cronicas cornudas con mi amiga raquel
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sumisodeella.
En los anteriores relatos les conté como había humillado a mi esposo en un estacionamiento, pues bien unas semanas después de eso, se dio de nuevo la oportunidad, cuando una amiga fue a la casa,
Ese día había citado a mi amiga a las doce del día, así que le dije a Octavio que se pusiera una pequeña tanga unas medias y una minifalda, el claro acostumbrado a que seguido le pedía eso, obedeció sin poner pero alguno, una vez que estuvo listo, le dije que se quedara hincado en la entrada para recibir a mi amiga, mientras que yo sacaba una botella de vino de la cocina y un par de copas y me senté en la sala a esperar, Octavio se veía que no tenia ni idea de lo que le esperaba, pero así era mejor, destape la botella y me serví un poco y comencé a beber pasados unos minutos sonó el timbre y Octavio rápidamente se levanto y abrió la puerta, dejando entrar a Raquel, quien de inmediato me saludo de menara muy efusiva
– hola cristina como estas, que gusto verte,
– bien Raquel, es un gusto recibirte en mi casa,
– veo que tienes bien aleccionado a tu esposo,
– claro que si y si vieras las divertidas que me doy
con el, le hago de todo,
– que bien cristina, para eso esta, para que te complazca en todo, y justamente traigo algo que te podría interesar,
Ambas tomamos asiento y Raquel comenzó a sacar de su bolso tres cajas de colores llamativos y me las comenzó a pasar, tome la primera y comencé a abrirla dejando ver que adentro traía otra caja, pero en esta ya se podía ver lo que había dentro
– vaya Raquel, son los consoladores que te pide,
– así es cristina, de momento solo te traje tres, pero creo que son suficientes, puedes abrirlos,
Destape la caja y saque un pene de plástico, no era muy grande, tendría unos cinco centímetros, pero era bastante grueso, lo admire unos segundos y lo volví a meter, tome la siguiente caja y la destape y en esta ocasión saque otro consolador, este era un poco mas largo que el anterior y casi igual de grueso,
– vaya Raquel, si que son grandes,
– así es cristina, tal y como me los pediste, pero estoy segura que este ultimo te va a fascinar,
tome la ultima caja y la destape y saque el que estaba dentro, era un consolador de unos 15 centímetros de color negro y mas ancho que los otros dos, lo tome ente mis manos y en ese momento supe que era el indicado para mis planes,
– bueno Raquel, este me gusta,
– sabia que ibas a escoger ese…jajajajaja.
– me conoces bien, y espero que me quieras ayudar en lo que te dije.
?
– claro cristina,
en ese momento le grite a Octavio que se acercara hasta donde estábamos, Octavio claro puso una cara de asombro, al verme con aquel consolador en la mano asi que lentamente se acerco hasta quedar justo frente a nosotras,
– dime cristina.
– hincate frente a Raquel Octavio,
el volteo a vernos a los dos y por unos segundos guardo silencio, y después se hinco frente a mi amiga,
– muy bien Octavio, ahora pon atención a lo que te diga, entendiste,
Octavio solo trago saliva y contesto que si,
– bien Raquel, apoya el consolador en tu rodilla,
Raquel sonriendo, apoyo el enorme pene de plástico en su rodilla, se veía bastante grande, era una replica exacta de un enorme pene de color negro,
– bien Octavio ahora comienza a besarlo,
– Octavio se me quedo viendo y puso una cara de pánico que hasta la fecha no e podido olvidar,
– besalo Octavio, que esperas.
!!
Lentamente Octavio comenzó a acercar su boca hasta aquel enorme pene de plástico y después de unos segundos sus labios lo tocaron de una forma rápida,
– no Octavio, quiero que lo beses despacio,
Octavio de nuevo volteo a verme, pero yo solo le volví a decir lo mismo,
– vamos Octavio que esperas.
!!
Lentamente se volvió a acercar y comenzó a besarlo, Raquel y yo comenzamos a carcajearnos,
– que bárbara cristina…como lo tienes…jajajajaja.
– si Raquel, es todo un cornudo maricon…jajajaja…sigue besando ese pene Octavio, quiero ver que lo estas disfrutando,
Octavio continúo dándole pequeños besos al enorme pene de plástico, pero yo quería humillarlo aun mas, así que le dije,
– ahora Octavio, quiero que comiences a pasarle tu lengua, de arriba hacia abajo,
Octavio abrió aun mas su boca, saco su lengua y comenzó a lamerlo, se veía que le costaba un poco de trabajo, pero eso no me importo, así que todavía le dije,
– lamelo bien Octavio, quiero que lo disfrutes, tanto como yo lo estoy haciendo,
Raquel y yo comenzamos a reír y Octavio comenzó a pasar su lengua lo mejor que podía por aquel enorme pene de plástico, así que decidí dejarlo unos minutos mientras las dos bebíamos y tratábamos de humillarlo al máximo, pero yo deseaba humillarlo aun mas, así que después de unos minutos le dije,
– bien Octavio, lo estas haciendo bien, pero ahora queremos ver como te lo tragas,
Octavio dejo de lamer aquel enorme pene, se alejo unos centímetros y como bien sabia que no me iba a hacer cambiar de opinión, trago saliva un par de veces y abrió su boca lo mas grande que pudo y comenzó a tragarlo y para nosotras, fue un gran espectáculo, su rostro se comenzó a poner bastante rojo, mientras aquel enorme pene de goma iba entrando a su boca,
– trágatelo todo Octavio.
!!
Se veía que Octavio se estaba esforzando bastante, su boca estaba casi abierta al máximo y además de que su rostro estaba completamente rojo y sus ojos comenzaban a lagrimear,
– jajajaja…vaya cristina, se lo esta tragando todo, en verdad es todo un mariconcito tragavergas tremendo…jajajajaja
– tienes razón Raquel, pero aun le falta un poco mas, que te parece si le ayudamos un poco,
Cuando termine de decir eso, me hinque tras de el y comencé a empujarle la cabeza, forzándolo a que se lo tragara por completo, Octavio claro al sentir la presión comenzó a respirar bastante agitado y varios hilillos de saliva comenzaron a escurrir por sus labios y sus ojos terminaron de llenarse de lagrimas, en verdad lo estaba haciendo sufrir, pero para mi placer el pene de goma entro por completo en su garganta,
– jajajajaja….
ya le entro todo cristina…!!
el rostro de Octavio estaba completamente desencajado, su mandíbula temblaba bastante y no dejaba de respirar de forma agitada,
– muy bien Octavio, ahora sacalo por completo,
Octavio de inmediato me hizo caso y saco aquel enorme pene de su boca, y comenzó a respirar, así que lo deje unos instantes y de nuevo le dije,
– bueno ahora vuélvelo a tragar,
octavo se me quedo viendo, su rostro estaba a punto de estallar y con lagrimas en los ojos me dijo,
– nooo.
Cristina por favor ya no…!!
Pero no le preste atención y volví a empujar su cabeza hacia el enorme pene de goma y a el claro, no le quedo de otra mas que volvérselo a tragar, Raquel y yo comenzamos reír, mientras que aquel pene de goma entraba y salía de la boca de Octavio, durante el resto del dia, trajimos a Octavio sirviéndonos de beber y lo obligamos a tragarse los tres consoladores,
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