DUQUE EL PERRO QUE ME QUITÓ LA VIRGINIDAD. por Matías
Atención! esta historia es real. Se que es difícil de creer a veces pues muchos dicen lo mismo. Pero así es. claramente con algunas adaptaciones mínimas para que se entienda mejor la historia. Espero que les guste, los leeré en los comentarios… Esta es la historia como duque, el perro de mi vecino.
Atención! esta historia es real. Se que es difícil de creer a veces pues muchos dicen lo mismo. Pero así es. claramente con algunas adaptaciones mínimas para que se entienda mejor la historia. Espero que les guste, los leeré en los comentarios… Esta es la historia como duque, el perro de mi vecino me convirtió en su perra quitándome la virginidad.
Mi nombre es Matías, actualmente tengo 23 años, soy una persona tranquila, no hago nada fuera de lo común aunque en el sexo siempre he sido algo intenso pero bajo discreción. Esta historia ocurre cuando yo tenía unos ll…
Mi madre, siempre fue una mujer muy despreocupada de mi cuidado. Varios de mis primeros años, me los pasé muchas horas a la semana solito en casa. Horas en las cuales me encantaba ponerme vestidos, faldas, blusas, mallas e incluso ropa interior femenina. Sin saber claramente el porqué ya que en ese entonces era muy pequeño para comprenderlo.
Durante esa misma soledad o libertad que me daba mi madre, comenzó en mí la atracción por los hombres, no sé muy bien el porqué tampoco pero fui bastante precoz en eso de la curiosidad o deseo sexual ….
Con el pasar del tiempo la curiosidad o deseo sexual se intensificó en mi, y a escondidas comencé a hacer otras aparte de usar ropita de mujer, hacía cositas como masturbarme o introducir mi dedo o algún lápiz en mi huequito trasero. Todo esto, iniciativado por lo que había aprendido viendo vídeos pornograficos o leyendo relatos calientes de hombres que tenían sexo con otros hombres. Me daba mucha curiosidad y ganas de saber que se sentía estar con un hombre , saber que se sentia ser acariciado por uno y también ser penetrado como lo habia visto y leido tantas veces por el internet.
Pero al ser tan pequeño, la falta de experiencia provocaba algo en mi, miedo. Miedo a ser descubierto, por lo que no me atrevía a experimentar el sexo con un hombre a pesar de navegar por chats de temática gay en donde era muy fácil conseguirlo. Entonces, en mi cabeza de niñx precoz en esto del sexo, decidí ser más discreto según yo, no sé muy bien qué pasaba por mi cabeza en ese entonces, pero me pareció buena idea tentar a la mascota de mi vecino para ver que sucedía. Después de todo, él también tenía algo como todos los hombres y quizás no sería tan diferente la experiencia.
….
Un viernes por la noche, mi madre y mi hermana no estaban en casa, pues cada una andaba por ahí haciendo de las suyas con sus respectivas parejas. Yo me encontraba en el frontis de mi casa, mirando hacia la calle, ya era de noche y estaba todo muy tranquilo puesto que en mi barrio vivía gente adulta principalmente.
Estaba observando la tranquilidad de la noche, hasta que de pronto vi a la mascota de mi vecino saltando el muro de su casa para salir a recorrer el barrio como todas las noches.
Yo lo observaba desde el frontis de mi casa, como jugaba y de paseaba por aquí y por allá buscando que hacer.
Era bastante grande, tenía cara de gruñón e imponente como todo macho, pero quienes lo conocían en el barrio, sabían que era juguetón solamente o eso aparentaba…
Después de algunos minutos viéndolo recorrer el barrio, realicé un pequeño silbido para llamar su atención. Él rápidamente miró hacia todos lados, hasta que se percató de mi presencia y se acercó hasta el frontis de mi casa mientras movía su cola. Yo en ese instante abrí la puerta exterior y lo deje pasar, luego de aquello volvi a mi antigua reposición y me senté en el escalón de la puerta de mi casa y lo llame para hacerle cariño, a lo cual el accedió muy amistoso.
Luego de estar un rato haciéndole cariño, me bajo el bicho de la curiosidad y deseo sexual. Entonces ahí comencé a bajar discretamente hacia su verga, lo tomaba entre mi mano y luego lo soltaba para sentir su grosor y dimensión, y también para saber cual era su reacción.
Cuando la calentura me ganó lo llame dentro de la casa, no sin antes asegurarme de que nadie viera lo que estaba haciendo. Para mí suerte, el frontis de mi casa tenía un muro, el cual tapaba una parte de la casa, aunque no lo suficiente.
Cuando logré mi cometido, fui al refrigerador y le di algunos trozos de jamón mientras lo llamaba hacia mi cuarto. Una vez los dos dentro, cerré la puerta y comencé a desnudarme. Estando completamente desnudo, me agaché a la altura de Duque y seguí con mis cariños. Mis caricias fueron de mayor intensidad hacia su verga, al ver que él no gruñía ni nada por el estilo, cuando vi su punta roja asomarse, supe que debía seguir.
Estuve unos 5 minutos masturbándolo, entre pausas para hacerle cariño, hasta que su pene salió casi por completo de su escondite. En ese mismo momento el perro comenzó a hacer movimientos de querer penetrar, y fue cuando me decidí a probar lo que tanto ansiaba desde hace algun tiempo ya.
Acto seguido me puse en cuatro sobre el piso de mi cuarto y me fui posicionando bajo la gran mascota de mi vecino, mientras tomaba sus patas delanteras para ir acomodandolo sobre mi. En ese instante solo quería quitarme la curiosidad. Cuando estuve cómodo bajo él, tomé su verga y la fui guiando a la entrada de mi agujero.
El perro seguía realizando movimientos de penetracion en mi entrada, trataba y trataba pero se resbalaba, por toda la baba que botaba su verga. Sus movimientos eran de mete y saca pero no lograba atinarle a mi ano, hasta que de pronto comenzó a tomar aún más fuerza su viril verga, se sentía más dura e hinchada al chocar con mi agujero y de pronto entró, sin aviso y con fuerza.
En el momento que entró su verga dentro de mi, provoco un dolor inmenso. Este mismo dolor, me hizo dar un involuntario brinco por el golpe que sentí dentro de mí. Traté de soltarme de su agarre pero fue inútil, sus patas ya estaban aferradas a mis caderas, entonces no me quedo de otra que relajarme y quedarme quieto pensando en que el haría lo mismo, pero claramente no fue así.
Duque, el perro de mi vecino solamente siguió sus instintos de un animal macho, apretaba mis caderas con sus patas delanteras y metia su verga muy profundo y rápido mientras yo sufría y gozaba de dolor.
Sus penetraciones me hacían mover hacia delante y hacia atrás, el metía muy rápido su verga y a su vez se escuchaba un rico chapoteo, eran los fluidos de su verga con los de mi ano mezclándose y dejando mi culito dilatado, baboso y húmedo. Aquel sonido era acompañado de mis gemidos y mis gritos ahogados, de placer y dolor, al igual que los jadeos de esa bestia montada sobre mí, el cual parecía un macho alfa reclamando a su perra para la procreación. Estaba siendo una perra muy sucia y ni siquiera era consciente de ello.
Pero por otra parte, tenía muy en claro que el no tenía la culpa de mis deseos y mucho menos de maltratar mi culo con cada estocada que me daba en lo más profundo de mi interior. Ya que había sido solamente mi culpa, el tentarlo comportándome como una perra en celo. Por lo tanto debía hacerme cargo de las consecuencias y afrontar lo que tanto esperaba, sentir una verga de macho dentro de mi.
…
En pleno acto, sentí su verga muy dura, hinchada y palpitante en mi interior; también sentía como mi ano se estiraba a más no poder, sentí como mi interior se calentaba cada vez más, acompañado de un ardor que se volvía cada vez más placentero.
Luego de varios minutos recibiendolo dentro de mi, creí que todo había terminado cuando sentí las últimas estocadas profundas de Duque, las cuales eran acompañadas del intenso palpito de su verga, que expandía y contraía el interior de mi ano. A su vez, sentí como terminaba su acto sexual derramando un abundante liquido dentro de mi.
-debe ser su semen, que rico.- pensé en ese entonces.
Duque jadeaba para tratar de recuperar el aliento creo, entonces descansó un momento sobre mi y sin previo aviso dio una última estocada, la más profunda y dolorosa de todas. Se aferro a mí enterrándose a lo profundo con mucha fuerza. Ahí fue cuando sentí que me desgarraba el ano, pues había entrado su bola, sí su bola, esa que está al final de la verga de un perro y que parece cuando está muy caliente.
Como había sido tan tonto, y pasar por alto esto!.- Pensé nuevamente entre el dolor del momento.
-ayyyy, mmmh,, ufff.- se me salió más de algún quejido mientras hacía un «ejercicio de respiración» para contener el dolor y los gritos.
Luego de derramar sus ultimas gotas de semen caliente dentro de mi. Duque salió de su posición, soltó mis caderas y se bajó de mí dándome la espalda. Fue en ese momento donde su palpitante verga trataba de salir a tirones de mi ano, pero por más que lo intentaba no podía, pues su verga, y su bola al final de ésta, estaban tan hinchadas que sus tirones me hacían tirar el culo hacia atrás para que no la sacara de mi y me provocara aún más dolor.
Había metido su bola en mi ano, el cual había dejado hinchado por dentro y por fuera lo cual provocaba que se cerrará a la perfección al diámetro de su verga. Tirando el culito hacia atrás para que no se retirará de mi, me quedé ahí otro par de minutos unido a duque a través de su verga.
Finalmente ahí yacía yo, Tirado a cuatro patas sobre el piso de mi cuarto, tratando de que el perro de mi vecino no sacara su verga de mi culo mi mientras la mezcla fluidos goteaban desde la unión de mi ano y su verga. Pegado a su verga de macho como una perra en celo recién preñada, miré a duque hacia atrás y le comencé a hacer cariño para que no empujara su verga.
En ese momento, muchos pensamientos de apoderaban de mi mente…
No podía creer lo que acababa de ocurrir, había probado el placer que muchas mujeres sienten con su macho, me había quitado al fín la curiosidad de lo que era el sexo, lo que era sentir una verga, un macho dentro de mi. Pero lo que más me causaba asombro luego del sexo, era pensar que le había entregado la virginidad de mi ano a un perro, la mascota de mi vecino. Al pensar en eso comencé a sentir un poco de remordimiento, pero el placer y deseo lo contradecían todo.
En lo que todos esos pensamientos vagaban por mi mente, duque dio un fuerte jalón hacia fuera y salió bruscamente de mi, su bola aún estaba hinchada, al igual que la entrada a mi ano, lo cual provocó que mi ano saliera pegado a toda la verga de duque y luego se volviese a contraer rápidamente.
En ese momento, chorros de semen y fluidos anales cayeron al suelo y también quedaron goteando desde mi ano al igual que de la verga de duque. Está vez sentí un dolor distinto al del inicio, fue rico, placentero, me hizo soltar un gemido y casi poner los ojos en blancos mientras tenía una tonta sonrisa en mi cara.
Que puta soy.-pensé.
Duque comenzó a limpiar su verga con la lengua, limpiaba la mezcla de sus fluidos y los míos rápidamente, mientras su verga comenzaba a perder fuerza y esconderse.
Mientras tanto, yo seguía ahí en cuatro patas, asimilado todo lo que acaba de ocurrir y mientras observa a Duque con mi sonrisa tonta pero feliz. De pronto duque termino lo que estaba haciendo y camino directo hacia mi culo, comenzó a olfatear con desesperación por un par de segundos y luego dió unas cuantas lamidas, lo cual me hizo gemir inesperadamente mientras él limpiaba su marca en mi.
Y como todo buen macho, una vez satisfecho, caminó hacia la puerta de mi cuarto esperando salir para seguir con su camino. Ahí fue cuando salí de mi transe y me levanté del suelo, sentí como mis piernas temblaban mientras me ponía una playera y mi ropa interior sin estar completamente limpio aún. Hice salir a Duque del cuarto y caminé con el hacia la puerta de mi casa, pero no sin antes pasar por el refri para darle un buen trozo de jamón, después de todo se lo merecía y él acepto muy feliz su premio.
Abrí la puerta de la casa, luego la del portón y luego entré, no sin antes observar lo feliz que iba el maldito, se había ido satisfecho 100% al parecer. Había tenido una noche de perra y comida.
Mientras caminaba a mi cuarto aún no podía borrar de cara una tonta sonrisa de satisfacción, estaba embobado como puta golosa. Me sentía femenina por alguna razón, me sentía hembra y necesitaba más de eso.
Les gustó mi relato amores? Es una historia real y tiene otra parte. ¿Les gustaría leerla?
Tengo tlgm si gustan hablar @mat8t8
Muy interesante tu relato me lo imaginé a la perfección , me gustó mucho ubiera estado perfecto que después te lo metiera a bolintad y atragantarte con su verga espero sigas escribiendo amigo , muy buen relato
Muchas gracias! Que rico que te haya gustado. Tengo muchas más historias personales por contar si gustan jiji