Cornudo en la universidad
Cornudo en la universidad.
Este es el inicio de una serie de relatos, cuando comenzaron a gustarme los cuernos, esto empieza en la universidad en ese entonces yo estaba en el segundo año, estudiante de derecho si me describo diré que soy muy normal y alguien sin chiste, delgado no muy alto, ni guapo como se dice por acá algo tisico. Eso si con un poco de dinero para ciertos lujos esto por mis padres y que me ayudó bastante a lo segundo que es conseguir una novia, demasiado linda su nombre es Monse de primer año de derecho 19 años, ella es alta tez blanca, y nariz respingada ojos claros, con cabello castaño y largo. Su cuerpo de infarto tetas grandes y cintura delgada, unas nalgas bastante carnosas, y piernas altas, cuando camino a su lado parezco más bien niño, esto aumentando que siempre viste sexi. Cuando entro a la escuela lo que imagino es que pensó en ser novia de alguien con dinero, para darle sus gustos y llevarla siempre en carro pues ese fui yo su servidor.
El inicio de esto se da en un día sábado descanso dónde le tocó junto a compañeras ir a plantar unos arbolitos a un patio trasero. Cuando la recogí iba de infarto, muy sexy con un top que le reventaba por sus tetas, cabello suelto, y unas licras color carne, parecía desnuda de abajo. Unos tenis de plataforma, que de daban más altura, pase por ella en mi camioneta, y dejarla en la universidad, yo iría a jugar a unas canchas que se encontraban en otra localidad, en la entrada de la UNIVERSIDAD estaban dos compañeras más, que claro por lo buena de Monse ella era la líder, y las otras sus seguidores, quién vi que las recibió fue Don Faustino, conserje de la escuela, un viejito de unos 65 años, moreno prieto, bastante chaparrito y con panza bastante pronunciada, cojeaba de su pierna derecha ya que por un accidente le quedó más chica. El se llevaba muy bien con todos los alumnos, yo en ocasiones le hacía burla a Monse diciendo que el viejo la veía con morbo,pero sus respuestas eran diferentes a lo esperado, pues al creer que se molestaría, me decía, crees que de verdad le guste? y me daba una sonrisa picara.
Cuando deje a mi novia vi que llevaban los arbolitos a plantar en una carretilla, eran pocos pero a don Faustino por su piel costaba cargar, y mi Monse más que acomedida, le ayudo llevándola ella al lado solitario de la tarde universidad. Al alejarme y manejar media hora, me hablaron de la suspensión del partido por razones tontas, por lo que decidí regresar por Monse para ayudarle a ella a sus amigas y don Faustino a sembrar árboles aunque repito eran muy pocos. Cuando iba dando la vuelta observé a sus dos amigas tomar un taxi, por lo que me sentí aliviado el trabajo suponía ya había acabo y solo pasaría por mi novia, cuando llegue la puerta estaba abierta y decidí entrar a buscarla, cuando llegue al área que se tenía que sembrar, vi a los árboles aún en la carretilla, si fue extraño por lo que me dispuse a caminar la universidad es bastante grande y no había nadie en los salones, mi mente pensó en ir a su dormitorio de don Faustino, esto se encuentra alejado de los edificios, casi al otro lado de la universidad, cuando me acercaba por alguna razón mi corazón comenzó a acelerar sin razón alguna, antes de tocar la puerta escuché gemidos de adentro del cuartucho, por lo que decidí asomarme por una ventana que estaba en lo alto, tomando un bote para apoyarme, los vidrios estaban bastante sucios, pero alcance a ver la figura de mi novia, sentada encima de don Faustino, en una tipo cama de tablas, ella lo besa frenéticamente, y el le sobaba las tetas, cuando vi que el conserje levantó a mi novia para apoyarla en una mesita,y que esté último tenía una carpa inmensa entre los pantalones,al igual que la mía solo que la mía menor bueno mucho menor.
Monse— hay papito me hubieras dejado sentada, se sentía bien rico.
Don Faustino– tranquila mamacita, así sin sacarla del pantalón no sentías toda.
Me asombro la vulgaridad de don Faustino ya que siempre era muy amable con todos, y respetuoso con mi novia.
Cuando vi que se sacó la verga, era tres veces más grande que la mía,y de igual de gruesa que mi brazo, no pude tragar saliva del miedo, y mi novia, se mordió el labio.
Don Faustino– te ves bien buenota en esas licras mami como si no tuvieras nada. Cuando te vi llegar dije ese pendejo ya hasta me la trae encuerada jajaja. No sé cómo el pendejo de tu novio te deja salir así, pero mejor para mí.
Monse– el no me manda como vestir, y esto lo hago con gusto para ti mi amor.
A lo que este viejo cochino le bajó las licras, dejando al descubierto su grande culo, que solo podía ser comparado con la verga que se iba a comer, si yo hubiese querido, comparar mi verga con esa mejestuosa pinga del conserje parecería un dedo meñique, ahora lo entendía eran complementos perfectos, el gran culo de ella, de ese tamaño, blanco y sabroso, con la verga bestial y negra de el. Aunque en lo demás fueran tan distintos un chaparro y panzón que caminaba todo chueco, con mi novia y su cara angelical su altura y porte, de una chica de clase alta.
Cuando pensaba en esto lo que me despertó fue ese gemido de placer que lanzaba mi novia, pues el cabron conserje ya se la había clavado, aunque esté de puntitas y ella con las rodillas flexionadas, le alcanzaba a dar la mayor parte de su gran verga, fue cuando vi entre mis pantalones y me di cuenta que me había venido sin siquiera tocarme. Los gemidos seguían pero me tuve que alejar a los baños a limpiarme. Solo a lo lejos escuchaba esos gritos pues al pensar que estaban solos, ellos en la escuela,no tenían decencia alguna.
Monse– hay putoooo… mi putoo cojeme, amo tu vergaaaa, eres mi macho. Mi perro enceló. Haaaaa haaa
Don Faustino– correte sabrosa échame tus jugos en la verga, pinches chichotas que me das para almorzar, te voy a culiar todos los días a todas horas. Vente putita.
Monse– hay si papi mátame parte me en dos, te amo te deseo, eres mi macho, mi cojelon. Ha aaaa no me la saques nunca. Seré tu hembra hahaaaa ha para siempre.
Después de un par de horas y jalarmela otras tres veces aunque ya no me salía nada. imaginando cómo se cojian a mi amorcito, deje de escuchar gritos, por lo que pude reaccionar,. Y le marque a su celular. Después de un par de tonos respondió.
Yo– hola mi amor ya acabo el partido voy llegando a la UNI,y está la puerta abierta pero no te veo.
Monse– hay (con respiración cortada) mi amor vine a dejar herramientasss…a su cuarto de don Faustino, (se escucharon risas del viejo de fondo).
Yo– ok ya voy llegando a dónde está su cuarto ahí te veo.
Monse– puta madre ahí viene (en voz baja, hablándole al conserje). Si mi amor ya casi salgo.
Cuando llegue la puerta estaba aún cerrada. Por lo que toque para ver si me respondía. TOC TOC TOC
Yo– Monsee, amor ya llegué.
Monse– ya voy espérame. (Se escuchaba como se caían cosas. Imagino tratándose de vestir, los dos tórtolos)
Después de unos minutos salieron ambos. Ella primero acomodándose el cabello. Aunque con la piel brillosa que la hacía relucir su cuerpo, Y de manera fría me preguntó ¿Que?.
Yo– nada amor.
Monse– bueno ya vámonos no?
Yo– si mi amor, hola don Faustino alcance a decir.
Don Faustino– hola muchacho. Los acompaño, al salir de su lugar de dormir de don Faustino teníamos que pasar por un pasillouy estrechó, yo iba al frente después mi novia y al último el conserje que por la sombra veía como se le venía repegando a mi novia y a su culote, antes se salir del pasillo escuché un plap sonido de una nalgada pero no dije nada.
Nos acompaño a la puerta y se despidió de mi novia con un abrazo el por la cintura pues apenas ahí llegaba, y ella por el cuello, y se tuvo que agachar y levantando un pie hacia atrás viéndose más sexi ella, para darle un beso en la mejilla. A mí solo don Faustino, me dio un adiós y cerró la puerta. Al salir ella me abrazo con bastante alegría y al llegar a su casa me dio un beso y se metió cuando yo llegue a la mía no sé si me dormí o desmaye pero al despertar, no sabía si lo que vi fue verdad pero lo descubría el lunes en la escuela.
Muy buen relato , espero pronto continues la serie