EDUCANDO A MI "JEFE"
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
La aventura que cambió mi vida hace 8 meses, comenzó año y medio atrás, trabajo de funcionario, en un donde trabaja cientos y cientos de ellos, cuando llego uno nuevo, ni estaba en mi zona y es mucho mas alto en rango, pero al primer golpe de vista que tuve que hablar con él y conocerlo, lo supe, tenia ante mi a una sumisa.
Tiene 31 años, de 1,54, con 55 kilos de peso, pelo bien cortado algo largo con gafas, de labios gorditos, su boca, rosados rojizos, siempre con su traje y corbata, con su pantalón que le marca, un culito redondeado sobresaliente, pero voy al grano, el tener que tratarlo y estar a sus ordenes a menudo, siempre él guardando las distancias, pues soy un simple bedel, me hizo estudiarlo en profundidad, su mirada siempre baja, como su cabeza, de una impresionante inteligencia, pero fueran inferiores o superiores a él, involuntariamente, adoptaba una postura sumisa, todas sus señales corporales, eran de una sumisa, así fue pasando los meses, a la vez que aumentando mi curiosidad y entre mis compañeros de forma discreta y preguntando o escuchando muy de tarde en tarde, supe que era soltero, que vivia solo que no solia acudir a ninguna fiesta entre digamos su "casta".
En mayo pasado ahora hace justamente un año, empezó realmente, mi digamos investigación, la primera vez de una forma fortuita, pues en el aparcamiento tras salir del trabajo coincidí y lo seguí, como si fuera un juego para mi, es dia descubri pues simplemente en el barrio en que vivía, lo que creía que no iba a volver a repetir, es decir, seguirlo, volví a hacerlo dias despues, con el mismo resultado, no volví a hacerlo, me sentia un estupido, pero sin embargo lo repetí tiempo después esta vez era un viernes, salí, siguiendo su coche, para llevarme minutos despues una sorpresa, no iba a su piso, fue por los alrededores, de los edificios que trabajamos en el extremo de la ciudad, toda la parte rodeada de amplios jardines, bosques, para finalmente, perderse en uno de ellos, paré mi coche, el final de ese camino no era lejos y lo demas era bosque, lo perdí al llegar, solo estaba su coche, caminé con cuidado lento escondido por entre los arboles, los setos, hasta que ante mi, tras mas de veinte minutos de busqueda, vi a "una muñeca", con un vestido rojo ajustado, medias a juego, zapatos de tacón el pelo suelto y pintandose frente a un espejo en su mano, no podia verme, la observe, se miraba al caminar, se tocaba sus falsas tetitas, cuando abruptamente todo se rompió se escucho voces de niños y hombres, cogió todo apresuradamente y desapareció, caminé hasta su coche pero yo oculto lo observe se cambiaba dentro, terminó arrancó y se acabó.
Fui a casa, diciendome solo a mi mismo, lo sabía y madurando un plan, estaba como un adolescente, excitadisimo solo pensando cuando y como seria el mejor momento, tenia que someterla que me perteneciera, habia descubierto, que era gay, pero lo mejor TV, esa parte se me escapó, pero lo demas estaba muy muy seguro y eso era el premio final, ahora era saber actuar, jugar mis cartas y yo sabía como jugarlas mucho mejor que esa perrita, para sacarla de su escondite y educarla.
Decirle abiertamente lo que sabía, era perder yo, no, el vestido de hombre era un hombre, mis cartas era sorprenderlo de nuevo así, en ese instante vestido asi ya no era él, era una perrita en su cerebro y ahí es donde residía mi ventaja, yo no buscaba al del trabajo sino a la perra vagabunda, para llevarla a la perrera.
Vivo en una casa a las afueras de un pequeño pueblo cerca de la ciudad, con una habitación para mis juegos, en ese momento tenia a una perra vieja que nos veiamos tres veces por semana y a la que despedí, dias despues pues adeas ya me aburria, el viernes siguiente volvió a hacerlo pero con otro vestido y apenas salió unos minutos del coche, no conseguía ningun avance, la siguiente no fue, yo me impacientaba me empecé a obsesionar y a pensar en nuevas maneras mas directas pero finalmente me arrepentia por saber que no funcionarian la perdería, sino la tenia vestida de zorrita no conseguiria someterla, no aparecio tampoco al siguiente, entonces el sabado me levanté muy temprano a desayunar sin dejar de pensar cuando tuve una idea, vigilarlo en su barrio ese sabado saber que hacia, llegué temprano ocho media nueve mas o menos v su coche y aparque despues vi que desde una terraza no lo perdería de vista y un tiempo despues fui, me senté, apenas 10 minutos llegó al coche iba en deporte, con una bolsa, rapido pagué y me fui pensando que lo perdia pero no fue asi, pronto salio de la principal hacia las afueras iba en dirección a mi pueblo, salio a una carretera secundaria, lo seguí pero bastante alejado y apenas nada se adentró en una de tierra, ahí en la entrada paré para darle aun mas tiempo, a los pocos minutos seguí, localice a unos cien metros el coche, aparcado y semi oculto, aparqué alejado comence a caminar por los pinares y marasmo de matorrales, en dirección al coche, sabia que su miedo le impedia alejarse mucho de él se salía, hasta que escuche ruido y la ví de nuevo fuera oculta del camino esta vez vestido negro apretadisimo y tan corto que era un milagro no verle las bragas, joder como estaba la zorra, de buena, logre acecarme a unos 8, 10 metros, observar, se volvia a mirar y sobretodo a tocarse el muslo la nalga subía hasta sus falsas tetitas, solo se escuchaba el sonido de los pajaros e insectos, en aaquellas sombras frescas de pino, apenas estuve un par de minutos y caminé decidido sin ocultarme recto, a grandes zancadas.
Se quedó paralizada, su sorpresa fue enorme, apenas ya estaba a dos metros cuando su cuerpo tras mirarme se puso en dirección al coche, pero seguia paralizada y eso me dio tiempo a quedar entre el coche y ella, nada mas hacerlo empezó mas que a hablar a balbucear
– Mi mira yo yo me voy a casa y no pasa nada y tan amigos
Yo no decia nada, solo la miraba, para mi no era el del trabajo, no era un hombre, era una perra a quien adiestrar, e iba a demostrarselo aun hablando mi mano fue a su cocorota y le cogí del pelo.
– Aaah que haces sueltame – primero intentaba dar una impresion de decirmelo intentando imponerse- suelta suelta
Yo sabía que si hablaba estaba la partida media perdida aún no, estamos en realidad en una lucha, la de demostrarle que estaba ante un dominador, si yo cedia insconscientemente ella se sentiria ganadora es decir ya seria imposible me tomara en serio, seguí tirando y no dejaba de hablar pero dio un primer paso hacia mi, sin ella aún saberlo acababa de empezar a ser derrotada, habia perdido, sin aun saberlo, seguí tirando y comenzando a caminar hacia su coche a unos 15 metros, de nosotros.
– sueltame, sueltame no me oyes, aaaayy pero que te pasa aaaaaayy sueltame
Yo iba dando pasos cortos a veces sentia que no le hacia daño otras al dar otro paso sentia el tirón y que le habia hecho daño, apenas quedaba tres metros al coche
– Sueltame aaayyy por favor aaaayyyy por favor – fueron palabras celestiales para mi, otro gran agujero en su muro
Toqué la puerta trasera, estaba abierta, la abrí tiré hasta acercarlo a la vez que yo me iba metiendo y sentando, ahora si su cara a centimetros de mi, mi mano sobre su cabeza y ahora escucha y veia salir de sus labios
– Por favor dejame que me vaya aaaayyy por favor
Era como manejar una pluma para mi, fui tirando y ella metiendose en el coche sin saber que hacer, solo metiendose a donde yo la iba obligando tirando de su pelo ahora bastante fuerte una de sus manos sobre la mia pero sin dejar de moverse ella hasta que la tuve en posición cerré mis piernas y las suyas quedaron atrapadas entre las mias, comprendió que no se debia mover mas tras ello por fin hablé, su cabeza mirando hacia la ventanilla y puerta opuesta, su cuerpo atravesado al mio sus pies en el suelo del coche abrí las piernas y le dije
– de rodillas
Obedeció cerre las piernas y entre mis dos muslos quedo apretado los suyos y sbresaliendo su culo estaba descubierto todo por los mvimientos le veia las bragas minusculas negras, metidas en su culito, respingon duro redondeado, mi mano apretó una nalga, hasta producirle dolor dio un grito repetí con la otra le hice levantarlas unos centimetros mas tire el elastico vestido hasta su espalda descubriendo, el principio de un corsé negro.
que azote que sonido, al instante su grito, apreté la nalga, un nuevo y fuerte azote seguido de su grito, otro y otro empecé a escuchar su llanto, prsiguí con lo mio, cuando paré tenia un llanto seguido silencioso ahora, yo no la solté de su posición comencé a hablar.
– Delicioso, a mi entender el mayor placer conocido en el sexo, ya lo necesitabas, debes portarte como te corresponde cuando estas ante un dominante, saber tu posición ante él, se ve que si has tenido algun dominante, no supo educarte para que tu comportamiento fuese el correcto ante el macho y eso es algo que hay que evitar, una sierva debe saber como comportarse ante su dominador su macho o ante otros dominantes, tu educación deja mucho que desear pero eso tiene arreglo, con un buen adiestramiento, saber callar saber obedecer, ser entregada, comprender que se es una hembra, que nacio para servir al macho, sin condiciones ni rstricciones, que su deber es entrar bajo la proteccion del macho, que es quien debe preocuparse por todo, na vez que la caza y entra a formar parte a ser una de sus propiedades, ella debe saber que solo en su mente esta él, que pertenece a él, que sino no es nada, nadie, pues nació para ello y por ello, ante el su mente queda vacia sin voluntad y ella es la primera que lo sabe, que lo entiende, que sabe que es una pertenencia que entiende que es una propiedad, que pertenece a la perrera de su dueño, tras eso no hay nada.
Mas o menos fue asi como ahora empece el ataque a su cerebro, mi mano manoseaba sus doloridas nalgas y parte superios de sus muslo, ella habia dejado de lloriquear, solo estaba asi, expuesta oia su respiración mas tranquila ahora, empecé a probar sin dejar de halblarle de ese tema y en mi tono y voz grave, empecé a quitarle el vestido, comprendí que se habia entregado, sin la mas minima obstrucción sin quitarla de la postura inicial se dejó sacar el vestido por la cabeza, la mano que habia usado para tira de su cabello manoseo su pecho liso vestido con el corse, a su vez dejé de hablarle y empecé a pensar habia sido facilisimo, el motivo simple, era lo qe predije cuando la vi cuando estas ante una autentica sierva aunque nunca lo haya hecho, es rapido y facilisimo someterla si sabes usar esos minutos que te da de ventaja en realidad es para qu le demuestres que esta ante un dominante real no de boquilla, is dedos se metieron dentro del corse por el relleno de su pecho hasta coger su pezoncillo y fui tirando suavemente pero firme, para saber su limite de dolor, era alto, bastante alto, escuché sus gritos, sin apice de revelarse, sabía que en realidad la estaba haciendo disfrutar como siempre soñó y nunca lo habia encontrado, mi otra mano una vez tuve su pezon en la maxima tensión se metió por detras entre sus muslo, abriendo yo mis piernas y ella las suyas, hasta que cnseguí alcanzar unos huevitos liliputienses como su pene, en mi mano cabria varios de todo ello junto, fui tirando hacia atras, hasta que su boca exhalaba saliva sin poder evitarlo y gritaba, sus muslos y nalgas temblaban muy fuertes, se abrian y cerraban involntariamente con movimientos inconexos, sabia que le estba produciendo un fuerte dolor, sabia que si su limite era ese o mas, cuando terminara, de hacerlo su cerebro lo transforamaria todo en placer, a su vez que en sumisión hacia mi, al relacionar todo ello conmigo, estaba dispuesto a sacarle el zumo, a esa hembra, la tuve asi mucho mas que normalmente me aguantaban mis zorras y fui yo quien finalmente las soltó.
Al soltarla levanté mi pierna y la puse en el asiento quedando todo el suelo libr para ella y se tiró alli desmadejada, gruñendo como una cerda, de la cabeza a los pies todo en el suelo, yo la miraba, sabia que en realidad estaba disfrutando a su manera y para ello estaba yo, puse el pie en su espalda presioné, sabía que me comprendia como yo a ella cada señal mia la comprendia como comprendia ahora que estaba tomando posesión de ella, mi pie pasó a su cabeza ahora fui presionando, suvemente pero firme hasta dejar aplastada su mejilla en la moqueta del coche y su otra mejilla en mi descalzo pie, bien presionada, ahí quedo, sabia era su deber hasta que yo lo decidiera.
decidi así tras saborear el primer cigarrillo del dia, me fumó entre 3 y 5 al dia, que iba a hacer con la perra.
Me quite el pantalón me saqué mi polla, 19 cms, me hizo una larga mamada, le pase mi polla por toda la cara cada vez que me parecía, se la volvia a meter en la boca, la perra estaba entregada totalmente, la tenia largo tiempo solo comiendome los huevos, o lamiendo mis vellos de mi pelvis, hasta que me corrí en su boca, una vez, terminamos, le hice se vistiera, de hombre, tras vstirme quedamos los dos fuera del coche y le dije.
– Ahora es tu oportunidad, te voy a dar mi telefono, a las 4 de la tarde me llamaras y me preguntaras donde vivo, te lo indicaré y vendras a servirme todo el fin de semana a mi casa, te traras vestidos epezara tu educación y te iras a las 7 de la tarde del domingo, para tener tu tiempo hasta el trabajo.
Si te llamó y no lo coges, entenderé que no quieres estar en mi perrera no pasará nada, nadie sabrá en el trabajo esto y tu seras una perra libre, es decir, te doy la oportunidad de sguir libre siendo una perra vagabunda,
Le di mi numero y me marché, vi pasar su coche, me fui a casa, me hice la comida, comí, vi la televisión y finalmente llegó la hora a las 4 en punto, miré el telefono, no sonó, espere a los dos minutos sonó, escuché
– Buenas tardes Amo, podria informar a esta humilde sierva su dirección, gracias Amo
Fin primera parte
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