El Castigo ( 2 parte)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi Amo cogio el dildo que esta utilizando para mi entrenamiento, y me lo introdujo en la boca, mientras me decia:
– Ensalivalo bien, puta, que quede bien lubricado para que penetre facilmente en tu interior, zorra.
Despues lo paso por mi coño, que estaba totalmente empapado, y una vez estuvo cubierto de mi saliva y mis flujos, me lo introdujo por el ano. Debe medir aproximadamente unos 14 cm. en su base, por lo que al introducir su parte superior, que seria de unos 18 cm. mas o menos, mi cuerpo dio un respingo, pese al deseo que tenia en ese momento y a la excitacion. Mi Amo, cogio entonces en su mano el control remoto del aparato, y durante todo el resto del castigo, iba variando el nivel de intensidad en la vibracion. Note como se colocaba delante de mi. Podia sentir su aliento, rozando, acariciando mi cara, mientras me hablaba:
– Bien, puta, ahora le vas a dar placer a Tu Amo, ¿verdad?. Dime como lo deseas, como quieres que te permita hacerlo, suplicamelo.
– Amo, por favor se lo ruego, se lo suplico, se que no lo merezco, que no tendria por que tocar con mi sucia boca de perra su polla. Pero permitame hacerlo, se lo imploro, deseo poder darle placer, que se sienta feliz, que disfrute, Amo. Es mi mayor anhelo.
– Bien, zorra, te lo voy a permitir por esta vez.
Mi Amo coloco su polla sobre mis labios. Mi lengua salio a recibirla, jugueteo un rato con ella, en su punta, en su extension, dandole pequeños lametazos y besos con mis labios. Pase despues a lamer sus huevos, besandolos, jugando con mi lengua tambien sobre ellos, introduciendolos enteros en el interior de mi boca. Volvi a su polla, que era cada vez mas grande, y la fui introduciendo despacio en mi boca, jugueteando igualmente con mi lengua sobre ella. Mientras Mi Amo, iba castigando de vez en cuando mis pezones con la fusta, si no le gustaba el ritmo, haciendo con ello que acelerara o rebajara la intensidad de la mamada. Cuando por fin se encontraba a punto de correrse, haciendo caso de lo que le habia pedido, me cogio fuertemente por la nuca, atrayendo mi cara hasta tocar su vientre. Con su otra mano, me tapono la nariz, forzandome con ello a tragarme toda su leche, hasta la ultima gota, entre la falta de aire y las arcadas que me producia la situacion. Despues de correrse y durante unos segundos mas, mantuvo todavia su polla, en el interior de mi boca. Tras eso, y para rematar el castigo, Mi Amo, decidio que yo tendria que soportar un poco mas.
– Bien perra, se que estas caliente, como la zorra que eres, pero no te voy a permitir que te corras, ni que te duches y limpìes. Te iras asi por la calle, con el coño babeante y los muslos mojados de tu propio jugo, para que aprendas que no se debe jugar con la gente.
Despues de eso, Mi Amo dio por concluido el castigo. Me quito el dildo, las cuerdas, y me permitio ponerme de pie. Tambien recuerdo que al principio, casi no era capaz de mantener el equilibrio, nunca habia estado tanto tiempo de rodillas y mis piernas ahora me mataban de dolor, y me impedian estar de pie. Parecia que me iban a fallar, y acabaria en el suelo. Mi Amo me cogio, me sujeto con sus brazos, y me iba diciendo despacio al oido, con voz muy queda:
– Tranquila, es normal. Pronto se te pasara. No te asustes.
Y alli, abrazada a El, sintiendo sus caricias, su aliento, su olor, y oyendo sus palabras de consuelo, me senti la mujer mas feliz del mundo.
Otro dia, os contare el segundo castigo que escogieron. Hasta entonces, espero que la segunda parte de este os haya gustado. Aunque mucha gente que lo lea puede pensar que estoy loca, creo que es que no conocen lo feliz que te puedes llegar a sentir con ello.
Tanto Mi Amo, como yo, estariamos encantados de conocer vuestra opinion sobre este relato. Para ello, nos encantaria recibir vuestros comentarios a la siguiente direccion: hetdesir@hotmail.com
Un saludo a todos.
Hetsepsuth.
Autor: Anonimo
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!