EL ALBAÑIL Y SU AYUDANTE
Relato donde Gerardo conoce el trabajo de un albañil y su ayudante, disfrutando de ambos que son padre e hijo, quienes le dan por los dos lados a la vez .
EL ALBAÑIL Y SU AYUDANTE
La historia de Gerardo inicia en un día como cualquier otro en la secundaria. Gerardo es un joven que está en la secundaria, tiene 13 años, es un chico apuesto de ojos grandes, de color café, piel blanca, es un chico al que no le gusta el deporte y por ello no tiene un cuerpo atlético, es algo llenito, pero sin llegar a ser gordo, sus facciones infantiles lo hacen verse tierno y amigable, su comportamiento es algo afeminado, sin embargo, es un adolescente guapo, de 1.40 metros de altura y 60. Kg.
Ese día cuando el profesor Juan impartía la clase de matemáticas, llegaron dos hombres a la puerta del aula, Gerardo se quedó embobado viendo al joven que venía acompañando al señor, el señor es un hombre musculado con algo de pansa, moreno, de 1.78 metros, cara redonda y brazos anchos a juego con su espalda, ambos cargaban cubetas llenas de herramientas, pero Gerardo admiraba a ese joven de 20 años delgado, moreno, cabello rapado, ojos grandes, cara afilada, unas piernas largas, espalda ancha y brazos marcados.
Alfredo: Buen día profesor, le pido una disculpa se nos hizo un poco tarde al pasar a recoger las herramientas, me presento; me llamo Alfredo, soy el albañil que hará las reparaciones. Y este joven es el que me ayudará en las labores. Él es Bryan.
Prof. Juan: Buenos días, no se preocupe aún es temprano. Un placer yo soy el profesor Juan. sígame le mostraré el área donde trabajarán.
El profesor Juan llevó a los dos hombres adonde estarían trabajando, pues el aula de cómputo necesitaba de reparaciones para poder ser usada. Un poco más tarde a la hora del receso, Gerardo y sus amigas se fueron a sentar en su lugar favorito, era justamente fuera del aula de cómputo, siempre que salían al receso, Gerardo y sus amigas solían ir a sentase en ese lugar, Gerardo estaba feliz de estar ahí, pues tenía a la vista a ese joven maravilloso, sus amigas sabían que a Gerardo le gustan los hombres y sabían que aquel chico le había llamado la atención desde el momento en que lo vio.
El joven Bryan, salía a buscar cosas, preparar mezcla o llevarle material al albañil, que estaba dentro del aula, Gerardo no dejaba de ver a ese joven acosándolo con su mirada, Bryan se dio cuenta de las miradas de Gerardo, pero este trataba de evadirlas, pues en su primer día en aquel lugar lleno de jóvenes se sentía algo cortado y fuera de su ambiente, Bryan continuaba trabajando pero de un humor de los mil demonios ya que no podía hacerle o decirle algo a Gerardo por como lo acosaba, trataba de ignorar las miradas de Gerardo, sin embargo Gerardo cada vez era más descarado en quedársele viendo.
Los días de la semana trascurrieron de la misma forma, Gerardo aprovechaba cada momento en el que podía observar o más bien acosar a Bryan con su mirada, mientras que en el aula de cómputo donde Bryan y Alfredo trabajaban, Alfredo le preguntó a Bryan el motivo de su enojo durante toda la semana.
Alfredo: ¿Qué es lo que te pasa? vale, todos estos días has estado de malas y renegando ¿Qué acaso ya no quieres trabajar? Si es así para buscarme alguien más que me ayude.
Bryan: Me siento incómodo por el morro que se me queda viendo cada que salgo, eso me hace enojar y no es que no quiera trabajar, solo que no le puedo partir su madre, al puto que se me queda viendo.
Alfredo: ¡morro! ¿Cuál morro se te queda viendo?
Bryan: El que se pone a platicar con las morritas, aquí afuera ¿si sabes cuál te digo? Como que es joto el morrillo.
Alfredo: Si. Sé cuál es, se le nota que le gusta la verga, pero ¿qué te hace con la mirada?
Bryan: No me hace nada, pero no me gusta cómo se me queda viendo, me siento incómodo, quisiera que sus amigas se me quedaran viendo para meterle la verga y a él unos vergazos en la cara.
Alfredo: Solo tiene curiosidad al ver a un joven como tú, te recomiendo que hables con él, platica de sus amigas, dile que te gusta una de ellas, hazle saber que a quien le quieres meter la verga es a una de sus amigas y no a él, así ya cuando salgas hazle una señal de saludo para que no se quede viéndote, no le faltes al respeto porque entonces si te corren de esta obra.
Bryan: Está bien lo intentaré, pero a ver si no me dice algo que me moleste y le parto la cara a vergazos, aunque me corran de aquí.
Alfredo: Ten cuidado con tu temperamento, igual y déjate que te la mame, los hombres son buenos mamándola.
Bryan: No jodas jefe ¿te la ha mamado un vato a ti?
Alfredo: Si te contara vale, en la vida tenemos que probar de todo, para que no le cuenten a uno, lo que si te puedo decir que cuando un gay te la mama es un placer enorme.
Bryan le pidió a Alfredo ya no seguir con esa conversación, pues no le estaba gustando saber las intimidades de su padre Alfredo, pero Alfredo ya se estaba poniendo cachondo, pues no nada más se la habían mamado, sino que ya había penetrado a otro hombre, Bryan estaba decidido a hablar con Gerardo para poner fin a sus miradas, así que el viernes vería la forma de hablar con él.
Por suerte para Bryan el viernes era día de educación física, la materia que menos agradaba a Gerardo, así que en el primer momento que Gerardo pudo escapar de la clase, lo hizo y fue a sentarse frente al salón de cómputo, y así poder observar a Bryan. Cuando llegó al frente del aula de cómputo, solo fue esperar un poco para ver salir a Bryan que venía en busca de unas tablas, Bryan sabía que era el momento para hablar, así que se apuró a llevar las tablas y volvió a salir, pero esta vez iba en dirección a Gerardo.
Bryan: ¿Qué pasó vato dónde están tus amigas?
Gerardo respondió tartamudeando que estaban en la clase de educación física, no podía creer su suerte, ese chico que solo formaba parte de sus sueños le estaba dirigiendo la palabra, Bryan mantenía una postura y semblante de macho alfa seguro de sí mismo e imponente.
Bryan: ¿Y tú porque no estás en la clase? ¿no te gusta el deporte o qué pedo?
Gerardo: A no, no me gusta hacer deportes, pero a mis amigas si, ellas están entrenando un poco, a mí que no me gusta.
Bryan: Consígueme a una de tus amigas para meterle la verga. Que sepan lo que es un verdadero hombre, preséntamelas, tú me las presentas, yo me encargo de meterles la verga.
Gerardo: Estás loco nunca les haría eso a mis amigas, además tú ya eres mayor y a mis amigas no les agradas.
Bryan: ¿Morro a ti te gusta la verga verdad?
Gerardo: A ti que te importa, eres muy grosero.
Gerardo se sentía molesto, pues el interés de Bryan por sus amigas lo puso de malas y quiso salir de ahí para reunirse a la clase y contarle lo ocurrido a sus amigas, pero antes de que se marchara Bryan lo tomó del brazo y le dijo:
Bryan: No te hagas el pendejo, bien que te me quedas viendo todos los días, señales que quieres verga, si sigues chingando, te voy a meter unos vergazos y si vuelves a entrar al baño cuando este yo, ahí te voy a partir la cara a vergazos, si le dices a los maestros te parto tu madre, se dónde encontrarte y le diré a tus padres que te gusta la verga.
Gerardo: Suéltame, ya no te voy a ver nunca, te juro que me pondré bien, no te voy a seguir viendo.
Bryan: Mas te vale morro, si dejas de acosarme yo no te voy a molestar, pero si continúas, me vas a conocer y no te va a gustar.
Al día siguiente, Gerardo puso al tanto de los hechos a sus amigas, cada una de ellas le dio su punto de vista, pero todas le hicieron ver que de verdad lo estaba acosando a Bryan y por ello la reacción de Bryan. De regreso en la secundaria en la clase de conservación y medio ambiente, el profesor les pidió que regarán los árboles en la mañana y tarde, por la mañana serían las mujeres quienes se encargarían de hacerlo y por la tarde serían los chicos.
Prof. Juan: Aquí les dejaré una lista de quienes serán los que rieguen las plantas por la mañana y quienes por la tarde. La lista la estaré renovando para que no existan malentendidos o inconformidades, solo tienen que ver el día que les toca, ya los hombres saben que será en la tarde y las mujeres por la mañana.
El profesor pegó la lista y ya a la hora del receso pasaron para ver qué día les tocaba, Gerardo vio que le tocaba venir el viernes por la tarde a regar. El lunes Bryan vio a uno de los alumnos que estaban regando las plantas y se acercó a él para hablar.
Bryan: ¿Qué hay vale qué andas haciendo?
Alumno: Vine a regar las plantas por un trabajo de la clase de medio ambiente.
Bryan: Chido, oye wey ¿las morritas también van a venir?
Alumno: No vato, a ellas les tocó por la mañana.
Bryan: Puta, yo que quería ayudarles a regar las plantitas…
Durante la semana que Gerardo y sus compañeras salían al receso y sentarse frente del aula de cómputo, cuando Gerardo veía salir a Bryan agachaba la mirada, mientras que Bryan voltea a verlos y sonreía con una risa triunfante, así paso el resto de la semana, Gerardo evitaba verse con Bryan y menos entablar algún tipo de conversación como la anterior. Cuando llegó el viernes Gerardo estaba solo con su amiga Vanesa y estaba preocupado pidiéndole consejos.
Gerardo: La verdad es que me da miedo voltear a verlo, lo peor es que hoy, voy a venir por la tarde a regar y pensará que vengo a verlo.
Vanesa: Pues solo tienes que ignorarlo y evitarlo, no lo voltees ni a ver. Vez lo que pasa por ser tan caliente, ahora hasta te da miedo y conste que te lo advertimos, pero nos ignoraste y seguiste acosándolo, te dijimos, ponte bien porque no sabes cómo lo pueda tomar.
Gerardo: Pues sí, pero nunca me había pasado con ninguno de los chicos.
Vanesa: ¿Gerardo si te refieres a Miguel, Ricardo y Fermín, que son los únicos con quienes has tenido sexo?, recuerda al chico que te le quedaste viendo en los eventos deportivos, que te dio un golpe con el hombro, es que no aprendes, cualquier día te van a dar un buen golpe, tienes que calmarte. ¿por cierto ya no has estado con Miguel, Fermín y Ricardo?
Gerardo: De miguel y Ricardo ni me hables y Fermín ya días que ni me pela, nada más cuando tiene ganas, me busca.
Vanesa: ¿Qué pasó con ellos?, ¿qué te hicieron? que ya no los quieres ver.
Gerardo inicio sexualmente con Miguel, Ricardo y Fermín, después de contarle a Vanesa el problema entre Miguel y Ricardo pasó el día bastante normal, llegó la hora de ir a regar las plantas, así que se armó de valor y fue a hacerlo, cuando llegó, se comportó a la altura, se puso a regar las plantas y cuando estaba por terminar, escuchó que Bryan lo llamaba, pero decidió ignorarlo, pues Bryan le hablaba de forma grosera.
Bryan: ¿He jotita viniste a buscar un macho o solo vienes a quedarte viendo como si estuvieras pendejo?, oye carbón voltea a verme o ¿qué ya no quieres probar mi verga?, ¿qué ya no te gusto como macho?
Mientras Bryan seguía insultándole y agarrándose la verga por encima de la ropa, Gerardo decidió ignorarle y correr al baño para evitarlo. Pero ese sería su mejor decisión, pues detrás de él se fue Bryan, entró al baño y cerró la puerta por dentro, vio a Gerardo sentado en el W.C., y se acercó, Gerardo estaba asustado, pues creía que Bryan lo golpearía. Pero para su sorpresa Bryan tomó de la cabeza a Gerardo pegando su cara a su entrepierna, Gerardo sentía la verga de Bryan rosando su cara y se quedó callado e inmóvil.
Bryan: ¿no la quieres mamar putito?
Gerardo no respondió nada, estaba asustado y nervioso, pero Bryan sostenía la cabeza de Gerardo con su mano izquierda y con la derecha fue bajándose el pantalón, dejando su verga de 18 cm al aire y a la vista de Gerardo. Una verga morena, depilada y gruesa, un par de huevos grandes depilados, Gerardo la tomó con su mano y empezó a masturbarle, la verga de Bryan que ya estaba a tope de dura, empezó a sacudirla en la cara de Gerardo.
Bryan: Anda cabrón, tienes que darte prisa puto que no tenemos mucho tiempo, dale wey mámamela ya que no tarda en hablarme el jefe.
Gerardo empezó a mamársela despacio, besándole la punta de la verga, luego se la empezó a meter en la boca, comenzó a mamar y Bryan empujaba su pelvis follando la boca de Gerardo, iba acelerando la follada de boca, Bryan fue aumentando sus movimientos, queriendo meterle por completo su verga en la boca de Gerardo, pero este no la podía comerse por completo la verga de Bryan, pero seguía mamándole y metiéndosela lo más posible en la boca, por fin tenía aquella verga que desde el primer día que lo vio había deseado hacerlo, de repente escucha como Bryan comienza a gemir y a darle más rápido, poniendo más tenso su cuerpo y sin aviso, soltó chorros de semen en la garganta de Gerardo, este se atragantó y logró escupir un poco para no tragarla por completo, ya que los primeros chorros que salieron disparados a su garganta no pudo evitar tragárselos. Bryan metió de nuevo su verga en la boca de Gerardo y le pidió que se la limpiara, éste la limpio y después escupió todo resto de babas y semen, mientras Gerardo escupía, Bryan se acomodaba su ropa, Bryan le dijo a Gerardo:
Bryan: De esto que acaba de pasar ni una sola palabra, sí sé que abres la boca te voy a reventar la cara a madrazos,
Gerardo: No le diré a nadie, te lo juro.
Bryan: Más te vale puto ¿te gustó mi verga?
Gerardo: Si me ha gustado.
Bryan: Bueno más te vale, wey el sábado bajas por toda la calle rosales y casi al final de la calle, antes de cruzar el puente están 4 casas en construcción, la última casa ya tiene puertas y ventanas pero por la parte de atrás está destapado, vas como a las 3 de la tarde, llegas a la segunda casa, ahí estaré yo trabajando, preguntas por Roberto, te van a contestar que no está, luego te irás a esa casa que te digo y ahí me esperas chance y te meto la verga por el culo, pero no le digas a nadie ¿qué dices, se hace?
Gerardo: Si está bien el sábado te veo ahí.
Cuando Bryan le dio las instrucciones a Gerardo salió a toda prisa, afuera se encontró a Alfredo que lo andaba buscando. Después de un raro, salió Gerardo del baño y se fue a su casa con miedo, pero con una sonrisa que no podía disimular. El sábado faltando para las 3 de la tarde, Gerardo salió de su casa, a los pocos minutos llegó a dónde estaban las casas en construcción y llegó a la que le había dicho Bryan, al asomarse a esa casa, vio a varios hombres sentados sobre cubetas y bancas improvisadas, entre ellos estaban Alfredo y Bryan, varios de aquellos hombres preguntaron que se le ofrecía.
Gerardo: Busco a Roberto ¿está aquí?
Albañil: Llegas tarde vale, Roberto ya rato que se fue a su casa.
Gerardo: A está bien, gracias.
Cuando se dio la vuelta, todos se empezaron a reír y Alfredo se le quedó viendo a su hijo Bryan que tenía la cabeza agachada, todos los demás empezaron a vacilar y bromear con lo de la búsqueda de Roberto, Gerardo se fue hasta la última casa que aún estaba en construcción y se metió por la puerta de atrás, esperó varios minutos, cuando vio que Bryan se acercaba a la casa y daba la vuelta para entrar.
Bryan: Oye wey sepárate de la ventana, vente a esta habitación, si alguien te ve en la ventana va a sospechar.
Gerardo: ¿Oye por qué se reían los demás cuando salí de la ahí?
Bryan: No les hagas caso, así son de mamones ¿oye wey te gustaría chupárnosla a dos?
Gerardo: No como crees, nada más a ti.
Bryan: La neta wey, es que el señor con el que trabajo se dio cuenta que me la mamaste en el baño y cuando te vio, sospechó y quiere unirse, si no se la mamas también a él, pues a mí tampoco, si no va a ir a decirles a los demás que te estoy metiendo la verga, ¿qué dices a los dos o a ninguno?
Gerardo: No sé, me da miedo y vergüenza.
Bryan: No seas culo, nos la mamas a los dos para que él no diga nada a nadie, es más te va a gustar, anímate cabrón, a los dos o a ninguno tú decides.
Gerardo: Está bien que se venga, pero que no diga a nadie.
Bryan le prometió que no le contaría a nadie y luego llamó a Alfredo con un chiflido, entró Alfredo masajeando su verga por encima de su ropa y saludó a Gerardo, con una sonrisa, diciéndole que tal muchacho, hoy será al dos por una, ¿qué te parece?, Gerardo solo sonrió levemente, el primero en sacarse la verga fue Alfredo, una verga de 19 centímetros, gruesa, morena, peluda y unos testículos grandes. Alfredo empezó a sacudir su verga con la mano de arriba abajo invitando a Gerardo a que se la mamara, Gerardo volteó a ver a Bryan esperando indicaciones, Bryan le dijo mámasela.
Con lentitud Gerardo se fue aproximando a Alfredo, pero sin perder de vista a Bryan, que ya tenía su verga de fuera, le agarró la verga a Alfredo y Alfredo lo empezó a acariciar y le dio un pequeño beso en la boca, Bryan se quedó asombrado y le preguntó a su padre.
Bryan: ¿Qué vergas haces jefe? ¿Eso qué?
Alfredo: Cállate y vamos a disfrutar de este muchacho, vamos a consentirlo.
Gerardo se quedó inmóvil, hasta que sintió que Alfredo le acariciaba la cabeza y le dio otro beso y se acercó a su oído, le pidió que se la mamara, Gerardo se arrodilló frente a Alfredo y se la empezó a mamar, Alfredo empezó a gemir y a dar pequeñas envestidas en la boca de Gerardo, luego se acercó Bryan y agarró del cabello a Gerardo, lo separó de la verga de Alfredo y metió su verga en la boca de Gerardo, este se la empezó a mamar lento, así estuvo varios minutos intercambiando de una verga a la otra, luego Alfredo le pidió que se colocara en cuatro patas, cuando estuvo a gatas, Alfredo se colocó atrás de Gerardo y empezó a abrirle las nalgas y escupirle en el culo, mientras Gerardo le mamaba la verga a Bryan, Alfredo jugaba con el culo de Gerardo, de repente Gerardo sintió que algo húmedo estaba en su culo, Alfredo empezó a mamarle el culo a Gerardo y este ahogaba sus gemidos en las mamadas de verga que le estaba dando a Bryan.
Después de un rato, Alfredo ya tenía bien dilatado el culo de Gerardo, se incorporó y empezó a pasarle su verga por el culo de Gerardo, luego Alfredo empezó a meter suavemente su verga en el culo de Gerardo, fue metiéndola despacio, hasta que la metió por completo, esperó un rato y después lentamente se empezó a mover, entrando y saliendo lentamente, tanto Alfredo como Bryan no dejaban de jadear y dar pequeños gemidos, Gerardo se sentía feliz, pues tenía verga por dos lados, después de estar un rato así, Bryan y Alfredo cambiaron de posición, Bryan le metió la verga por el culo a Gerardo, mientras Alfredo se la metía por la boca, la excitación, el deseo de Gerardo, lo hacían gemir y gritar de placer al estar siendo ensartado por el culo y la boca, Bryan comenzó a acelerar sus envestidas y a gemir más fuerte, cuando empezó a eyacular dentro de Gerardo, hasta que Bryan dejó la última gota de semen dentro de Gerardo le sacó la verga y le dijo a su padre que continuara él.
Bryan se vistió y se salió de la casa, pero Alfredo aún no había terminado, así que cambió de postura a Gerardo, lo puso boca arriba sobre una tarima y le metió de nuevo su verga, Gerardo observó la cara de placer de Alfredo al estarlo penetrando y este no paraba de gemir en cada envestida, Alfredo se inclinó y empezó a besar apasionadamente a Gerardo que sin duda correspondió a sus besos, después de varias envestidas y besos apasionados, Alfredo le dijo a Gerardo que estaba a punto de venirse(correrse).
Alfredo le pidió a Gerardo que se masturbara para que terminara primero él, y ya después terminaría Alfredo dentro del culo de Gerardo, Gerardo se empezó a masturbar y en menos de un minuto, empezó a soltar chorros de semen sobre su abdomen, al momento en que Gerardo se masturbaba, Alfredo empezó a darle más rápido, varios segundos después de que Gerardo se corriera, Alfredo inundó una vez más el culo de Gerardo llenándolo de leche, se desplomó a un costado de Gerardo y le dijo:
Alfredo: Muchacho que culo tan rico tienes, quiero volverte a meter la verga, pero será otro día, dime ¿te gustó?
Gerardo: Si me ha gustado bastante, ojalá se repita.
Alfredo: Seguro que lo repetiremos, ya sea que esté mi hijo o solo nosotros dos, si somos solo nosotros, te haré sentir como una verdadera mujer, ya verás, oye para que no te digan nada o sospechen, sales por la calle de atrás, que no te vayan a ver estos cabrones, te veo en la secundaria para ponernos de acuerdo.
El lunes a la hora del receso, Gerardo entró al aula de cómputo, pero solo se encontró a Alfredo y le preguntó, que si Bryan era su hijo, a lo que Alfredo le contesto que sí, Gerardo estaba impresionado al saber que eran padre e hijo, después Alfredo le dio su número a Gerardo y él le pasó el suyo a Alfredo, a partir de ese día, Gerardo disfrutaba con el albañil, varia veces a la semana y en los días que estuvo en la secundaria, Alfredo le daba sus buenas agasajadas a Gerardo que las disfrutaba cada vez que se veían.
FIN
Qué rico relato! Como quisiera coger con un padre y su hijo!
Que buen relato, nada como meterle la verga a un jotito entre dos cabrones q lo hagan gozar …
gran relato como sigue
Que padre relato, hasta me vine en mis despertà mañaneras.