llorando de rabia, el hermoso chico se aleja sin mirar atrás oyendo las mofas de sus amigas.
Para alejarse de todo y tratar de buscar un lugar y momento de soledad donde a nadie pueda ver, se dirije a un cercano parque allí contiguo a una avenida cercana, donde se dirije para estar completamente solo y tratar de olvidar lo que había escuchado cuando las periodistas aquellas contaban cómo aquella femenina pandilla capturaba a los chicos a los que llevándoselos hasta determinado lugar, los desnudaban, haciéndolos el centro de mil vejámenes donde desde mamarlos como energúmenas, montarlos desnudos, masturbarlos y follarlos, los hacían hervir en orgasmos mil hasta enloquecerlos en aquel insólito amor donde quedaban ellos por ellas atrapados debiendo soportar tan insólita cosa desaforadamente erótica y ultrajante.
Allá, en la interior inmensidad de aquel parque boscoso, se sienta en un solitario banco de hierro, y allí queda masticando su rabia y recordando cada palabra emitida por las jóvenes y hermosas mujeres periodistas de la tele.
Muy cerca de él, y silenciosamente riendo, allí entre un roqudal cercano, un grupo de hermosísimas muchachas exuberantemente sensuales y muy provocaivamente vestidas, lo habían ta a él visto sin ser por él vistas, y ya…estaban agazapadas como fieras prestas a el zarpazo lanzar.
Eran,¡justamente! las muchachas de la pandilla en cuestión! Sí! Ellas, ahí en ese parque al que solían siempre ir, y ahora…este chico que se les servía como ofreciéndoseles en bandeja.
-"Chicas…ésto, es demasiado fácil..!" -En voz muy baja ahí entre ellas, se dijeron.
Sentado el muchacho y aún retorsiéndose por la rabia que en él crecía a cada segundo, siente junto a él aquella piedrita caer…
Mira a un lado y otro, y…¡nada! Pero luego de un minuto o tal vez menos…¡otravez otra piedrita que junto a él, cae!
Ahora, oye una risita de femenino timbre que desde el cercano boscaje, llega. Hacia allí mira, y desde el lado opuesto, también boscoso y tupido, otra risita femenina también, comieza a oír.
Y luego otra…y desde otro lugar otra…y otra…y otra más. Rápido, se pone de de pié, y encamina sus pasos hacia el sendero por donde hasta allí había llegado. ¡Está dispuesto a huír!
Desde un lugar del bosque, dos hermosas muchachas aparecen a las carcajadas, cortándole el paso…raudo retrocede para huír en sentido contrario al que iba, pero tres aparecen desde ese lugar impidiéndoselo. Desesperado y decidido, se introduce por entre la arboleda boscosa, y dos morochas aparecen de atrás de un árbol a las carcajadas viniendo ya hacia él que corre desesperado con ellas persiguiéndolo. Sin rumbo corre por entre el bosque aquél, y al pasar debajo de un gran árbol, caen sobre su cuerpo dos rubias que con él cayendo al suelo rién las dos capturándolo mientras ya las morochas y las otras hasta allí llegaban en un coro de carcajadas triunfales capturándolo y, en cosa de segundos…sus ropas desaparecen de su cuerpo quedando ahora, completamente desnudo con ellas capturándolo definitivamente.
Estridentes y femeninas, las carcajadas estallan a coro. Ya, lo están sujetando en el suelo, montadas en brazos y piernaqs de él, cuatro hermosas muchachas mientras las otras, bailaban socarronas y brazos en alto, ahí en torno a él así atrapado.
Esas cuatro que así sobre él acaballadas estaban montadas sobre sus brazos y piernas, le dirigían las más expresivas morisquetas socarronas, mirándole los enormes testículos y aquel despampanante vergón que como tremendos atributos genitales el muchacho aquél había tenido la suerte de así haber sido agraciado por la naturaleza que así lo había muy generosamente dotado.
Todas, ahora, se agolpaban para contemplar absortas, tal voluminosidad genital en el macho adolescente aquél; y sus femeninas exclamaciones, brotaban tan estridentes como asombradas. Enseguida, las carcajadas dábanse en todas, socarronamente lujuriosas.
Una batalla de bocas lenguas y labios, se debatían por atrapar el vergón aquél haciendo gemir y bramar y suspirar y clamar al chico, que sacudía su cabeza experimentando las sensaciones de aquéllo que yá, había allí comenzado.
Era, recién el comienzo, de algo que sumaría otro logro, en la cuenta de las muchachas aquéllas que de allí, luego de una muy intensa orgía violatoria a la que allí estaba él destinado ya a vivir en esa captura, también destinado estaría a ser por ellas llevado de allí para continuar con lo que ellas, para él tendrían reservado.
¡Ay, muchacho, muchacho, muchaaaaachooooo..! ¡La que te espeeeeeeraaaaaa!!!! (Continuará).
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