convirtiendome en un puto sumiso.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por angelperverso.
Como muchos, yo me di cuenta de mi homosexualidad a los 17 años, bah, en realidad toda la vida lo supe. Toda la vida fantasee con ser sodomizado brutalmente por varios de mis amigos, sentirme inundado por su semen, que me violen sin nunguna piedad. Ni siquiera pasaba por mi mente la idea de tener sexo con una mujer, ni siquiera me veia penetrando a un hombre en si, pero para evitar el prejuicio social mantenía las apariencias.
A los 17 empecé a salir y experimentar cosas nuevas. Fue a esa edad cuando perdí la virginidad, aunque, esa no es la historia que voy a contarles hoy.
Para cuando pasó esto yo ya tenía 18, y estaba relativamente experimentado en el asunto del sexo. Físicamente nunca me consideré la gran cosa, aunque nunca me fue dificil concretar con otros chicos. Yo mido 1,76 suelo usar el pelo con un largo medio, tengo ojos café y soy delgado, tal vez un poco marcado (en mi adolescencia me gustaba hacer deporte) la gente suele decir que tengo buen culo pero yo la verdad lo considero de lo mas normal y en cuanto a mi pene, medirá 15 cm (puedo asegurar que practicamente todos los penes que vi eran mucho mas grandes).
Una tarde estaba en mi casa, aburrido, y decidí entrar a un chat gay. Era raro que concretara con alguien del chat, pero hay veces en las que simplemente no hay una mejor opción.
Claramente buscaba acción esa tarde, sin vueltas y sin muchas complicaciones, por lo que decidí ponerme un nickname "acorde" un apodo que demostrara mi urgencia por tener sexo, en otras palabras: Me estaba "regalando" (el nickname sería algo asi como "gayjovenpasivo" la verdad no lo recuerdo con exactitud).
No paso mucho hasta que un usuario notara mi calentura y se hiciera presente con una propuesta algo extraña. La idea era la siguiente: Yo tenía que ir a un baño publico y entrar a uno de los inodoros el cual estaba ubicado al fondo, ahí esperaria al hombre el cual llegaría, trabaría la puerta y ahí podríamos hacer lo que quisieramos ya que, según este tipo, el baño ese solía estar vacío.
La idea me daba morbo y me aterrorizaba en partes iguales, ya que, si bien no era "virgen" nunca había hecho algo como eso. Hasta ese entonces en todas mis relaciones había tenido el mayor de los cuidados y eso… era bastante peligroso o no se por lo menos a mi me daba la sensación de que podía meterme en problemas.
Estube un rato pensándolo, no mucho, ya que la persona del otro lado de la pantalla me presionaba y me apuraba. Algo tenía su forma de hablarme que lograba imponérse, creo que fue por eso que finalmente acepte.
Me dirijí al baño público en cuestión, temblando de miedo durante todo el camino. Cuando llegué no había nadie, eso me alivió, aunque solo un poco. Recién en ese momento me di cuenta de que no sabía nada de la otra persona y eso constituia un riezgo extra que, por mi calentura, no había tomado en cuenta.
Es el dia de hoy que no se porque decidí seguir adelante. Me metí en el inodoro del fondo cerré la puerta (sin trabar, como habíamos acordado cosa que el pueda entrar) y esperé.
Pasaban los minutos y mi tensión ahumentaba, todo tipo de ideas pasaban por mi mente, en un momento pensé que no vendría y que todo era una broma, pero igual me quedé esperando.
Pasó, aproximadamente, media hora. Yo ya estaba resignado cuando, de pronto, veo que abren la puerta. Había llegado mi hombre.
Era un tipo de unos 30 años, bastante lindo, grandote se notaba que le gustaba ejercitar, estaba vestido con un traje lo cual me hizo pensar que venía de su trabajo (lo cual explicaría la demora). El trabó la puerta, se desabrochó los pantalones librando una verga erecta de unos 19 centímetros con un olor bastante fuerte y me ordenó muy friamente: "-chupa"
Cuando digo que el olor de esa hermosa verga era fuerte, me refiero a que de verdad era fuerte. Como si llevara una semana sin lavarse, era una pija sucia. Por algun motivo esto no me detuvo, muy por el contrario, me exitó mas y empezé a chuparsela como mejor sabía.
Durante un tiempo me dejo hacer a mi, y yo usaba todas mis artimañas para que ese hombre se retuerza de placer. Me ayudaba con las manos, ya que era dificil meterse todo eso en la boca y jugaba con mi lengua en su punta saboreando toda esa sucia pero deliciosa verga. Entonces fue cuando el me agarro de la cabeza, aparto mis manos e intento meterme toda su pija hasta la garganta.
No le resultó facil, pero si bien yo sentia arcadas y algo de dolor en la mandíbula, lo dejé hacer mansamente y el no detuvo la presión que ejercía sobre mi cabeza hasta que, finalmente, logro ensartarme toda su pija.
A penas entro hasta mi garganta me tomó fuertemente de los pelos y empezó a cojerme por la boca pero con tal brutalidad que me sentía morir, pero también, me estaba volviendo loco de la exitación, al punto que sentia que la pija me iba a explotar.
Durante la brutal cojida de mi boca, en un momento no aguante mas, saque mi propia pija de adentro de mis pantalones, y empezé a masturbarme furiosamente mientras sentia mi garganta llena de ese enorme mazo de carne.
Entonces el se detuvo, me sacó la pija de la boca y me dió un cachetazo muy fuerte. El golpe me dolió muchísimo y me dejó algo aturdido, a parte estaba desconcertado ¿Que había hecho para importunarlo así? Entonces me dice autoritariamente: "-no te toques la pija!"
Yo me quedé mirándolo, sin entender nada. Lo miraba como un cachorro mira a su dueño despues de haber hecho una travesura, lo miraba rogándole, realmente no entendía en ese momento que estaba pasando. Se que una persona normal se habría levantado, se habría indignado y se habría ido, pero yo no solo estaba dispuesto a seguir en ese baño sinó que mi exitación no había bajado, ni un poco.
Guarde mi pija adentro de mi ropa y me lo quedé mirando como esperando su aprobación, a lo que el respondió con otra bofetada mientras me gritaba furiosamente: "-¡¿Que esperas puto de mierda?! ¡seguí chupando!" yo sumisamente puse mis labios en su pija, solo para que el reanude su brutal violación a mi boca.
Me dominó de principio a fin a partir de ese momento, no se que fué, no se si fue mi calentura, no se si fue su autoridad, no se si fue el hecho de que el de verdad me gustaba mucho, pero la forma violenta en la que me trataba me volvía loco.
Siguió cojiendo mi boca con la misma violencia que antes, cada vez mas fuerte, cada vez mas rapido. Parecía que le había encontrado el gusto a eso de pegarme porque por momentos detenía su "mete saca" para darme mas bofetadas, o me pegaba mientras con la otra mano seguía usando mi boca o paraba, me pegaba varias veces seguidas y cuando parecía que iba a perder el conocimiento, metía su pija de nuevo en mi boca. En un momento se empezó a reir, me insultaba, me dijo que era un puto de mierda, que me encantaba chupar pijas, que merecia que me cague a palos por puto entre otras cosas que, la verdad, me sonaban un tanto homofóbicas.
Pero nada de eso me importó, yo seguía exitadísimo, a pesar del dolor y la humillación no podía detenerme. Ese hombre, sin yo saberlo, me estaba convirtiendo en lo que el mismo decía que era: En un "puto de mierda".
Tomó mi cabeza con mas firmeza y empezo a, violarme con aún mas brutalidad, yo sentía su pija temblar dentro de mi boca, y como no era la primera vez que hacía sexo oral, sabía lo que estaba por venir. El me ensartó su pija hasta el fondo sosteniendo fuertemente mi cabeza mientras inundaba mi garganta con su semen y no solto mi cabeza hasta estar seguro de que me había tragado hasta la última gota, yo no se como hice para no morir ahogado.
Cuando terminó de eyacular me solto la cabeza, pero me dijo que no me atreviera a sacar de mi boca su pene, el cual ya estaba comenzando a ablandarse.
"-Ahora quiero que te lo tragues todo… ¡Y vas a tener que hacerlo putito asqueroso porque sinó se te va a manchar la ropa ja ja ja!" me dijo, y empezó a mearse en mi boca. Yo con un profundo asco empezé a tragar, esta vez no tanto por mi exitación sinó porque de verdad tenía miedo de manchar mi ropa (lo cual por suerte no ocurrió). "-¡ja ja que puto asqueroso de mierda que sos! me dijo para resaltar mas mi humillación, burlándose de mi por lo que el mismo me había obligado a hacer.
Me obligó a darle las gracias por, según sus palabras, darme placer y permitirme el privilegio de chupar su pija. También me pidió que le deje mi celular para poder ubicarme cada vez que me necesite, aunque el nunca me dió el suyo y solo me llamaba por número privado.
Varias veces volvió a citarme en el mismo baño, y la secuencia siempre fue mas o menos la misma. Solo me dejaba chupársela, nunca llegó a cojerme en el baño, y siempre me humillaba y pegaba. Hubo algunas veces en las que solo iba para mearme la boca, cosa que en el día de hoy me sigue dando asco. Y una vez, si bien yo cada vez que el me llamaba salía corriendo, llegue un poco tarde y lo hice esperar (cosa que el me hacía siempre) por lo que antes de hacerme chupar, ahí en el mismo baño, me dio una paliza tan fuerte que, cuando terminó conmigo, me costaba mantenerme de pié, incluso llegó a dejarme el labio hinchado, desde esa vez nunca mas llegué tarde ni me atreví a desobedecer ninguna de sus órdenes.
No había nada que hacer, ese hombre violento me había convertido en su puto, en su esclavo sexual en poco menos que un animal. Siempre que nos veíamos sentía que me hacia caer cada vez mas bajo y lo peor es que eso no había hecho mas que empezar.
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