Cojida en una fiesta

Enfiestada x desconocidos.
Llegó a la casa de mi amiga, no conocía a nadie, eran la mayoria hombres y más grandes que nosotras, me acerque a ella a través de la gente, alejando de un manotazo las manos que se me había metido bajo el vestido, luego de unas horas tomando le digo que iba a ir al baño. Me estaba lavando las manos en el baño, cuando me sacaba las manos sentí acercándose rápidamente alguien, era un hombre maduro se me tiró encima y me agarró por los hombros, del miedo no grite. Yo apenas había asimilado que un hombre había entrado al baño cuando ya tenía sus dedos metiéndose en la vagina, trate de defenderme pero era inútil, el era más fuerte que yo, recién ahí me empece a asustar, me di cuenta que a él no le importaba si estaba de acuerdo o no. Abrí la boca para gritarle que parará pero no alcanzó a salir un solo sonido, un golpe seco sobre su ombligo me quitó todo el aire de los pulmones, estaba aterrada, caí de rodillas, inclinada sobre el suelo, las lágrimas me corrían por mis mejillas, nunca me habían pegado así y lo único que podía pensar era en volver a respirar. Cuando al fin pude llenar mis pulmones de aire el hombre me sujetó de la parte de arriba del vestido y dejó mis pechos, yo estaba sin sosten, al aire libre, intente cubrirme pero de un manotazo quitó mis manos de en medio, sujeto de la parte inferior de mi vestido y la tiro hacia arriba dejando mis nalgas al descubierto, sólo con mi tanga. Yo sabía que no podía hacer nada para detener mi violacion. Fui girada con brusquedad y tirada en el piso, quedé boca arriba con los brazos a los costados y las piernas separadas, con los pechos al aire libre y agitándome con cada respiración y el vestido levantado. Del miedo ni me movía.
– Voy a cojerte sin parar, pequeña puta- le dijo abriendo el cierre de su pantalón, puso mis piernas en sus hombros y con su miembro muy erecto, el cual era enorme, de un movimiento me penetró la concha hasta el fondo, lastimandome y causandome dolor.
Me desgarro la concha, hubiera gritado, pero justo en ese momento me pusiero algo en la boca para que no lo hiciera, sólo podía llorar. Cada vez más salvajemente me cojia, gemidos de dolor salían de mí.  Esto continuó por largos minutos, en algún momento comenzó a estrujar mis tetas con torpeza y algo de indiferencia, pero yo había cerrado los ojos por el dolor que estaba sintiendo, él mientras me insultaba, me decía de todo. El dolor iba en aumento, así como la velocidad de la cojida, hasta que se corrió en mi interior después se desplomó sobre mi con todo su peso. Ambos quedamos resoplando por un minuto, aunque por razones distintas, a mí solo me costaba respirar por el peso de él, recién reaccione cuando él se levantó y me miró desde arriba, con dificultad gire sobre si misma, y usando mis manos trate de ponerme de pie, alcance a ponerme de rodillas. Golpearon la puerta y él la abrió mientras me meaba la boca, terminó y se fue, eran 4 hombres, tambien maduros, que al verme entraron de una cerrando la puerta con la idea de también violarme, esto aún empezaba. Me insultaban y pateaban, uno me tomo de mi cintura y me movió hasta que quede en cuatro patas, todos ya tenían sus pijas afuera, las cuales eran gruesas y largas, uno se acuesta en el piso boca arriba y me agarra metiendone de una su miembro en mi concha, otro me la mete por atrás también en mi concha haciendo una doble vaginal, me dolía más que nunca, los otros dos me las meten en la boca y empiezan a cojerme fuertemente, hasta que acaban, al terminar cambiaron los lugares. Nuevamente empeze a llorar del dolor y agotarme. Me la habían follado hasta romperme, después de terminar se fueron dejándome ahí. Me dormí y tiempo después desperté en una habitación, me estaban cojiendo otros cinco hombres maduros, tenía esta vez dos en la boca y tres en la concha cojiendome fuertemente, nose hace cuanto tiempo que estaban ahí violándome y por lo que sabía mi amiga dormía, asique yo era en si la única que estaba ahí, al rato entraron los 5 que me habían violado en el baño, querían ver el show y uno de ellos decía «Vieron lo lindo que es cojersela» y uno de los que me estaba cojiendo dice «Sí, podría hacerlo todos los días». Al acabar cambiaron los lugares, ahora tenía dos en la concha y tres en la boca cojiendome hasta q volvieron acabar. Durante toda la noche había sido violada salvajemente fuerte y Al rato se fueron sino antes mearme dentro de la boca quedándome sola en la habitación.