Cuando conocí a una autentica Lolita (2): Sofi y el Coach
Recogí a Sofi una vez más en el parque de Santa Fe, ese día la noté pensativa, de mirada ausente, me abrazo fuertemente al verme por lo que comprendí que tenía una historia que contarme. Relato Ficticio.
Recogí a Sofi una vez más en el parque de Santa Fe, habíamos hecho esto los últimos meses una o dos veces al mes, nuestro pequeño chalet era nuestro escondite secreto, ese día la noté pensativa, de mirada ausente, me abrazo fuertemente al verme y cuando llegamos al chalet igual, pidió que nos bañáramos juntos.
Ana Sofi haba cambiado mucho desde que al conocí dejó sus aires de grandeza frente a mí y se volvió más serena, conmigo ya no tenía que fingir y se notaba cómoda siendo ella misma. Llevaba una blusa top azul pastel lisa de mangas largas y unos pantalones de algodón blancos.
El abrazo fue muy fuerte tanto al verme como al entrar al chalet, sumado al silencio supe inmediatamente que había tenido un problema.
-¿Quieres contarme algo?-
Me tomó de la mano y me condujo al baño, abrió al agua caliente y me desabotonó la camisa, me abrazo nuevamente a piel desnuda y me sentó en el w.c. se acercó a mí y con la confianza que la caracteriza me beso muy lindo, me vio con esa mirada que me hacía saber que esta lista para avanzar, le bese y lamí su hermoso ombligo y le levante la top, un sostén infantil se mostró y lo deje ahí mientras desabrochaba su suave pantalón el algodón cayo suavemente al suelo y unas bragas blancas asomaban resaltando una piel que comenzaba a sonrojarse por el vapor del agua caliente que caía en la regadera. La gire de espaldas y la liberé del sostén, cayó frente a ella liberando su aterciopelada espalda, sus bragas cayeron y vi esas hermosas nalguitas que me enloquecieron desde que la vi por primera vez, paraditas y redondas, como globos de una fiesta de cumpleaños.
Ella caminó en silencio y se metió a la regadera caliente, levantaba la cara y el agua caía a su rostro, y pecho, la dejé relajarse un rato y cuando entré con ella y me abrazo nuevamente, me preocupe más, este comportamiento ya era un poco alarmante, escuche un sorbo y comprendí que estaba llorando, la levante y la cargue conmigo, salimos de la ducha y nos sentamos al pie de la cama, la secaba suavemente mientras ella se recargaba en mi pecho, suspiró hondo como librándose y volteo a verme.
-No vas a creer lo que me pasó hoy…- dijo muy seria.
“-Hoy tuvimos entrenamiento en Voley terminando las clases, (-con tu coach el arrimón2000?- pregunté, -sí, ese mero- me dice), bueno, comenzamos temprano calentando, unas vueltas a la cancha y unos pases entre parejas, nada fuera de lo normal, luego comenzamos a jugar entre nosotras, el profesor estaba de mal humor hoy, más gritón y regañón que de costumbre,
-¡Avanza Sofi, Avanza!- gritaba el menso, -¡Repite Sofi, Repite!-
…Y empezó con sus cochinadas de costumbre, corregir posturas; tomó a Ximena de la cintura le pasaba la mano hasta el brazo repasándola todo el busto, luego abrazaba a Regina para decirle como recibir una bola y luego me agarró a mí para corregir el saque y que me arrima el pito el muy puerco, esta vez no me gusto, pero lo dejé, y no me soltaba!- siguió la clase y en otro momento oootra vez, en otro saque que me da el arrimón y yo ya me molesté, que hago el saque y con el puño le pego en los huevos, jaja – ríe ella maliciosamente – y me suelta, total que se acabó el entrenamiento y todas nos dirigimos a los vestidores, iba para allá cuando me grita este chango y me dice:
– Sofi, ponte a recoger los balones- y yo así de ash! Que hueva-
Total que me pongo a meter los balones a un costal que tenemos y me los llevé a la bodega, los estaba acomodando cuando entró el coach y cerró la puerta de golpe.
-¿Qué te sucedió hoy Sofi? Y yo así de -¿De qué? –
y me dice –Estuviste pésimo hoy Sofi, te estás relajando mucho desde que ganaron el estatal! –pero así, gritando, bien mala onda”
-Yo así, -pero si le estoy echando ganas profe- (se acomoda un mechón caído tras la oreja)
-No Sofi, eres una indisciplinada y tus compañeras bien que te siguen el juego- yo sí de, que loco este cuate, y como que me quise salir de ahí y que entonces me agarra de brazo, mira hasta moretón me dejó, y que agarra y me voltea y me acostó en su regazo y no mames, que empieza a darme puras nalgadas y yo así de, que pedo!!! (hasta yo me sorprendí), y no inventes me dolió un buen.
-Esto es para que aprendas Sofi- no manches, me dio una tunda bien dura y luego empieza a acariciarme, no, que va!, a sobarme las nalgas bien “pervert”, así como si fueran almohadas y me dice –Siempre te has portado muy bien Sofi, no me hagas hacerte esto-, me agarra con su mano toda la cola y me levanta el wey y me acuesta de espaldas en una mesa y me sujeta de la nuca bien fuerte y me vuelve arrimar su pito en la cola y me lo empuja todo.
-¿No te gustó nuestro juego de hoy verdad? Y que empieza a empujarme la verga, -no te gustó mi amigo? Vas a ver cómo te va a gustar conocerlo- y me empieza a bajar el short, no supe que hacer, con las manos buscaba algo con que liberarme, entonces el me voltea y me saca el short y me abre de piernas y me sigue empujando la verga en sus shorts.
-Vas a ver ahora perra, vas a ser mía- se saca la verga bien dura y yo así de que horror, con la mano buscaba algo y zas!, que le reviento la cabeza con una pesa de pilates que encontré con las manos, se cayó de nalgas con el pito chueco- jaja
-¡Me paro sin calzones Javier!* (Si, ese es mi nombre) – y dije, ora si va a ver este cerdo – y que le pego de nuevo en la cabeza, y cae de espalda y que le digo –¿te crees el muy machito verdad? Y que le doy una patada en los huevos Javier!- Te gusta verdad? Te gusta, eres un marrano, y que va! seguía con la pinga bien dura el puerco, ¿me sentí Javier? Me sentí?… me sentí como una perra empoderada, estaba enojada, enojada, y agarre una cuerda para saltar y le empiezo a pegar en la verga con ella, -vas a ver perro, vas a ver- y le sigo pegando y el muy bastardo se retorcía, (se sorbe la nariz) –voltéate perro, que le digo- ¡y me obedece! -ponte de nalgas- y se pone el puerco y le sigo dando chicotazos con la cuerda, -ládrame perro- y que se pone a ladrar! Javier (yo ya no sabía que estaba escuchando), jálatela, jálate la verga, quiero verlo, y se empieza a masturbar así boca abajo.
-¿Te gusta verdad?, Te gusta ser mi perro! – y me dice –Si… Sofi, si…-, -No soy Sofi para ti perro, para ti soy Sofía! Y le pego una cachetada, y veo que le salen lagrimitas – de ahora en adelante vas a ser mi perro, voltéate!- y se seguía masturbando, y le seguía dando chicotazos – ¿Quién soy?, ¿Quién soy perro? – Sofia…Sofia…- me decía el tarado llorando, -Quiero que te la jales bien duro, quiero verlo perro- y se jalaba la verga y yo sin calzones así nomás, de repente que se viene el puerco, le brotaba la leche como fuente de chocolate, se manchó todo el estómago y la mano, me acerque a su cara, me puse en cuclillas y le dije:
– de ahora en adelante eres mi pinche perro y vas a hacer lo que yo te diga, si quieres que no te acuse con la directora y con mi familia vas a obedecerme, si quieres que tengamos momentos como este vas a seguir obedeciéndome- Si Sofi.. -¿Cómo me llamaste perro? Y zas! Otra cachetada, -Sofia!-Sofia…- Tu señora Sofía perro- me levanté y le acerque mi pubis a la cara- Ten, un regalito, no abuses- pone su cara en mi panochita y la respira hondo y me da unos lengüetacillos bien chirris – ya, hasta ahí!- ahora te vas a quedar aquí hasta que me vaya, tomé mis bragas y me puse solo el short, le avente las bragas a la cara y le dije – Ten, es lo más que vas a tener de mi hoy, considéralo un regalo, ah! y vas a dejar de molestar a mis amigas si quieres que esto se repita.
Avancé, salí del almacén y estaba Ximena frente a mí con cara de asombro, no sé qué tanto haya visto, pero no pude aguantarme más y nos abrazamos llorando, yo temblaba y ella me ayudó a salir de ahí, me temblaban las piernas y las manos, salimos de ahí y corrí, corrí hasta donde me esperaba Mina, la chofer de mi mamá.”
(Me quedé con cara de: No mames…)
-Lo odié, es un puerco, pero me gustó, me excitó todo Javier, me sentí una diosa, me sentí sucia, abrázame, solo abrázame…- se acurrucó en mi regazo
Esa noche no hicimos el amor, solo la abracé y la conforté, tratando de apoyarla a asimilar esta serie de sentimientos encontrados, fue una experiencia traumática y a la vez gloriosa, que haya salido “ilesa” de esa experiencia era un milagro, sin embargo, no asimilaba, de qué manera tener un esclavo sexual a los 12 años encajaba como una variable en nuestra relación, me preocupe un poco…
Epilogo 1.-
Cuando Sofi salió corriendo del colegio, dejó atrás a una desconcertada Ximena que la despedía con la mano en el aire, dio vuelta atrás y regreso silenciosa al auditorio, se acercó a la pequeña bodega sigilosa y abrió la puerta, adentro se encontraba su coach sentado en el piso desnudo de la cintura hacia abajo, su vientre bañado en semen, volteó a verla y cubrió su miembro con las bragas de Sofía, su nueva Ama.
– A mí me encanta que me empuje su verga coach… siento muy rico- Ximena se acercó y le dio la mano a su coach, él la tomo temblorosa, y la pegó a su rostro, Ximena se hincó entre sus piernas y comenzó a lamer el semen de su verga, esta comenzó a tomar vigor nuevamente y ella lamió hasta la última gota de semen de su vientre, luego procedió a darle una mamada como toda una profesional…
Epilogo 2.-
Mina dejó a Sofi en casa, la notó pensativa y con la mirada perdida, pero no era algo que le importara mucho, luego condujo hasta una Universidad Privada, su jefa le había pedido recoger a su hijo mayor, se detuvo en la cera esperando que saliera el joven, Santiago salió del edificio, un joven apuesto en sus 20s, Mina, una joven blanca de cabello negro profundo y ojos enormes de figura esbelta abrió la puerta del coche y el joven se sentó en el asiento de atrás.
-¿Hacia dónde gusta que lo lleve señor?- Santiago se acerca al oído de su chofer y le susurra al oído mientras sus manos frotan suavemente los senos de Mina
–Tu sabes a donde me gusta ir después de clases…- Mina sonrió y el auto avanzó varias cuadras hasta perderse atrás de la pluma de la caseta de un motel…
Epilogo 3.-
Sofi volvió al entrenamiento un par de días después, el coach tenia vendada la cabeza, fue más amable con las chicas y llamaba Sofía a la más pequeña de ellas, a todas menos a 2 se les hizo entraño pero no le dieron importancia, los arrimones también habían cesado algo que “casi” todas agradecieron en sus adentros, Sofi pudo percatarse que Ximena no estaba en su mejor momento, tanto que el coach tuvo que apoyarla corrigiendo su postura… Sofi pudo darse cuenta que el coach corrigió en su muy peculiar manera de ayudar, pero lo más impactante de la escena fue que mientras su coach “corregía” la postura de Ximena, esta sonrió mientras sentía un bulto en su trasero, Ximena volteó a ver a Sofi y le guiño un ojo…
Muy bueno sigue
Gracias por tus comentarios!
Jeje, me encanta ella como dominante.
Gracias por tu comentarios, me anima a continuar!