Don José, el pintor folla peques 2 – Primer Orgasmo
Continuando con la segunda parte, Don José me da mi primer orgasmo .
Como conté en el primer relato, Don José no perdió nada de tiempo en comenzar a sexualizarme y hacerme sentir placer en mi pene y cuerpo de 9 años, para su propio beneficio, comenzando ligeramente con tocamientos y besos que me hacían excitarme y hacerme creer que esos mismos juegos los hacía con otro chiquillo de mi edad. En este capítulo entraré en muchos más detalles.
Dos días después de esa primera ocasión, Don José regresó a continuar con los trabajos de pintura en mi casa, para variar yo de vacaciones y solo, con el mando de mis papás de cuidar la casa en lo que ellos trabajaban, ellos no tenían idea que me servían en bandeja de plata para los instintos pederastas de este señor.
La noche anterior yo no había podido dormir del todo ya que había iniciado en mi el instinto de la auto exploración de mi pene, que debo decir que siempre he sido de pene grande, aún de niño ya se veía que al entrar en la pubertad y adolescencia tendría la fortuna de ser dotado.
La mañana transcurrió normal, yo viendo televisión y disfrutando de mis caricaturas tapado en mi cobija favorita y pijama, pero ansioso pensando en si se repetiría lo de hace dos días. Estaba tenso y ligeramente excitado, pensando en cómo sería el pene de este señor, la vez pasada al levantarse vi su prominente bulto y esos ojos que ahora reconozco como llenos de lujuria y perversión, lo único que deseaba es que se sentara conmigo e iniciara lo de la vez pasada, pero esta vez fue diferente, recuerdo que me habló para ayudarle en algo en el patio trasero, que daba justo a la vuelta de mi cuarto.
Recuerdo que me dijo: “Oye, quieres ver algo que traje para ti?” Yo excitado y curioso le dije que si, de su mochila de trabajo sacó una revista que me dejó impactado, recuerdo que al instante sentí que mis mejillas y cara se pusieron calientes, y de nuevo esa sensación pesada en el estómago, era una revista porno, donde dos hombres se hacían de TODO, se mamaban sus vergas, había fotos de penetraciones, en varias posiciones en lo que parecía un cuarto adaptado para cosas sexuales.
Me dijo que si quería la hojeara en lo que él terminaba de trabajar, que fuera a mi cuarto a leerla, mis manos me temblaban de lo exitado que estaba, mi pene se puso durísimo al instante, en ese entonces el internet no era tan común y era algo para gente adinerada, corrí y apague la televisión para poder ver con atención, todo eso era nuevo para mí, no tenía mucha noción del sexo ya que repito, era alguien muy solitario y tenía muy vaga idea de lo que él sexo entre adultos representaba.
El tiempo se congeló para mí para cuando me di cuenta que el me veía de reojo del otro lado del patio, la ventana de este daba justo a mi cuarto y seguramente en su mente pensó algo como: Este niño ya cayó.
Termino de trabajar y todavía faltaban bastantes horas para que regresaran mis papás, Don José me dijo que si me gustaría jugar a esos juegos, el siempre le llamó así a todo, “Juegos” me decía que el amiguito de la otra casa le había encantado jugar algunos de esos y que si yo quería podíamos probar, que me iba a gustar mucho (vaya que tenía razón el cabrón).
Para eso me pidió que me quitara mi pijama, que me acostara y que cerrara los ojos, casi hipnotizado por sus ordenes lo hice al pie de la letra, sentía el aliento entrecortado pero muy excitado, para esto mi pene lo sentía a punto de reventar, en eso escuché el clásico sonido de un zipper bajando, para cuando abrí los ojos estaba el ahí, parado con su verga durísima, solo con su playera puesta y su barba de oso maduro, su pubis lleno de vello y su disposición de usarme a su gusto. Para mí era algo inimaginable como un pene podía ser así de grande y lleno de vellos.
No mentiré en que de nuevo sentí esa mezcla de miedo y excitación, yo ya presentía que era algo que un hombre maduro no debería hacer con un niño, pero mis ganas de sentir lo mismo que el amiguito del que me hablaba me ganaron, el se acercó y subió a la cama poniéndose encima de mí, con sus piernas a los costados de las mías, sus palabras fueron: “No tengas miedo, al amiguito (no recuerdo que nombre le decía) le encanta jugar a esto, solo cierra los ojos”.
Haciendo lo que me pedía volví a sentir como besaba mi cuello de forma delicada, después chupando y pasando su lengua en él y subiendo a mi oreja, chupaba con ganas y con el conocimiento que eso me pondría caliente, yo no podía parar de reír, pero era esa risa de excitación, de esa que te saca gemidos, gemidos que seguro para su mente pedófila era música de los dioses.
Sentía como mi pene me dolía de lo duro que estaba y a la vez sentía su pene babeando y pegando en mi pancita, ahí no pude aguantar y abrí los ojos, en eso me planto un beso que no supe cómo responder, me pidió que abriera la boca, sentí su lengua y labios invadir mi virginidad, era la primera vez que algo me penetraba, su lengua se sentía lasciva invadiéndome y yo solo opté por imitar lo que el hacía, ese hombre me tenía a su merced y yo comenzaba a sentirme enamorado? Se que suena tonto que un niño sienta eso pero para mí fue real, el era un hombre algo guapo y su barba y bigote me hacían sentir cosas que aún yo siendo un niño mi cuerpo reaccionaba a sus impulsos.
Dejo de besarme y comenzó a bajar besando mis pezones, chupándolos y lamiéndolos un poco fuerte, para este punto la risa era incontenible y el se reía a la par de mi, comenzaba a sentir ese cosquilleo en el glande como la vez pasada y se lo dije, el me respondió con un: “Tranquilo, vas a ver que no es pipí lo que sientes, vamos a jugar a lo que viste en la revista”
Yo a este punto me sentía como en un sueño? Era algo irreal e indebido pero el placer me tenía atontado, comenzó a bajar a besar mi pubis y llegó el momento que me dejó marcado, comenzó a hacerme mi primer oral, de una sola vez engulló mis huevos y verguita, yo solo solté algo que definiría como un gemido y risa?
(Para aquellos que tuvimos la fortuna de pasar por situaciones parecidas o hacérselo por igual a un menor sabrán a qué me refiero con este tipo de sonidos tan excitantes jaja).
Recuerdo tener mis manos apretando las cobijas para no reírme y no morir del placer que sentía, el sonido de su boca en mis genitales, el calor de su boca, lengua y vello facial me hacían retorcerme, el estaba llevándome a mis límites, con esa misma sensación de hacerme pipí pero ahora en su boca, se lo mencioné y a él pareció no interesarle por qué seguía en un vaivén intenso de succionar, lamer y apretar con su boca mi pene y huevos, con un ritmo que se sentía casi robótico, su mirada en momentos subía a ver mis ojos y estaban llenos de esa mirada puerca y lasciva, bajando mi prepucio con sus labios, en un movimiento rápido paso sus manos a mi espalda baja y me movía como si fuera su muñeco, haciendo más fuerte la mamada, subiendo y bajándome mientras succionaba y lamía todo, fue ahí cuando no aguanté las ganas de “hacer pipí” y sentí como si un rayo pasara de mi cabeza hasta la punta de mis pies, tuve que gritar y gemir para que parara.
El al salir de su trance me volteó a ver con una sonrisa y yo solo veía como mi penecito daba pequeños saltos y mis huevitos habían desaparecido, había tenido mi primer orgasmo en la boca de este oso adulto, no sé si le oriné su boca o no pero el se relamió su bigote y me preguntó: “Te gustó como se siente? Ya viste que no era pipí?” Yo solo asentí con un cansado y “Sí” la experiencia había sido demasiado agotadora, cualquier niño habría caído rendido ante tal placer inmoral.
Solo pude ver como el al levantarse de la cama había dejado un gran hilo de pre-semen entre su verga dura y mi cobija, con un pequeño charco que se quedó marcado, pensé que el se había hecho pipí y le pregunté que qué era eso, el respondió: “Es juguito que le sale a tu pene cuando se siente bien y feliz, vas a ver que después como a ti también te sale cuando crezcas más.”
Procedimos a vestirnos y reordenar mi cama que había quedada hecha un desastre, el limpió la mancha que había dejado, con agua y un trapo, (ahora me doy cuenta que no era un pedofilo distraído jjaja), me pidió que fuera un secreto como la vez pasada, que podríamos seguir jugando si no le decía nada a mis amigos y mis papás, y que a lo mejor podríamos jugar algún día el amiguito y yo (cosa que nunca pasó lamentablemente).
En el siguiente episodio les contaré cómo me enseñó a hacerle sexo oral y comerme su leche, como me comía mi colita y comenzaba a prepararme para penetrarme duro, gracias por leerme.
Buen relato. Excelente. Continúa.
Publicaré lo que sigue pronto, hice muchas cosas con Don José, me dejó marcado esa relación.
😋
😘😘😘
Bendito Don José , q te ayudo a sentir tico y a hacerte cabroncito enseñándote las mieles del sexo
Me enseñó muchísimas cosas que iré contando, marcó mucho mi persona!
Ufff que rica historia, desearía que me hubiera pasado algo asi a esa edad. Aunque ahora me gustaría ser yo el adulto enseñandole al nene.
He estado en ambos lados y puedo decir que es una experiencia riquísima, siempre y cuando haya cuidado y cariño de por medio.
Me gustó demasiado!!! Me trae recuerdos de mis inicios y de cómo me hicieron sentir un orgasmo así de rico
Me da gusto leer eso, más por que todo lo que digo es real y lo describo como lo he podido ir recordando, no me gusta escribir cosas irreales jeje, un saludo!
Tanto esta parte como la anterior estan super interesantes, una pena que no pueda tener en una sola el como te enseña a chuparlo y te penetre, esperare con ansias la continuacion
Publicaré pronto más relatos que me pasaron con el, soy nuevo en esto de escribir pero me agrada leer tu interesante, un saludo!
Comparto tu visión, cuando te hacen sentir rico con cuidado y cariño es mucho mejor para todos. Tienes Telegram? Me gustaría conversar contigo, te dejo el mío @Cxmast1mes
Totalmente de acuerdo contigo! Te escribo en tu telegram 🫶🏻
Te felicito me encantó me trajo lindos recuerdos de mi infancia