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Dominación Hombres, Fetichismo, Orgias

Educación regulatoria. Hacía la depravación

Amelia, una joven maestra que se ve acorralada por tres de sus malcriados alumnos….
Amelia caminaba por los pasillos con el corazón latiendo con fuerza, con una mezcla de emoción y nervios… Estaba por cumplir su primera semana dando clases en una nueva escuela secundaria y estaba deseando causar una buena impresión tanto a sus alumnos como a sus compañeros docentes… Había pasado horas en la noche preparando su plan de clase, eligiendo actividades y materiales atractivos que esperaba captaran la atención de sus alumnos y los inspiraran a aprender… Se dirigía a su aula asignada,

Sus largas y torneadas piernas se acentuaban con un par de zapatos formales de plataforma resonando por dónde ella pasaba, tenía un paso elegante con una vibra de profesionalismo y radiante juventud por sus 27 años de edad… llevaba una falda tubo ajustada en un intenso y profundo tono azul, que se ajustaba a sus curvas, su parte superior era una blusa blanca impecable, que había dejado desabrochada en el cuello, dejando al descubierto su tentador escote… La blusa estaba metida en la falda, realzando su diminuta cintura y la suave curva de sus caderas
Su largo cabello, peinada en ondas sueltas, caía por su espalda… El rostro de Amelia era un ejemplo de belleza clásica y moderna, con pómulos altos, labios carnosos y brillantes ojos azules que parecían mirar con inteligencia e ingenio… Llevaba un maquillaje mínimo, dejando que su belleza natural brillara… Al caminar, sus caderas se mecían suavemente, atrayendo la atención hacia su esbelta figura y la forma en que su falda se ceñía a su culo…

Amelia entró al aula. Sonrió cálidamente a sus alumnos, saludándolos mientras caminaba hacia el frente del aula… Dejó su bolso sobre el escritorio y comenzó a desempacar sus materiales para la clase del día…

-Buenos días a todos, Espero que hayan tenido un fin de semana maravilloso…-

Dijo con voz alegre. Pero nadie respondió, los adolescentes nisiquiera habían prestado atención, todos parecían más entretenidos en sus teléfonos celulares

Amelia frunció el ceño ligeramente al notar que sus alumnos no prestaban atención… Se aclaró la garganta, intentando que recuperaran la concentración

-Ejem!!! Muy bien, clase. Comencemos la lección de hoy-

Dijo con voz firme pero amable… Escribió el título de la lección en la pizarra: «Fracciones: cómo compartir una pizza sin destruir amistades»

-Ahora, ¿quién puede decirme que es una fracción?-

Miró esperando alguna mano levantada, aunque sabía que si no era TikTok o Fortnite, nadie iba a saber nada… Aún así, tenía que mantenerse positiva y dar lo mejor de ella… no pudo evitar suspirar para sus adentros mientras observaba el mar de rostros desinteresados ​​que tenía delante.
Amelia dirigió su atención a Jack, el mayor de la clase…

-Jack, ¿podrías decirme qué representa una fracción-

Preguntó con voz linda y acogedora… Jack levantó la vista de su teléfono, con una sonrisa burlona en los labios, ella había aprendido sus nombres la semana pasada y se esforzaba por usarlos a menudo, buscando conectar con su clase…

-¿Una fracción? Es como una parte de un todo, ¿No? Como si cortaras un pastel en cuatro partes, cada parte es una fracción del pastel entero-

Amelia asintió, contenta de que Jack al menos conociera el concepto básico

-Así es, Jack! Las fracciones son una forma de representar partes de un todo. Son un concepto fundamental en matemáticas que exploraremos más hoy-

Se dió la vuelta y volvió a la pizarra, lista para continuar con su lección y entonces Amelia alcanzó oír a Daniel susurrarle algo a Sebastián… Frunció el ceño, intentando descifrar lo que decían…y entonces dijo: «Te dejo que lamas la guinda de mi pastel cuando quieras, profa», dijo Daniel con una risita… Amelia se sonrojó de vergüenza por aquél comentario, cuando Sebastián dijo algo más

-Me comería todo el pastel de la profesora, esas dos fracciones…-

-¿Te refieres a su culo? Es grande… ¿Cómo se llamaba?- le respondió Daniel

-Amelia, se llama Amelia- contestó Jack

La cara de la joven profesora se puso roja como un tomate y fingió no oírlos, concentrándose en la lección… Respiró hondo, intentando recomponerse antes de continuar, decidida a no dejar que el comportamiento inapropiado de los alumnos arruinara su enseñanza

Los tres chicos alborotadores, Jack, Daniel y Sebastian, habían estado causando problemas en el aula de Amelia desde el primer día de clases… Jack, el mayor de 14 años, era el cabecilla, es indudable que es un chico inteligente pero arrogante… Daniel, de 13 años, era el payaso de la clase, siempre listo con un comentario o una broma grosera. Sebastian, el menor de 12 años, era el más impresionable, y a menudo seguía cualquier sugerencia de Jack y Daniel…
Amelia no podía creer que le hablaran así, sobre todo en clase… Esto era ir demasiado lejos pero la idea de no saber cómo actuar o corregirlos la estancaba, simplemente lo dejó suceder y siguió con sus clases con normalidad

 

Habían pasado cinco semanas desde aquel incidente, y Amelia había ganado más confianza en sí misma y en su capacidad para gestionar la clase… Los tres chicos, Jack, Daniel y Sebastian, seguían siendo problemáticos, pero Amelia se sentía más preparada para controlar sus travesuras… Había aprendido sus patrones y sabía cómo redirigir su atención a la lección cuando empezaban a desviarse, a pesar de sus comentarios groseros y su mal comportamiento, Amelia se mantuvo profesional y centrada en la enseñanza de sus alumnos… Hasta que un día terminaron con su paciencia

Ella estaba en medio de su clase cuando notó que el trío acosaban a una chica tímida llamada Lily al fondo del aula… Hacían comentarios y gestos groseros, lo que hizo que Lily se encogiera en su asiento, con la cara roja de vergüenza… La calma de Amelia se agotó y golpeó el escritorio con la mano, sobresaltando a toda la clase

– Ya basta!- Exclamó la profesora,

Los tres chicos se giraron para mirarla, sorprendidos por su arrebato

-No toleraré ese tipo de comportamiento en mi clase, Si no pueden guardarse sus comentarios y tratar a sus compañeros con respeto, entonces pasarán el resto de la clase castigados…-

Los chicos se miraron, sin saber cómo responder… Amelia se cruzó de brazos, ella sabía que debía tomar una postura, no solo por el bien de Lily, sino por el de toda la clase y su propio respeto

-Hablaré con sus tutores sobre su comportamiento hoy… Por eso mismo no les daré permiso de dejar el aula después de clases-

Los chicos intercambiaron miradas nerviosas, dándose cuenta de que Amelia hablaba en serio… No parecía seguir siendo la sumisa que toleraba como hablaban sobre su cuerpo unos niños… los tres regresaron a sus asientos, su anterior bravuconería reemplazada por incertidumbre que se estaba volviendo un coraje inmaduro…
Amelia Sabía que se había enemistado con los tres chicos, pero también sabía que había hecho lo correcto

Al terminar la clase, Amelia despidió a los demás estudiantes, diciéndoles que tuvieran un buen fin de semana… Se giró hacia los tres chicos con expresión severa

-Ustedes tres, les dije que no se irían hasta que hable con sus tutores. Quiero que esperen aquí-

Los observó mientras recogían sus cosas a regañadientes y volvían a sentarse, con la mirada baja… Amelia respiró hondo, preparándose para la difícil conversación que les esperaba, sabía que no sería fácil, pero estaba decidida a hacer lo correcto

Pasaron un par de minutos… Los chicos habían estado inusualmente callados durante los últimos minutos y no paraban de mirarse… Frunció el ceño, preguntándose qué estarían tramando

-¿Está todo bien, chicos?-

Preguntó con curiosidad, Jack, el mayor de los tres, la miró con una sonrisa burlona.

-Oh, estamos bien, señorita Amelia, solo… solo pensamos que vamos a necesitar ayuda extra, ¿verdad, chicos?-

Los otros dos asintieron, con los ojos brillantes de travesura… A Amelia se le ablandó el corazón al darse cuenta que parecían tener buenas intenciones por fin….
La profesora se levantó de su escritorio con una mirada decidida

-Muy bien, chicos, si necesitan ayuda con sus tareas, estoy aquí para ayudarlos, acérquense a mi escritorio-

-Gracias profesora, es muy amable…-

Dijo uno de los niños cuando de repente se vió rodeada de los tres ahí en su escritorio con sus cuadernos…
Jack se inclinó hacia ella, su rostro a escasos centímetros del suyo. Extendió la mano y le acarició suavemente la barbilla, sus dedos reposando sobre su suave piel…

-Se lo agradecemos mucho…-

Susurró el niño con voz baja y seductora… Amelia sintió un escalofrío recorrer su espalda al sentir su contacto, pero se negó a que la viera reaccionar! Se apartó un poco, rompiendo el contacto

-Ejem, deja las tonterías, Jack…-

A pesar de sus palabras, Amelia no podía evitar la sensación de inquietud… La forma en que la miraban, como depredadores acechando a su presa, le ponía los pelos de punta… Rezó para que, al centrar la conversación en lo académico, pudiera calmar la tension… ¿Pero que tensión? «¿Unos niños me están poniendo nerviosa?» Se preguntó sintiéndose ridícula, no había razón de por la que le sudaran tanto las manos…
Lo que no sabía es que los chicos no tenían ninguna intención de hablar de tareas…

Amelia tragó saliva con dificultad, intentando mantener la compostura mientras los chicos rodeaban su escritorio… Podía sentir sus ojos recorriéndola, desvistiéndola con la mirada… Se le erizaba la piel, pero se negaba a mostrar debilidad… Abrió la boca para hablar, pero Jack se le adelantó

-¿Qué le pasa, señorita Amelia? Parece un poco… nerviosa-

Dijo con una sonrisa burlona, su voz destilando falsa preocupación.
Los otros dos chicos rieron entre dientes, con un brillo travieso en los ojos

-Estoy bien, chicos. Ahora, centrémonos en sus tareas… ¿Con qué necesitan ayuda?-

Pero incluso mientras hablaba, sabía que era un intento inútil. Los chicos no tenían intención de hablar de estudios… Estaban allí por algo completamente distinto, y Amelia tenía el presentimiento de que sabía exactamente qué era

El corazón de Amelia se aceleró al darse cuenta de que estaba atrapada, acorralada por su imponente presencia juvenil y energética… Intentó levantarse, para poner distancia, pero Jack le puso una mano en el hombro, empujándola hacia su asiento

-¿Adónde cree que va, señorita Amelia?-

Los otros dos chicos rieron, recorriendo con la mirada las curvas de Amelia… A Amelia se le secó la boca; el miedo y otra sensación se le subieron a la mente… Sabía que tenía que actuar rápido, encontrar una salida antes de que fuera demasiado tarde… Pero ¿qué podía hacer, atrapada y superada en número por estos chicos que parecían decididos a hacerle algo? Ni siquiera podría reportarlos por ahora

-Señorita Amelia, tengo una petición… Quiero que me enseñe a besar… Como es debido, como un hombre de verdad!-

Amelia sintió un nudo en el estómago ante su petición, pero se negó a dejarle ver el efecto que le causaban. Se enderezó, mirándolo directamente a los ojos

-No toleraré más esto, Jack. Besar se trata de respeto, consentimiento y cariño, no de ser un «hombre de verdad»-

Se giró hacia los otros dos chicos

-En cuanto a ustedes dos, les sugiero que controlen a su amigo antes de que se meta en serios problemas-

Respiró hondo, intentando recuperar la compostura…

-Ahora, les daré una última oportunidad para que se comporten adecuadamente-

Antes de que Amelia pudiera reaccionar, Jack se abalanzó sobre ella y la besó con fuerza sosteniéndola de sus mejillas… Intentó soltarse, pero Sebastián y Daniel la sujetaron por los brazos… Aún así Amelia no forcejeó ni protestó… El beso de Jack fue brusco y exigente sin perder la oportunidad de meterle su lengua a la boca de su profesora, Amelia intentó morder su lengua pero su alumno fue más rápido apartándose de ahí

-Uhmmm… ¿Cereza, no? Usas bálsamo sabor cereza… Prueben sus labios, chicos!!-

A Amelia le daba vueltas la cabeza mientras los amigos de Jack la besaban por turnos, sus labios apretándose contra los suyos… Se sentía atrapada, violada, mientras sus manos recorrían su cuerpo.. Las lágrimas le picaban en las comisuras de los ojos, pero parpadeó, negándose a mostrar debilidad… Cuando Sebastian finalmente la soltó, jadeó en busca de aire, solo para que Daniel volviera a reclamar su boca…. Le temblaban las piernas, amenazando con ceder en cualquier momento

-Mmnmmmgh!!!-

Necesitaba escapar, escapar de aquella pesadilla, pero la apretaban demasiado fuerte.. La mente de Amelia corría, intentando encontrar una salida, una manera de detenerlos. Pero por ahora, estaba a su merced, indefensa mientras le arrebataban el placer retorcido de su cuerpo

Amelia jadeó y se estremeció cuando las manos de los chicos comenzaron a recorrer su cuerpo, tanteando y apretando en los lugares más sensibles… Incluso llegando a besar su cuello como profesionales de la provocación… Intentó zafarse mientras esas pequeñas manos manoseaban sus pechos, pellizcando y tirando de sus pezones a través de la blusa…

-Para, por favor…-

Gimió, pero sus súplicas cayeron en oídos sordos… Parecían excitarse aún más por su angustia, sus respiraciones cada vez más agitadas por la excitación…

-Daniel, cierra la puerta…-

Ordenó Jack para hacer que pareciera que el salón de clases pareciera cerrado y no preocuparse por más

Amelia sintió una oleada de náuseas cuando la mano de Jack se deslizó por su falda, rozando con los dedos su zona más íntima… Apretó los muslos, intentando que no llegue a más, pero él solo rió y metió la mano entre sus piernas

-No te resistas, maestra, Sabes que deseas esto tanto como nosotros…-

Cuando iba a responder, Sebastián la calló con otro beso ahogando sus quejas de protesta…Estaba completamente a su merced, un juguete para sus retorcidos deseos

Amelia gritó en los labios de un niño, su alumno, cuando uno de ellos le desabrochó la blusa bruscamente rompiendo los botones dejando al descubierto su sostén de encaje… Instintivamente intentó cubrirse con los brazos, los chicos la soltaron por un momento

-Por favor, tenemos que hablar de esto, soy su… Su maestra… Esto no está bien-

Dijo con voz temblorosa… Miró a un chico y luego a otro, esperando ver un atisbo de razón en sus ojos

-Dejenme en paz y no le informaré a la directora… Mucho menos a sus padres.. Podemos fingir que esto nunca ha pasado si paran aquí…-

Los miró, esperando que aceptaran sus condiciones, desesperada por que esta pesadilla terminara

-No… Aunque nos acuses tu no serías la víctima… Eres la adulta aquí, crees qué tú palabra tendrá más peso que el de 3 menores que pudieron haber sido violentados? Déjanos ver tus pechos y trato hecho-

Amelia dudó, sabiendo que la estaban acorralando… Descruzó los brazos lentamente, dejando al descubierto sus pchos desde su sostén… Los chicos se acercaron para ver mejor, pero Jack frunció el ceño con frustración

-No es suficiente, señorita Amelia. Queremos verlas! Quítate el sostén-

Amelia se mordió el labio, con el corazón latiendo con fuerza. Sabía que esto estaba mal, pero la alternativa era mucho peor… Con manos temblorosas, se llevó la mano a la espalda y se desabrochó el sostén. Lo dejó resbalar por sus brazos, exponiendo sus pechos a sus miradas hambrientas. Sus pezones estaban duros, contrastando con el aire fresco del aula… Los ojos de los chicos se abrieron de par en par al contemplarla, respirando con más dificultad por la excitación. Amelia sintió una oleada de vergüenza, pero no se cubrió. Ahora estaba completamente a su merced

-Bien… Esto es suficiente chicos-

Jack extendió la mano, ahuecándole uno de los pechos y rozando su pezón… Amelia jadeó al tacto, sintiendo un escalofrío

-Mmm, qué bonitos pechos, maestra Amelia-

-No dije que podías tocar!!-

Amelia no podía creer lo que veía mientras los chicos empezaban a tocarse a través de los pantalones… con sus erecciones claramente visibles. Una oleada de pánico la invadió…. Esto iba a más deprisa de lo que había previsto

-Chicos, por favor, no hagan eso… Creo que a sido suficiente, olvidemos lo que a pasado –

Dijo con voz temblorosa… Y sus palabras no sirvieron para nada… Los niños parecían demasiado entregados a la lujuria como para entrar en razón. Jack se lamió los labios mientras observaba sus pechos expuestos, su mano moviéndose más rápido sobre su erección

-No puedo más!!-

Exclamó Daniel y ella gimió de asombro e incredulidad cuando los tres chicos sacaron simultáneamente sus penes erectos, acariciándolos descaradamente delante de ella… No pudo apartar la mirada, abriendo mucho los ojos al ver su excitación juvenil

Pero no había dónde huir… La tenían atrapada, y las miradas hambrientas y lujuriosas en sus ojos dejaban claro que no tenían intención de detenerse… El corazón de Amelia se aceleró al verlos darse placer, con sus jóvenes cuerpos relucientes de sudor. Sabía que debía detenerlo, ponerle fin antes de que fuera demasiado lejos. Pero una parte oscura y oculta de ella estaba morbosamente fascinada, esto era repulsivo e inmoral…

La mujer intentó levantarse de su escritorio, desesperada por poner fin a aquella sórdida escena

-Detengan esto ahora mismo, todos! No permitiré…-

Pero antes de que pudiera terminar, Jack la agarró del brazo y la jaló bruscamente hasta ponerla de rodillas… Los otros dos chicos la rodearon rápidamente, atrapándola en el sitio

-Aquí la tienen chicos… Les dije que sería nuestra! Jaja-

-Profesora! Le gusta nuestras vergas?-

-Mierda… Esto es como un sueño húmedo, siempre la quise tener de rodillas-

Los tres se burlaron… Las lágrimas le escocían en los ojos, pero parpadeó para contenerlas, sin querer darles la satisfacción de verla llorar…

-Por favor, no hagan esto…-

suplicó, con la voz apenas por encima de un susurro… Pero en el fondo, sabía que era inútil. Estos chicos la tenían justo donde querían… A Amelia se le revolvió el estómago de miedo y repulsión mientras se arrodillaba allí, contemplando sus erecciones palpitantes a escasos centímetros de su rostro

Los apenas adolecentes empezaron a frotarle sus penes contra la cara con agresividad… Podía sentir el calor y la dureza de sus vergas y la textura de sus testículos mientras recorrian las mejillas, la nariz y los labios con líquido preseminal y sudor… Ahí estaba, una adulta arrodillada siendo cacheteada por las 3 vergas de unos mocosos

-Noo, para! Por favor, no… esperen…. agh!!!-

Dijo intentando apartarse… Pero Jack la agarró del pelo y la sujetó mientras los demás continuaban con su degradante agresión

-Cállate puta zorra!! Si no lo hubieses querido hubieses puesto un fin a esto desde el principio…-

Sebastian gimió, frotando la punta de su pene contra sus labios cerrados, intentando entrar en su boca… Amelia sintió náuseas y negó con la cabeza, pero eso solo los hizo reír… El chico estaba desesperado por sentir la boca de su profesora… Así que se atrevió a darle una fuerte cachetada que resonó en el aula… La agarró por la barbilla y la obligó a abrir la boca… Los ojos de Amelia se abrieron de par en par, horrorizada, al comprender el verdadero alcance de sus violentas intenciones…

A pesar de sus súplicas desesperadas, sentía cómo su resistencia se desmoronaba… Ya no podía resistirse más, se sentía mareada y cansada, sus rodillas le dolían y sentía que su corazón se le iba a salir en cualquier momento…
Con un último suspiro, tembloroso, abrió la boca, rindiéndose a sus alumnos… Sebastian no perdió tiempo, empujando sus caderas hacia adelante empujó su pene más allá de sus labios, hacia su lengua… Amelia sintió náuseas ante el sabor, pero no se apartó…
Sebastián la sujetó mientras comenzaba a penetrar su boca con creciente fuerza y velocidad… Las lágrimas corrían por el rostro de Amelia mientras se arrodillaba allí, sirviendo impotente a su alumno, la realidad de su situación la golpeaba como un puñetazo en el estómago… Ya no parecía su maestra, sino un juguete para su retorcida diversión…

-Aaah! Mmmm!!! Esto se siente mejor que masturbarse con un melón!-

-Ggghllkk!!! Mmmngh!!-

Amelia se atragantó y se atragantó mientras las embestidas de Sebastian se volvían más frenéticas, su pene golpeando el fondo de su garganta… Justo cuando pensaba que no podía más, él se apartó bruscamente… Jadeó en busca de aire, hilos de saliva uniendo sus labios con su miembro babeado… Pero su alivio momentáneo duró poco. Daniel tomó el relevo y ya estaba penetrando la boca de su profesora.. sus delgados dedos se enredaron en el cabello de la mujer

-Es Mi turno, zorra!-

La saliva le corría por la barbilla mientras luchaba por acomodar su garganta con su pene… El aroma almizclado de su excitación le llenaba la nariz, mareandola… Podía sentir sus testículos golpeando contra su barbilla con cada brutal embestida

Ella gimió, el sonido amortiguado por su carne palpitante… Sintió que empezaba a tener arcadas, pero Daniel simplemente rió y embistió con más fuerza, aparentemente disfrutando de su angustia

-Hey Jack! No quieres probar la boca de la profa? Se siente bien…

-Na… Tengo otra cosa en mente –

Amelia jadeó y se atragantó con la polla de Daniel cuando Jack apareció de repente detrás de ella… Antes de que pudiera reaccionar, él la agarró por los hombros y la empujó hacia abajo, obligándola a ponerse a cuatro patas en el suelo del aula… Humillada y desorientada, sintió el aire fresco en sus pechos expuestos pero por fin tomando un poco de aire… Oyó el sonido de unas tijeras y sintió una corriente de aire entre sus piernas cuando Jack cortó la tela de su falda… Los restos destrozados se desprendieron, dejando su trasero medio desnudo salvo por sus bragas empapadas… Podía sentir sus ojos recorriendo su cuerpo.. Las manos de Jack la agarraron con fuerza por las caderas mientras se colocaba detrás de ella

-Miren este culo, chicos… Nuestra profesora tiene un cuerpo de puta madre!! Qué ganas de destrozarlo!-

Dijo, dándole una fuerte nalgada…
Amelia gruñó apretando los ojos puños preparándose para lo que se avecinaba… Estaba completamente a su merced… Ya no sabía cómo poner un alto a esto..
tembló al sentir las ásperas manos de Jack toqueteando su trasero, apretando y amasando la carne a través de la fina tela de sus ropa interior… Intentó zafarse, pero su agarre era demasiado fuerte y la mantenía en su sitio

-Jack… Ah… Apártate… No te atrevas-

Dijo, mirándolo fijamente por encima del hombro… Pero sus palabras solo parecieron animarlo. Jack sonrió con suficiencia y enganchó los dedos en la cinturilla de su ropa interior, bajándola hasta las rodillas. Amelia se mordió los labios cuando el aire fresco golpeó su punto más íntimo, dejándola completamente expuesta…

-Mira ese coño, mojado y listo para nosotros…-

Daniel lo miró con lascivia, acariciándose la polla más rápido al verlo… El rostro de Amelia ardía de vergüenza. Tenían razón, se dio cuenta con horror. Una parte enferma de ella se estaba excitando con esta degradación. Jack le pasó un dedo por su vulva, haciéndola estremecer

-Mmm, la vagina de la profesora está chorreando. Creo que quiere que nos la follemos…-

Metió dos dedos dentro de ella sin previo aviso, bombeándolos dentro y fuera. Amelia gritó, su cuerpo la traicionó sintiendo espasmos… Incluso sus ojos se hicieron bizcos por la sensación

Solo podía imaginar las depravaciones que habían planeado para ella.., cómo usarían su cuerpo para su placer. La idea le revolvió el estómago de asco, pero una parte enferma y vergonzosa de ella ya empezaba a ansiarlo, a ansiar la humillación y el dolor que le infligirían…

-Ohhh!! Mmmngh!!! Jack!!! Chi…chicos!!! Detenganse-

-Mira como la cerda chilla! Jajaja-

La mujer se estremeció y gimió mientras los dedos de Jack entraban y salían de su coño húmedo, su roce áspero enviando descargas de placer indeseado por todo su cuerpo… Podía sentir su excitación crecer, sus caderas comenzando a moverse instintivamente contra su mano… Jack curvó sus dedos dentro de ella y haciéndola ver estrellas buscando su punto débil

-Mira qué mojada estás, señorita Amelia. Te está encantando esto.-

Retiró los dedos bruscamente y se los llevó a la boca, succionando sus jugos con un gemido lascivo…

-Mmm… Creo que es hora…-

La profesora se desplomó en el piso humillada y degradada, sus piernas temblaban como respuesta del placer que le había provocado los dedos de un niño… De su boca caía baba que no podía contener por tratar de recuperar el aire

Daniel le dió un ligero pisotón para motivarla

-Vamos! Profesora… No hemos terminado, no ves lo duro que tengo la verga?-

Amelia se tambaleó cuando los chicos la levantaron bruscamente… La cabeza le daba vueltas por el repentino movimiento y la falta de flujo sanguíno y oxígeno para su cerebro… La llevaron a la fuerza hasta su escritorio, inclinándola sobre él y obligándola a apoyarse sobre los codos… Sus pechos presionaban contra la fría madera…

Los chicos la obligaron a abrir las piernas, con los restos rotos de su falda alrededor de sus muslos que fueron quitados por los niños… Le flexionaron ligeramente las rodillas, inclinando sus caderas para que su culo fuera más accesible a las bajas estaturas…. Amelia gimió, con el rostro enrojecido por la humillación y la excitación indeseada… Los chicos la rodearon, acariciándose sus penes mientras admiraban la lasciva presentación de su profesora…

-Joder, mira lo sexy que es… ¿Quién va primero?-

Dijo Sebastián, dándole una fuerte nalgada

-Mmm… Jack se lo merece, verdad profesora?

Amelia se estremeció, con lágrimas en los ojos sintiendo a Jack tocándola otra vez aferrándose con fuerza a sus caderas, sus pulgares clavándose en su suave piel… Se preparó, sabiendo lo que venía a continuación… Y entonces, con una embestida fuerte, enterró su verga profundamente en su coño húmedo

– Ahhh!-

Gritó, su voz amortiguada por el miembro de Sebastian que repentinamente se introdujo en su boca… El chico se había subido al escritorio y se había posicionado de modo que su erección estuviera justo a la altura de la cara de su profesora… Amelia no tuvo más remedio que recibirlo, sus labios se extendieron alrededor de su circunferencia mientras él comenzaba a penetrarla superficialmente en su boca… La doble penetración la hizo dar vueltas, las sensaciones la abrumaban

-Mmmngh!!! Ghhllk!!?-

Jack comenzó a moverse, sus caderas golpeando contra el trasero de su profesora mientras la follaba fuerte y rápido… El obsceno sonido de carne contra carne llenó el aula, mezclándose con los húmedos ruidos de la verga de Sebastian bombeando dentro y fuera de la boca de Amelia y los gruñidos de los chicos usándola… Las lágrimas corrían por el rostro de Amelia mientras era asada entre los dos estudiantes, su cuerpo ya no parecía ser suyo… Era de un par de mocosos

Amelia se atragantó cuando Sebastian le metía la verga más profundamente en la garganta, usando su pelo como palanca para penetrar su boca.. Al mismo tiempo, Jack la agarró igualmente del pelo jalandola hacía atrás haciendo que se le escape el miembro de Sebastián de la boca para que después Sebastián vuelva a tomarla y empujarla para que siga mamandosela… Así sucesivamente diviertiendose cruelmente mientras la usaban

El doble abuso a sus agujeros era mucho.., llevándola al borde del desmayo por la falta de aire y una sensación abrumadora….
Daniel pellizcaba sus pezones y retorcía cruelmente, enviando descargas de doloroso placer además de darle un par de fuertes nalgadas… Sebastian finalmente se le escapó de la boca con un sonido húmedo. Un río de saliva escurrió por su boca manchando incluso el escritorio… Antes de que pudiera recuperar el aliento, Daniel ya había cambiado de lugar, el mismo que Sebastián anteriormente, agarrándola del pelo y obligándola a apoyar la cara sobre su palpitante erección…

-Chúpamela, profesora… –

Empezó a embestirla de inmediato, follándole la boca con embestidas cortas Pero fuertes… Al mismo tiempo, el ritmo de Jack detrás de ella se intensificó, el ya estaba buscando su orgasmo…. Podía sentir el calor del pene de Jack dentro de ella. Con un fuerte gemido, se hundió profundamente y comenzó a correrse, inundando su coño con su semen ardiente. Amelia se estremeció al sentir el líquido caliente llenándola… Daniel parecía disfrutar viendo a Jack usándola, cogiéndole la boca aún más fuerte

-Aaaah!!!!-

Daniel jadeó, su propio orgasmo se acercaba rápidamente…. Amelia se preparó, sabiendo que pronto saborearía el semen de su estudiante.. la verga de Daniel latía en su lengua hasta que alcanzó el climax… Con un gruñido, se introdujo profundamente y comenzó a correrse, su semen caliente y pegajoso chorreando directamente sobre su lengua y garganta… No tuvo más remedio que tragárselo todo, engulléndolo mientras chorro tras chorro llenaba su boca… Al mismo tiempo, las últimas gotas del semen de Jack goteaban de su coño recién usado, deslizándose por sus muslos. El aroma asqueroso a sexo llenaba el aire… Amelia se desplomó contra el escritorio, completamente agotada y usada, con el cuerpo dolorido y goteando la evidencia del abuso de los chicos…

-Ahh… Ah…. Mmmngh….-

Jack y Daniel se apartaron un poco igualmente para descansar de su recién orgasmo sintiéndose orgullosos de usar a su maestra como una puta barata que habían contratado

Amelia permaneció inclinada sobre el escritorio, su cuerpo temblando con los temblores residuales de sus orgasmos forzados…
Sebastian giró bruscamente a Amelia empujándola contra su escritorio haciendo que se acueste en él boca arriba, esparciendo papeles y libros del escritorio… Abrió sus piernas de par en par para exponer su coño que exigía por más…. Amelia estaba demasiado agotada para resistirse, su cuerpo flácido y dócil mientras Sebastian se colocaba entre sus muslos

-Por fin!! Mi turno-

Dijo con una sonrisa lasciva, frotando la punta de su polla de arriba a abajo por su vagina, mezclando el caos de semen y excitación… Y entonces embistió hacia adelante, penetrando sus calientes y resbaladizas profundidades… Amelia gimió, arqueando la espalda del escritorio ante la repentina penetración… El niño de 12 años comenzó a moverse, follándola con embestidas profundas y potentes… El escritorio crujió y se estremeció con la fuerza de sus embestidas. Los otros chicos se reunieron alrededor, acariciando sus penes endurecidos mientras observaban a Sebastián tomar su turno con la maestra…

-Mira cómo rebotan sus tetas con cada embestida-
dijo Daniel, extendiendo la mano para manosear uno de sus pechos con fuerza

-No puedo creer el cuerpo de puta que tiene. Está hecha para follar, está hecha para abrir sus piernas a sus alumnos- Jack rió entre dientes con sarcasmo

-Y está disfrutando cada segundo, solo mírala… La estúpida disfruta siendo usada-

Tenían razón, su cuerpo la traicionaba con un placer oscuro mientras la polla de Sebastian devastaba su sensible interior…

Sebastian gruñó al embestir a Amelia, el húmedo chapoteo de su coño bien usado llenaba la habitación… Los chicos continuaron con sus comentarios degradantes, encantados por la depravada visión de su profesora siendo tan completamente profanada…

-Probablemente se dedea hasta dormirse, soñando con que sus alumnos la follen en grupo, cumplimos su sueño! Jajaja-

-Dinos cuánto te gusta esto, zorra sucia, dinos los bien que se siente ser usada como juguete por tus alumnos…-

Daniel la agarró bruscamente de la barbilla, obligándola a sostener su mirada

-No te contengas, maestra… Ya no tienes nada que perder… Entrégate-

Amelia gimió, sabiendo que no tenía más remedio que obedecer…

-Odio… odio esto… mmmngh!!! Odio ser tan puta! Odio haber dejado que me violen… Mmmngh!!! Ooh!! Siiii!! Sebastián… Mmnmghhhh, se siente tan mal…-

Con un último empujón de cadera, Sebastián se la metió hasta los huevos y empezó a correrse… Su verga bombeo chorros de semen hasta el fondo de su útero, Amelia gimió de completo placer sintiendo como su coño exprimía el pene de su alumno menor

Los otros chicos observaban con fascinación sádica como Amelia hacía una ridícula mueca de placer… Sebastian finalmente se retiró con un plop húmedo, un río de su semen goteando de la vagina abierta de Amelia, formando un charco en el escritorio debajo de ella…

Sus alumnos la rodearon con sus teléfonos en mano tomando fotos de su profesora en ese estado

-Sonríe para la cámara, zorra-

Se burló Jack, haciendo zoom en casa una de las zonas de su cuerpo

-Tranquila, esperemos aseguraremos de que toda la escuela no vea lo puta que eres…-

-Y de ahora en adelante, cuando queramos, eres nuestro juguete sexual personal… ¿Entendido? Nos veremos después de clases o en la cabina del conserje para que nos deleites como la profesora tragaleche que eres cuando queremos!-
Dijo Jack

-Si!!! Y olvídate de usar ropa interior… Si vemos que estás usando algo más bajo tu ropa, te irá peor, consideralo parte de tu uniforme jajaja!-
Exclamó Daniel

Amelia se estremeció al darse cuenta de la magnitud de su chantaje y del nuevo rol que estos chicos acababan de imponerle… Lágrimas de humillación le picaron en los ojos mientras asentía débilmente en señal de sumisión

-Escuchaste??- Daniel preguntó dándole una cachetada para que se reponga

-S-sí, lo entiendo… Seré tu… Su juguete sexual-

-Jajaja! Muy bien! Nos vemos, putita-

Amelia se quedó allí atónita, con la mente dando vueltas por las horribles cosas que habían sucedido… Se miró, desnuda y empapada de semen, sin ver su falda por ningún lado, para luego recordar que ya no tenía falda.. los chicos tomaron sus mochilas poniendo su ropa en orden para salir del aula y dejarla sola…

Las lágrimas corrían por su rostro al comprender la realidad de su situación… Ahora estaba completamente bajo el control de sus estudiantes, su juguete sexual personal para usar y degradar a su antojo… La idea de cumplir con sus viles exigencias le revolvía el estómago de humillación y autodesprecio… Pero con solo pensarlo, eso ya le estaba excitando… Tenía que buscar la manera de salir del aula e ir rápidamente a la farmacia, necesitaba una pastilla antes que los dulces renacuajos de sus dos alumnos hicieran algo peor

-FIN-

❤️ Pueden apoyarme y seguirme para leer más historias como estas en : https://t.me/+lnGi5uQjk3gzZGNh ❤️

40 Lecturas/1 julio, 2025/0 Comentarios/por ElrincondeFATIMA
Etiquetas: amigos, follar, madre, mayor, orgasmo, semen, sexo, vagina
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