Cómo es el sexo oral con mi papá
Detalles de la intimidad, la previa a la penetración.
Como te contaba desde mis entradas anteriores, esto más allá de un relato inventado, es en sí un ejercicio de liberación, ya que, a pesar de que todo ha sido siempre al cien por ciento consentido, es algo que no cuento usualmente, digo, no es tema de cita casual, tampoco es un tema del que se pueda hablar con libertad con tu pareja sentimental o sexual, porque no sabes qué tal reaccionará, o puede excitarse aún más, puede alejarse, o bien puede cambiar mucho la relación con mi papá, siendo que empiezan a fantasear con tríos o con mi papá (quien por cierto, no es guapo tipo modelo de revista, pero tiene esta aura de macho, ésta energía jovial que es muy atractiva para jóvenes, maduros, chicas, casadas…) llenándoles el ano, por lo que es mejor evitar el tema, claro que a veces me pongo caliente sabiendo que podría compartir un culo o una vagina con mi papá, pero no funcionamos así.
Cabe decir que mi padre es heterosexual, con una evasión natural al compromiso formal, por lo que suele tener muchas parejas sexuales, mayoría de una sola noche, siempre mujeres, y según yo sé, soy el único hombre con el que mantiene relaciones, bueno, sin contar las veces que tuvimos tríos con pervertidos que usaban mi culito y después mi papá les castigaba el ano, los hacía sufrir, ya contaré estas ocasiones después. Resaltó esto porque siempre tuvo éste plan de que su propio hijo fuese su alivio al deseo sexual tan ilegal que desde siempre tuvo, pero que jamás experimentó, en sí sólo estuvo con mi mamá para tenerme y luego, cuando tuve 5 años pelear la custodia, para que yo viviese sólo con él, siendo que mi madre ya estaba en otra relación, no le fue tan difícil, sabiendo que yo estaría muy bien con mi progebitor, siendo que siempre se mostraba un padre modelo, cariñoso, interesado en todo lo que hacía su hijo.
En privado también, pero disfrutaba a más no poder el poder (al igual que yo) siempre andar desnudos, tocarme mis nalguitas, mi pene, besarlos, también de yo a él. De mis mejores recuerdos y de los que más me sirven para alcanzar un orgasmo cuando me masturbo, eran estas ocasiones cuando viendo la televisión, muy casualmente, con mi cabeza recargada en sus muslos, atentos al programa, yo por antojo e iniciativa empezaba a besar y lamer el pene de mi papá, me encantaba como de un pene de máximo unos 3cm, pasaba a sus potentes 19, me encanta su forma, toda recta, con el glande sobresaliendo un poco, de champiñón, pues, sentir con la lengua las venas tan potentes que salen en todo el cuerpo de su verga, lo mucho que le sale líquido preseminal.
Aun hoy en día, disfruto a más no poder darle unas mamas a fondo, ahora tenerlo a mi gusto, antes lo masturbaba un poco porque me cansaba, ahora no saco su verga de mi garganta más que para tomar aire, nos encanta como voy lubricando con esa saliva espesa del fondo de la boca y hacia la traquea, siempre he pensado que pareciese semen, él tampoco para de cogerme la garganta, empujando su pelvis al fondo, sometiendo mi cabeza contra su pubis usando sus potentes piernas, para evitar que su hijo se separe de la verga de su padre y el continue embistiendo, disfrutando mis ojos rojos, las lagrimas que corren de manera exagerada, mientras más lucho para poder separarme y dar bocanadas profundas de aire , más fuerte me presiona con su piernas, a veces usando las dos piernas, cuando me ve con más dificultad, ese hijo de puta, jaja.
Sin embargo si tenemos esta seña de seguridad de que le daré dos nalgadas cuando necesite que saque toda su verga, exceptuando la punta, lo suficiente para no desmayarme por falta de oxígeno, si sólo trato de empujarlo, trato de hacer ruídos con intención de hablar, vomitar, gritarme o quitarme, él toma más fuerte mi cabeza, incluso poniéndome de espaldas al colchón con la cabeza colgando de la orilla, y es en esta posición donde siento cómo mi papá abre mi garganta al ancho justo de su pene, y va con toda su energía sin parar, sin piedad, su verga toda lubricada por dentro moviéndose tan rudo, y yo totalmente excitado, ya que suele comerse mi verga al mismo tiempo, masturbarme, meterme los dedos, comerse mis huevos y lamerlos como si fuese la última vez en su vida. Me excita tanto cuando siento los chorros potentes de su verga directo contra las paredes de mi garganta, haciendo que me venga también, justo cuando él retira su verga de mi boca, y por fin doy una bocanada de aire, suelo sacar muchísima saliva también espesa mezclada con su semen, que gusto de tomarla y untarla en mi ano o genitales.
Mi papá gusta de comerse todo mi semen, de lamerlo todos, incluso exprimir mi verga, que ahora es más grande que la de mi papá, incluso ama seguirle mamando cuando ya está demasiado sensible, ésta reacción de mi deseo por quitarme, liberarme, la hipersensibilidad después del orgasmo, y lo mucho que él ama cuando sufro, es un gran combo que aunque ya haya dejado el semen en la garganta de su hijo, vuelve a ponerse rígido, listo para volver a usarme.
Gracias por sus mensajes al tele, de verdad me alientan a seguir escribiendo mis memorias.
Ya la siguiente entrada será por fin de cuando mi papá me penetró por primera vez.
Besos,amigos pervs.
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