Cuentas Pendientes I
Este es un relato introductorio de otra serie para explorar otros rincones de la escritura. Digamos que tiene realidades y mentiras. ¿Quieres ir a la parte hot? Baja hasta “Era la hora de iniciar”.
Hace 3 años entré como profesor de la preparatoria donde estudié, fue sencillo al solo terminar la carrera, era bastante apreciado por mis ex profesores y prácticamente me encumbraron como el mejor, me dieron recursos ilimitados, mi espacio privado etc., prácticamente era el mandamás intocable, pero con suficiente prudencia para ser justo. Y llené las expectativas. Concursos nacionales con mis alumnos, mis grupos aprobaban con más de 8, entrenaba al equipo de futbol y nadie reprobaba conmigo. Hasta ahora.
La escuela no fue fácil para mí, sufrí mucho bullying en la secundaria, me molestaban hasta por respirar y en un principio juré que me vengaría de Eduardo y Andrea, mis principales victimarios , pero nunca había visto una oportunidad, al salir trate de dejarlo todo atrás: Hice ejercicio, me preparé académicamente y cuide mucho de mi presencia, además que el tener una verga gruesa de 19 cm me daba confianza , quise dejar esos malos deseos atrás…hasta mi última asignación de grupos.
Lo ví desde que entré al salón, y su mirada saltona se me hacía conocida, pero no daba por que. Alan (apellidos omitidos) su nombre y su presencia me daban una sensación extraña , un chico de 17, no tan alto, delgado con finas facciones, un twink de piel canela, bien parecido pero muy renuente a aprender, al grado que lo ví como mi principal foco rojo, y planeaba hablar con sus padres para complementar mi trabajo, por lo que esperé a la junta, no sin antes poner en sobreaviso al chico.
La junta se dio con normalidad, hasta llegado el momento de las reuniones privadas con los padres y ahí me lo tope después de 11 años, Eduardo, era el tutor de Alan, su hermano menor. No hace falta decir que fue tenso el encuentro, pero en nuestras posiciones y bajo la relación profesor-tutor, me explicó que había tenido muchos problemas en casa y que la familia estaba desquebrajada, pero que el respondía por su hermano. Decidí investigar por mi cuenta
Al final del año Alan aprobó por milagro todas sus materias salvo la mía. Debido a eso Alan no podía tener su certificado en tiempo, pero lo tendría de manera extemporánea al irse al extraordinario, algo así como 3 semanas de asesorías 4 horas diarias y un examen para pasar, y si llegaba a reprobar tendría otro examen similar, pero por los tiempos chocaba con la universidad y eso era lo que les daba miedo a los estudiantes.
La mesa estaba servida, con el pretexto de que era solo 1 alumno que tomaría mi extraordinario opté que trabajáramos en mi oficina personal, en un edificio apartado de todos los demás solo para mí. Era Junio, los calores eran fuertes y eso hizo que Alan se presentara en short y playera de manga corta. Alan entró con indiferencia mientras discretamente ponía seguro a la puerta, no le importaba el hecho de peligra su futuro académico. Primero debía quebrar su mente, así cumpliría todas mis fantasías y órdenes, y vaya que tenía muchos planes.
-Eres el peor alumno que he tenido ¿sabes? – El apenas se inmutó- Usted no tiene derecho a decirme algo, mi papá me habló de usted, solo apruébeme y no se meta- Me calmé, sin miedo de dije-– Porque no inicio con los reportes por sustancias ingeridas en la escuela, o en reprobarte, con eso no tienes el certificado, o quieres que llame al DIF para que se lleven a tu hermano- Se le borro su sonrisa Quiso soltarme un golpe pero lo detuve.- Hay un caso que la proceder lo arrastrarán, o si pido que lo despidan a mi amigo el ingeniero Cazares, tu quedas solo. No mejor aún, que tal si pido que maten a tu papá, tengo conocidos en el penal. –.- ¿o prefieres que sea tu madre? – le fulminé.
Su cara cambió, -No me interesa tu patética vida, pero si te portas bien podrás irte con tu certificado- el me miro extrañado –De acuerdo lo obedeceré ¿Todo esto para que estudie?-. No aguanté la risa- Estudiar será lo último que haremos. Vas a ser mi puta
Era hora de iniciar.
Me bajé el pantalón -Bueno, sé que has puesto a más de una chica a mamártela, pero quiero ver que tal lo haces tú? – Le acerqué mi verga, – Cuidado con tus dientes o te haré pagar. El obedeció.
Era inexperto, no sabia lo que hace, pero el morbo de someterlo era lo mejor- Abre bien pendejo Lubrícame bien .- Traté de dirigirlo, era delicioso, esa sumisión de alguien tan irreverente me daba un plus para seguir. El roce con su garganta era increíble mientras que le provocaba arcadas, pero al sostenerlo del cabello no podía apartarse. Sus ojos se ponían cristalinos mientras yo aceleraba la mamada. Después de un rato me vine, decidí soltarlo para verlo ahogarse con mi semen.
Mientras trataba de respirar lo levante para ponerlo boca abajo contra el escritorio, y rápidamente me quite el cinturón para amarrar sus manos tras su espalda. Una vez lo até me acerqué a su oído -Te voy a perdonar por esta vez, pero vas a tener que aprender como tragarte mi leche, por mientras vamos a seguir jugando-. Mientras lo sostenía bajé su short con su bóxer y los pisé para que no moviera sus piernas.
Pude ver sus tornados glúteos, fruto del ejercicio constante, además de su ano virgen, cerrado, rosita. Me detuve a probarlo, y le di ligeras mordidas-Ayuda, por favor- Empezó a gritar, pero no importaba, mi oficina aísla el ruido y al estar apartado de los demás edificios nadie vendría, yo seguí por la labor.
-¿Quieres gritar? Te daré una razón- Le sentencié. Tomé mi teléfono para grabar este momento, para después orientar mi verga erecta en su ano. Pensé que podría ser suave, pero no, recordé mi motivación y decidí que lo empalaría a la primera. Sostuve su cadera y empecé-¡Ahhh! – Ese grito era música para mí. Su culo palpitaba por la abrupta entrada, y él se retorcía del dolor.
Tenía que extender al máximo esta sensación, por lo que no dejé que se acostumbrara a mi verga y empecé las estocadas, era difícil por lo estrecho que estaba, pero con la fuerza necesaria era la gloria ese culo. La sangre empezó a brotar levemente, la evidencia que era el primero en gozarlo. Obviamente lo grabé para la posteridad.
Variaba la velocidad, más lento y profundo, más rápido y no completo, todo recibía de respuesta sus gemidos que iban entre el dolor y el placer. Decidí masturbarlo, para desorientarlo, pero la sorpresa me la llevé al sentirlo medio erecto. No era momento de averiguar así que solo lo acaricié mientras aún captaba el video sin mucho esfuerzo se corrió, lo que provocó nuevas contracciones en su ano.
Era una escena increíble, tanto placer para poder contenerme, pero hice el mayor esfuerzo hasta que me corrí. Unos 8 chorros quedaron dentro de sus entrañas, y sin sacarle mi pene, dejé caer mi peso sobre el. Tome unas gotas de su sangre y se las pasé por la mejilla – Ya te preñé, y será una de muchas veces- susurré a su oído, terminé de grabar y besé su cuello, como lo hago con las prostitutas baratas, aprendí que así les marcas dominio.
Decidí liberar mi pene, para tirarlo al piso y ver como se retorcía. Yo decidí ir por su teléfono para instalar un malware y controlar su equipo. Sabía de buena fuente que vería una colección de fotos y videos tanto suyas como de varias, y mi plan pasaba por eso. Pude ver varios nuevos objetivos que poco a poco llevaría a cabo.
Esas fotos me empalmaron de nuevo y para que quedarme así si tenía a mi nuevo juguete en el piso. Me desnude para mayor comodidad y luego fui a por él, le levante la playera hasta su nuca al tiempo que le quité el short, el bóxer y los zapatos.
-No por favor, ya no más- Adivinó mis intenciones. Intentaba moverse, pero estaba muy adolorido –Tengo más ganas, y quiero ver tu carita de éxtasis con mi verga adentro. – le advertí montando sus piernas en mis hombros y colocándome de nuevo en su agujero. Ya se veía diferente, hinchado, irritado y con restos de sangre y mi semen. Un ligero frote delataba el dolor que Alan sentía, y al entrar de nuevo solo suplicaba piedad, pero en vez de darme lástima me provocaba más.
Se sentía cálido su ya desflorado ano, que ya se había lubricado con su sangre y mi leche por lo cual era más fácil cogerlo, y por la posición entraba más profundo. Al tiempo pellizcaba sus pezones, lo besaba por todo el tronco mientras el solo fritaba y cerraba los ojos –Goza perrita, yo sé que te gusta- usaba frases así para marcarle dominio, y lo lastimaba para marcar ese lienzo en blanco.
Disfruté cada momento hasta correrme nuevamente, y en su descuido lo besé, solo unos segundos hasta que se movió, por lo que le di un golpe en el estómago –No rechazas a tu amo, ahora levántate, quiero unas fotos – Salí de él y lo puse de pie. Le ordenaba poses mientras las capturaba y el solo accedía, ya no tenía voluntad y eso era buena señal.
Faltaban 40 minutos para terminar la “asesoría”, busqué su boxer y lo usé para limpiarlo, le acomodé su playera y lo desaté. Saque del escritorio una tanga morada y se la arroje- Ponte esto y más te vale que vengas con ella mañana- Tembloroso se la puso y le lucía muy bien. Termino de vestirse y quiso salir, pero el seguro lo impidió.
-Más te vale obedecer- le dije mientras pasaba mis manos en sus nalgas, pero al no reaccionar lo golpeé – No te oigo- El solo se volteó –Si profesor- le dí otro golpe- Llámame amo-
-Sí amo-
– Te veré mañana perrita, pero estate pendiente a tu celular, te mandaré indicaciones-
El solo salió, mientras empecé a imaginar mis planes, uno más pervertido que el otro, debía aprovechar bien esas 3 semanas.
Sígueme en X: @SEXJOUXXX3947
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!