El amigo de mi papa
Ya de muy niño me atraia ese hombre cuarenton, amigo de mi padre. Fantasiaba con conocer su verga durante mucho tiempo hasta que la fantasia se hizo realidad. mucho tiempo.
Le decian Tucumano, pero se llamaba Roberto muy amigo de mi familia y como ya dije me atria desde muy niño. Teniamos una extraña conexion. El volver a verlo me excito muchisimo y mas por su propuesta.
Ansioso esperaba que mi padre terminara el reparto de diarios para ir a la casa de Roberto, un cosquilleo insoportable e intermitente inundaba mi vientre y bajaba hasta mis huevos y me venia un sopor de solo pensarlo desnudo.
Por fin mi padre aparecio, apenas cruce un saludo y me fui casi corriendo para no perder ni un minuto.
Cuatro cuadras me separaban de mi deseo, ya conocia la casa por que habia ido con mis padres.
Suspire profundamente y apoye entre temblores el dedo en el timbre, como si hubiese estado esperando atras de la puerta, apenas sono se abrio la puerta y con ssu encantadora sonrisa me dijo: Pasa, pasa mi amor, que alegria que viniste.
Le sonrei en silencio y el me puso la mano en el hombro empujandome suavemente al interior.
Cerro la puerta, me tomo de la mano y me guio hasta la sala de estar, se sento en el sillon y me hizo señas para que me siente a su lado.
Roberto – No puedo creer lo lindo y grande que estas.
Apoyo su mano en mi muslo y sintio el estremecimiento de mi cuerpo y comenzo a deslizar sus dedos suaves como pompones de algodon, desde la rodilla hasta casi la ingle.
Me iba desarmando entre suspiros y temblores.
Roberto – Que piel tan suave tenes. ¿Te gusta que te acaricie?
Le conteste un si, ahogado cargado de excitacion.
Se abalanzo sobre mi lentamente y al mismo tiempo que me recostaba en el sillon me quitaba el buzo y la remera.
Robeto – Ahhh, que hermosura, tal cual lo imagine.
Agacho su cabeza y busco con sus labios mis tetillas que estaban duras, jugueteo con la lengua hasta hacerme gemir. Despues subio con la lengua por mi cuello, con pequeños y dulces chupones hasta llegar a mi oreja con lenguetazos y mordiscos que me hicieron estallar de placer.
Luego se sento y me hizo parar frente a el entre sus piernas, no podia dejar de mirarle la pija parada dentro del pantalon, me tomo de la cintura y me acerco mas a el, comenzo a besar mi vientre mientras lentamente bajaba mi pantalon, tomo con su mano mi verga dura, acaricio mis huevos y me giro para ver mi culo.
Roberto – Ay nene, que cola mas linda, las pajas que me hice pensando en este momento.
Yo – Yo tambien pensando en vos.
Roberto – De verdad, te acordaabas de mi.
Yo – Si, cuando me sentabas en tu pierna y me hacias sentir tu verga adelante de todos y nadie se daba cuenta.
Roberto – Si, me excitaba mucho eso y tus manitos acariciandome la pantorrilla, me volvia con una calentura terrible. ¿Te gusta todo esto?
Yo – Si.
Roberto – Pero vos queres otra cosa, no.
Yo – Si, quiero ver tu pija.
Me abrio las nalgas y hundio su lengua entre ellas buscando el centro de mi ojete.
Me dejo al borde del desmayo, sollozaba y gemia y mi cuerpo temblaba por tanto placer recibido.
Volvio a girarme, estiro su cuerpo para llegar con su boca a mi boca y besarme apasionadamente mientras su dedo urgueteaba la entrada de mi culo.
Roberto – ¿Estas listo para conocer mi verga?
Yo – Si, no doy mas, estoy muy caliente.
Roberto – Me vas a dejar que juegue en tu colita.
Yo – Si haceme lo que quieras.
Roberto – Ayyyy mi amor. Te voy a hacer muy feliz.
Continua
como sigue