• Registrate
  • Entrar
ATENCION: Contenido para adultos (+18), si eres menor de edad abandona este sitio.
Sexo Sin Tabues 3.0
  • Inicio
  • Relatos Eróticos
    • Publicar un relato erótico
    • Últimos relatos
    • Categorías de relatos eróticos
    • Buscar relatos
    • Relatos mas leidos
    • Relatos mas votados
    • Relatos favoritos
    • Mis relatos
    • Cómo escribir un relato erótico
  • Menú Menú
1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (30 votos)
Cargando...
Dominación Hombres, Fetichismo, Gays

Descendiendo en la perversion II: Lo que un niño provoca en la verga de un niñero. 

El niñero del pequeño Lucas 03: Allí, apoyado en la piecera de la cama se hallaba el pequeño Lucas, con el sucio boxer de Fernando, recién usado, sobre su carita, olfateándolo con profundidad mientras dejaba escapar suaves sonidos causados por el fuerte olor a semen y sudor de su calzón. .

*****

El siguiente relato es una historia ficticia, echa con fines de entretención y no como manual para cometer actos hacia ningún individuo. Este capitulo está dedicado a Milky, gracias por tus riquísimas foto vergas mi bro.

En el capitulo anterior: Luego de descubrir contenido ilegal infantil en la computadora de su vecino, Fernando sucumbe ante el peligro, el morbo y la excitación. Lucas, aunque de manera inocente, no le ayuda y en cambio comienza a desear al mayor, a pesar de ser solo un niño. La verga de Fernando no para de pensar en niños y el deseo de masturbarse lo empieza a controlar. 

*****

Capítulo 3: Descendiendo en la perversion II: Lo que un niño provoca en la verga de un adulto.

 Miércoles, día tres.

El encontrar imágenes y videos de pequeños teniendo sexo para muchos significaría denunciar y entregar al culpable de los hechos, es lo más… lógico y normal. Pero para Fernando, el encontrar tan morboso material significo una caída directa al abismo. Se sentía como el arrepentimiento luego de complacerse, se sentía mal, le ponía a pensar, pero volvía a caer nuevamente.

Esa noche y en un impulso descontrolado dirigido por su verga, guardó las carpetas restantes en su propia computadora. La calentura le había segado y desde las 4 de la mañana se hallaba, desnudo y con la laptop en la cama mientras reproducía más de la oscura colección. La carpeta de infantil sexo oral había sido vaciada y el morbo lo tenía a mil, tanto que le dolía su erección. Su conciencia le decía que se detuviera, pero en ese momento su cuerpo estaba siendo controlado por su verga.

No lo dudo más y entró a otra carpeta “dildo” encontrándose de lleno con 50 videos en donde adultos jugaban con los culitos de los pequeños con objetos. Fernando bajó lentamente por el contenido, divisando las caratulas para escoger el que a su cuerpo más le calentara.

Entonces vio uno que llamó su atención, dio click al video y comenzó a acariciar su verga. Un niño de unos cinco añitos aparecía usando un collar de perrito que a su vez tenía una cadena que era por sujetada por un adulto. “Gatea cachorrito” dijo una voz al fondo y entonces el niño dio la vuelta y comenzó a gatear, permitiéndole observar que tenía un plug en forma de colita incrustado en su pequeño y tierno orificio. El pequeño gateó por varios metros siendo jalado por la cadena, hasta que llego a una habitación llena de hombres… pero el video se cortó.

No quiso perder más tiempo y se fue a la otra carpeta, “fingers” deleitándose al instante con la vasta colección de nenes exponiendo sus culitos a la cámara, mientras los gruesos y largos dedos de sus abusadores les exploraban con profundidad. Siguió viendo por otros minutos, pero de nuevo las caratulas no le impactaban. Así que buscó la tercera carpeta, “creampie” un verdadero manjar, tanto así que apenas vio el primer video sacó su miembro del calzón y se empezó a masturbar.

En el aparecía un pequeño de quizás siete años, sobre una cama color rosada. Tenía las manitos posadas en sus nalguitas, abriéndolas de par en par y exponiendo su agujerito recién profanado. “Has fuerza como si fueras a hacer popo” dijo una voz masculina y seguidamente un chorro de leche salió desde dentro, cayendo de lleno a la camita.

Justo al lado estaba la continuación. El pequeño ya no estaba en una cama, ahora estaba en un sillón, en posición fetal con las nalguitas paraditas mientras una mano con guantes de látex, se las abrían e introducía un extraño aparato de metal muy parecido a los usados en revisiones médicas. Cuando estuvo todo dentro, el hombre lo abrió he hizo que el anito de niño se expandiera y le dejó ver a Fernando sus tripitas, repletas de leche.

El niñero quedó atónito por el erotismo de tal escena, sentimiento que solo aumento cuando el hombre saco el aparato y le pidió al pequeño que hiciera fuerza logrando así expulsar toda la vasta cantidad de leche acumulada en su recto.

– F: ¡No! Es demasiado… demasiado…

Pero aun así cedió, se acomodó en la cama con las piernas abiertas y sujetó su verga con firmeza. Subió el volumen de la laptop y dio rienda suelta a su placer, sin percatarse de que Manuel había llegado a la casa.

– M: ~ Toc toc toc ~ Chico, ¿sigues durmiendo?

Su corazón se aceleró y se le cortó la respiración. Cerró la laptop de un azote e intentó cubrirse, pero fue demasiado tarde y el hombre entró.

– M: Wow, baja esa pistola, soldado – dijo con sorpresa al ver al niñero desnudo y con su verga balanceándose por la brusquedad del movimiento.

– F: Verga ¡Por qué no esperaste! joder que pena – contestó mientras se ponía la ropa con rapidez.

– M: ¿No te podías esperar a jalártela al llegar a tu casa? Un poco de respeto hombre.

– F: Perdona, no me pude aguantar, ya sabes… me levanté con el amiguito contento.

– M: ¿Amiguito o amigote? – bromeó el mayor ante la incomodidad del menor – Estoy jodiendo.

El hombre salió, permitiéndole al niñero regular la respiración. Por fortuna no vio su pantalla porque hubiera estado en problemas. Acomodó su verga a un costado intentado que no se notara, a pesar de que el hombre la vio en toda su dureza.

Al llegar a casa, Fernando se encontraba solo, su tía no estaba y al revisar en el celular se enteró que llegaría al atardecer. Una sonrisa culposa se dibujó en su rostro mientras corría a su cuarto. Nada más entrar, empezó a quitarse toda la ropa, exponiendo su atlético cuerpo. Se sentó frente el escritorio, encendió la laptop y abrió otra carpeta.

Pasó las siguientes dos horas terminando lo que comenzó, manteniendo siempre una punzada en el corazón. Cuando vació el contenido, cayó al suelo derrotado, con los ojos cansados y con la respiración entrecorta, la tentación le ganó.

Llegada la tarde, su mente era consumida por el arrepentimiento. Caminaba agobiado por su casa mientras pensaba ¿Nunca se dieron cuenta de lo que les hacían a esos niños? ¿Sus madres nunca los revisaban? Por el tamaño de tales vergas, era imposible que no lo hicieran, mínimo esos nenes debían pasar horas o días sin caminar, sufrían con cada paso que daban e incluso el ir al baño debía ser una tortura ¿Cómo es que nadie se alarmó?

Fernando entendió que los casos de las noticias eran ciertos, afuera existía un mundo aterrador, un mundo que descubrió sin querer y que ahora estaba consumiéndolo. Su mente le atormentaba, recordándole una y otra vez lo que había hecho, una acción impulsiva que le llenó de emociones: miedo, culpa y vergüenza. Aun así y con el bulto de emociones en la cabeza, se alistó para ir a la casa del pequeño.

Lucas lo recibió tan contento como los dos días anteriores. Rápidamente le pidió jugar con sus muñecos que estaban esparcidos en la sala, pero como se sentía cansado, algo agotado y además no se había bañado desde la noche anterior, le pidió al niño que lo esperara mientras se aseaba.

Al entrar a la habitación se desnudó con el suave resplandor de la luz que se colaba por la ventana y proyectaba un tono cálido sobre su tonificado cuerpo. Contemplo su silueta en el espejo, su verga parecía un poco hinchada por la cantidad de pajas que se había hecho en la madrugada. Dejo caer la ropa en el suelo y entró a la ducha cerrando la puerta tras de sí.

Intentó relajarse en la ducha, pero su mente no dejaba de pensar en los videos. No podía quitarse de la cabeza la imagen de los pequeños, lo que provocó que su miembro fuera agarrando fuerza. Maldijo en voz baja, tratando de parar la erección, pero sencillamente no funcionó. Pasado unos 15 minutos salió de la ducha y se envolvió una toalla en la cintura, salió del baño hacia su habitación, pero apenas puso un pie en la puerta se encontró con una escena que le congeló.

Allí, apoyado en la piecera de la cama se hallaba el pequeño Lucas, con su sucio boxer blanco y recién usado sobre su carita, apretándolo con sus manitas. Fernando quedó paralizado ante tal sumiso acto. Lucas olfateaba con profundidad mientras dejaba escapar suaves sonidos causados por el fuerte olor a semen seco y sudor de su calzón, y no era para poco, ya que el calzón estuvo guardando sus genitales por al menos 30 horas.

Pero como si no fuera poco, Fernando vio como el menor observaba la prenda con detención justo en la zona donde se alojaba su verga y con su dedito, recogió una sustancia viscosa impregnada en la tela que igual olfateó… era líquido seminal.

– F: ¿Qué carajos estás haciendo? – preguntó en voz alta, alterado por la situación.

Lucas brincó asustado por su repentina presencia y arrojó la sucia ropa interior hacia un rincón de la habitación intentando que Fernando no viera.

– L: ¡Nada! – dijo con voz llena de inocencia – Te estaba buscando, Fer.

– F: ¿Que tiraste para allá? – preguntó con cierta dureza mientras se encaminaba hacia el lugar.

– L: Nada Fer… nada, no vayas – suplicó el menor al tiempo que con intentaba detener al mayor

Sin embargo, el fuerte forcejeo causo que la toalla cayera al suelo y con ello el atlético cuerpo del niñero quedo expuesto, junto su peluda verga que aún seguía en erección.

– L: ¡Guao! Tu espadota esta más grandotota.

Exclamo el niño deslumbrado por la dureza y longitud de su tamaño en erección, pero que sin embargo al niñero le causo temor y rápidamente se cubrió, no sin antes alejar al menor.

– F: Lucas, no vuelvas a hacer eso, está mal – sentencio – ¿Que hacías con mi ropa interior?

– L: Nada Fer, lo prometo – le dijo cabizbajo y con una vocecita llena de tristeza.

– F: ¿Por qué estabas oliendo mis calzones?

– L: Yo… quería ver si estaba sucia – explico el pequeño con tierna voz – a mi tío no le gusta que dejen ropa sucia en el suelo… y yo, yo…no quería que te regañara Fer.

Fernando resopló con negación y miro al niño a los ojos, encontrando una mirada sincera y con algo de tristeza. ¿Era eso? No estaba convencido, no le daba la impresión, pero tal vez era cierto y estaba exagerando las cosas… debía parar de mal pensar las cosas que hacia el pequeño.

– F: Está bien, sal y espérame en la sala ¿bueno?

Esa tarde continua con un toque de incomodidad, siguieron jugando e interactuando, pero gracias a los videos y fotos que descubrió las anteriores noches, los actos del pequeño Lucas le parecían encimosos, como un doble sentido que lo estaba poniendo nervioso. Lucas no paró de preguntarle sobre su “espada” algo que le incomodaba y se tuvo que zafar. Llegada la noche y después de cenar, el pequeño cayo rendido luego de la tarde de juegos lo que aprovechó para descansar.

De pronto todo se puso oscuro y borroso. Se vio a si mismo acostado en la cama. Su boxer yacía en sus rodillas y su verga relucía erecta, muy dura y apuntando brillosa hacia su rostro. Pero no podía moverse…parecía estar en una parálisis.

Estaba caliente, muy caliente. Llevaba semanas sin tener sexo y las pajas no le eran suficientes, tanto que hasta sufría su subconsciente. Entonces sintió como una mano sujetaba su pene, seguido de algo que lo guardaba en un lugar ardiente. Se sentía tibio, pegajoso o más bien algo viscoso y apretaba su glande sin detenerse.

Su mente se nubló con recuerdos indecentes, en donde su novia lo complacía con brutalidad, así que pensó que se trataba de ella, que estaba allí para satisfacerle. Recordó múltiples veces en que le destrozó su vagina con su duro trozo y como la mujer quedaba temblando después de correrse. Pero… algo empezó a sentirse diferente.

Las manos que masajeaban su verga se sentían… pequeñas, suaves, calientes. No eran las manos de su novia, incluso las apretadas paredes que él imaginaba era su vagina se sentía muy viscosas, húmedas y estrechas diferentes. ¿Estaba soñando con alguien diferente?

La cruel tortura se extendió por varios minutos, tiempo en el que su verga era masajeada en un vaivén constante y era apretujada entre paredes hirviendo sin compasión, y entonces pasó. Sus testículos se contrajeron al igual que su pelvis y eyaculó. Chorros y chorros de semen entraron dentro de la extraña en sus sueños. Una corrida brusca que lo dejo sin aliento, pero cuando la silueta se aclaró, casi que pierde la respiración…

Parecía ser el cuerpo… de un niño pequeño.

– F: ¡No! – gritó aturdido despertando de golpe.

Un sueño, había sido un cruel sueño… eso pensó, aunque inmediatamente notó que su ropa interior estaba bajada, mal puesta dejando expuesta su flácida verga, la cual, al ver con detalle notó que tenía semen seco sobre sus pelos y que también… la puerta estaba entreabierta.

Extrañado, subió su boxer y luego salió al cuarto del menor por mera intuición. Lo vio dormido en su camita, con su pijamita y abrazando su oso de peluche gigante con el que siempre dormía, y allí entendió que no podía ser él. Sacudió la cabeza deshaciéndose de las dudad inmorales. ”Lucas es solo un niño, ni debe saber de esas cosas” pensó, regañándose por su paranoia incoherente.

Jueves, día cuatro.

Después de despedirse de Manuel, el niñero salió rumbo a casa aturdido por lo acontecido mientras dormía. El sueño con el pequeño se había sentido tan real que incluso su genital tenía sensibilidad, como si acabara de masturbarse. El alto consumo del contenido estaba teniendo consecuencias. Aun así, no podía sacarlo de su mente y apenas llegó se fue directo a su cuarto, encendió la laptop y abrió la siguiente carpeta “Anal” y lo que vio en la pantalla lo dejó atónito.

Una colección de videos perversos en donde los niños esta vez eran empalados por vergas adultas se sucedían uno tras otro, siendo más de 200. El niñero sintió un nudo en el estómago, una mezcla entre horror y repulsión, pero al mismo tiempo su pene se puso tan duro que cada palpitación le provocaba una estimulante reacción dolorosa.

Comenzó a deslizar por la pantalla, analizando las diferentes caratulas con miedo, hasta que llegó a una que le puso los pelos de punta. Un hombre yacía acostado con un nene culón en su cuerpo, incrustando su pene en su pequeño culito. Su miembro debía medir unos 16cm, y aunque no se la metía toda, hacía que las paredes anales del niño se abrieran por el esfuerzo.

Fernando se sentía abrumado por la magnitud de lo que estaba viendo, pero por alguna razón, no podía apartar la mirada. Incluso siguió buscando, encontrando más videos de la misma pareja, pero en este, el nene yacía boca arriba con las piernas abiertas mientras el tipo se la metía con fuerza hasta la mitad, causándole un claro dolor al niño.

Eso le afectó, tanto que paro de masturbarse, sin embargo, en cuestión de segundos el morbo le invadió de nuevo tan profundo que hizo que su pene palpitara por sí solo. Había algo en esa cruel verdad que lo mantenía cautivo, como si estuviera hipnotizado por la obscena realidad presentada ante sus ojos. Abrumado salió de la carpeta, pero no para parar, todo lo contrario, por alguna razón quería seguir viendo hasta sentirse roto.

Cuando abrió “Orgy”, se sorprendió por la fuerte brutalidad de las caratulas; No había moralidad, la cantidad variaba en proporción a la perversión humana. Uno de ellos era un video con dos niños de unos nueve o diez añitos que yacían de perrito chupando un enorme miembro blanco. Los niños intercalaban sus lengüitas sobre el carnoso tallo, mientras el hombre acariciaba sus mejillas y les decía dulces comentarios llenos de ironía.

Pero lo mejor estaba detrás, lugar en donde dos hombres empotraban sus culitos sin piedad. Claro está que le pareció enfermizo, en especial porque los hombres los tenían empalados, pegando sus pelos a sus nalguitas, pero también descubrió que no todo era lo que parecía ya que en el rostro de esos nenes no se reflejaba dolor, por el contrario, ni se inmutaban, solo seguían concentrados en devorar el grueso pene del hombre que grababa.

A ese punto su mano subía y bajaba con fuerza por su miembro, estrujando cada centímetro al mismo tiempo que buscaba algo más fuerte, y entonces se chocó con uno donde solo había un niño acompañado de 6 adultos. Seis hombres de diferentes contexturas y tonos de piel quienes se masturbaban de pie apuntando sus penes al niño que yacía acostado y sin fuerzas sobre el suelo, viendo como los adultos a su alrededor casi se corrían de solo deleitarse con su infantil cuerpo.

Los jadeos eran armonía pura y lo fue aún más cuando comenzaron a venirse. Uno tras de otro soltaron chorros de semen en el pequeño quien no tuvo más opción que recibirlo todo, dejando su cuerpo y carita empapados de abundante leche. Aquello causó una explosión de sensaciones en el niñero que le hicieron perder la cordura.

Salió de la carpeta y se fue a la última “Hardcore” y con solo ver el contenido su pene palpitó. Se acomodó en el borde de la cama y dio click al primer video, descubriendo a un niño moreno de cabello negro, jugando en una compu mientras un adulto yacía desnudo detrás de él.

El niño miraba fijamente a la laptop, jugando, al mismo tiempo que el hombre se masturbaba y lo acariciaba. Luego, el adulto ubicó su verga en el infantil hoyito del niño y empezó a metérsela al tiempo que él fingía estar interesado por el juego. El niño sintió el intruso e hizo un gesto de dolor, pero no se quitó, por el contario siguió jugando, ignorando que el hombre metía más de su pene.

El vulgar adulto comenzó un lento movimiento, dejando ver como su verga entraba y salía hasta la mitad. Luego lo agarró del cabello y volteó su cabeza acercándola a la suya, fundiéndose en un beso apasionado al ritmo de los movimientos de su cadera, un beso que por el sonido parecía con lengua y que incluso hizo que el niño dejara la computadora de lado para abrazar a su macho.

Seguidamente se fue a otro video, un pequeño en pijama lloraba al sentir la verga de su abusador empotrarle sus nalguitas. El morbo de Fernando llegó a tope cuando escucho al niño decir “Papi, me lastimas” dándole a entender que el mounstro que le abusaba era su propia sangre. Pero lejos de alarmarse, su cuerpo reaccionó con violencia, haciéndole sudar por cada poro y gemir en alto al tiempo que su mano seguía subiendo y bajando.

El video siguió por casi dos minutos más en los que el padre arremetió contra el culito de su hijo sin piedad. Sus gordos huevos chocaban con su cuerpecito causando un sonido de “plash plash” alucinante al mismo tiempo que su pene entraba y salía por completo, un pene que, si bien no era enorme, para un nene pequeño debía significar un dolor horrible. Cuando el archivo finalizó, la respiración del niñero estaba tan acelerada que casi parecía que tendría un paro cardiaco, una señal que debía parar, pero entonces lo vio, un video que hizo que todo se redujera a cero.

*****

Hasta acá la tercera entrega. Gracias a todos los que leyeron y escribieron, en especial gracias a los que mandaron fotos de sus vergas, nuevamente disfruté cada imagen como no tienen idea. Les dejo el tele @Samu19973. si mandan fotos prometo les respondo jejeje. NO hago cambios porque no consumo ese material, solo relatos y morbo.

143 Lecturas/30 julio, 2025/0 Comentarios/por Byron6969
Etiquetas: amiguito, anal, hijo, mayor, padre, recuerdos, sexo, vecino
Compartir esta entrada
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en X
  • Share on X
  • Compartir en WhatsApp
  • Compartir por correo
Quizás te interese
Me metieron preso por violación, pero me cogí a mi prima policía.
Mis inicios sexuales con mi hermana Julia
Buscando una polla que me follara, entré a los aseos públicos.
Fantasias atrevidas
Mis juegos desde niño
Pareja madura me corrompe a los 16 PT1
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.

Buscar Relatos

Search Search

Categorías

  • Bisexual (1.144)
  • Dominación Hombres (3.504)
  • Dominación Mujeres (2.670)
  • Fantasías / Parodias (2.786)
  • Fetichismo (2.374)
  • Gays (20.885)
  • Heterosexual (7.440)
  • Incestos en Familia (16.834)
  • Infidelidad (4.150)
  • Intercambios / Trios (2.847)
  • Lesbiana (1.092)
  • Masturbacion Femenina (789)
  • Masturbacion Masculina (1.635)
  • Orgias (1.805)
  • Sado Bondage Hombre (416)
  • Sado Bondage Mujer (157)
  • Sexo con Madur@s (3.789)
  • Sexo Virtual (231)
  • Travestis / Transexuales (2.277)
  • Voyeur / Exhibicionismo (2.246)
  • Zoofilia Hombre (2.073)
  • Zoofilia Mujer (1.618)
© Copyright - Sexo Sin Tabues 3.0
  • Aviso Legal
  • Política de privacidad
  • Normas de la Comunidad
  • Contáctanos
Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba