De ladrón, luego que me atraparon pase a ser maricón….
Un joven por estar robando dentro de una casa, es agarrado por los vecinos, y casi lo matan, pero en lugar de eso deciden sodomizarlo y luego de eso se lo entregan a la policía, que lo encierran temporalmente y el resto de los detenidos lo vuelven a sodomizar, dejó de robar, ahora es travesti.
Hasta hace poco, digamos que me ganaba la vida, apropiándome indebidamente de manera ilegal y de manera agravada, de todo aquello que podía, en otras palabras me dedicaba a robar, todo aquello que podía, hasta que recientemente por andar de ratero, una noche me metí a una casa, a la cual había comenzado a desvalijar, cuando no tan solo los dueños me atraparon, sino que todo el barrio colaboró con ellos, por lo que en cosa de pocos minutos, no tan solo me tenían completamente amarrado, sino que también completamente inmovilizado.
Me golpearon como no tienen idea, pero digamos que eso fue lo menos malo que me pasó, ya que además de golpearme como les dio gusto y ganas, me rompieron toda la ropa, dejándome completamente desnudo, y cuando yo creía que todo había terminado, tristemente me di cuenta de que apenas y estaba comenzando.
Yo esperaba que en cualquier momento la policía llegase a rescatarme, pero al parecer a nadie se le ocurrió llamarla, por lo que cuando los dueños de la casa donde me había metido me tiraron al medio de la calle, completamente desnudo, y bien amarrado por de pies y manos, fue cuando los hijos de la gran puta de los del barrio me siguieron golpeando, empujando, he insultándome, al tiempo que me llevaron casi a rastrado hasta los terrenos baldíos que colindan con una quebrada y los cerros.
Llorando les pedía que me perdonaran, les juraba que más nunca iba a robar, pero ninguno de ellos se apiadó de mí, es más en todo momento más de uno de esos desgraciados me tomaron fotos y videos con sus teléfonos, mientras me siguieron golpeando, insultando, y empujando hasta que ya no pude más y caí sobre la tierra, lo peor de todo fue que me colocaron una soga alrededor de mi cuello, y fue cuando pensé que me iban a matar, por lo que sin dejar de llorar les rogué por mi vida, asegurándoles que yo no volvería a pasar más nunca por ese barrio.
En esos momentos habría alrededor mío más o menos unos diez o doce tipos, todos hombres jóvenes, que no dejaban de golpearme, hasta que uno de ellos, les ordenó a todos que se detuvieran, lo que al poco rato hicieron, en ese momento yo estaba prácticamente desmallado, si oía, pero no entendía nada, hasta que uno de los tipos que me habían estado golpeando, le dijo al resto. “Que alguien busque la gasolina o el querosén, para quemar vivo a este hijo de la gran puta.”
Al escucharlo decir eso, si ya por todo lo que me habían hecho estaba muerto de miedo, al escucharlo decir que me iban a quemar vivo, del susto que me dio al escuchar eso, casi pierdo el sentido, por lo que de inmediato sin dejar de llorar, seguí rogando por mi vida pidiéndoles que no me fueran a quemar, que yo haría todo lo que ellos quisieran, pero que no me quemasen ni me matasen.
Entre varios de ellos, me sujetaron por las piernas y brazos, obligándome a mantenerme bocabajo, la verdad es que no llegué a pensar lo que me iba a suceder, hasta que escuché a uno de esos tipos decirle al resto. “Sepárenle las piernas, que al hijo de la gran puta este todos nosotros le vamos a comer el culo, para que aprenda a no estar robando por aquí.”
Al escuchar eso en parte se me fue el susto, ya que no me iban a quemar vivo, pero de inmediato me di cuenta de que me iban caer a verga, y no uno ni dos sino por lo menos la gran mayoría de todos esos tipos, por lo que a medida que me desataron los pies y me fueron sujetando, yo instintivamente traté de zafarme, cuando sentí que me pusieron una bota sobre mi nuca, y al tiempo que me presionaba contra el suelo, y el tipo que lo estaba haciendo me dijo. “O te dejas dar por el culo por las buenas o te quemamos vivo, tú decides.”
Al escuchar sus palabras y la manera en que me estaba asfixiando, no me quedo de otra que de inmediato dejar de moverme, y apenas pude comencé a decirle que yo haría todo lo que ellos quisieran, pero de momento escuché un sonido metálico, que de inmediato identifiqué como el de un arma que estaban cargando, y a los pocos segundos un ensordecedor disparo que pegó a menos de un metro de mi cara.
Casi de inmediato volví a escuchar la gruesa voz del tipo que dijo que me iban a dar por el culo, diciéndome. “Esto es solo un aviso, si llegas a negarte o tratas de escapar, te doy un tiro en la cabeza, y luego te tiramos a los cerdos para que no dejen nada de ti, así que o haces todo lo que te ordenemos, o ya sabes.”
El tipo ese les dio una orden a sus compañeros, y tras obligarme a que me pusiera de pie, me llevaron a una cercana choza, con techo de zinc y paredes de madera y cartón, donde me soltaron las amarras, y señalándome un tonel lleno de agua me ordenaron que me bañase entregándome una lata y señalándome donde estaba el jabón.
Una vez que me pude medio bañar, me ordenó que me recostase bocabajo en un catre, y casi de inmediato él sacó su verga y sin perder tiempo la colocó frente a mi boca, y sin decirme más nada me comenzó a cachetear mi cara con su verga, hasta que entendí que debía ponerme a mamársela frente a todos, cosa que de por sí me avergonzó mucho, pero era hacer eso o arriesgarme a que me diera un tiro.
Tras haber estado mamándole la verga al tipo del arma, de momento me ordenó que abriese las nalgas, al tiempo que sacaba su verga de mi boca, y aunque no deseaba hacerlo, digo el abrir mis nalgas, por el temor a seguir siendo golpeado, o que me fuera a meter un tiro, sin decir nada obedientemente yo mismo además de abrir mis piernas, separé mis nalgas con mis propias manos, por lo que casi de inmediato comencé a sentir como su caliente y dura verga comenzó a penetrar mi abierto culo.
Desde ese mismo instante él comenzó a penetrarme de manera salvaje, sin importarle que yo llorase de vergüenza y dolor, al poco rato de estar recibiendo aquel pedazo de carne dentro de mi culo, uno de sus compañeros colocó su verga frente a mi boca, y como no me había dado cuenta de eso, me ha dado una fuerte cachetada, lo que hizo que de inmediato abriese la boca al darme cuenta de lo que tenía frente a mí.
Por lo que a medida que uno me daba salvajemente por el culo, otro me obligaba a mamar su verga, al tiempo que varios de los presentes, me decían una y otra vez que eso era por haber querido robar en ese barrio, al principio me obligaron a que les dijera que me encantaba que me dieran por el culo y me pusieran a mamar, pero luego de un rato de estar recibiendo sus vergas dentro de mi culo o de mi boca, voluntariamente con voz afeminada les fui diciendo lo mucho que me gustaba que me hicieran todo eso, y así pasé gran parte de la noche y de la madrugada, recibiendo verga por mi culo y boca.
Para colmo de mi mala suerte los desgraciados esos además de que siguieron tomando fotos, también tomaron videos mientras me daban por el culo o me ponían a mamar, pero a medida que me siguieron clavando, y me ponían a mamar sus vergas, algo raro me sucedió, o por lo menos eso pienso yo, ya que a medida que me fueron haciendo todo eso, comencé a disfrutar de ese sabroso dolor que sentía cuando algunas de esas vergas me penetraba por el culo, y el raro y exótico sabor de su semen en mi boca, hasta que llegó un momento en que luego de que más de diez tipos me dieran por el culo y me pusieran a mamar sus vergas, de tanto esfuerzo, perdí el sentido y me quedé dormido.
No fue hasta el siguiente día que un par de policías me despertaron, propinándome una ardiente nalgada, de mi ropa no quedaba ni rastro, por lo que, tal y como me encontraba, completamente desnudo me montaron en la patrulla, llevándome arrestado, ya en el cuartel se dieron cuenta de que apestaba tanto a sudor, sexo, semen y saliva, que me permitieron darme una buena ducha, pero solo entregándome una pequeña y vieja toalla para secarme.
Como no había una denuncia formal, temporalmente me dejaron en uno de los calabozos mientras mi situación se aclaraba, tal como me encontraba, pero apenas entré uno del detenido me preguntó por qué estaba detenido, y sin darme cuenta, de manera afeminada le conté todo lo que me había sucedido.
Le expliqué como después de que me atraparon robando, me rompieron toda la ropa, y que me amenazaron con quemarme vivo sino les daba el culo a todos, por lo que más de uno de esos hijos de la gran puta, me habían metido su verga por mi adolorido culito.
Todos los detenidos que se encontraban dentro de ese calabozo, sin mucho esfuerzo de su parte también abusaron de mí, sin que yo les pudiera ofrecer resistencia alguna, por lo que sin mucho esfuerzo de su parte me obligaron a que me dejase dar por el culo y me pusiera a mamar sus vergas, hasta que un policía se dio cuenta de todo y me sacó del calabozo, pero ya en ese momento todos los que se encontraban detenidos junto conmigo me habían clavado sus vergas por el culo y puesto mamar sus vergas.
Eventualmente se dieron cuenta los policías, que al no haber denuncia formal, y tras conseguirme algo de ropa, me tiraron a la calle, desde ese día más nunca he vuelto a robar, en lugar de eso, me di cuenta de lo mucho que me gustó, y el mucho dinero que gano, dejando que me den por el culo, y que me pusieran a mamar, vestidito de mujer, por lo que después de un corto tiempo, me he ido convirtiendo poco a poco en un travesti, haciendo la calle de noche.



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