CRÓNICAS DE CUARTEL V (PRIMERA PARTE)
La presente historia se recoge de las experiencia de un recluta destacado en el cuartel Fuerte Conopoima Ubicado en San Juan de los Morros Estado Guárico, municipio Juan Germán Roscío, espero la disfruten. .
FUERTE CONOPOIMA
El fuerte Conopoima, es una instalación militar del componente ejército ubicada en la localidad de San Juan de los Morros Estado Guárico, su misión principal, es garantizar la seguridad de la zona llanera del país (Venezuela), y anualmente recibe un alto contingente de personal recluta los cuales son entrenados en actividades estratégicas de combate a modo de garantizar el reguardo y seguridad de esa zona del país.
Antonio Bermejo, es un hacendado de la zona, tiene una enorme extensión de tierra la cual es altamente productiva en actividades de agricultura y ganadería lo cual lo hace una persona acaudalada en la localidad y con muchas conexiones y contactos a nivel político, económico y militar. Antonio tiene un hijo de 20 años bastante irresponsable y no tiene culpa de ello ya que fue criado como un niño consentido donde todo se le proporcionó, rodeado de lujos, comodidades hizo de él no un mal muchacho pero sí despreocupado y sin ningún tipo de responsabilidad, Antonio (porque así se llama igual que su padre) no tiene mayor apego a los estudios ya ha pasado por 3 universidades y no logró asentarse con éxito en ninguna, razón por la cual su padre consideró que era hora que se hiciera hombre y habló con su compadre que era el comandante del Fuerte Conopoima para alistar a su hijo y que lo enderezara y fue así como terminó como recluta del fuerte.
Antonio tenía un secreto y era su condición gay, no era algo que fuera de dominio público y los que lo sabían, no se atrevían a decirlo en voz alta por temor a las represalias del viejo Bermejo al cual no le haría mucha gracia el comentario que su único hijo era homosexual. El muchacho había manejado ese tema con discreción no tenía necesidad de salir a la calle a buscar fuente de desahogo porque tenía a la mano una fuente importante de machos a su disposición y era la peonada de la hacienda. Entre los peones era tema público el gusto del señorito por un buen pipi (pene) y más de uno había disfrutado de la boca carnosa y las nalgas redondas del joven. Todo se dio en una fiesta de navidad hacía dos años, Antonio para ese momento contaba con 18 años y ya había tenido algunas experiencias con compañeros de clases, cosas de muchachos, masturbadas mutuas, algunas mamadas pero no más de allí, en ese explorar Antonio había descubierto su rol de pasivo y mamador, eran sus gustos, se logró sobreponer al conflicto y aceptó su condición con resignación.
Antonio era un muchacho alto, de buena contextura, con sus amigos se había apuntado a un buen gimnasio local desde los 15 años lo cual le había moldeado de buena manera su cuerpo, era blanco de piel gracias a su herencia europea a pesar de ser delgado tenía piernas gruesas y lampiñas y nalgas grandes un poco de más, ancho de cadera su pene no estaba mal unos 17 cts en estado de erección y algo grueso pero nada comparado con su portentoso culo que eclipsaba todo lo demás. Todo ese cuerpo fue mejorando con el ejercicio y a los 18 Antonio contaba con un cuerpo armonioso redondeado y firme que enfundado en la ropa ajustada que usaba no pasaba desapercibido por mujeres y hombres y sobre todo por los peones, hombres de campo acostumbrados a meterlo donde sea, entre tragos habían comentado entre ellos el culote que tenía el señorito y que si se resbala no lo perdonaban.
Don Antonio (como le decían los trabajadores) era un hombre duro y severo con el trabajo, con un carácter fuerte administraba la hacienda con sensatez y cuidado, estaba claro que en esa tierra estaba su principal patrimonio que le había proporcionado buena parte de su fortuna, soñaba con que su hijo algún día tomara las riendas del legado familiar. Había una tradición que todos los trabajadores en la hacienda esperaban y era la fiesta anual de navidad, Don Antonio hacía esa celebración y ese día festivo brindaba con comida y bebida no sólo a los trabajadores sino a sus familias, se acondicionaba un espacio con mesas y decoración y al ritmo de la música en vivo se festejaba desde el mediodía hasta altas horas de la noche, Doña Lidia (esposa de don Antonio) se encargaba de organizar todo, desde la decoración del espacio generalmente al aire libre, hasta las rifas que se hacían de electrodomésticos a lo largo de la velada.
Don Antonio exigía la presencia de toda su familia como anfitriones a lo cual Antonio hijo no tenía escapatoria, tenía el deber de ir y aparentar ser amable mientras su padre lo vigilaba de lejos que lo hiciera. Ese día Antonio tenía dudas que usar quería algo cómodo que destacara su cuerpo pero sin ser tan evidente que su padre no lograra darse cuenta, se puso un pantalón pitillo no tan ajustado pero que marcaba su buen culo, una camisa de algodón blanca y fresca y mocasines marrones completaron el atuendo, había notado como varios de los peones le miraban de reojo el culo y eso le causaba cierta excitación al sentir el deseo de esos hombres rústicos y heterosexuales de campo.
La fiesta comenzó y los invitados fueron llegando al poco tiempo el licor y la comida fluía en abundancia mientras Doña Lidia iba de un lado a otro preparando todo y dando órdenes a los meseros ayudada por un numeroso grupo de esposas de los peones que la apoyaban, todo era buen ánimo y alegría la camaradería fluía, don Antonio y su hijo pasaban por las mesas saludando y dando la bienvenida a los trabajadores y todos muy agradecidos con el patrón alababan la iniciativa, ya los peones estaban algo alegres y las risas y manifestaciones de afecto no se hicieron esperar, en una mesa se encontraban Jacinto, Pedro y Manuel con sus respectivas esposas, cuando los anfitriones llegaron a la mesa se pusieron de pie para saludar, don Antonio les dio la mano y un respectivo abrazo a cada uno y lo mismo por imitación hizo Antonio, lo cual fue correspondido por cada uno, Jacinto al dar su abrazo puso la mano en la espalda del muchacho y la deslizó hasta llegar a las redondas nalgas del muchacho y le dio una suave caricia acción que no pasó desapercibida por Manuel quien al ver el manoseo sonrió acordándose de lo que le había dicho su compadre de lo que le gustaría cogerse sabroso al señorito. Antonio al sentir la caricia de Jacinto se quedó paralizado, sorprendido y excitado sin mover un músculo y viéndolo a los ojos sin dar crédito a lo que acababa de sentir.
Al irse lo anfitriones a otra mesa Manuel le dijo a Jacinto susurrando:
M: compa rolo e´agarrá de culo que le dio al señorito, es usted un perro, jajajajajajaja
J: no me pude aguantar está demasiado rico ese carajito, no sé cómo pero algún día me lo voy a coger bien rico, ya usted verá compa esa se me va a dar y cuidado que no es hoy mismo.
M: si es verdad compa está bien sabroso y yo también le meto.
J: pues hagámosle compa vamos a organizarlo jajajaja, usted es mi compa y yo con usted lo comparto todo.
De esta forma transcurrió la velada, la noche fue avanzando y ya doña Lidia no daba para más, con los pies hinchados se fue a su cuarto a descansar llevándose a don Antonio quien ya muy bebido a regañadientes se fue a dormir ante la orden firme de doña Lidia, ya a estas alturas don Antonio no discutía con su mujer sabía que la batalla estaba perdida y sin replicar se fue a la cama. Antes de irse doña Lidia dio instrucción a su hijo:
DL: Toñito quedas a cargo, por favor atiende a los invitados hasta que se marchen, trancas todo por favor cuando se vayan.
A: sí mamá yo me encargo.
Ya quedaban pocos invitados, sólo peones que daban en un total de 7, las esposas ya se habían retirado a sus casas llevadas por sus esposos o se fueron solas ya que vivían cerca y no había peligro alguno, un peón más se retiró ya muy tomado casi cargado por su esposa y quedaron los 6 peones en una mesa aún tomando ya era casi las 2 de la madrugada y allí se dirigió Antonio a acompañar sus invitados, al llegar a la mesa todos se pusieron de pie para darle la bienvenida, en la mesa se encontraban Jacinto, Manuel, Pedro, Ignacio, Luis y Domingo y Antonio por supuesto acabando de sentarse en la mesa allí estuvieron un rato compartiendo y riendo, Antonio se encontraba en la gloria rodeado de tanto macho guapo y rudos el más joven era domingo con 28 años y el mayor Jacinto con 40 años, entre bromas y risas y por supuesto mucha bebida dieron más de las 2 am, es normal en el llano que de un momento a otro hiciera calor y a pesar de la hora estaban todos sudados a lo que Jacinto como viejo zorro vió la oportunidad de concretar sus planes volteó a su compadre Manuel y le guiño un ojo:
J: coño que calor…que les parece si nos llevamos unas botellas y terminamos la fiesta en el pozo de allá atrás de la quebrada a esta hora debe estar fresquita el agua, que dicen: a lo que todos contestaron que sí… en eso Antonio dice:
A: denme chance de ir a la casa a ponerme un short y vamos.
J: a pues señorito que short ni que nada aquí nos bañamos como los machos en pelota…a menos que a usted le incomode y lo entiendo no está acostumbrado, pero entre nosotros es común, cansados estamos de bañarnos desnudos juntos. Verdad muchachos. A los que todos respondieron que sí y más de uno cayó en cuenta de la malicia de Jacinto ya sabían sus intenciones, más de una vez entre tragos la dio a saber.
A: bueno siendo así ni modo vamos. -Dijo Antonio ruborizado, su estómago era un nudo de miedo y excitación algo le decía que algo iba a pasar pero siguió adelante-.
El poso quedaba como a 800 mts de donde se encontraban, cada uno tomó una botella y se encaminaron al pozo, Jacinto se puso al lado de Antonio y a modo de camaradería le pasó un brazo por los hombros y caminó con él guiándolo al matadero. Los demás se vieron entre ellos y sonrieron, sabían lo que venía. Uno de ellos comentó a los demás.
D: y este va a llevar guevo hoy seguro, uff que culote tiene ese chamo debe aguantar guevo rico.
M: no sé tú pero si tengo oportunidad le meto el guevo hasta la pata.
D: y yo también.
P: yo también me lo cojo
I: y yo
L: yo también le meto
Llegaron al pozo todos nerviosos expectantes de lo que podía pasar el primero en desnudarse fue Jacinto rápido se quitó la ropa y quedo desnudo ante la vista de todos, cuerpo blanco muy peludo, piernas gruesas y nalgas grandes y abdomen algo abultado entre sus piernas un role e guevo grueso y largo muy peludo en la base que penduleaba de un lado a otro al meterse al agua, Antonio se relamió los labios y sudó más, fue seguido por su compadre Manuel moreno lampiño delgado pero marcado por el trabajo duro no muy alto culo redondo y respingón tenía un pene largo pero delgado rasurado también entró al agua. El siguiente en desnudarse fue Domingo era el más joven pero el de mejor cuerpo, era rubio y su pelambre lo era también aparte del trabajo hacía ejercicio, era musculoso sus piernas potentes culo de hombre duro, tenía un guevo intimidante grueso y largo con venas marcadas cuyo prepucio no alcanzaba a cubrir, a éste lo siguió Luis era el negro del grupo de cuerpo musculoso pero no tan desarrollado como domingo, pero como buen representante de su raza era de musculatura definida naturalmente culo de negro lampiño y liso y guevo de negro no tan largo en reposo pero si grueso lo cual prometía gran tamaño al ser team sangre y entre saltos bamboleando su gran guevo entró al agua, seguidamente Pedro procedió a quitársela ropa, era un hombre de 35 años pero de buen cuerpo gracias al trabajo de campo era moreno y algo velludo, buen guevo gordo y más o menos largo y buen culo medio peludo medio borracho se metió al agua fresca quedaron Ignacio y Antonio en la orilla, Ignacio se quitó la ropa y dejó ver un cuerpo blanco lampiño medio gordito pero fuerte, su pene era pequeño y gordo pero lo destacable era su culo, un par de nalgas grandes y redondas paradas y lisas, los compañeros siempre lo molestaban por eso y no perdían oportunidad de agarrárselas entre amigos era un juego común y ya él estaba acostumbrado aunque sentía el morbo de más de uno al hacerlo, se metió al agua y fue recibido por sus compañeros entre risas y bromas y manoteos a sus grandes nalgas, Antonio quedó sólo en la orilla y aún vestido, a lo que Jacinto en el agua ya con el guevo bien parao le dijo:
J: señorito venga sin miedo estamos entre hombres. –y todos empezaron a corear…que se meta, que se meta…
Por lo que Antonio muriendo de los nervios no le quedó otra que empezar a desvestirse, lo hizo lentamente ante la vista y silencio de los otros 6 que poco a poco vieron caer cada prenda que traía puesta el muchacho, en poco quedó desnudo ante la vista lujuriosa de todos, con sus manos tapó su pene y medio corriendo se metió al agua y el bamboleo de sus nalgas grandes no pasó desapercibido por todos y entró al agua entre aplausos y vitoreo de todos, fue recibido por Jacinto quien aprovechando la oportunidad para abrazar al muchacho haciéndole sentir su cuerpo fuerte y desnudo así como su erección y propuso un abrazo grupal y todos desnudos como estaban hicieron un amasijo de cuerpos desnudos donde todos se frotaban con todos, Antonio sintió manos y caricias por todo su cuerpo no sólo la erección de Jacinto sino sintió como esté le apretó una nalga y deslizó su dedo por ente sus nalgas llegando a su botón virginal y frotándolo, todo fue tan rápido que no pudo reaccionar y se dejó hacer, todos querían sentir su cuerpo así que recibió el abrazó y erección de todos y más de uno aprovechó para acaricias esas nalgas grandes duras y suaves que tenía el muchacho, ya desecho el abrazo siguieron en el agua hablando, bebiendo y riendo cada tanto Antonio recibía la botella y tomaba de pico y se la pasaba a alguien, al rato como niños empezaron a jugar entre ellos a las lucha y sumergirse en el agua que les daba a todos más allá de la cintura, Ignacio estaba al lado de domingo y entre abrazo y abrazo sintió la mano de Domingo acariciando sus nalgas y metiendo un dedo frotando su culo, ante esta caricia Ignacio separó un poco las piernas y levantó el culo dando acceso, no era la primera vez que pasaba entre ellos esta situación pero era un secreto entre machos, todos eran casados y a nadie le convenía que esto se supiera, poco a poco todos se fueron percatando de la situación y empezaron a observar en silencio frotándose cada quien su pene erecto.
Domingo subió la apuesta y se fue al cuello del gordi bueno el cual besó y lamió con ganas, los gemidos de Ignacio no se hicieron esperar y su mano fue al pene grande y grueso de Domingo haciéndole una rica paja al catire bajo el agua. Jacinto quien no se le despegó a Antonio en ningún momento envalentonado por la escena y viendo como el muchacho no le quitaba la vista a la pareja de peones y masturbaba lentamente su pene dentro del agua, le dijo al muchacho:
J: señorito –le susurro al oído- le gusta lo que ve? –y lamió el lóbulo de la oreja del muchacho quien echó la cabeza atrás abandonado al placer-
Esa era la señal que Jacinto estaba esperando, de la oreja pasó al cuello del muchacho el cual besó y lamió, una mano se deslizó por la espalda del muchacho y llegó al culo divino del muchacho, lo amasó y sus dedos fueron a la búsqueda del botón prohibido del muchacho, con la otra mano llegó al pene durísimo del muchacho y lo masturbó, un largo gemido salió de la boca del muchacho y de inmediato bajó su mano y tomó el largo, grueso y duró pene del mayor y comenzó a masturbarlo, el viejo zorro buscó la boca del muchacho y lo beso con gula metiéndole su lengua grande y gruesa saboreando a su vez la del joven, los restantes Manuel, Pedro y Luis rodearon a la pareja, manuel pegó su cuerpo al muchacho quien tenía detrás a Jacinto y se fue a chupar la tetilla erguida del muchacho, Luis se fue a la otra tetilla su pene de negro que estaba en todo su esplendor 21 cts de guevo negro y grueso que frotó en la pierna del muchacho mientras Manuel del otro lado con su juego de 20 cts hacía lo mismo, Pedro se fue al lado de Jacinto y pegó su cuerpo de lado del maduro y comenzó a acariciar la espalda de éste, siempre le gustó el mayor y varias veces entre amigos con tragos por medio se habían mamado uno al otro disfrutando sus cuerpos, pedro tenía 22 cts de gruesa erección que frotaba en la pierna de Jacinto y ya acariciaba las nalgas del maduro y llegaba a su entrada lo que hacía que creciera la excitación de éste y gimiera en la boca de Antonio ante la caricia recibida. En estas Jacinto quien llevaba la voz de mando dio la siguiente instrucción:
J: vámonos todos a la piedra allí estaremos más cómodos.
A un lado del pozo en la orilla había una piedra enorme y plana donde todos se dirigieron a ella saliendo del agua. Jacinto llevaba de la mano a Antonio y al llegar a la piedra se sentó en ella con las piernas extendidas y pene apuntando al cielo nocturno y le dijo al muchacho:
J: mámamelo
Antonio acató la orden y se arrodilló entre las piernas del mayor, agarro ese guevo duro y se lo llevó a la boca y metió la cabeza en su boca y bajó tratando de tragar todo, Manuel al ver la muchacho arrodillado desnudo y con las piernas separadas dejando ese culo en todo su esplendor abierto no aguantó más y se arrodilló detrás del muchacho y comenzó a mamar ese culo maravilloso que se le ofrecía, al sentir esa lengua en su culo Antonio contrajo y dobló espalda más que todo por sorpresa pero al sentir esa caricia nunca recibida el placer fue demasiado en ese momento arqueó la espalda y levantó el culo buscando esa lengua, gimió con el guevo grande de Jacinto en su boca. Por otra parte Ignacio se encontraba en cuatro patas recibiendo el guevo grueso de Domingo quien lo bombeaba sabroso, pedro se puso delante de Ignacio y le dio su guevo a mamar y por otra parte Luis se puso delante de Jacinto y este sin dudar engulló el guevo del hombre atragantándose todo ello mientras era mamado por Antonio y éste recibía un beso negro magnifico por parte de Manuel, en esas estaban cuando Jacinto da nueva orden:
J: es hora de iniciar a este carajito y yo soy el primero, compadre deme chance.
Manuel se apartó y dio espacio a Jacinto quien siguió mamando el culo del muchacho, Luis ocupó el espacio que Jacinto tenía y puso a mamar a Antonio, ya lubricado y dilatado Jacinto apoyó su glande en el culo primerizo de Antonio, empujó y la entrada cedió un poco, volvió a empujar y entró la cabeza y allí se detuvo para que el muchacho se adaptase a la longitud y grosor de su miembro, Antonio se sacó de la boca el pene de Luis y gimió agudo una mezcla de dolor y placer, Luis procedió a besarlo y comenzó a masturbar al muchacho el dolor fue pasando y relajó más el esfínter, Jacinto sintió el afloje y poco a poco fue entrando hasta que sus bolas hicieron tope con el culo del muchacho, sacó un poco y volvió a entrar, esta dinámica se repitió varias veces hasta que la dilatación deseada llegó, en este punto ya todo era placer, cada vez Antonio paraba más el culo y Jacinto bombeaba duro disfrutando de la suavidad y lo estrecho de ese culo recién desflorado, bombeaba el maduro y Antonio mamaba el guevo largo y duro de Luis, el orgasmo estaba por llegar y así lo anunció Jacinto y aceleró la penetración sólo para rugir duro como un animal herido y llenar las tripas de Antonio con leche de hombre espesa, caliente y abundante ese baño en la próstata de Antonio fue demasiado para él y sin remedio la piedra en la que estaban recibió la simiente abundante, caliente y joven del muchacho.
Después de esto el sexo y el placer se desbocaron y se dio rienda suelta a la lujuria sin límites, esa noche Antonio probó todos los penes de los presentes ya sea con su boca o culo o ambos, su vida cambió para siempre esa noche, casi todos los peones presentes eran versátiles así que cogieron y se dejaron coger sólo Pedro el negro era activo los demás eran versátiles, Ignacio un poco más pasivo pero igual podía disfrutar de un buen culo. A las 5 am regresaron a la casa grande y Antonio se fue directo a su cama agotado, con las piernas temblando y el culo adolorido, lavó su cuerpo lleno de semen por todos lados en el rio, se tiró en su cama, apenas logró quitarse la ropa y durmió hasta las 3 de la tarde donde el hambre lo despertó. Cuando bajó a comer su papa y su mamá lo esperaban en la cocina, debían conversar dijo su padre, un miedo enorme invadió el cuerpo del muchacho pensando que su padre sabía lo que había sucedido en el pozo, con parsimonia hablo:
DA: hijo tienes que enrumbar tu vida hacer algo productivo con ella, tienes que hacerte hombre y tu mamá y yo hemos tomado una decisión, el mes que viene en enero entras al servicio militar, vas a estar en el Fuerte Conopoima donde mi compadre es el comandante aquí mismo es San Juan de los Morros, ya es una decisión tomada.
Dicho esto, Don Antonio se puso de pie ante un impávido Antonio que no podía creer lo que acababa de escuchas, sabía que no había manera de hacer cambiar de opinión a su padre, ya había hablado y no había vuelta atrás don Antonio no era hombre de retractarse como el bien decía “los hombres somos esclavos de nuestras palabras y lo que prometemos”. Un pensamiento pasó por la mente de Antonio: “algo interesante debe salir de estar encerrado con tanto hombre” ese pensamiento lo alivio de la noticia, las posibilidades de rico sexo eran infinitas y más con lo que acababa de vivir la noche anterior y la puerta que había abierto.
CONTINUARA….
LA INTRODUCCIÓN SE HIZO MÁS LARGA DE LO ESPERADO, LAS IDEAS IBAN FLUYENDO Y TENÍA QUE PLASMARLAS, ATENTOS PARA LA PARTE 2 DE ESTE CAPÍTULO.



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