Con mi vecino Pedro, y yo con 11años (parte 2)

llegamos a la casa nueva.
Era cómo yo me lo imagine; ubicada en el centro, full música full relajó. Y los vecinos nuevos mirándonos por sus ventanas.

Todos nos bajamos del camión.
Me acomodaba mi calzoncillo por que lo tenía mal puesto, gracias al chico a que de un jalón me lo puso y se me metió toda entre medio de mis nalgas.

Ya estaba un poco más tranquilo

ya hablaban con mucha confianza con los chicos( y por supuesto, ya me habían visto casi desnudo y dejándome hacer esas cosas » tremenda confianza tenía» ).

la casa nueva; es de 2 planta, no era tan grande, tenía un balcón muy bonito con una ventana a lado, vi una anciana y su hijo que estaba a fuera de la casa sentados (la anciana era la dueña de todo eso, y vivía de bajo de nosotros, mientras que su hijo vivía en la terraza en su mini-departamento que lo estaba construyendo), nos dio la bienvenida.

La señora Carmen: Bienvenido, aquí están sus llaves.

Papa: gracias doña Carmen.

Ella nos dio la bienvenida, y nos entregó las llaves del departamento… pero yo me quedé mirando a su hijo, no solamente yo lo hacía, y inclusive mi mamá también lo quedaba viendo, ni siquiera disimulados un poquito, él es señor muy guapo, se notaba que se cuidaba mucho ( yo pensaba que erá esos señores gordos y acabados) era de esos hombre que se cuidada mucho, tenía un buen cuerpo firmes muscusloso, una carita muy linda y una barba muy cuidada, alto y un bronceado envidiable.

Pedro (don pepin de cariño): Hola buenas noches, soy pedro, cómo verá la casa no es muy grande, es cómoda para una familia cómo ustedes,- amablemente nos trato-.

Mi mamá respondió inmediatamente – no tranquilo, sólo vamos a vivir aquí mis hijos y yo-, haciendo alusión de que que ella estaba soltera y separada de mi papá.
Estuvimos unos momentos charlando, mientras que los chicos aprovechaban bajando las cosas del camión, ellos a la pequeña oportunidad me tocaban (a propósito) mi culo, me las apretaba siempre cuándo nadie nos veía,

y yo por supuesto me dejaba hacerme eso, ya había demasiada confianza con ellos, así que sólamente me deje que me tocarán. La vecina se despidió junto con su hijo, la dueña se fue a su casa que estaba de bajo de la nuestra y su hijo a la terraza dónde tenía su departamento.

Estábamos el vaivén subiendo las cosas a la nueva casa, los chicos me seguían agarrando las nalgas, hasta que me di cuenta en algo… que no sé por que no me percaté de eso y lo pasé por alto, cuándo alcé la mirada hacía el balcón de la casa, y lo miré a él, era que Pedro estaba asomado en la ventana de su departamento, o sea, él había visto todo lo que los chicos me hacían, me quedé muy helado.

Me daba mucha vergüenza, ni siquiera volví a mirarlo. Estaba tan asustado, y tan avergonzado, que tuve que hacer rápido las cosas para entrar a mi casa y no salír.

Y así sucedió, ya habíamos terminado de subir todo, ahora lo difícil era acomadar todo de nuevo, en la nueva casa, los chicos se despidiron, yo mis hermanas nos quedamos en el balcón viendo a los chicos y el camión marcharse(ni siquiera me despide bien de los chicos, sólo me quedé viéndolos).
Y él que más me dolió de no despedirme era del chico A, ya que con él fue una conexión al instante.

Por lo consiguiente, mi papá también se marchó, así nos dejó a mí y mi mamá y mis hermanas para que solos arreglemos la casa.
Estuvimos un buen rató arreglando lo que más podíamos, pero la verdad, nos encontrábamos muy cansados, al menos yo si lo estaba, había tenido un día de locos; lleno de excitación y de vergüenza.

La casa tenía 3 dormitorios, yo me quedé con uno sólo( mi cuarto quedaba en el último), lo bueno de mi cuarto tenía una ventana que podía ver los patios de las demás casas directamente, pero y había un departamento que quedaba en frente de mi cuarto, esta también tenía una ventana que apuntaba hacía mí, y de ley tenía que poner una sabana en mi ventana.

Estaba arreglando mi cuarto, acomandando la cama, y en eso escuchó que tocaban la puerta de la casa, salgo para ver quien era, veo mi mamá abrir la puerta… y si, era Pedro, al momento me dio un temor grande y una angustia, yo pensaba que él le iba decir de éso, de lo que había visto: las cosas que me hacían los chicos, que me había manoseado mi nalgas.
Yo pensaba lo peor… pero, no era eso, sólamente le dijo: -que la ropa que ella iba a lavar si la podía tender en la terraza-.

Después de éso mi mamá le agradeció y se despidió. Mi alma volvió a mí… uff era un alivió. Volví a mi cuarto hacer mis cosas, ya me faltaba poquito, me encontraba de lo más tranquilo en mi cuarto, pensando en los chicos, y en el vecino que me había visto en esas cosas, en mi mente se preguntaba muchas cosas: «será que me vio, o no, será que un día le diga a mi mamá», en todo en general pensaba. Hasta que mi querida mamá paga un grito

Mamá: ¡¡Ariel, ya anda a bañarte que ya es tardé!!

Yo: ¡ya voy!!, estoy separando mi ropa, un segundo!!.

Agarró lo necesario, y me voy corriendo al baño.
comienzo a sacarme todo la ropa suda y sucia, cuándo veo mi calzoncillo manchado con ese jugo preseminal que salia de mi penesito, ver eso, me acordaba de todo lo que vive en el camión con esos chicos, obvio fue por eso que tenía manchado mi calzoncillo, y ver que aún mi penesito todavía le salía jugo, le pasó mi dedo por toda la cabecita de mí diminuto pene, tomando con la llema de mis dedos ese juguito preseminal tan ricoo…
L

o llevé a mí nariz para olerlo… delicioso olor, y despues me lo llevé a mi boca lo chupe, y lo chupe mi dedo, con ese sabor que tenía, lo dejé bien limpio. (A esa edad a los 11 años, todavía era una virgen completa, no había ni mamado verga, ni me habían follado. Solamente lo que echo es agarrar verga pequeñas, de mis amigos nada más)

Después tome mi calzoncillo que tambien estaba muy manchado me lo llevé a la boca, y lo comencé a limpiar con mi lengua… y para después poner el espejo detrás mío para ver mi culo, y así comenzar a masturbarme, fue muy rico, mientras me caía el agua en todo mi cuerpo y viendo mi culo atravez del espejo bote mucha leche de agüita de arroz, pesaba lo cosas que me había pasado con esos chicos. Así fue un rico baño que me di en esa noche, me fui a la cama me quedé Bien dormido y feliz.

Había pasado ya una semana viviendo en nuestra nueva casa ( durante en esa semana era lo normal que hacía, masturbarme) durante esos días aprovechamos para arreglar la casa, en poner orde todo.

Llego fin de semana, un sábado, dónde mi mamá nos habló a mí y a mis hermanas – que quería ir a la malecón a comprar unos helados y ver que hay de nuevo por allá-, era nuestro primera noche en la ciudad que íbamos a salir los tres, ésa noche(erá todo ruido, baile por dónde quiera, obviamente ERÁ EL CENTRO DE LA CIUDAD).

Estábamos arreglando para salir, yo me puse un shorts de tela ( ese shorts era muy pegado a mi culo, y se me notaba toda la dimensión de mis piernas y nalgas) y un camiseta tipo playero ( me encanta usar esas camisas así).

Mi mamá, se puso un vestido muy pegado a su cuerpo color negro que dejaba ver su figura ( mi mamá es una mujer que se cuida mucho en comer bien, y hace mucho ejercicio, y tambien de ella heredamos las nalgas)…
Mi hermana unos pantalones y blusas y igual q mi hermana menor.

Estábamos ya listo para salir..

Mamá: Ariel cierra bien la puerta.

Yo: si mamá, ya lo hice.

Comenzabamos a bajar la escaleras, cuándo llegamos a salir del condominio, vi a don pepin (Pedro) acostado en una hamaca conversando con su mamá (la dueña del apartamento), Pedro tenía una pantaloneta corta, estaba sin camisa, estaba bién marcado, se la notaba mucho sus bellos, muy peludo, y todo era hermoso de ése hombre.
A mi mamá, rápidamente sus ojos le brillaba de tan sólo de verlo a Pedro ( y no la culpo, hasta a mi se me iluminó mis ojos de verlo)…

Mama: buenas noches, cómo le van?

Pedro: muy buenas noches. Cómo verá, aquí tomando aire, ¿se va a una fiesta?

Mamá: no, sólo vamos a salir a comprar unos helados y darnos unas vueltitas por ahí. Jejeje.

Pedro: entiendo, muy guapas… y guapo también (refiriéndose a mi, pero cuando me dijo eso de «guapo » me estaba viendo de pie a cabeza)

Yo ( todo timido): Gracias.

Nos despedimos de ellos.
Al momento de irnos y darles la espalda, yo volteó hacia atrás (por qué me daba curiosidad de ver si él nos veía) y notó que él, nos quedaba viendo, tanto a mí y cómo mi mami ( obviamente él nos quedaba viendo el culo, y yo(no se por que lo hice) al caminar movía mucho mis caderas y posteriormente mi culo (cómo los patos caminan, asi lo hacía).

Ésa caminada yo ya lo hacía naturalmente, por el tamaño de mi culo, que no me dejaba caminar normalmente, pero también me di cuenta que mi mamá también lo hacía muy exageradamente, movida su culo de un lado a otro y él lo notaba y mucho, por esa razón no despejaba su mirada de nuestros culo; esa mirada que parecía que nos desnudaba todo, yo lo sentía así.

Él se dio cuenta que yo le estaba viendo… él tan sólo me guiño el ojo, y yo le regrese con una sonrisa media pícara, hasta ahora no me explico por que le lancé esa mirada, creo que me gusto que él me viera con deseos, por eso yo lo sentía así, por ésa razón le lance esa mirada pícara.

Asi fue, caminos unas cuantas cuadras para llegar a la malecón, queda muy cerca de la casa, y no hay que caminar mucho.
A unos cuantos metros de nosotr@s, salen unos chicos que iban a pasar por

en frente de nosotr@s, obviamente, de ellos recibimos sus piropos y nos decían: «mamita que ricas estas, y señor culazo» ( se refería a mi mama), mi mama ni le paraba bola a ellos, no le tomaba en cuenta…

Y un chico de ése grupito, se me quedaba viendo, no despejaba su mirada de mi culo, aún cuándo él ya estaba detrás mío, me seguía con su mirada y yo también le seguía mirándolo, después me hizo unas señas con sus manos, se agarraba la verga por encima del pantalon, y me señalaba a puntando a mi culo ( haciendo entender que la verga de él iba para mi culo).
Yo sólo le quedaba viendo mi le reía, parecía que ese chico me había conocido, o me había visto algúna parte, para quedarme viendo asi; jajaj.

En fin…solamente deje de mirarlo y seguí caminado hacia la malecón.

Llegamos a la calle principal.

Era mucho ruido, full fiestas, casi no se podía caminar, pero en ese momento ¡¡comenzaron los arrimasos!!, había mucha gente que estaba detras mío cómo adelente, no se podia caminar bien, y claro era un sabado en la noche, era imposible moverse ahí…

Entonces comenzaron a tocarme mi culo, sentía manos que me agarraba mis cachetes con fuerza, y más aún que tenía puesto un shorts cortó se sentía muy claro las manos.

Me acariciaba mis piernas, arrimaban sus manos con fuerza en mis nalgas, y yo no podía hacer nada, ni siquiera podía moverme de ese puesto dónde estaba, había mucha gente, no puede voltear a ver quién era esas manos, nada puede hacer, sólo deje que me hicieran eso, si tuve vergüenza por que creía que había gente que estaba viendo eso y que yo no hiciera nada al respecto, pero en si no dije nada, sólo trataba de disimular y ver como si nada me hubiera pasó. Los apretones a mis nalgas seguían.

Pero en realidad yo no quería salir de ahí, me estaba gustando esas manoseadas. Algunos de esos chicos que me tocaba, alcanzaba a verlos, y yo le sonría a ellos, eso simplemente me gustaba mucho hacerlo.
Más tardé pudimos salir de ese tu bulto de gente, y claro me lleve buenas nalgueadas.

Así pasé durante esa caminata, llegamos a la
malecón, compramos unos helados y nos quedamos sentados por ahí, y hablamos de todo un poco, mi mami obviamente mencionó a Pedro, que era un señor muy guapo etc.

Llegamos a casa bien cansados. Mis hermanas se fueron a su cuarto junto con mi mamá ( las 3 duermen justas, el cuarto era bien grande), yo por igual me fui a mi cuarto, cerré bien la puerta, cerre tambien la ventana y me quite la ropa ( me quedé desnudó), busque en mi ropa sucias mi calzoncillo para olerlo, dónde pongo mi penesito, saqué mi espejo y lo puse detrás de mí para ver mi culo ( traté lo de siempre, abrir mis nalgas para ver mi ano, jugar un pococon mi culo), y así me masturbe 3 veces en esa noche. imaginando esas manos que me tocaba mi culo, y siendo apenas un niño me gustaba sentir manos de otros chicos mayores que mí.

CONTINUARÁ…