De Regreso a Casa Capitulo II
Sexo con nenas de 16 años..
Sali rumbo a El Manantial, mientras tanto seguía acumulando imágenes del paisaje natural de la zona.
Antes de llegar, en una parte del sendero me quite el bóxer y me puse mi nuevo slip, me vestí, tomé nuevamente el sendero, al llegar, desde la entrada, veo que esta Ana sola, sentada al sol sobre una piedra plana grande como una mesa, tenía puesta un bikini diminuta con un Top atado solo en la espalda, color turquesa, entre, sin hacer ruido, estaba con los ojitos cerrados, con la cara elevada al cielo y tarareando una canción, me acerque por detrás y suavemente le susurre al oído.
-Yo. Eres una hermosa niña.
Sus cachetes se ahuecaron al gesticular una sonrisa, para decir con suave voz.
-A. Embustero, Mentiroso. (lentamente abrió los ojos)
-Yo. Hola Ana.
-A. Hola Lu. (asi me llama ahora)
-Yo. ¿Me esperaste mucho… Me demoré un poco en los piletones, tuve que hacer algunas fotos, pero ya llegué ¿Rocio no vino? Me comentaste en la plaza que vendrían juntas.
-A. Te mentí, quería estar sola contigo… Los martes y jueves Rocio, tiene entrenamiento de natación e inglés, se prepara para competir, quiere ir a las olimpiadas juveniles en EEUU, Los Ángeles, es muy buena nadando y saltos ornamentales de altura.
-Yo. ¿Vos no practicas ningún deporte…
-A. Jugué al Hockey un tiempo, después me salí del equipo, no era tan buena y me la pasaba en el banco de suplentes ja ja ja.
La conversación siguió, le conté de mi trabajo de Marcketin Digital y de esas cosas. Sobre la piedra dejé el equipo fotográfico, comencé a quitarme la ropa, el dia estaba muy lindo para nadar, ella presto mucha atención sobre cómo me desvestía, al quedar con mi nuevo Slip de baño, frunció el ceño, como decepcionada.
-A. ¡Te pusiste una malla, pensé que te bañarías desnudo como ayer…
-Yo. Si me gustaría, pero lo de ayer fue un accidente, no sabia que este ligar también era visitado por otras personas.
Ella, a pesar de su corta edad, es una mujercita bastante osada, introvertida, lanzada, no tiene pudor en decir las cosas, lo que siente.
-A. ¡Puf… (bajando un poco la cabeza dice) … Me voy a quedar con las ganas de verte.
-Yo. Puede que si, como puede que no… Después veremos. ¡Vamos al agua que el dia se presta para bañarnos…
-A. Ok, vamos.
La tome de la mano, la mire fijamente, el rubor subió por sus mejillas, dócilmente se pudo de pie, salimos caminando a El Remanso.
Al ser aguas termales, la temperatura de la misma en muy templada, muy agradable, permite estar mucho tiempo sumergido sin ocasionar daños en la piel. Ella suelta mi mano y se adelanta unos pasos, desde atrás puedo ver las curvas que forman su cadera, sus nalgas, redonditas, firmes, hermosa cola que ella mueve provocativamente… Apure mi paso para tomarla del hombro y decirle.
-Yo. Ana, permíteme limpiarte, tienes la cola llena de arena…
Ella me miro, bajando los ojos, me dice.
-A. hazlo por favor.
Ella se quedó quieta, mi tentación fue grande, con mi mano derecha comencé a tocarla, suavemente le fui acariciando la cola, sentía en mis dedos y palma de la mano la suavidad de su juvenil piel y la arena, mi compañero que tiene pensamientos propios comenzó crecer.
Ella seguramente sintió sensaciones nuevas o no, pero se quedaba muy quieta y cada vez que mi mano recorría la redondez sus suaves nalgas, sentía como exhalaba el aire de sus pulmones, provocando un suspiro interminable. Esta tarea no me llevo mas de un minuto, lo suficiente para saber que esa era una zona erógena a explorar.
-Yo. Listo ya quedo limpia tu cola, libre de arena.
-A. Muchas Gracias Lu, fuiste muy amable, tienes unas manos muy suaves, ¿te gusto mí cola?
-Yo. Si, es muy tentadora, hermosa.
Nos metimos al agua, jugamos un poco, ella aprovechó esos momentos para tocar partes de mi cuerpo, pero nunca más allá del ombligo, lo mismo hice, tratando de ser lo más prudente posible, todavía no tenía plena seguridad, hasta donde llegarían las intenciones de ella.
-Yo. Ana, vamos a la piedra, podríamos descansar un momento. Le extendí mi mano.
-A. Si, vamos.
Sobre la piedra grande caía la sombra, extendimos nuestros toallones y nos recostamos, prendo un cigarrillo y le convido. Mientras fumábamos Ana comenzó con sus baterías de preguntas, yo también.
-A. Lu ¿eres casado o divorciado.
-Yo. Ninguna de las dos, tuve una novia, pero se fue un dia y no volvió… ¿Vos tenes novio, o algún “amiguito” por ahí escondido…
-A. Hubo un novio, pero lo corte, era muy tonto, no sabía cómo tratarme. ¿Lu como eras con tu novia, como era ella.
-Yo. Tenia algunos años menos que yo, nos conocimos estudiando en la Universidad, ella estudiaba Abogacía, muy linda.
-A. ¿La tratabas bien, eras complaciente en todo… (El gesto pícaro de su rostro, delato, a donde quería llegar)
-Yo. ¿Complaciente? A que te refieres…
-A. Esteee, como mujer, como novia.
-Yo. ¡¡¡ Aaa. ¡vos decís en la cama, en el sexo.
Su rostro cambio totalmente, se puso de costado hacia mi apoyada sobre el brazo izquierdo, atenta a mi contestación.
-Yo. Si, disfrutábamos mucho del sexo, en todas las formas y posiciones, a ella le gustaba que le hiciera sexo oral, le encantaba, a mí también que me lo haga.
En ese momento los ojitos de Ana, brillan, describen una mirada intensa, apasionada, tal vez asociada a deseos sexuales, típico en su edad.
-A. ¿Vos con ella lo hacías como en la película XXX… (su respiración se sentía agitada)
-Yo. Ana ¿Vos miras esas películas…
-A. Si vi algunas…
-Yo. Bueno con mi novia hacíamos todo, todo eso, pero era distinto que en las películas.
-A. No te entiendo Lu, ¿Como que era igual, pero distinto?
-Yo. Era distinto porque lo hacíamos con pación, porque nos amábamos muchos, nos gustaba hacer el amor, nos gustaba coger… ¿Has cogido con tu novio, o eres virgen Ana… (aca me mande de lleno a la charla, mi amigo ya estaba latiendo fuerte dentro del Slip.
-A. Bueno la verdad, sí soy virgen, mi novio era todo un tonto, no sabia besarme, tocarme, me agarraba las tetas, las apretaba como si fueran naranjas, eso me incomodaba, una vez quiso besarme los pezones, me mordió, le pegue un cachetazo, y lo eche, no lo quise ver más…
Fue el momento exacto para utilizar el encanto que le provocaba a ella.
-Yo. Que tonto fue. Si yo hubiera sido el, te tendría como una princesa, te llenaría de halagos, te acariciaría todo el cuerpo, te besaría hasta el corazón. En ese mismo momento vi y sentí como su piel se erizaba, su respiración se agito, le tomé una mano, estaba húmeda estaba totalmente excitada, solo con imaginarse las escenas.
-A. ¿Serias capaz de hacerme sentir todo eso Lu.
-Yo. Eso y mucho más Ana, todo lo que te puedas imaginar y más…
Lentamente acerque mis labios a los suyos, ella adivino el beso, cerro los ojos y apretó mi mano.
Sus labios juveniles, se abrieron despacio, tome sus labios con los míos, ella temblaba, después, mi lengua busco el refugio de su boca, para recorrerla suavemente. Me retire para mirarla, sus ojos cerrados dejaron escapar una lagrima que corrió por su mejilla, la tome con mi dedo, ella abre los ojos y me mira, tomo su mano, apoyo su dedo índice en el mio para compartir la lagrima, meto su dedo en mi boca y lo chupo, después le ofrezco el mio, ella lo acepta…
-Yo. Esto que acabamos de hacer, sella una promesa, nadie en el mundo puede saber de lo nuestro, y cuando digo nadie, es que Rocio tampoco puede saberlo.
-A. ¡¡¡Si, quiero… Lo Acepto todo.
-Yo. ¡Entonces seremos amantes! Te enseñare todo lo que se, sobre el sexo, y el Arte de Hacer el Amor.
Se inclino, acercó su boca a la mía y esta vez ella me beso, no fue un beso tierno, estaba desesperada por ser amada, su piel transpiraba, olía a sexo.
No quería abusar de una chiquilla caliente, excitada, esto tenía que fluir de apoco, esto tenía que ser para ella, el mejor recuerdo, que cada vez que me nombre, su vagina se humedezca.
Ana sintió vergüenza de besarme, se bajó de la piedra, se apoyó contra el costado de esta y se quedó mirando el agua, yo me pare a su lado, pase mi brazo por sobre su hombro.
-Yo. ¿Qué paso, porque dejaste de besarme, se sentía muy rico… Hacía mucho que alguien no me besaba asi.
Me miro, su rostro enrojeció de pudor.
-A. No te rías de mí Lu, no se besar bien.
Mientras tomaba su carita entre mis manos le dije.
-Yo. Lo hacías muy bien, solo que te reprimiste, tuviste miedo. Hagámoslo otra vez.
Me incliné apoyando todo mi cuerpo sobre ella suavemente, le pedí.
-Yo. Besame como recién, no tengas miedo, relájate y disfruta.
Empezamos a besarnos tiernamente, suave, la dejaba que ella explorara mi boca, que nuestras lenguas se enreden, mientras tanto acariciaba su espalda, encontré el nudo del Top, al tirar de él, cayó al suelo, nos separamos y quedaron antes mis ojos, unas tetitas muy juveniles, desarrollándose, del tamaño de la concavidad de mi mano, del tamaño de una naranja, coronada por aréolas rosadas y diminuto pezón, luchando por hacerse notar.
Ana no intento cubrirse, al mirar hacia sus pies, ve el bulto del pene.
-A. ¡Te excitaste…
-Yo. No, vos me excitaste, haces que la sangre me hierva.
La abrase por la cintura, ella se pegó a mi pecho, apoye el bulto de mi pene en su vagina, ella también se abrazó a mi cintura y comenzó a frotarse contra mi miembro.
* Nota de Autor. Muchas veces es difícil expresar o describir las sensaciones de las personas, he aquí que tendrán que utilizar la imaginación en los momentos de tensionó, excitación sexual…
Ana se movía despacio, casi con miedo, tenía los ojitos cerrados, su respiración se notaba lenta y profunda, cara tanto, de su boca se le escapaba un suspiro acompañado de un suave chillido ¡¡¡yyyyy…
-Yo. Te gusta…
-A. Si Mucho me gusta.
Seguí recorriendo su cuerpo con mis manos, incline la cabeza, bese un pezón, sus piernas temblaron, me apretó más contra su cuerpo…
-A. ¡¡¡Haaaa, que lindo, Lu seguí besándome…
Su bikini al igual que el Top se podía desatar y lo hice, se lo quite despacio, ahí Ana se sintió verdaderamente desnuda, intento cubrirse, le tome las manos, ella claco su mirada en la mio.
-Yo. ¡¡¡Sssshh, no tengas miedo.
-A. ¡¡Es que, yo… (su miedo no la dejaban hablar) Es que nunca estuve desnuda frente a un hombre…
La abrase mucho más fuerte, que sintiera que realmente no debía tener miedo de mí. La bese, ella acompaño el beso.
-Yo. Nunca, nunca te haría daño, eres un ser puro, jamás haría algo para que te sientas mal, ni para dañarte.
-A. Tus palabras me hacen sentir bien, que realmente eres un hombre bueno y dulce.
-Yo. ¿Quieres que me desnude para que los dos estemos iguales?
-A. Si, quiero verte, tocarte, sentir tu cuerpo, si tú me dejas.
-Yo. Yo te desnude a ti, ahora es el momento que lo hagas.
Le tome las manos y las lleve a mi cintura, ella entendió que debía hace.
Sus manos titaron de del slip, lo fue bajando lentamente, mi pene estaba erecto en su máxima expresión, se agacho a medida que mi prenda iba bajando hasta mis pies, su carita quedo frente a frente con amigo que latía fuerte, por la excitación. Sus ojos se clavaron él.
-A. nunca tuve un pene tan será, solo los que vi en las películas porno, pero el tuyo es más lindo, se ve como amigable, no tosco y agresivo como en las películas… ¿Me dejas tocarlo Lu, quiero sentirlo en mí mano?
-Yo. Es todo tuyo, puedes hacer lo que quieras, ahora te pertenece…
Ella acerco su cara, para verlo mas de cerca, sus ojos se sorprendían como si mirara algo maravilloso.
Su mano lo toco, el respondió dan con un brinco.
-A. Te dolió, ¡Dio un saltito! Ji ji ji (sonrió)
-Yo. No me dolió, es que fue una sensación agradable. Tómalo con la mano, como cuando agarras algo cilíndrico.
Ella lo tomo por la mitad, sus deditos no alcanzaban de ceñirlo por completo.
-Yo. Tira de el para abajo, que su piel se corra, para que veas la punta, después vuelve a subirlo suave.
Ella jalaba del prepucio hasta llegar a la base, dejando al descubierto el glande, después volvió a subir la mano.
-A. Es muy suave, esta duro, me gusta cómo se siente. ¿Puedo seguir haciéndolo? Me gusto.
-Yo. Por supuesto que sí, me produce mucho placer, que lo hagas asi, despacito, asi despacito.
Siguió jugando como niña con un juguete nuevo, tonto toqueteo, me estaba haciendo llegar al puto de derramar mi semen sobre ella, no quería hacerlo.
-Yo. Bueno creo que por ahora esto está bien.
La tome de los brazos para que se incorpore, su carita denotaba como sorprendida.
-A. Te dejo de gustar, algo hice mal.
-Yo. No Ana todo está bien, super bien, solo que quiero que tú también experimentes nuevas sensaciones, quiero que sientas algo de los placeres que puedo darte. Ella asintió con la cabeza. La ayude a que se recueste en la piedra, me miro sorprendida.
-A. Lu ¿me vas a coger ahora…
-Yo. ¡No, todavía no… Quiero que sientas que hay otra cosita, otros placeres que podemos hacer antes de que llegue el momento. Pero hoy no será. ¿Alguna vez te tocaste, te masturbaste?
Su cara se puso roja como una manzana madura.
-A. Me da vergüenza Lu… (guarda un pensativo silencio) Si lo hice.
-Yo. Bien, como en las películas, te voy a besar toda, toda, toda. Solo quiero que confíes en mí, y si algo no te gusta, dímelo, no voy hacerte nada que tu no lo permitas.
Y sin darle tiempo a que piense, empecé a acariciar su tetita, verla asi recostada en la piedra sobre los toallones, me causaba ternura, casi un poco de culpa, tenia los ojos cerrados, su respiración se agitaba. Acerqué mi boca a la suya y comencé a darle un beso suave y prolongado, ella solo murmuraba.
-A. ¡Mmm, Mmm…
Su cuerpo se movía sutilmente, gozando las caricias de mis manos que seguían amasando sus tetas.
Mi mano derecha suavemente descendió por su vientre plano, con la palma dibujaba círculos, su piel suave y caliente me excitaban cada vez más, rompí el beso para mirarla, su cuerpito se contorsionaba suavemente, buscando que mi mano acaricié donde ella quería.
-A. Asi Lu, Me gusta asi…
-Yo. ¿Te gusta…
-A. Si mucho…
Lleve mi boca a sus pechos, mis labios los besaban uno a uno suavemente apretaban sus pezones, que se asomaban un poco más por la excitación.
-A. ¡¡ahhh, sssiii, asiiiii. Murmuraba.
Ana gira la cabeza hacia mí, extiende su mano y comenzó acariciar mi pene, subía y balaba lentamente el prepucio, provocándome una hermosa sensación, su manito suave me volvía loco. Yo baje mi mano hasta su pubis, ella arqueo su cuerpo elevando la pelvis, suaves vellos púbicos rubios, era casi lampiña, muy pocos vellos.
-A. ¡¡Aaaahhh Siiiii, Aaaahhh siii Lu. (suspiraba, se agitaba)
-Yo. ¿Tienes miedo…
-A. No Lu, solo no pares, esto es hermoso, nadie mi había echo sentir esto… Sentía que, al hablar, se quedaba sin aire, abría la boca para poder respirar.
Pase mus brazos por debajo de su cuerpo, la acomode para que sus piernas quedaran colgando de la piedra.
-Yo. No te asustes, ahora voy a besarte mas conejito, si no te gusta, me lo dices.
-A. Si…
Levante sus manos para que ella acariciara sus tetitas, bese su boca, con los labios y lengua pase por entre sus pechos, me moví para quedar frente a su pubis, tome sus piernas y las lleve a mis hombros una de cada lado, ella abrió las piernas para mostrarme su sexo juvenil, labios finos, vagina virginal estrecha, al acercarme, el perfuma natural, era suave, solo toque a penas sus labios con mi lengua, la mire, ella apretaba sus tetas con ardor. Estando entre sus piernas le pregunte.
-Yo. Ana, estas bien, quieres que siga… (Casi gritando me responde)
-A. ¡¡¡¡ Siiiii, por Diossss, sigueee, asi, asi…
Abrí sus labios con mis dedos, rosadita, mojada por de su flujo vaginal, pasé mi lengua solo por los bordes de sus labios, el gusto era exquisito, dulce, espeso y pegajoso. Nunca había probado algo tan exquisito hasta hoy.
Ella se contorsionaba cada vez más, entonces lentamente metí mi lengua hasta donde mas pude dentro de esa juvenil e inmaculada vagina, con movimientos circulares recorrí todos sus rincones vírgenes nadie había entado allí.
-A. Que rico, que rico Lu… siseo con los dientes apretados.
Ella agarro mi cabeza y le apretaba contra su sexo.
Mientras decía… ¡¡¡ Mas, mas, mas… subí con mi lengua para encontrar su botón dorado, su clítoris asomaba de su funda, húmedo, brillante, abrí la boca para tomarlo como hice con su pezón, al tenerlo apretado entre mis labios, mi lengua lo cacheteaba, con mi dedo índice jugaba entre sus labios, su flujo pegajoso empapaban mi dedo, que lo lleve hasta su ano, allí comencé a frotarlo en círculo, despacio, suave, al primer toque este se apretó, pero luego se fue relajó, aceptándolo, dejando que entre hasta la primera falange, lo metía y sacaba dilatando el esfínter, tantas sensaciones juntas fueron demasiadas para ella que no pudo aguantar más.
-A. ¡¡¡ Aaahh por Diosss, no puedo masss…
Sus piernas se tensaron, elevo su pelvis, un fuerte orgasmo provoca que también se orine de placer, mojando un poco de mi cara y boca, su cuerpo temblaba, con espasmo, su respiración entrecortada, un momento único, tan fuerte ese momento que acabe derramando mi semen sin darme cuenta, mojaba parte de la piedra y la arena.
Me recosté a su lado y la abracé, ella permanecía en silencio, tiritaba como si tuviera frio
-Yo. Ana ¡te sientes bien.
-A. Si Lu, estoy agotada, nunca había tenido un orgasmo tan fuerte, pensé que me moría, no podía respirar.
-Yo. Ahora relájate, tranquilízate. ¿Te gusto…
-A. No, No me gusto… ¡¡¡Me encanto!!! Quiero sentir lo otra vez.
.Yo. Bueno, pero no será hoy, te dije que íbamos a ir despacio, diversas cosas tienen que pasar antes de que disfrutemos del sexo. Ahora vayamos al agua refrescarnos.
-A. Si, vamos.
Ella iba caminando delante mio, yo disfrutaba de ver sus curvas, el zarandeo de sus nalgas, ella sabe lo que me provoca verla asi, ella se siente sexy, es hermosa.
Nos metimos en el agua, era de esperar que ella quisiera jugar a las cosquillitas, es la sencilla y fina forma de tocarse y acariciarse. Después de un largo rato de juego, nos sentamos al borde del agua en la arena.
-A. Lu ¿Dónde tienes tu casa…
-Yo. Por el camino de Los Plátanos, la última de todas.
-A. ¿La casa abandonada…
-Yo. Si esa misma, cuando nos fuimos a vivir con mis padres a la ciudad, la cerramos pensando que pronto volveríamos, pero las cosas de la vida no volvimos, como me cansé de vivir en la ciudad, mucho calor, ruidos molestos e inseguridad, preferí volver a recuperar la casa.
-A. ¡La Casa embrujada… En el pueblo siempre se conto que los que Vivian en la casa, los habían asesinado y enterrados debajo de la casa, y que por las noches salían de sus tumbas y ambulaban por toda la casa.
-Yo. Ja ja ja ja ja (No pude aguantar la risa) ¡Noooo, ja ja ja. Yo no soy un fantasma, ya lo comprobaste.
-A. Esos cuentos de las viejas chusmas del pueblo. También contaban que tu Papá, encontró a tu Mamá en la cama con el amante y los mato a todos y después desapareció.
-Yo. No la historia es otra, un dia te la voy a contar.
Mientras hablábamos Ana apoyo su cabeza en mi pecho, yo la abrace por los hombros, con disimulo mis dedos jugaban y acariciaba sus tetitas, ella había puesto una mano sobre mi abdomen, lo acariciaba en círculo. Después de un momento ella bajo su mano hasta mi pelvis, me mira, sus ojitos me pedían permiso para seguir bajando.
-A. ¿Te puedo acariciar… Quiero que me enseñes como chuparte la verga. ¿Me enseñas Lu…
-Yo. ¿Quieres aprenderlo hoy…
-A. Si, ahora mismo…
Bajando su mano tomo mi pene desde la base, comenzó a acariciarlo, este respondió de inmediato, erectandose, ella llevo su boca hasta el glande, lo toco con sus labios, sacando lo lamio como a un helado.
-A. Es muy suave y no tiene gusto ni olor feo, me imagine que podía ser distinto, es rico.
Tomé la mano de Ana, metí su dedo índice en la boca y comencé a succionarlo, lo sacaba y volvía a meterlo, muy despacio y volvía a chuparlo, ella solo me miraba con atención.
-Yo. Asi se hace Ana, despacio y ten cuidado con los dientes, no lo muerdas, chúpalo como a un chupetín. (Piruleta, chupachús)
Ella muy obediente, abrió sus labios, metió parte del pene en su boca, su lengua recorría el glande, y chupaba muy suave.
-Yo. ¡¡¡Asi Anita Asi, se siente muy rico.
Cada chupada de ella hacía que mis piernas temblaran. Puse mi mano en su cabeza y apreté para que el pene entre más profundo, no quería que se ahogue. Ella sacando el pene de su boca, pregunta.
-A. ¿Te gusta asi Lu…
-Yo. Si, asi, sigue, sigue.
El cosquilleo que me producía, su oral, me llagaba hasta el abdomen.
Despacio me puse de pue, ella se puso de rodillas y le volví a meter la verga en la boca. La tomé de la cabeza con las dos manos y comencé a bombear, le estaba cogiendo la boca, sus ojitos se llenaban de lágrimas, en cada bombeo, ella tomaba aire, de apoco su boca se iba adaptando al grosor y largo del pene, yo empujaba mas para entrar hasta su garganta.
-Yo. ¿Te gusta chuparme la verga…
Ella asintió con la cabeza, acelere el ritmo, ya mis huevos estaban por explotar de placer. Ella se saca el pene de la boca, me mira.
-A. Ya Vas a acabar, quiero tomarme tu leche, como lo hacen en las pelis porno…
-Yo. ¿Eso quieres Ana…
-A. ¡¡¡ Si Lu llenáme la boca con tu leche…
Seguí acelerando el ritmo y…
-Yo. ¡¡¡Aaaahhh, Siiiii …
Uno, Dos, Tres chorros seguidos de semen caliente golpean el fondo de su boca, justo en su garganta.
-A. ¡Ag, Ag, Cof, Cof…
Ana se atraganta con la verga en la boca y se ahoga con el semen llenándole la boca. Le retiro la verga de la boca para que se componga, sus ojos rojizos por las lágrimas, por la comisura de sus labios escapan algunas gotas de semen, ellas los junta con sus dedos y los chupa para limpiarlos.
-A. Tu leche es rica, un poco amarga, pero me gusta mucho.
-Yo. A mi me gusto como lo hiciste, me la chupaste muy bien, con la práctica vas a mejorar más.
Me arrodillé frente a ella y abrasándola comencé a besarla, sentía el gusto de mi semen en su boca.
-A. Lu, ¿Te puedo decir algo, promete que no te vas a reír de mi…
-Yo. Nunca me reiría de vos, más bien nos reiríamos junto por algo que hicimos.
-A. Me da un poco de vergüenza…. Me gusto sentir tu dedo en la cola, nunca había sentido algo si, fue sensacional, mi cuerpo perdió en sentido del tiempo, me perdí en la excitación que sentí, entre tus besos en mi conejito y tu dedo en la cola…
-Yo. En realidad, esa era la idea, que experimentes nuevas sensaciones y placeres.
-A. ¿Asi se siente en el sexo anal, o duele.
-Yo. Te aseguro que si un dia lo hacemos lo vas a disfrutar mucho mas que ahora.
-A. Si quiero que me lo hagas…
La tarde paso entre charlas y sexo, tenía mucho trabajo por hacer, cuando estaba con ella el tiempo se detenía, pero en la realidad el reloj no.
-Yo. Ana ya te tengo que irme, tengo trabajo pendiente que hacer.
-A. ¿Mañana nos veremos aca otra vez? Seguir que Rocio va a estar.
-Yo. No puedo prometerte nada, si hago tiempo si vendré.
Le di un beso de eso que llegan hasta el corazón, al abrazarla sentía que su cuerpo se derretía entre mis brazos. No quería apurar los tiempos, era necesario que ella realmente sintiera la necesidad de estar conmigo. A mi también me gustaba estar con ella, las conversaciones fuera de lo sexual eran muy atractivas, ella a pesar de sus 16 años, era una niña bastante habida, madura, llena de inquietudes, dudas a la vez, con sed, mucha sed de querer a cada momento saber más.
Me vestí, me despedí con otro beso, recordándole del secreto.
Asi pasaron los días, y llego el momento de volver a la ciudad.
En la plaza sentado en un banco, Ana me encontró, ella venia con Rocio, me saludaron muy amablemente y guardando la distancia.
– Hola Luis… Dijeron las dos juntas.
-Yo. Hola Chicas ¿Cómo están…
-R. Te vimos y nos pareció lindo venir a saludarte.
Yo tratando de disimular, ya la había visto.
-Yo. Muchas gracias.
-A. ¿Cómo va tu trabajo Lu… Luis (Agrego Ana, casi rompiendo el pacto)
-Yo. Muy Bien. (Disimulando el error que casi comete Ana) Tratando de seguir comente.
-Yo. Mañana viajo a la Ciudad, tengo que traer todos mis equipos y computadoras para trabajar.
-A. ¿Y vas a tardar mucho en volver…
-Yo. Creo que una semana o dos, cuando La Casa este Lista para instalarme en ella.
La dos se encontraban inquietas, como que sabían algo, pero igualmente preguntaban.
-R. ¿Tienes una casa por aca…
-Yo. Si, al Final del camino de Los Plátanos… La casa embrujada en la mio.
Los tres reímos.
-Yo. La están pintando para que sea mas habitables. Necesito un lugar más estable para armar mi estudio de trabajo.
Ana me miro con su carita angelical, me hace una muesca.
-A. Bueno nos vamos Luis, nos estaremos viendo por aca,
-Yo. Si seguir que sí.
Termino el dia, a la mañana siguiente mientras cargaba el equipaje, Ana se acercó a saludarme.
-A. Hola, seguro que volverás.
-Yo. Si, Volveré, tengo muchas razones por que volver, pero tú eres la razón más grande, para que lo haga.
Sus ojitos se pusieron brillosos, una lágrima descendió por su mejilla, entre mis manos tome su carita, me acerque y bese su lagrimita, luego bese sus labios.
-Yo. Con este beso, sello la promesa de que volveré pronto.
No quería hacer tanto drama, solo eran dos semanas, pero no se lo dije; cargue todas mis pertenencias en el auto, y sin mirarla tome la calle principal, ya a lo lejos la vi por el espejo retrovisor, se quedó apoyada contra la pared acurrucada como un animalito con frio… Casi me regreso.
La primera semana en la ciudad, se me hizo corta, fue para embalar y guardar todas mis pertenencias, equipos técnicos, computadoras (tengo varias) y lo más importante y costoso, las pantallas táctiles, las que utilizo en diseños gráficos.
El dia lunes contraté una empresa de mudanzas, ellos me dieron canastos y cajones rígidos para guardan en ellos todo lo considerado Muy Frágil, envolturas para los muebles y lo principal el Sommier King Size 2X2, y asi lo hice, después fui a distintos bancos, con los que trabajo, a transferir fondos a sola dos cuentas personales y cerrar las otras. Y asi pasaban los días, haciendo cosas y cuando me quise acordar ya era viernes, devolví el Departamento a su dueño, ya de noche y realmente estaba cansado, me alojé en un Hotel, después de un baño reparador y una cena liviana, me acosté…
El ruido de la ciudad me despertó, ya eran la 11:00 Hs. me vestí y Sali, quería comprar algunos regalos para Ana, Rocio y Doña Julia que tan bien me había atendido en la pensión. Sábado por la tarde salí rumbo al pueblito, el viaje es largo y con suerte domingo por la tarde llegaría junto con la mudanza, la empresa de limpieza me aviso que el trabajo ya estaba terminado, solo faltaban detalles en los jardines y que se habían desechado los muebles rotos, solo dejando los que consideraron en buenos estados.
Continua…
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