Cuba, el mejor viaje de mi vida
Tres «jineteritos» de dulces 7 añitos cumplen mis fantasías más profundas.
Buenas foro, ¿cómo va?
En esta ocasión vengo a contarles de mi hermoso primer viaje a Cuba, tierra del buen ron, los puros y de los pequeños “jineteros” más deliciosos del mundo. Gran país donde siendo turista extranjero pude dar rienda suelta a un sinnúmero de deseos perversitos que tenía.
Me presento por si no me has leído anteriormente, mi nombre es Sebastián, soy uruguayo y actualmente tengo 32 años. En ocasiones anteriores he relatado mis experiencias con chiquilines en los relatos: “Mi primera vez con dos prostitutos de 9 y 10” y “Mi nueva experiencia con una pequeña prostituta”.
Gracias a los foros de internet he logrado cumplir mis fantasías más oscuras y saciar mi hambre por carnecita nueva. Siempre tuve esos gustos, compraba y consumía muchísimo contenido de ese estilo y me deleitaba con mis pensamientos.
Por medio de un contacto ecuatoriano logré contactar con un cubano que me facilitó la entrada en ese mundo maravilloso. El problema es que era bastante peligroso, pero en fin ese cubano con el tiempo se tornaría un buen amigo y él siempre me recomendaba un buen viaje hacia Cuba, allá podría hacer lo que quisiera siempre y cuando tuviese dinero.
La verdad es que la idea me rondaba mucho la cabeza, no lo niego, pero la realidad es que no tenía el dinero suficiente para costearlo; hasta que, un buen día, me llama un abogado de parte de mi hermana, con quien no tengo casi relación, para informar que un terreno de nuestro bisabuelo en Vibo Valentia, en el sur de Italia, había sido vendido y que tenían que darme una parte del dinero.
En ese momento ni me importó en realidad, porque… ¿Cuánto podrían valer esos terrenos en el medio de la nada? Hasta que me dijo que la suma eran 60,000€. Estaba feliz, no todos los días uno recibe esa cantidad de la nada; fue en ese instante que se me pasó por la cabeza la sugerencia de mi amigo el cubano, en ese instante se heló todo mi estómago, mi verga empezó a ponerse dura y la comisura de mis labios esbozó una sonrisa. Lo tenía decidido: iba a irme a Cuba.
Me contacté rápidamente con mi amigo el cubano para saber si podía hacerme de puente con alguien que se encargue de este temita, me dijo que no hay problema. Contacté con esta persona, amigo de mi amigo, me pasó por Telegram todo un catálogo precioso, yo casi me muero al ver todo eso, era la gloria pero no sabía cómo iba a llegar, me iba a terminar pajeando en el avión.
Pfff, ustedes no se imaginan, un hermoso catalogo, angelitos de 4 años en adelante, pequeñitas, chiquilines, con cara de inocentes, negritos, morenos, blanquitos, con ojos verdes, otros con ojos marrones, una locura; seleccioné los que quería, opté por tres varoncitos de 7 los cuales me reservaron. Marqué turno con la depiladora para disfrutar más el momento y estaba listo.
Llegó el gran día, me fui hacia el aeropuerto y después de 11 horas llegue a La Habana a pasar los mejores días. Hice el típico recorrido por el malecón, el Capitolio, anduve en esos autos viejos llamados “almendreros” y al otro día el contacto de mi amigo me pasó a buscar para ir a Varadero donde haríamos el encuentro.
Pagué en ese momento una cantidad que no voy a especificar, todo en cash, no había oportunidad de hacerlo en criptomonedas como las otras veces y me llevaron. Mi amigo el cubano me comentó que después de la pandemia la situación se agravó mucho y ahora muchos cubanos están huyendo hacía Estados Unidos vía Nicaragua y muchas familias encuentran en prostituir a sus hijos con extranjeros una buena entrada de dinero fácil.
Llegué al hotel y luego él me llevó hasta el lugar donde sería el encuentro, era una casa, me dieron la llave del cuarto y que dentro de instantes llegarían. Estaba emocionado, decidí sacarme toda la ropa, me fui con un boxer negro bien apretado y sexy. Tenía todo el cuerpo depilado y marcado ya que en estos últimos meses no estuve tan sedentario e iba al gimnasio.
Ya tenía la verga hinchada hasta que entraron en la habitación, tres hermosos angelitos, muy prolijamente vestidos con pantaloncito corto, una pequeña camisa y zapatitos, un negrito y dos de piel canela con los ojos color miel.
Me levanté y me acerqué hacía ellos rapidamente, en bóxer y con toda mi gran verga dura y fui a saludarlos.
-Hola mis amores, qué lindos están…¿cómo les va? – Dije abiertamente mientras fui a darle un beso a cada uno.
-¡Hola papi! – respondió el negrito.
-Qué bello eres tú, papi. – respondió otro.
-Sí, eres muy guapo papi, mejor que los otros… – esbozó el tercero.
En ese momento ya me había excitado, quería conocer más
-¿Ah, sí? ¿Cuáles otros?
-Yo estuve atendiendo a un señor de 50 años ayer, papi. – Me confesó en ese momento.
Imaginen el nivel de excitación mío al oír que un chiquilín de 7 añitos me confesaba que ayer se dejó romper el culo por un viejo de 50 años, casi me desmayo, mi corazón empezó a latir rápido, qué rico todo esto.
-Ufff, bebito, qué hermoso eres. ¿Cuál es tu nombre? – Le pregunté
-Me llamo Lander, papi. – Respondió dulcemente mientras acariciaba su carita.
-Y yo soy Frank, papi. – Acotó el otro niñito del piel canela con una sonrisita hermosa, le faltaba un diente que se le había caído ya su dientecito de leche.
-Tú también qué hermoso eres, Frankito. – Le respondí con cariño.
A todo esto, el negrito era el más tímido, me acerqué más a él, estábamos los cuatro abrazados.
-¿Y tú, cómo te llamas? – Le pregunté.
-Yo soy Yudiel. – Respondió el negrito hermoso mirando para abajo.
En ese momento hubo un silencio un poco incómodo y yo esbocé una sonrisa. A todo esto estaban los tres chiquilines parados y todavía vestidos y en frente de ellos estaba yo, en bóxers apretado y erecto, arrodillado frente a ellos, dado la diferencia de alturas, arrodillado era la única forma en que me podía poner al mismo nivel que ellos, por suerte había una cómoda y peludita alfombra.
-Es que él es un poquito tímido. – Comentó Frankito entre risas.
-¿Ah sí? – Dije yo, mientras mi mano derecha se deslizaba hacia la nalguita de Yudi.
-No te preocupes que te vamos a tratar muy bien, papi. – Afirmó Landercito entre risas mostrando sus dientecitos chuecos.
-Bueno niñitos, ¿saben para que están acá, no? Yo mando, ustedes obedecen, por las próximas dos horas ustedes me pertenecen.
Cuando les dije eso, los tres asintieron con la cabeza, los acerqué y nos dimos un rico besito grupal los cuatro. Con nerviosismo empecé a tocarlos, quería tocarles todo. Rapidamente los bebecitos se fueron sacando la ropa y yo fui besando apasionadamente a cada uno de forma individual, los manoseaba, no se pueden imaginar esa piel, tan suavecita, tan limpia, con olorcito a nenito recién duchadito.
Los olfatee todos, todavía tengo en mi memoria ese hermoso aroma a carnecita nueva, a infancia corrompida por la miseria y aprovechada por el dinero. A los tres les toqué el culo por dentro, de a poco se bajaron sus diminutos calzoncitos, dejando en el suelo sus ropitas.
Cuando besé al negrito Yudi le metí toda la lengua y mis dos manos gordas le apretaron bien el culo, mis dedos índices mientras tocaron el anito del nene, se notaba que había sido usado ya y eso me excito aún más, no hay nada más que me excite en la vida que un niñito usado sexualmente por algún otro degenerado igual o peor que yo.
-Te voy a hacer el amor muy rico hoy, bebé. – Murmuré en la oreja de Yudi.
A todo esto, Franki me volvió a besar mientras tocaba mi bulto todo duro. En ese momento me puse de pie frente a ellos y me quité mi boxer, toda mi verga áspera de macho terintañero, con las venas marcadas y sin ningún pelo, ahí fue cuando Landercito, que estaba en el medio quiso agarrarmela con su pequeña manito de 7 años y la levanté.
-No, vamos a la cama mejor. – Les dije.
Un hombre viril, con la verga paradísima, sudado y yéndose a la cama con tres niñitos caribeños de 7 tiernos años que acaba de conocer. La situación era hermosa. Me puse en medio de la cama, Franki a mi derecha, Landercito a mi izquierda y Yuriel besando mis piernas.
Los dos primeros comenzaron a besarme los pezones, Franki me la empezó a tocar, Lander besaba mi cuerpo apasionadamente. En ese momento sentí felicidad, placer, me sentía el dueño del mundo, ahí sólo existíamos los putitos estos y yo, nadie más, podía morir en ese instante y sería feliz para toda eternidad, haciendo lo que más me gustaba hacer: follarme asquerosamente chiquilines como el sucio degenerado que siempre fui.
Mientras Lander y Franki me besaban, empecé a sentir unos labios sobre mi verga, era la boquita de Yuri, una delicia esos labiecitos negros comiéndose mi pija dura. La estaba pasando excelente, le puse a Lander dos dedos en la boca, me los mamó como si de una verga se tratara y empecé a tocarle el anito, mis dedos se derretían en ese culito de 7 dulces años que había sido penetrado por un viejo alemán de 50 años hace unas horas atrás. Era la mejor sensación de la vida.
De a poco los tres irían en dirección hacia mi verga, Yuri me la agarraba y Lanercito y Franki se besaban con mi pija en medio, era una puta locura.
-Seeee, bebitos, coman, coman del falo de papi. – Decía hipnotizado de placer.
-Mmmmmm. – Era lo único que decían.
Yuriel mamaba mis bolas, me las tocaba, me las besaba, después los tres juntos pasaban sus lenguitas, disfrutaban de mi pija, me la olían, la lamían, la tragaban, eran unos enanitos hambrientos de sexo.
Con mis manos empecé a atragantarlos, la comían hasta el fondo, de inocencia sólo la edad tenían.
-Coman, bebés. Aliméntense. – Era lo único que decía yo embriagado de tanto placer.
Landercito, o Lancerdito, me pidió un preservativo… se lo di en su manito, con sus dientecitos chuecos abrió ese plástico y sacó ese círculo blanco húmedo el cual deslizó sobre mi pene. Pffffff, un pequeñito de escasa edad ya sabía como calzar un condón a un hombre, era maravilloso.
Escupió sobre el preservativo, echó un poco de gel, abrió sus diminutas y dulces nalgas y empezó la cabalgata… ¡UNA LOCURA!
-SEEEEEEE, SEEE ASÍ MI JINETERITO. ASÍ LE GUSTA AL AMO. – Le gritaba en su cara y “jinetero” es como se les conoce a los prostitutos en Cuba.
Comencé a apretar los pezones de Lancerdito y pegaba unos dulces cachetazos en su carita de puta barata.
-Puta, puta, puta, puta, cerda, asquerosa, puta. – Le repetía continuamente recordándole el sitio de inferioridad para conmigo en el que se encontraba.
Franki empezó a chupar mis pezones mientras Yuri seguía lamiendo mis pelotas. Miré a Frank y saqué la punta de mi lengua, él asintió con la cabeza y entendió que quería lamerle el culo.
Abrió sus lampiñas e inocentes nalguitas y yo introduje mi lengua de degenerado en su recto de niño pequeñito, el sabor era mejor de los que ya había probado, la piel era increíble.
Estuve como cinco minutos penetrando con la lengua el culito de Franki hasta que hicieron cambio, Franki se sentó sobre mi pija y empezó su tímida cabalgata.
-¡VAMOOOO, VAMOOO, JINETEA PUTA, JINETEA! – Le grité en la cara a Frank.
Mis insultos y gemidos se conjugaban hermosamente con los gemidos de Franki y el fuerte rechinar de esa cama soviética, con sólo recordar cómo rechinaba esa cama se me endurece toda la verga y empiezo a escupir precum.
Estuve penetrando a Frank un par de minutos largos, se me sentó todo en la pija, prácticamente engullia en su totalidad mi falo con su anito angelical.
Obviamente Yuri no se iba a salvar, Frank salió de mi verga, me paré sobre la cama y tomé a Yuri del brazo, lo puse en posición de cuatro, le pedí que escupiera sobre mi mano y le embadurné el esfinter con su propia saliva.
Se la acomé en la puertita, se la pasé bien como si de una brocha se tratara y se la mandé adentro, bien al fondo de una.
-¡¡¡SÍ, BEBÉ!!! ¡¡¡SÍ, BEBÉ!!! – Le gritaba mientras con ambas manos aplaudía los negros cachetes del culo de Yuri.
Yuri se quejaba un poco pero eso a mí no me interesa, yo pagué así que el nene me iba a sacar la leche de las pelotas. Mientras tenía a Yuri en cuatro dándome el culo, siento justo en el mío dos manitos que me tocaban la cola y me la abrían, era Lancerdito metiéndome la lengua en el orto.
-¡¡¡AAHHH, AHHH!!! – Gemía con una sonrisa de oreja a oreja, me faltaba boca para seguir sonriendo.
Franki en ese momento se paró a mi izquierda y empezó a besarme, mi verga dura estaba en el hoyo de Yuri, la lengua de Lander en mi culo y en mi boca la de Frank, era precioso, el mejor día de mi vida.
En ese momento me di cuenta que era una excelente ocasión para cumplir un sueño mío: violar a un nn.
Me arrodillé frente a Yuri y le pregunté
-Yuriel, ¿querés ganarte 3.000 dólares?
-Emmm, sí. – Dijo el pequeñito totalmente desconcertado.
-Mirá que después no te podés arrepentir, eh. – Le dejé bien en claro.
-Sí quiero. – Respondió con seguridad.
-¡Perfecto!
Procedí a poner a Yuri sofre la alfombra y me arrodillé. En ese momento señalé a Franki y a Lander y les dije: No se metan, se quedan ahí quietos.
Me quité el preservativo, se la acomodé en la puertita del culo, que ya estaba bastante abierto y con todas mis fuerzas, con cada músculo de mi cuerpo, con cada átomo de mi ser, le di al negrito la embestida más BRUTAL que jamás le había dado a nadie.
-¡¡¡¡¡AHHHHHHGHHGHHHHH!!!! – Gritó Yuri.
El gritó precioso que pegó fue una llamada de apareamiento para mí, empecé a rugir y a sudar como un loco, sentía como las gotas de sudor caían sin parar por todo mi cuerpo. Ya no me sentía persona, era un animal en puto celo.
-SSSIII BASURA, ASÍ MIERDA, ASÍ, TRAGALA PUTA ASQUEROSA, TRAGALA MIERDA. – Le grité violentamente a Yuri mientras lo tenía sujetado con mi antebrazo por el cuello.
En ese instante entré en un frenesí violador que nunca había sentido, estaba cumpliendo una fantasía increíble.
-¡¡¡¡¡COMELA PUTA, COMELA ZORRA INMUNDA!!!!! – Le gritaba a Yuri mientras mi pene desfiguraba a pelo todo su ano, lo trituraba.
Me giré a ver y Franki y Lander estaban tocándose la colita como si de una vagina se tratase. Eso fue riquísimo, estaba en otra dimensión, agarré con ambas manos el cuellito de Yuri y mirándolo a la cara le grité lo puta que era, para que nunca se le olvide, en ese momento exploté de pasión dentro del ano de ese negrito hermoso, el pequeñito más precioso del planeta.
Nos quedamos abrazados unos minutos y le pregunté suavemente:
-¿Estás bien, Yuri?
Yuri asintió con su cabecita, obviamente fue duro para él y hermoso para mí. Me puse pie y señalé a los otros dos.
-Ustedes, mamenle el culo a Yuri, tomen la lechita de papi que van a tener premio también.
Mientras veía a esos dos hermosos cubanito comiendo mi semen de un tercer enano que me había cumplido mi fantasía más oscura y repulsiva, fui a buscar mi mochila donde tenía la plata, saqué 3.500 dólares para Yuri, aunque le había prometido 3.000, se merecía más y 2.000 para los otros dos.
Fue ahí que me dieron ganas de mear.
-Frank, Lander, quitense.
Agarré mi pene flácido y empecé a mear sobre Yuri, lo meé todo, de cabeza a pies, todo mojadito con mi orina caliente, olorosa y amarilla.
-Seeee, putita, mi amoooorr. – Estaba ya loco totalmente.
Cuando terminé de mear a Yuri le propuse a los otros dos irnos a duchar.
-Sí, sí, sí. – Respondieron Franki y Lander.
-¿No vienes, Yuri? – Pregunté curioso.
-No, no. Vayan ustedes. – Respondió el nene.
Claro, había sido muy fuerte todo lo que le pasó, tenía que procesarlo. Nos fuimos a duchar con Franki y Lander, hablamos de todo un poco, nos enjabonamos, me hicieron una rica mamada más aunque poquita leche me quedó para darles.
Cuando finalizamos la duchita salimos y Yuri ya estaba de pie y se había secado el meo del cuerpo.
-Gracias papi por la plata. – Me agradeció Yuri sinceramente.
-No, mi ángel. Gracias a ti por cumplir mi sueño. – Respondí.
-Te quiero mucho, papi. Gracias.
-Yo te quiero más angelito, siempre vas a tener un espacio en mi corazón. – Le dije.
Con eso finalizaron las mejores dos horas de mi vida, una delicia tremenda. Sueño cumplido.
Espero les haya gustado el relato, déjenme su comentario que los estaré leyendo. ¡Un abrazo!
Ya me dieron ganas de ir a Cuba jajajaja
Los mejores relatos que he leído, son este y el otro de la primera vez con dos prostitutos SIMPLEMENTE HERMOSO. Por fa escribí más relatos como estos
Un placer que te hayan gustado, hermano!
Uuuf delicioso. Me gustaría que eso se lo hiciera un oso
Un relato magistral. Nos vamos juntos a Cuba? ;-P
Que delicia