De pedófilo pervertido a puta pervertida
A mi me encantaba cogerme a nenitas menores, hasta que a fuerza, descubrí que gozaba mas que me la metieran a mi..
Cuando yo tenía como 30, por razones de trabajo, vivíamos en un campamento fuera del pueblo donde trabajábamos.
Eran 6 casas para nosotros los encargados, en ellas vivían mis compañeros con sus familias, casualmente todos ellos tenían hijas como de 9 a 12 años, yo vivía solo.
Llevábamos una buena relación, había gran compañerismo entre nosotros. Da la casualidad que a mí me encargaban quedarme a cuidar a las niñas cuando ellos se iban al pueblo a hacer las compras.
Con el paso de los días, me empecé a hacer ideas con las niñas, no sé si fuera cierto, pero yo a ellas las veía muy bonitas y se me hacía que las muy putitas eran bien cachondas.
Así que empecé a buscar oportunidades para estar a solas con ellas y con el tiempo, las empecé a manosear, muy discretamente claro, disimuladamente les agarraba las piernas y a veces que estaban paradas junto a mí, les subía la mano bajo el vestido, acariciándoles las piernas hasta llegar a acariciarles las nalgas.
Nunca ninguna de ellas me dijo nada ni les dijo nada a sus papas, así que empecé a perder la cordura y cada vez fui más y más atrevido con las pequeñas zorritas. Cuando estábamos a solas, ya las besaba en la boca y las 6 nenitas correspondían de una manera increíble.
Tiempo después, ya me animaba a mostrarles la verga y les pedía que me la acariciaran. Todas ellas se mostraban de lo más entusiasmadas acariciándomela, así que poco a poco me fui atreviéndome más con ellas y empecé a hacer locuras impensables.
El caso es que llego el tiempo en que, apenas estábamos a solas, enseguida las encueraba a todas y se las daba a chupar, las besaba en la boca, les metía el dedo en el culo y les frotaba la vagina.
Todas las nenitas nomas suspiraban y se estremecían con mis caricias atrevidas, lo que me alentaba más a continuar con esa perversión, además, por si fuera poco, todas ellas se mostraban muy complacientes a todo lo que les hacía y les pedía.
Con el tiempo ya me las cogía a todas y para mi esa fue la mejor etapa de mi vida…hasta ese momento.
Resulta que, en una ocasión, finalmente los papas me atraparon cogiéndome a las niñas, y no les quiero contar la madriza que me dieron hasta hacerme perder el sentido.
No sé cuánto tiempo estuve inconsciente. Cuando desperté, esta yo solo en mi habitación, totalmente adolorido, tarde días en recuperarme. Lo que me llamo la atención, es que estaba yo completamente desnudo y el culo me dolía tremendamente.
Así empezó mi sufrimiento y la venganza de los papas. Empezaron a abusar de mi violándome entre todos varias veces a la semana y no faltaba que de vez en vez me dieran mi buena golpiza,
Sorprendentemente, con el paso del tiempo, yo ya empezaba a esperarlos y ellos finalmente dejaron de insultarme y de golpearme. Empezaron a ir a verme a diario, pero ahora ya de uno por uno. Así que me la pasaba toda la semana de verga en verga, una diferente cada día.
Al poco tiempo, yo mismo me quedé sorprendido, cuando en una ocasión, cuando uno de ellos me estaba dando una buena verguiza, increíblemente, por primera vez en mi vida, me di tremenda venida por lo caliente que ese cabron me había puesto. Me quedé reflexionando acerca de esa situación y entonces, sorprendentemente me di cuenta que ya, de verdad, a mí me estaba gustando que me metieran la verga.
Poco a poco me fui convirtiendo en la puta sumisa de esos 6 padres ofendidos. También me di cuenta que, al principio, esos cabrones me cogían en venganza por lo de sus hijas, pero luego, como que también le agarraron el gusto de cogerse a un hombre y afortunadamente para mí, de buenas a primeras se convirtieron en mis machos y yo me convertí en su puta de planta.
Pero ahora las cogidas que me daban ya se habían convertido en otra cosa, de tremendo castigo se volvió tremendo placer para todos. Nunca me imaginé que eso me pudiera llegar a pasar.
El caso es que me hicieron su puta y lo mejor de todo, es que a mí me encantaba ya todo eso.
Ahora tengo 60 y es, creo yo, cuando más me gusta la verga.
Si gustan escribirme [email protected]
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