Como él chico no tenía con que pagarme, decidí cobrarle comiéndole el culo y poniéndolo a mamar mi verga, esa noche.
Un joven necesita reparar su auto, pero al no tener dinero en efectivo el mecánico le cobra le trabajo comiéndole el culo y poniéndolo a mamar,.
Ya estaba a punto de cerrar mi taller de mecánica, cuando llegó un joven pidiéndome que revisara su auto que le estaba sonando raro.
Destapé el motor, y de solo darle un vistazo, y escuchar atentamente como sonaba ese motor, le dije. “Hay que graduarle las válvulas, cambiar las bujías, el filtro, y el aceite.” El chico estuvo completamente de acuerdo, hasta que vio mi letrero que dice, solo se acepta efectivo.
Fue cuando me dijo, que él no cargaba tanto efectivo encima, pero si le indicaba donde podía encontrar un cajero automático, con gusto retiraría la cantidad, que fuera necesaria para pagarme.
En esos momentos yo ya había comenzado a trabajar en el motor, por lo que le dije. “No te preocupes, que ya veremos cómo me pagas”. Él no se preocupó por eso, hasta que ya comenzando anochecer terminé, fue cuando entregándole la factura, le dije. “Bueno es tanto, y ya sabes no acepto tarjetas.”
El chico me dijo. “Bueno, vamos al cajero más cercano, y retiro el dinero.” fue cuando riéndome le dije. “El cajero automático, más cercano es en la ciudad, y yo no pienso ir para haya a esta hora”.
Me propuso “Y si voy yo y de regreso paso, y le pago”, lo que no me gustó, fue cuando, dirigiendo mi vista a sus paradas nalgas, le propuse. “Bueno podemos hacer un sencillo arreglo, me dejas que te mida el aceite y todo resuelto.”
Por la cara que puso, el chico no entendió mi indirecta, y al darme cuenta de eso, le dije claramente. “Me puedes dar el culo, y la cuenta queda totalmente saldada.”
Él de seguro, no se esperaba con que yo le saliera con eso, de inmediato me respondió un rotundo no, pero cuando comencé a cerrar mi taller con su coche adentro, el chico comenzó a ver las cosas desde otro punto de vista.
Viendo la cantidad de la factura, se puso a pensar, por lo que un segundo ante de que yo terminase de cerrar la puerta, me dijo. “Está bien, tú ganas. Voy hacer lo que me pides, pero al terminar ya no te deberé nada de dinero, y me entregaras la llave de mi auto.”
Lo vi de pies a cabeza, y sonriendo le dije. “Pasa y quítate toda la ropa”. Cosa que a regañadientes hizo.
Ya estando dentro del taller, lo primero que le puse hacer, fue que me mamase la verga, tras decirme “Esto lo hago, solo por necesidad, la verdad es que no me gusta”.
Pero a medida que comenzó a mamar toda mi verga, como algo dentro de él, hizo que comenzara a cambiar su manera de actuar, ya que su voz después de estar mamando un buen rato me sonó algo femenina.
Además, cuando le pedí que se recostase, cosa que no tardo en hacer, mostrándome sus nalgas, tal como si se tratase de una chica, luego se quedó acostado tal y como yo le dije que lo hiciera.
Fue cuando comenzó a sentir, todo mi pedazo de carne, que penetraba lujuriosamente sus nalgas, él sintió algo de dolor, pero a medida que continué, él como si en muchas otras ocasiones lo hubiera realizado, comenzó a mover sus caderas, a medida que yo seguía empujando toda mi verga dentro de su culo.
No conforme con lo que yo le estaba haciendo, él comenzó a masturbarse, a medida que seguía sintiendo como mi verga entraba y salía de entre sus nalgas.
El resto de la noche se la paso mamándome mi parada verga, cuando no era que me dejaba que nuevamente le enterrase toda mi herramienta dentro de su culo.
Así estuvimos hasta que amaneció, cuando le entregue las llaves de su auto, en ese momento me dijo, que nunca había disfrutado nunca de algo así como eso, por lo que en lugar de ir a la casa de los padres de su novia.
La llamó y canceló todo, a los pocos días regresó, a mi taller, para que le volviera a medir el aceite…
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