Cómo obtuve a mi putito

Tizziano y Bautista se mudan.
Cómo obtuve a mi putito. Pt. 3
Ya era un nuevo día luego de la intensa tarde que pasaron esos dos. Tizzi fue el primero en despertar, dándose una paja como aquellas y acabando en el culo del nene, nuevamente para luego dirigirse a darse su rutinaria ducha matutina donde flashbacks de la tarde anterior volvían a su cabeza, cosa que en el adulto generó ponerlo duro al tope, cosa que no dudo ni una vez para después pellizcarse el pezón con su siniestra mientras que diestra se encargaba de la masturbación.
— S-señor… — Dijo el niño desde la puerta, donde Tizziano lo veía perplejo pues la violada que le había pegado no era precisamente suave, a tal punto de haberlo dejado desmayado por un momento, pero había supuesto, y con un gesto totalmente morboso que esa simplemente la fisiología de un infante, algo mágico en como este reparaba los defectos.
— ¿Te quieres dar un baño, Bauti? — Dijo mirando al niño mientras su paja no paraba para nada, ya con el chico, salió de aquella rústica ducha para ayudar a desnudarse al chico el cual aún no tenía una motricidad fina demasiado desarrollada.
— ¿Ayer la pasaste bien, bebe?
— Si señor, me divertí mucho y en mi pancita se sentía cosquillitas, aunque usted me dio miedo en un momento pero si. — El mayor estaba complacido con las palabras del menor, así que le dio un abrazo, en el cual su poronga se le metía entre las piernas de este, cosa que en el menor había generado una pequeña risa…
— Tu nuevo amigo quiere jugar contigo otra vez, pero primero tengo que ver una cosita, bebe. — Comentó mientras daba la vuelta al chico mirando como estaba su entrada, la cual, estaba literalmente como nuevo, e igual de cerrado que si este no fuera usado.
— Todo listo. — Volvió a comentar el mayor para esta vez, volver a levantarse y mirar como las manos de su pequeño tomaban su verga y empezar a limpiar el pre-semen que salía por la calentura mientras la cálida ducha caía sobre la amplia espalda del mayor.
— Está salado. — Comentó el niño mientras seguía con su pequeña lengua intentando meter aquella polla dentro de sí.
— Así es el sabor de la leche de macho, cielo. — Indicó Tiziano mientras su mano acariciaba el cabello del niño, el cual era cortado cada dos semanas por el adulto. — Te voy a ayudar con tu problema.
— Dijo preso de no poder tener, por lo menos, el glande completo dentro de la cavidad bucal de su bebe, esta vez cuidando que no se asustara o haga movimientos bruscos para que también lo disfrutara como el mayor. Después de un largo rato en aquella situación, el psicólogo acabó en la boca del infante, mirando como este estaba algo confundido por como su boca se llenaba nuevamente de aquel fluido, con la diferencia de que ahora era más suave.
— Traga, bebe, traga que esto te hará grande y fuerte como yo. — Dijo el mayor mientras intentaba sacar la ultima gota de semen de su verga a la vez que reflexionaba su brazo para hipnotizar al niño, el cual la verdad era un puto adicto a los machos en toda la extensión de la palabra. Después de aquella corrida seguía el 2do plan del mayor, el cual, por contactos que tenía de anteriores con otros y otras menores, encontró una sociedad de mayores adictos a los niños, todo aquel hombre con gustos en los niños no mayores a 12 años podía entrar hacia aquel lugar perdido en algún lugar que la verdad no era apropiado conocer por cualquier filtración.
Pero seguro se estarán preguntando cómo es que Tiziano Becker encontró tal mina de oro. La cosa fue así, en una de sus tantas sesiones de terapia que ha tenido con otros niños y niñas hasta llegar a Bautista, había uno que ya fue violado por un tío de su familia, a este niño, lo descarto al ya haber vivido el trauma no era para nada favorable la situación, mas el contacto de aquel familiar si le servía, el cual después de ya 2 años de solo tener el nombre y apellidos de los padres y la urbanización donde estaban pudo contactar con el, David Sosa. Cuestión, volvamos al eje, y es que David habló con Tizzi durante unas semana, donde se intercambiaban porno, Tizzi de Bauti y David con varios diferentes día a día, hasta que Tizzi le preguntó cómo tenía que entrar, y fue el maduro quien le dijo que con mandar un par de fotos o video del enano bastaba y sobraba para entrar, pero también tenían que dejar rastros 0 donde es que estaban. ¿Cómo se lograba esto? Pues Tizzi se las tuvo que idear, y la solución fue dejar su ADN (Uñas, cabello, pedazos de piel, saliva) en el lugar, además de ropa de ambos, cabello y todas esas mierdas, para después dejar una nota para sus “captores” detallando cómo tenían que quemar aquella cabaña para que de verdad parezca que el psicólogo y el infante estaban muertos.
Los días pasaban y Bautista se hacía cada vez más diestro como la puta del mayor, haciendo que este lo haga usar falda, ropa de niña y hasta un collar con correa, mas fotos eran mandadas por el mayor hacia David hasta que un día unos hombre llegaron a la casa, pasaron dentro, sus nombres eran Matías y Dimitri, unos jovenes quizás un par de años menor a Tizzi, los cuales saludaron al niño con amabilidad para que después Tizzi les de permiso de tocar al chico.
— Sin duda es una pieza de colección. — Comentó Dimitri con un acento que Tizziano no podía distinguir el origen mientras el niño sonreía pues las manos de aquellos hombres estaban en todo su cuerpo.
— Bueno… sabes como es esto, tienes que darle este apósito al niño y tomar esta pastilla tu.
— Perfecto. — Luego de esto, nuestro protagonista tomó las drogas y las suministro en el menor y así mismo para luego caer en un sueño que, por las indicaciones de su amigo, duraría entre 3 y 4 días, mientras que la del chico, serian 7, lo que el viaje hasta aquel enfermizo pueblo perdido en el bosque duraba.
Y en efecto así fue, Tiziano se despertó en un barco, junto a su niño, sin ropa y sobre su pecho, desorientado y perdido, para luego caminar hacia la mesa de noche a su lado, notando una noticia: “Los resto de Psicólogo pederasta fueron hallados en una vieja cabaña junto a los de un niño”. Esto alegró al joven mientras todo se movía en un suave vaivén de aquel barco para luego mirar a su pequeño, tan lindo e indefenso, inconsciente y sin nada que hacer.
— Ay, bebe, ya somos libres, tú y yo podremos ser lo que queramos ahora. — Comento mientras su verga se volvía erecta por las caricias que le hacía, notando como aquel fármaco lo dejó inconsciente hasta tal punto que su respiración se vuelve más suave.
— Pero eso da igual, ahora toca alimentarte que tienes 3 días sin comer. — Dijo abriéndole la boca para hacerse una mamada, pudiendo meter toda esa verga dentro por fin al no tener ningún reflejo que lo impida. El mayor estaba dándole fuerte mientras el puto, que parecía juguete de trapo solo tocia cuando el Oxigeno no era suficiente.
— Eso es bebe, así tienes que comer la verga de tu amo, asi. — Dijo mientras tomaba aquella cabeza con ambas manos mientras se mastrubaba o lo nalguear, contento de no escuchar como este lloraba a gritos por ser un maricón de mierda, luego de 20 minutos el adulto se corrió en la boca del enano, pero no iba a desaprovechar la situación, así que se corrió un par de veces más directo en la faringe de su putita para luego dejarle otros 3 lechazos en el orto para que después una 2da pastilla fuera entregada por un anónimo juntos otra nota: “Vuelve a drogarte, que estamos a menos de 12 horas de llegar”. Obediente el macho tomó su pastilla no sin antes quedarse dormido ensartando a su niño, dejándolo con las bolas solo fuera.
Una vez llego a aquel paraíso tropical del morbo, con su bebe en brazos, analizaba todo, la verdad era un pueblo de hombres y niños, se tenia cosecha, pesca y hasta ganado mientras también se podía ver como perros estaban penetrando menores, mayores a más de un niño a la vez, un niño con dos o hasta 3 mayores de diferentes razas y mas cosas que en Tizziano generó un nuevo morbo.
— Tizzi. — Saludo David desde lejos para luego acercarse y saludar a su amigo con un apretón. — Así que este es Bautista, si que te has divertido, eh. — Comentó el cuarentón para luego guiar al nuevo ciudadano a su casa, en donde dormiría para ya empezar el nuevo día en aquel poblado tropical.
Bueno gente, hasta aquí el relato de hoy, se que no ha sido la gran cosa, pero es una 2da introducción a lo que se viene.