Como le meti los cuernos a Ricardito (II)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Manuel.
De rodillas Ricardito me abrio la puerta. "Hola señor". "Hola Ricardita"
Llevaba puesto un conjuntito de ropa interior rosa de encaje. Ricardito tenia prohibido vestirse como un hombre en mi presencia. Y segun me contaban Natalia (Su esposa) tambien lo obligaba a seguir siendo una "señorita" cuando yo no estaba.
Natalia habia reemplazado los calzoncillos de sus cajones por bragas de raso o encaje, blancas o rosas, los colores de las nenas sumisas.
Debajo de sus bragas sobresalia el dispositivo de castidad que le habiamos puesto.
El mismo era un tubo de aluminio que impedia toda ereccion, y se abria usando dos llaves, como un submarino.
Una de las llaves colgaba del cuello de Natalia, mientras que la otra la conservaba yo. De modo que los dos debiamos estar de acuerdo para que el tuviera un orgasmo.
Era muy comico verlo rogar, postrado entre mis piernas por un descargo, en frente de su esposa.
Cuando le dabamos el gusto el tenia dos opciones:
Postrarse desnudo delante de su esposa y frotar freneticamente su pequeño pene contra los zapatos de ella, sin usar sus manos, mientras los dos nos burlabamos de el, y yo me besaba con Natalia.
O hacer el amor con su Novia.
Y Cuando hablo de su novia no me refiero a Natalia, Natalia era mi mujer y yo no iba a compartirla con semejante Sissy. Su novia era una muñeca inflable que le habiamos comprado.
Ricardito no podia penetrarla directamente, nosotros lo obligabamos a besarla e incluso a darle sexo oral antes. Debia ser muy humillante para el tener que dar semejante espectaculo delante de su mujer y su amante, pero debia hacerlo, pues el sabia que mientras yo estuviera alli eso era lo mas cerca de una mujer que iba a volver a estar en su vida.
Ricardito me condujo hasta su habitacion donde estaba Natalia esperandome. "Hola mi amor, ¿Como te va?" me dijo ella. "Muy bien dije yo" mientras sobaba sus tetas y palmeaba su culo frente a su esposo.
"Ricardito cuantas veces te dije que tienes que desvivirte por atender a Nahuel. ¿Acaso quieres que no venga mas? Si tu pudieras cumplir con el rol de Hombre no seria necesario. Preguntale si no quiere tomar algo.
"¿Quiere tomar algo señor?"
"Si un Whisky" conteste yo tomando su cabeza entre mis manos. "Pero antes desvisteme". Ricardito queria negarse, pero no podia. Lentamente, evitando tocarme, desabrocho el boton de mis jeans, bajo el cierre, y mis pantalones cayeron al suelo.
Quedaban mis slips, el iba a usar sus manos, pero yo lo detuve y le dije: "Hazlo con la boca". Ricardito estaba a punto de llorar, su cabeza temblaba, no queria tocar mi pene, y tampoco dañarme con sus dientes, porque sabia que las reprimendas serian terribles.
Humillado termino por hacerlo, y luego corrio a la cocina para traerme el Whisky.
Cuando volvio con mi bebida, yo ya me estaba cogiendo a su esposa. Natalia era una mujer insaciable, y mucho mas luego de una semana de abstinencia. Sus gemidos eran tan fuertes, como mojada estaba su entrepierna.
Ricardito se postro delante nuestro, sosteniendo la bandeja que llevaba mi Whisky hasta que nosotros terminamos, mucho tiempo despues.
Entonces, mientras Natalia acariciaba mi pecho y me besaba, yo tome el vaso de la bandeja y comence a beberlo.
"Ricardito limpianos" dijo su esposa. Ricardito entonces dejo la bandeja en la mesita de luz, y comenzo a limpiar a Natalia. Ella sostenia la cabeza de nuestro siervo entre sus piernas mientras este limpiaba los vestigios de lo que yo habia dejado alli.
Ricardito se sentia asqueado, y tenia ganas de vomitar, pero sabia que no lo ibamos a dejar rebelarse.
Luego se puso mi pene flacido y sucio en su boca y comenzo a limpiarlo con su lengua, para despues continuar con mis pelotas.
Al terminar intento levantarse, pero yo tome su cabeza y la lleve de vuelta a mi entrepierna para secar mis organos con su cara y sus pelos.
Eran las 2 pm y queriamos dormir una siesta. Natalia y yo descansamos abrazados en la cama, mientras el yacia en el piso esperando por si necesitabamos algo.
Al levantarnos con Natalia decidimos cumplir una fantasia, Hacer el amor en la ducha.
Ricardito, arrodillado, nos desvistio, mientras nosotros nos besabamos, y luego se quedo alli mirando como nosotros cogiamos empapados.
Al terminar nos acostamos juntos en la bañera esperando reponer energias. Mientras nos tocabamos, Ricardito acariciaba con una esponja nuestros cuerpos, para limpiarnos.
Natalia salio entonces de la bañera, y Ricardito la esperaba arrodillado, para secarla, vestirla y calzarla, como si fuera el paje de una la corte en la epoca medieval, y nosotros sus amos.
Luego me toco el turno a mi. Es indescriptible la excitacion que senti al ver a ese pobre sissy arrodillado cubriendo mi pene con la toalla, y luego frotandolo para secarlo, mientras este crecia y tambien su humillacion.
Aunque su esposa me rogaba lo contrario me tenia que ir. Pero antes le dije a Ricardito que lustrara mis zapatos. El volvio enseguida, con un pequeño cepillo, y comenzo a limpiarlos con esmero, mientras su esposa lo miraba con desden sentada en mi regazo.
"Ricardito no te olvides de limpiar la suela". Le grite, cuando el ya se iba a levantar. Su esposa sonrio ante la ocurrencia, y sus ojos brillaron, la mirada del amor.
Cuando le quitas la hombria a un hombre esta no desaparece, tu la absorbes. Su humillacion es un pedestal que te sirve a ti para elevarte.
Hasta pronto. Elrobaesposas@yahoo.com
Autor: Manuel (ELROBAESPOSAS@YAHOO.COM)
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