Comenzando como cornudo 5
descubro a mi novio con mi vecino en mi departamento.
Pasó solo una semana desde aquel momento, mi relación estaba “normal”, pero no podía dejar de pensar en ello, cada vez que tenía relaciones con David o cuando me hacía una paja solo, pensaba en cómo se lo cogía Miguel, y esas imágenes tan excitantes que quedaron en mi mente, solo pensarlo mi polla se ponía dura como tronco. A la vez sentía un poco esa traición por parte de David, porque no había sido platicado entre nosotros previamente, pero, aun así, me gustaba la idea de ser cornudo.
No había vuelto a hablar con miguel, no nos habíamos topado en el edificio ni con su familia tampoco. También pensaba en su novia, ¿sabrá algo de todo esto?, ¿qué tal su hijo?, apenas lo he visto…
Era un día domingo, estaba soleado y hacía calor, eran ya como las 11 am, David y yo estábamos en la cama platicando, ambos teníamos el día libre así que acordamos salir a la noche a beber algo. Como día domingo normalmente hacemos algunas compras para la semana en el supermercado.
Yo: tenemos que ir de compras, ¿nos levantamos?
David: que flojera, es día de descanso, mejor vamos otro día.
Yo: ¿qué tal si te quedas, yo voy y tú limpias un poco el departamento?
David: mmm… podría ser, ¿irás al gym hoy?
Yo: si, así aprovecho la salida, primero al gym y luego voy al súper.
David: si es así entonces está bien, yo me quedo a limpiar.
Eran las 4 pm, estaba en el gym terminando ya las series de ejercicios a punto de ir a las duchas, tarde como hora y algo en aquello, llamé a David unas tres veces, pero no contestaba, necesitaba preguntarle por algo de las compras.
Salí de la ducha, me estaba vistiendo, sentado en la banca, noto que mi teléfono vibra, me había llegado un mensaje de Miguel el vecino. Lo abrí y me encuentro con un corto video de unos cinco segundos, era la polla de miguel siendo lamida por David, desnudo en el living de nuestro departamento.
Mi corazón se aceleró, no sabía que hacer exactamente, mi polla comenzó a notarse bajo la toalla, el video duraba tan poco, necesitaba verlo en persona, necesitaba ver a Miguel.
Me levanté rápido, me vestí y no me di cuenta que había llegado alguien más a los camarines hasta cuando me fui que me pude percatar.
Llegué lo más rápido que pude, abrí la puerta con cuidado, me asomé lentamente, estaba algo nervioso, ahí estaba Miguel, sentado en el sofá, relajado, con la camisa abierta y con los pantalones hasta los tobillos. David tenía la cabeza en su entrepierna, apenas podía tragarse toda la polla peluda de Miguel, quien apenas me vio y me guiño el ojo.
David, segundo después volteo por el ruido, y se asustó, quiso retirarse rápidamente de la polla, pero Miguel lo tomo fuerte del pelo y le dijo: tranquilo, tu novio ya se enteró que te encanta chuparme los huevos. Con fuerza metió nuevamente su polla en su boca.
David trato de resistirse un poco, pero cedió.
La tensión era muy grande, ahora era una complicidad entre los tres, de todas formas, no sabía cómo reaccionar, estaba parado cerca de ellos, con un bulto en el pantalón.
Miguel: ¡Hey! (aun con una mano en la cabeza de David), tráeme algo para beber, si es cerveza mejor – dirigiéndose a mí.
Me dirigí a la cocina, saqué una cerveza de la nevera y volví.
Miguel: gracias, ahora desvístete y te pones junto a tu novio falta quien me chupe los huevos.
Comencé a hacer lo que me pidió, quedé completamente desnudo al igual que David, me puse junto a él y me arrodille, antes de acercarme a sus testículos miguel dijo: David, dale un beso a tu novio para que sienta el sabor de una verdadera polla.
David me besó, fue un beso muy apasionado.
Miguel: así es, ahora acércate, huele mis huevos.
Cuando estaba acercándome, David me interrumpió y me aparto con su mano de forma suave, miró a miguel y le dijo: no quiero que mi novio haga eso, él es solo mío.
Miguel quedo en silencio un momento y acepto con la cabeza.
El: bueno Cristóbal, ya oíste. –procedió a colocar una porno en la televisión. – me aparto con uno de sus pies- quítame los pantalones para estar más cómodo.
Me sentía humillado, pero me gustaba la sensación, accedí.
Miguel separó más los muslos, y sus huevos cayeron al tener más espacio. Comenzó a tocárselos mientras me miraba.
Por su parte, David me comenzó a pajear mientras estaba concentrado lamiendo el tronco de la polla de Miguel, y de vez en cuando me daba unos besos.
Yo solo podía observar, pero tenía unas ganas enormes de pasar mi lengua por todo el cuerpo de Miguel, deseaba tanto en ese momento sentir su polla en todas partes, pasándomela por la cara, lamiéndola, tragándola hasta el fondo, sentirla dentro de mí, sentir el movimiento de su polla cuando suelta los chorros de semen. No podía permitirme nada de eso.
Miguel: lo chupas muy bien David. Ya me harás acabar. Se puso de pie.
Habían pasado como unos 20 minutos desde que había llegado al depa.
Miguel: Cristóbal, ayuda a tu novio, has que se trague toda mi leche.
Me puse de pie, por detrás de David y con una mano tome su cabeza y la apoye junto a mi verga, con la otra mano abrí su boquita.
Miguel: eso es, ya me falta poco, uff -comenzó a pajearse rápido.
Ese tronco grueso, se marcaban las venas, estaba húmedo con la saliva, hasta que acabo, soltó chorros de semen en la boca de David y unos cuantos sobre su rostro, soltando un gemido con su voz varonil.
Yo me estaba pajeando al igual que David, quien comenzó a chupármela también. Me faltaba muy poco, diría que segundos, cuando acabe mientras David me la chupaba, al sentir mis chorros introdujo toda mi verga en su boca, hasta el fondo y se tragó todo nuestro semen.
David se corrió pajeandose.
Miguel se vistió, menciono que ya debía volver, se le hacía tarde, y se marchó.
Nosotros quedamos en el sofá desnudos.
Gracias por leerme.
Dejo mi correo por si alguien desea platicar:
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