Desvirgué a mi hijo de 11 por parecerse a su mamá. Parte 5
Con mi cuñado nos cachamos a mi chibolo y Sebastián regresó… .
Hola, Soy Eduardo, estuve ocupado por la chamba. continuaré el relato
Esa noche que mi cuñado, Carlos, de 55 años había llegado con unas Chelas, nos pusimos a hablar de todo, de trabajo, de fútbol y de mujeres, yo sé que está casado con mi hermana, pero somos hombres y soy consciente que una conchita no es suficiente y me contaba de las hembras que se tiraba, sus gustos son las voluptuosas, las de aspecto MILF, él siempre me pareció un macho bonachón. Entre tanta conversa, se nos acercó Matías. Quien llevaba un shortcito de fútbol, a mi bebé se le notaban cada vez más las nalguitas levantadas. Mati ya había entendido mi morbo, que lo vea cómo otro macho se lo coje.
Carlos estaba ya picado, los 3 solo estábamos con short y sin polo, Carlos abraza a Mati y no lo suelta, le da un beso paternal en la mejilla y exclama
-Yo a este huevon lo quiero mucho
Mi hijo empezó a acariciar su muslo
Y yo pregunté: ¿qué tanto lo quieres?
-Como a un hijo
Mati se acercó despacio a darle un beso, a lo que Carlos se quedó quieto.
-Tranquilo cuñado, está bien
Carlos se quedó quieto Matías no perdió tiempo y se colocó sobre él, no dejaba de besarlo, Mi cuñado ya correspondía al beso de su sobrino y sus manos ya subían a sus nalgas. Empezó a frotar Y a apretar ese culito que ya varias veces me había apretado la pinga.
-Mati, chupasela, obedece
-Sí papito
Mi chibolo se puso de cuclillas ante el sofá donde estaba sentado su tío, restregó su carita en su entrepierna, que ya tenía la forma erecta de su pinga
Le bajó el short y su pinga salió disparada, estaba paradísima.
Carlos es medio gordo, con harto vello, tiene la pinga rosada y de tamaño promedio, unos 15 cm. Pero sí bastante gruesa. Mati se le acercó a su boquita, hasta a mí me llegaba el olor a sudor y macho que tenía.
Sacando la lenguita Matías empezó a introducir la cabecita a su boca. Carlos se retorcía. Y mi chibolo, como toda perra terminó metiéndose la pinga entera en la boca, sin sacarse el pene de su tío de la boca, se puso en 4, y levantando la colita. Qué rica imagen, ver a mi bebé de 11 años chupándole la pinga a su tío de 55 años.
Me Acerqué a aciriciar esa colita, estaba ahí para mí
Le quité el shortcito
Remojé con saliva mis dedos y empecé a introducir un dedo, Mati gimió de placer, intenté con dos, se quejó un poco, pero estaba concentrado chupando la pinga de Carlos, fui por el tercer dedo, ahí se encogió un poco y apretaba más resistiendo en que entre el tercer dedo, fui girando mis dedos que ya estaban y acariciando suavemente su espalda baja con mi otra mano, se relajó y el tercer dedo terminó entrando completo, los dedos estaban bien mojados y podía encogerlos para seguir dilatando ese huequito, el meñique fue más fácil, soltó un quejido de dolor y por un momento dejó de chupar pinga, para poder expresar su dolor, Carlos lo agarró de la cabeza, le acarició la mejilla y llevó su cara hacia su pinga nuevamente, volvió a chupar como hembra mientras yo tenía 4 dedos bien metidos dentro suyo, esa imagen me arrechó más.
Lo levanté, me senté junto a Carlos, y ordené a Matías a sentarse sobre su tío, así lo hizo, entró más rápido, ya lo tenía abierto, empezó a cabalgar sobre él, la pinga entraba y salía sobre mi bebé de 11, mientras yo me la jalaba. Decidimos ir al cuarto.
Puse a Mati en 4 y su tío se puso detrás de él a frotar su pinga con harto pre seminal y empezó a entrar, mientras, yo estaba a la altura de su boquita
Empezó a mamar y mamar, por mi madre, rikisimo, la práctica hacía que lo haga mejor, me hacía garganta profunda y me miraba con esos ojitos llorosos mientras su tío se la clavaba.
Pensaba en lo afortunado que era, que mi propio hijo sea mi amante, mi mujer y sobretodo tan jovencito y tan experto
Después de un rato escuché a Carlos gruñir con fuerza y a darle más duro a mi chibolo, mi hijo blanqueó los ojos y su tío gritó de placer, estaba preñando a mi hembrita. Me excitó tanto sus gemidos que solté unos chorros de lecha en toda la cara de mi hijo.
Carlos salió de él y Matías quedó tumbado boca abajo, le levanté la carita que la tenía blanca de toda la leche que le embarré, me aproximé a ver su culito, estaba abierto y botaba la leche de su tío.
-Buena, cuñado – Dijo Carlos – Siempre te lo cachas?
-Siempre que yo quiera, es mi hembrita, la mejor de todas
-Uff, que envidia
-No te acostumbres, huevon, él es solo mío
-Comparte pe
-No jodas, ya te lo cachaste, consíguete tu propio niño
Nos pusimos los shorts nuevamente y fuimos a la sala a seguir chupando. Mati entró a bañarse y se metió a dormir.
Pasaron unos días. Mi hijo ya era mi mujer, yo llegaba del trabajo, me recibía con un beso, siempre en shortcito, me traía algo de comer, me atendía bien, como una mujer atiende a su hombre, me daba masajes en los hombros y me entregaba la cola. Una tarde quise experimentar más y después del trabajo pasé por una tienda y compré unas pantimedias de mallas y mini una falda de colegiala. Estaba listo para ponérsela a Mati, cuando llegué a Casa, Él estaba nuevamente esperándome, con su shortcito de siempre, unas medias largas de fútbol, estaba sudoroso, había tenido una pichanga hacía un rato a la vuelta de la casa. Cuando me lo estaba comiendo a besos tocan a la puerta, era Sebastián.
-Hola, puedo pasar?
-Hola, y ese milagro? – le dije mientras lo hacía pasar
-Yo, no sé, me quedé pensando en la última vez
Yo frotandome el bulto
-Y qué piensas?
Sebastián no dejaba de verme el paquete, se quedó un rato en silencio y con sus dos manos se dispusó a quitarme el cinturón y a sacarme la pinga, se la puso en la boca sin pensarlo
Matías estaba a un costado, se le notaba celoso
-Ven – le dijo Sebastián a Matías
Mati se acercó y Sebas hizo lo mismo con mi chibolo, le sacó la pinga y se puso a chupar. Metía y sacaba nuestras pingas de su boquita.
Le dije a Matías: hoy te toca ser machito, cachate a esta perra.
Fuimos a la habitación, Sebastián, sin tardarse se quitó la ropa, quedando calatito, boca arriba y abriendo las piernas. Pensé en las medias, las busqué y se las entregué, junto a la falda
-Ponte esto, conchatumare
Sebastián obedeció, y ahí lo teníamos, un niño de 12 con una faldita y unas panties entregando culo a dos hombres, a padre e hijo.
-Te gusta lo que ves – le pregunté a Matías
-Síí, mucho
-Espero algún día te caches a unas hembritas también tú, empieza por esta.
Quería que mi hijo experimenté con mujeres también. Quiero que sea un machito cachero ante todos, aunque en mi cuarto sea mi mujer. Así que algún momento iba a hacerlo experimentar con hembras, si le gusta o no me da igual, mientras siga actuando como varoncito y sea mi hembrita exclusiva.
Mati se puso en la entrada del culito de Sebastián y empezó a introducir su pinga en él, Sebas resultó más pasiva, y eso que siempre se había pintado como el más cachero y macho. Mi chibolo se la introdujo aún más y empezó a gemir
-Ahhh, hmmm, qué rico
-Di quien es tu hombre – le dijo Matías.
Me sorprendió que mi hijo se ponga tan dominante. Yo veía en primera fila el espectáculo, fumandome un puchito y tocándome la pinga.
Mati, lo hacía muy bien, debo reconocer, Sebastián tenía las piernas en los hombros de Matías
-Di que eres mío
-Soy tuyo
Matías le dió una cachetada a Sebastián
-Como mujer, mierda
-Soy tuya, soy tuyaa
Matías escupió a Sebastián en la cara mientras se la seguía metiendo
Cambiaron de pose a misionero, y Mati cada vez era más agresivo (pienso yo como venganza de la vez que lo violó). No tenía piedad. Sebastián se quejaba de dolor y placer
Yo exclamé: Te gusta, no, perra?
-Ay, síí. Me encantan
Escuché a Matías gemir más y más fuerte, se estaba corriendo dentro de Sebastián. Sebastián agarraba con fuerza la almohada
-Qué rico, ptm, me llenaste todo.
Matías salió de él
-Chócala, campeón, sí que sabes cachar ah. Ya Sebastian, vete a tu casa nomas.
Lo despaché inmediatamente, mi Chibolo ya lo había utilizado, pa qué más. Y si Sebastián quería que un macho mayor se lo cache tendría que regresar otro día, nos íbamos a divertir mucho con él.
Una vez que se fue, yo estaba arrechazo, necesitaba a mi hembrita de siempre, mi chibolo, quien había dejado su rol de macho dominante a ser una hembrita sumisa para mí, se colocó la faldita y las panties y se puso en 4 abriéndose las nalguitas con las manos
-Para ti, papito
-Qué rico, mi amor…
Como sigue?
Hola me re calientan tus relatos…te dejo mi telegram y hablamos por ahi si queres @facuzoo
Sii que Sebas sea la mujer de tu hijo UFF y sea así de dominante , que tu hijo solo sea pasivo contigo o con otros maduros aprobados por ti
Y pues ustedes 2 denle verga a llenar a Sebas
Uff como.me gusta que tu hijo sea tan machito con Sebas que el sea el activo y solo contigo o otros señores autorizados por ti se deje dar
Estaría padre esa platica donde le digas que puede darles verga a Sebas y otros chavos o chavas pero que solo tu le puedes dar a el
Que un día llegue Sebas a que tu hijo le de verga y que tu llegues y solo los escuches gemir
Excelente relato como siempre… como sigue?
Uff…menuda excitacion me provocaste… Tengo la verga durísima y muy húmeda ahora mismo… Ojala pronto subas la próxima parte.
He disfrutado mucho de tu relato, me encanta la forma que tienes de escribir y de narrar todo y me encanta ver como el pequeño disfruta. Ojala nos sigas contando mas de esta historia.
Muy buen relato… como continua…?
Como sigue?
Gran relato… Estoy demasiado excitado ahora mismo… Ojala subas pronto mas.
wow ke rico
Necesito ver más de Sebas siendo la putita de tu hijo
Quiero ver a Sebas como la hembra de tu hijo