Disfrutando de un rico huequito
caldito buscaba comida y terminó comiendo chorizo con huevo y leche, jajaja. .
Inicio describiéndome.
Tengo 28 años, mido 1.84cm, soy moreno, velludo, algo mamado, (mi verga mide 19cm, gruesa, venuda y cabezona.)
Ya tenía rato de no salir de antro, así que decidí irme un sábado a una zona famosa de GDL. (Chapu) Esa zona es de puros antros y bares; ahí me fui con varios amigos para disfrutar la noche y ponernos hasta el culo de pedos…
Después de un rato de estar bebiendo, me dieron ganas de fumar, así que salí y fui a la tienda de conveniencia por unos cigarros; eran casi la 1am.
Llegué a la tienda y estaba abriendo la puerta un nene (morenito, flaquito, chaparrito y, siendo sincero, muy lindo). Al verlo, sentí esa sensación de morbo que todos conocemos y automáticamente se me puso duro el garrote y mis huevos se empezaron a hinchar.
Niño: Señor, ¿me puede regalar una moneda para comer? Es que no he comido nada.
Yo: ¿Estás solo tan tarde, pequeñito? (Él solo dijo que sí con la cabeza).
Le dije: «No traigo monedas, pero si me acompañas a mi coche, te puedo dar dinero y unas galletas que traigo. ¿Quieres?».
El nene dudó, pero creo que su hambre pudo más que su desconfianza y caminó detrás de mío
Llegando al coche, me subí y le dije:
Yo: Mira, si quieres te invito a cenar. Sube al cache y buscamos dónde puedas comer. ¿Quieres pizza o una hamburguesa?
El niño se veía desconfiado y no se animaba, así que lo presioné, encendí el coche y empecé a acelerar despacio. El pequeño estúpido corrió del otro lado, abrió la puerta y se subió.
Niño: —Nunca he comido pizza y estaría muy rica.
En ese momento puse los seguros de las puertas y comencé a conducir, le dije: —Ahorita encontramos un lugar en donde podamos comer bebé. (Mi voz y cara llena de perversión).
Ya tenía la verga durísima y los huevos cargados de mecos a punto de reventar; solo pensaba en el rico manjar que cenaría esa noche.
En todo el camino no hablamos; yo solo me apretaba la verga sobre el pantalón y me la acomodaba, buscaba un lugar donde estacionarme y empezar a gozar de ese rico pollito que tenía al lado mío.
Para mi suerte, encontré una calle toda obscura, así que me metí ahí y a la mitad de la calle estacioné y apagué el coche. Esa calle era como de negocios y bodegas (cerca del abastos), no veía casas alrededor.
El niño se puso muy nervioso y paniqueado y me dijo… (su carita y ojos se llenaron de miedo)
Niño: Por favor, no me haga nada.
Yo solo lo agarré del cuello y le dije: VAS A SER MÍO, PUTITO, VOY A ROMPERTE ESTE CULITO (apretando sus pequeñas nalguitas).
Le quité la playerita y pude ver mejor lo delgado y pequeño que era su cuerpo, sus costillas se marcaban y eso me encantaba, me aventé sobre él y lo besé aunque él no abría la boca, así que se la apreté, metí mi lengua a la fuerza, le dije:
—Vas a hacer un niño bueno o te va a doler.
El nene solo temblaba de miedo y empezó a llorar (música para mis oídos).
Con la otra mano me empecé a sacar la verga del pantalón, así que lo jalé del pelo y le puse mi verga en la cara. ¡¡TRÁGATELA, PUTO, ABRE LA BOCA O TE ROMPO TU MADRE, LE DIJE!!
El mocoso abrió la boca llorando y empecé a bombear aunque sus dientes me rozaban, así que le saqué la verga de la boquita, jalé su diminuta carita hacia la mía (que se veía gigante en comparación) y lo puse enfrente de mí. Viéndolo a los ojos, le dije:
—Si siento tus dientes de nuevo, te voy a partir la cara, cabrón. (Le escupí y le embarre toda la saliva en la jeta).
Le abrí la boca con los dedos y se la volví a meter; era delicioso sentir su boquita húmeda y escucharlo sollozar y atragantarse.
Mi verga estaba llena de su baba que llegaba hasta mis huevos peludos.
así que empecé a restregarle mis bolas y mi culo (lo tengo muy peludo) en toda la carita, a el le apretaba las manitas con mis rodillas, él gritaba pero mis nalgas ahogaban sus gritos, yo me jalaba la verga enfocándome en la cabezota de mi pito disfrutando de toda la sensación y morbo del momento
saco su carita de entre mi culo y lo vi: su carita estaba toda roja, con sus ojitos rojos de tanto llorar y lleno de lágrimas de las arcadas que le provocaba la violación oral que le estaba haciendo.
Eso me prendió aún más, era increíble ver lo indefenso y vulnerable que estaba; podía hacer lo que quisiera con él y no podría hacer nada para evitarlo.
Así que lo voltee y le bajé su pants o ya ni sé qué era, y ahí estaba su culito (sus nalguitas pequeñas y redonditas).
su agujerito cerrado, rosa y hermoso (era virgen completamente)
Sin pensarlo, agarré mi verga llena de saliva del nene, le di una escupida a ese hoyito y empecé a tratar de metérsela. Batallé demasiado, pues el mocoso se movía, así que lo agarré y le metí unas buenas cachetadas para que se alivianara.
le dejé la mano marcada en el cachete y le dije: —Deja de moverte , o te va a ir muy mal cabron.
Lo volví a voltear y nuevamente puse la cabeza de mi pitote en su entradita y finalmente entró mi verga en aquel apretado culito (sentí como le rompía ese anito y como la totalidad de mi reata se deslizaba dentro de ese pequeño intestino). El nene tiró un grito desgarrador y yo gozaba; cada vez que apretaba ese culito, mi verga era llevada al cielo.
Era increíble la sensación; esas paredes anales me daban un placer que solo hemos sentido los que hemos probado el caldito.
Ese culito virgen y lampiño se estaba comiendo una verga de casi 20 cm.
Sin pensarlo, empecé a bombear.
Era increíble sentir mi verga tan apretada; estaba todo mi pito adentro. El nenito solo lloraba y gritaba, pero mi lujuria pudo más.
Era majestuoso ver cómo mi verga se perdía entre esas pequeñas nalguitas y escuchar el reborte de mis huevos sobre su pequeño cuerpecito.
Estuve como unos 10 minutos bombeando ese culito (estaba todo apretado, caliente y delicioso).
Era increíble estar arriba de él, mi cuerpo de más de 1.80 aplastando el diminuto cuerpecito de menos de 1.30 (era increíble) desaparecía debajo de mi.
Empecé a apresurar las metidas, que cada vez eran más fuertes y profundas. Él gritaba y yo solo le tapaba la boca con una mano y con la otra aplastaba su espalda para que la clavada fuera más profunda.
Imagínense mis pelos pegados a ese diminuto culito porque mi verga estaba hasta el fondo… ufff.
No pude más y me vacié dentro de sus tripitas; 6 chorros de leche lo llenaron. Saqué mi verga y pude ver cómo ese culito estaba todo roto y abierto.
Sin pensarlo, abrí la puerta del carro y lo aventé a chingar a su madre, yo bajé del coche le apunté la verga y comencé a mearlo (un chorro de abundante orina amarilla y espumosa bañaron completamente a ese pendejito), terminé de mear y subí al coche de nuevo
El nene se quedó tirado llorando y bañado en meados completamente desnudo; yo cerré la puerta y aceleré. Ahí lo dejé botado con el culo desgarrado y lleno de leche.
Ya había tenido lo que quería; ya no me servía para nada.
Ese caldito buscaba comida y terminó comiendo chorizo con huevos y leche, jajaja.
Si te gustó, dedícame unas jaladas. Si el morbo te gana mándame msj por Telegram @Hiramcid.
La vamos a pasar muy rico
Rico leer este tipo contenido, me la ponen dura
Delicioso relato. Podríamos ser amigos.
Como sigue? necesito mas.
Excelente relato. como sigue?
Como sigue?