Cómo obtuve a mi putito.

Esta es una historia de un terapeuta con un oscuro objetivo.

Cabe aclarar que esta es una historia ficticia sacada desde las fantasías más morbosas y oscuras del autor.

Mi nombre es Tizziano Backer, 27 años, fui scout en mi juventud y hace ya casi 2 años me gradué como psicólogo infantil, cosa que utilice a mi favor. Ya presentado yo vengo a contarles como manipule y secuestre a un joven de 6 años, utilizando su vulnerabilidad y la de su ambiente para ello, pero primero creo es apropiado que les comente un poco de nuestro verdadero protagonista, el cual se llama Bautista Alborada, un chico de piel suave, color canela y un culito respingon el cual vino a mi de manos de la madre por el divorcio que estaban efectuando con el padre del niño.

Como ya les mencioné a Bautista lo conocí a raíz de la situación en la que se encontraba sus padre, pero eso fue ya hace 2 años, en aquel momento era bastante regordete, cosa que no me gustaba demasiado, así que les sugerí a la madre meterlo en algún deporte, con la excusa de que el pendejito iba a canalizar su frustración ahí, además de ampliar su círculo social y no se que más mierdas, cosa que funcionó, Bauti con 4 años se metió a natación, cosa que ya había dado frutos en la actualidad donde ya tenía el culito las duro y el cuerpo más definido, por obvias razones.

Cuestión, por otro lado, durante las sesiones de esos largos dos años iba metiendo de a poco la idea de que los padres del niño no eran buenos y por su lado le iba a ir muchísimo mejor, cosa que terminó por concretarse cuando le di la dirección de mi casa para que luego de dos semanas el chico llegara llorando a mi.

——D-doctor Beker… m- mis papas no paran de pelear.

Vino a mi el niño con lágrimas, porque, me olvidé de contar, los subnormales de los padres para ese tiempo aún no se habían separado. Fue ahí donde una sonrisa sádica intentaba salir mas mis ganas de que sea el niño quien se entregue a mi eran más fuertes y me obligaron a mostrar mi lado más afable.

—— Puedes quedarte Bauti, no pasa nada.

Dije abrazándolo con fuerza mientras mis manos, por reflejo, se dirigían hacia la cintura del nene. Luego de aquella noche fue mi momento de actuar, acomode mis cosas, las del niño, porque yo había comprado juguetes y ropa las cuales eran del agrado del infante ya que lo conocía bien, y nos dirigimos hacia una cabaña perdida en el bosque donde sería que viviríamos durante el resto de nuestras vidas o por un largo rato.

Luego de un par de horas de viaje en el cual Bauti, drogado, y yo nos dirigíamos hacia aquella, cabaña, empezó mi verdadero plan para que esa criatura sea mi propio perro personal y si cerebro, y esto empezaría con cosas simples y de servicio como darme un dulce cada vez que asee los platos, me ayude con la ropa, etc. pero aparte de todo eso poco a poco también fui introduciendo el nudismo a nuestra forma de vida, dejando que la ropa sucia se acumule, durmiendo desnudos como forma de juego entre otras cosas, así el niño se vaya acostumbrando a mi cuerpo el cual, no es por presumir, pero no está nada más, tengo una capa de vello importante y un cuerpo muy bien definido con un porcentaje de grasa corporal de 5% así que se podría decir que soy un “lobo” creo que se llamaba, además de que mis dotaciones no eran normales con 9.5 pulgadas de largo y 2 pulgadas de diámetro, un verdadero monstruo comentaron mis parejas sexuales. Cuestión, volviendo al punto se podría decir que luego de un par de meses donde Bauti tuvo altibajos con lo de extrañar y no extrañar a sus verdaderos padres empezó a verme como si figura paternas hasta que cierto día, por obras mías, me “atrapó” masturbandome con porno no muy legal que digamos, jajaja.

—— ¿Qué es eso, Sr. Becker? — Preguntó mientras veía como una verga entraba en lo que claramente era el ano de un infante mientras este no hacía ruidos algunos, probablemente obra de algún sedante.

—— Ellos están teniendo sexo, mi niño.

—— ¿Y que es “sexo? — Volvió a preguntar preso de la inocente curiosidad infantil.

—— El sexo es, en un primer momento, como un papá y una mamá hacen bebés, pero luego es una forma para que bos sientas cosiras ricas. ¿Te gustaría probar conmigo? — Dije soltando la propuesta la cual fue aceptada con un tímido movimiento de cabeza en forma de aceptación.

—— Bueno, la primera vez duele y duele mucho, pero yo no pienso parar hasta lanzar toda mi leche de macho en tu hoyo. ¿Si? — Le aclare al nene para luego dejar el teléfono a un lado y subir a la criatura a mis pecho, con el cual ya jugaba bastante por pasabas experiencia. —— Ahora vamos a darnos un beso como los príncipes de las películas que vemos. ¿Si?. — Dije para luego penetrar con mi lengua sus fauces a la vez que mis manos recorrían su suave espalda y sus orto para que mi dedo luego hiciera contacto con su suave ano, el cual parecía un simple agujero cerrado, ni siquiera una arriba tenía este.

—— ¡Ay! — fue la respuesta del crio ante mis toques.

—— ¿Te gusta, Bauti?

—— S-si señor, solo que me da cosquillas. — Respondió este, pobre de él ya que lo rompería en menos de una hora, y este sería su punto de partida para que sea mi juguete durante su vida.

Luego de aquel beso mi porongo volvió a estar dura, incluso las que con la porno diría yo así que esto generó curiosidad en el pendejito.

—— ¿Qué es eso, señor? — Volvió a interrogar con curiosidad propia de su etapa de vida.

—— Eso es mi verga, pito, pene, pija, poronga, o como gustes decirle, a mi me gusta mucho verga, y sirve para hacerte feliz luego de que te acostumbres a tenerla dentro.

—— Es muy grande, señor.

—— Eso me han dicho, pero a ti también te crecerá a futuro, no te preocupes. Intenta meterte la puntita rosa en la boca, que eso me haría muy feliz. — Dije incentivandolo a darme un oral a la vez que lo acomodaba de tal forma que su culito quedará en mi punto de vista, sobre mis pectorales, para dejaron más claro.

—— Ed mu gande ñeñor. — Decía el bebé ahogado y con dificultades por aquellas dimensiones.

—— Pero no te preocupes, bebe, yo sé que puedes. — Alenté a que el chico mientras lo tomaba de la cabeza para que este pudiera hacerlo aunque sea obligado, a la vez que con mi otra mano ensalivaba su entrada y hacía presión para que ese cerrado culito cediera aunque sea un poco, cuando esto pasó y ya era más que obvio que el pendejo no iba a poder hacerme un oral en condiciones lo acosté boca arriba y me senté en su carita.

—— Ahora juguemos a otra cosa, Bauti, tu trabajo es que mi culito este bien mojado. ¿Si?. — Dije para luego levantar sus piernas, con la gracia de la elasticidad propia del infante y dejar esa entrada nuevamente libre para mi. —— Cuando lo logre, sacaré mi dedo de su entrada. — Dije para, uno, darle un objetivo, y dos, para poder empezar a dilatar aquel ano.

—— A la una, a las dos y a las tres. — Metí mi incide por completo en aquella entrada para luego sentir los lloriqueos de chico.

—— S-señor, me duele, me duele mucho.

—— Callate y sigue, sabés lo que tenes que hacer para que saque mi dedo de ahí. — Dije acompañado de una nalgada para el infante mientras mi dedo de moviendo dentro.

Gemidos fuerte saliendo de mi existir mientras el niño daba un beso negro y yo me divertida dándole nalgas con fuerza a tono de “más rapido”. Luego de que este término metí mi dedo profundo para luego sacarlo con rapidez, generando otro grito en el niño el cual se escapó de mis manos rápidamente.

—— Ya pasó, bebe, lo hiciste genial… ahora si vamos a tener sexo, lo prometo.

Bueno chicos, creo que dejaré este final abierto aquí, ya que se está haciendo bastante largo, no lo dije antes, pero este es mi primer relato, si pueden dejar alguna sugerencia en comentarios me ayudarían mucho.

Un placer escribir para ustedes.