Después de la práctica de futbol su compañero de equipo le comió el culo
UN chico en las duchas se le queda viendo la verga a un compañero de equipo, este se da cuenta y lo pone a mamar y posteriormente lo cita para comerle el culo bajo la amenaza de que se lo contará al resto del equipo. .
Después de la práctica de futbol su compañero de equipo le comió el culo….
Hola, ya les conté como convencí al chico, de cómo poco a poco, de estar viendo revistas de mujeres desnudas en mi tras tienda, paso a masturbarse bajo mi atenta mirada, y como él finalmente me las fui arreglando, poco a poco sin presionarle, primero proponiéndome que me dejase tocar su pequeño miembro, luego le pedí que él me la tocase a mí, de eso pasé a tocar sus nalgas, hasta que finalmente accedió a que me dejase comerle el culo.
Él ya llevaba unos cuantos meses, teniendo sexo a conmigo en la tras tienda, pero en el Club de Futbol, al que él asistía, al terminar la práctica del club, mientras que algunos de sus compañeros del equipo y él, se encontraban en las duchas.
El chico me contó que se quedó observando detenidamente el miembro de uno de sus compañeros, mientras se duchaban, por lo que me dijo ninguno de los demás se dio cuenta de eso, excepto al chico que él le estaba viendo su miembro.
Este se demoró un poco más enjabonándose una y otra vez todo su miembro, al que el chico, mientras el agua de su ducha le caía sobre todo su cuerpo, sin parpadear no le quitaba la vista de encima.
De momento el otro se le acercó, y colocando una de sus manos sobre su hombro, le presionó ligeramente sin decir palabra, en ese instante el chico levantó la mirada y lo vio fijamente a los ojos, y aunque muerto de vergüenza enseguida comprendió que era lo que su compañero de equipo deseaba que él hiciera.
Sin perder tiempo, sus rodillas se doblaron, quedando su boca a la altura de su erecto miembro, no tardó nada, en abrir su boca y dejar que le penetrase.
Su compañero colocó sus manos, sobre la mojada cabeza, y comenzó a guiar la mamada que tan sabrosamente él le estaba dando.
Por un buen rato se lo mamó, chupó, lamió y hasta le besó el glande, antes de que su compañero de equipo le sorprendiera cuando su verga comenzó a escupir, toda su leche, directamente dentro de su boca.
Después de eso solo le dijo. “mañana, al salir de clases, nos vemos de tras del depósito de agua del club”.
Al día siguiente puntualmente el chico llegó tras el depósito de agua, y al poco rato llegó su compañero de equipo, el chico algo nervioso le preguntó qué era lo que deseaba decirle, y él simplemente le dijo, “que va ser maricón, que te quiero dar por ese culo”. El chico se quedó impresionado por la manera tan brusca y grosera en que su compañero de equipo le habló.
Por lo que hasta comenzó a retirarse, cuando el otro lo agarró por el brazo y le dijo. “O me das el culo aquí, y ahora o le voy con el cuento a los chicos del club.”
En ese momento no lo pensó, pero de inmediato le dijo. “No, no se lo digas a nadie… yo hago lo que tú quieras, pero no lo digas”.
Después de ese instante, le dijo. “Ok quiero darte por el culo, así que ponte en cuatro”. Como ese sitio era bastante retirado del club y lo que había alrededor eran tan solo matas, en lugar de bajarme los pantalones únicamente, se desnudó por completo.
Cuando su compañero de equipo le vio hacer eso, se le quedó viendo las nalgas y le dijo. “La verdad es que si parecen las de una chica”. Y tras decirle eso, mientras se colocaba en cuatro, su compañero se bajó el pantalón sacando su verga la dirigió de inmediato al centro de sus nalgas.
A diferencia conmigo, por lo que me contó el chico sobre el miembro de su compañero de equipo, que era un poco más pequeño, y solo llegó a usar su propia saliva como lubricante, él sintió con mayor fuerza, el dolor de su penetración.
Pero a pesar de ello, comenzó a mover sus nalgas contra el cuerpo del otro, buscando un mayor placer de su parte.
Su compañero de equipo le sujetaba con fuerza por las caderas, y a medida que se lo hundía dentro de su culo, con mayor fuerza lo apretaba contra él.
Por su parte a pesar del dolor, el chico disfrutaba inmensamente de esos fuertes apretones, y de todas las cosas que le fue diciendo, su compañero de equipo a medida que le siguió dando por el culo.
En cierto momento se comenzó a recostar sobre el chico, hasta que su boca estuvo sobre su nuca y sus orejas las que mordía sabrosamente a medida que continuaba metiendo y sacando su verga del culo.
Quien me dijo que estaba que explotaba de felicidad, se sentía tan seguro en los brazos de su compañero de clases, como si fueran los míos.
Su compañero continuó dándome por un buen rato, hasta que sus movimientos se aceleraron y lo apretó con mayor fuerza, para luego detenerse poco a poco.
Hasta que después de un corto momento de tranquilidad, sacó su verga del culo del chico, y le preguntó. “¿Cuántos, ya le habían dado por el culo?”
Por aquello de ser discreto, le dijo que él era el primero, al que le había mamado la verga y dejado que me diera por el culo.
Pero que, por amor de Dios, que no se lo contase a nadie, lo cierto es que eventualmente varios de los miembros del club, se enteraron de que el chico le daba el culo a su compañero, y por consiguiente a todos ellos también se los tuvo que dar, bajo la amenaza de que se lo dirían a otros.
Cuando finalizó esa temporada, ya las nalgas del chico eran bien conocidas por la mayoría de los miembros del club, incluso por los conserjes.
Cosa que cada vez que lo hace, viene y me lo cuenta, con lujo de detalles mientras que yo le doy sabrosamente por el culo, mientras que él permanece vestidito de nena.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!