Como fui converso 6ta parte
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Se aproximaba el día internacional de la mujer y expresé mis deseos de “señora”…el cual era que me trajera unas flores de regalo.
A la mañana del día señalado, preparo el desayuno, lo despierto con besos y caricias, como todos los días, se dio vuelta y me dijo: – “Acá tenés tu primer regalo Lucy”- (sobrenombre que me indica que tengo que ponerme en rol de puta). Miro y tenía la pija tan dura y gruesa que no pude evitar empezar a sobársela, primero el glande en mi boca y jugando con la lengua presionando en la zona donde el prepucio está conectado a la base del glande. Intercalaba la succión con mi recién adquirida destreza de pasar la punta de la lengua entre el prepucio y el glande rotando la cabeza mientras el gemía de placer y movía su pelvis para que metiera más en mi boca, hasta lograr llegar a la tráquea, lo que me produce interminables sensaciones de vómito, 3 o 4 veces hasta que termina de dilatarse la tráquea y puedo seguir haciéndolo pero faltándome el aire al no poder respirar.
Me tuvo así durante más de una hora con intervalos de descanso porque El no quería acabarse. Cuando no pudo contenerse más me tiró de los pelos a la cama boca abajo y me ensartó el pijón en seco, sin ningún tipo de lubricación lo que me hizo pegar un grito enorme de dolor, pero no le importó-“Eso mamita así. Movete. No me importa que grites y que ya esté la mucama. Que se entere cómo son las cosas, que sos lo que me gusta, quiero y amo”- mientras con sus dedos me pellizcaba los pezones como se le ocurría y muy fuerte, sus puños me hacían doler el pecho porque me aplastaba con todo su peso tirado arriba mío, estando como dije boca abajo. Hasta que se acabó
Los 2 llegamos tarde a trabajar y por supuesto cuando salimos del sector de dormitorios la mucama nos miraba con los ojos desorbitados, no se animó a emitir sonido ya que le tenía un poco de miedo al "señor" de la casa y no iba a quedarse sin trabajo por meterse en lo que no le correspondía.
La sorpresa la tuve a la noche. Al terminar toda la rutina de la cena, despedir a la mucama, la cual me miraba raro, encuentro en medio del living un ramo de flores multicolor, envuelto en celofán con 2 moños de papel de raso rosados. –“Tomá mi amor este es mi verdadero regalo”-. Me desarmó de amor. Partí al vestidor y me puse una tanguita roja, culo al aire y me fui a servirle un ron con jugo de frutas y agradecerle el gesto. –“Dentro de un rato vienen a tomar algo Enrique y Justo, prepará café y traé más vasos para wisky”. Enrique y Justo son otra pareja como nosotros con roles muy establecidos en la casa.
Enrique es el hombre y Justo la señora. Llegaron (yo me había puesto un short de jean) y nos sentamos a charlar todos en el living, mientras me iba acariciando y pellizcando los pezones y me acariciaba le culo cada vez que me levantaba para atender a los invitados, en una de las idas a la cocina a buscar más hielo me encuentro a Justo con el torso descubierto y El dice: -“Bueno ahora vamos a sincerarnos todos, los chicos son de confianza y son iguales a nosotros, a partir de ahora, señores y señoras. Nos atienden como corresponde y cumplen su rol”.
A Justo y a mí nos dio vergüenza al principio. –“Mi reina, esto lo vengo hablando con Enrique desde hace tiempo, sincerarnos entre nosotros”- y me dio un beso comiéndome los labios y con su lengua hurgando en mi boca llegando cada vez más adentro. Terminé la reunión y partimos a la cama. Para provocarlo me acosté con la tanguita y empecé a chuparle la pija como a él le gusta, estaba baja y de un solo saque la hice llegar a la tráquea, lo volvió loco.
Me senté con las piernas abiertas de frente, El acostado boca arriba, mi orto rozaba su verga media baja y lo besaba con toda la pasión que tenía en mí, se levantó y me hizo poner en 4 patas, buscó lubricante, pensé que no quería hacer gritar a su mujer como a la mañana, me equivoqué. Me empezó a penetrar con un consolador y colocó su verga a la par, lo que me volvió loca de placer y empecé a moverme yo en esta posición mientras sentía como el gozaba al verme en esta situación. Había tomado un viagra porque le comentaron que aparte de excitarlo lo iba a hacer durar más tiempo antes de eyacular.
Tenía la verga re dura y me serruchaba mientras yo estaba cada vez más en el limbo y dije:-“Haceme lo que quieras papito, sos mi marido y yo soy toda tuya”. Siguó cogiéndome con la doble penetración y empezó a pegarme en la nalgas cada vez más fuerte. Dejaba de pegarme y me pellizcaba las tetillas. Dejó de cogerme, me dio vuelta y empezó a besarme y morderme los labios en las comisuras hasta que me lastimó, pero lo hizo a propósito en la parte media del labio superior.
Quise irme a limpiar pero no me dejó. Estando de espaldas me limpió y puso mis piernas en flexión, comenzó a dilatarme con 4 dedos, cuando pasaron los nudillos empezó a dilatarme más introduciendo de a poco el pulgar que no había usado hasta entonces, me dolía, no le importo. Agarré el poppers y aspiré, me metió la mano entera sin miramientos pasando la muñeca y cerró el puño adentro, avanzando de atrás adelante y al revés, cuando entraba y salía cómodamente paró y me dijo: -“Ahora el pié”. Se acostó boca arriba puso el pié derecho sobre un almohadón y una toalla y me senté, entraron los dedos del pié y me animé me senté con intención de que entre más y se dio, con dolor pero llegó hasta la mitad de su pié y aspiré nuevamente mientras subía bajaba mi culo en el pedazo ganado. Nunca gocé tanto como en esos 15 minutos y El se acabó sin tocarse.-
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