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Dominación Hombres, Fantasías / Parodias, Gays

Con mi mejor amigo

Mi mejor amigo supuestamente hetero se deja llevar por la calentura .
Yo tenia un amigo que llamaremos Efraín el siempre me llamó la atención, era mi mejor amigo, tenia 18 años aunque tenia comportamiento infantil. Mi nombre sera Ernesto (nombre falso)

No fue un día especial. Ni había tensión rara ni nada. Solo éramos él y yo, como siempre.

Estábamos en mi cuarto, tirados en la cama. Yo sin playera, él con su short flojito y camiseta vieja, y entre risas y TikToks, empecé con lo de siempre:

—Ayer me cogieron bien duro. Me traían como muñeco —le solté, sabiendo que eso siempre lo ponía nervioso.

Efrain giró los ojos.

—Ya vas a empezar… cochino.

Pero lo vi. Movió las piernas. Trató de cruzarlas.

Y sí. Ahí estaba. La erección marcándose descaradamente en su short.

Me le quedé viendo.

—¿Eso es por mí? —le dije burlón, señalando su bulto.

—¡No mames! —respondió cubriéndose—. No es por eso.

Me acerqué, con una sonrisa traviesa.

—¿Y si te la agarro? ¿Sigue sin ser por mí?

Y antes de que pudiera responder, ya le había puesto la mano encima. Se la apreté por encima de la tela, suave, lento. Sentí cómo palpitaba.

—¿Te molesta? —pregunté en tono inocente.

—Eres un cabrón… —dijo entre dientes.

Me reí, y me incliné hacia él, con mi cara muy cerca de la suya.

—¿Y si te beso? ¿Te vas a calentar más?

—No lo hagas —dijo, pero no me empujó.

Le hice la finta. Acerqué mis labios a los suyos, casi rozándolos.

Y entonces él se lanzó. Me besó fuerte, como si llevara tiempo aguantándose.

Me subí sobre él, rozando su verga con mi entrepierna. Se la frotaba con mis nalgas, despacio.

Y mientras lo besaba, le levanté la camiseta. Le lamí los pezones. Gimió.

—¿Desde cuándo te caliento así? —le pregunté en su oído, mientras le bajaba el short.

No dijo nada. Solo respiraba agitado.

Cuando su verga quedó libre, la vi: larga, venuda, blanca como él, dura y vibrando.

Le sonreí y me bajé despacio, viéndolo directo a los ojos. Le tomé la verga con una mano, y le di una primera lamida, desde la base hasta la punta. Él tembló.

Le di otra. Luego otra. Y sin aviso, me lo metí hasta el fondo.

—No mames, Ernesto… —jadeó, agarrándome del cabello.

Lo chupé lento, profundo. Le acariciaba los huevos, lo miraba desde abajo. Lo tenía sudando, mordiendo los labios, gimiendo como nunca lo había oído.

Cuando se lo saqué de la boca, se la froté por mi cara. Le besé la punta, le escupí encima.

—¿Te gusta? —le pregunté con voz ronca.

—Sí… verga, sí me gusta —dijo jadeando.

Entonces me volteé. Me bajé el pantalón y los boxers, y me le subí de nuevo encima.

—Ahora te toca a ti hacerme gozar.

Me abrió las piernas, me escupió directo en el hoyito. Luego metió un dedo, después dos, con fuerza. Me lo comía con los dedos como si ya lo hubiera hecho antes.

—Estás hecho para que te cojan —me dijo al oído.

Me puso de perrito, me dio una nalgada fuerte. Luego otra.

Y sin más, me la metió entera.

—¡Ah, mierda! —grité. Él me tapó la boca con una mano.

—¿Así te gusta, putito? ¿Qué te coja tu amigo hetero?

Me movía con fuerza, sin pausa. Me cogía con el cuerpo completo.

Se inclinaba a mi espalda, me lamía el cuello, me mordía. Yo le empujaba con mis nalgas, apretando más, provocándolo.

—No pares… —le decía—. Dame todo.

Me cambió de posición. Me puso boca arriba, levantó mis piernas, y me la volvió a meter. Se la sacaba entera y me la volvía a meter con fuerza. Yo le acariciaba el pecho, le mordía los pezones, le jalaba el cabello.

Le pasé la lengua por el cuello —ese cuello besable— y él gemía cada que se lo hacía.

—Estás cabrón… —decía entre jadeos.

Y entonces, cuando más fuerte me cogía, me vine sin tocarme. Y eso lo volvió loco. Me abrazó con fuerza, metiéndola más, hasta que se vino adentro, con un gemido ronco y largo.

Se dejó caer sobre mí, empapado de sudor. Me abrazó. Respiramos juntos.

—No digas nada… —dijo bajito, y luego, con una sonrisa—. Pero si quieres otra vez… no más dime.

 

54 Lecturas/7 julio, 2025/0 Comentarios/por SexualBoy23
Etiquetas: amigo, putito, verga
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