EL COMIENZO DE UNA RUTINA, Y SORPRESAS INESPERADAS PERO MUY BUENAS IV
Nuevos juguetitos, nuevas rutinas, y las sorpresas que vienen para un disfrute y placer al máximo .
HOLA A TODOS
Poco después mi adquisición con Martha y sus hijas, anhelaba el hecho de tener a Eduardo cerca de mí y la verdad era que lo tendría dentro de poco
Recientemente me habría enterado que tuvo un altercado con su padre, y a palabras de su hermana, Eduardo solo quería vengarse por lo que le hizo, aunque no era de mi importancia, la curiosidad me gano, por lo que un día sin previo aviso llego a mi casa, la verdad me emocione al verlo, tenía mucha lujuria reprimida, pero aparte de eso quería para tiempo con el, algo que nunca me había sucedido con algún otro hombre, aunque moría de curiosidad por el asunto que tuvo, lo dejaría para después, y no era la única en espera ya que también estaba Martha.
- No esperaba tu visita
- Si, me olvide de avisarte, pero pareces contenta
- Es claro que eres mas que bienvenido aquí, y tengo muchas cosas que contarte al igual que tu
- Pues si
- Primero comamos algo, y después pongámonos al día, y también sobre lo otro
Al decirle eso, acaricie un poco su pene, mientras eso mis hijas lo abrazaban, mientras que mis sobrinas solo lo veían, pero note como se pusieron celosas al ver a sus primas tan apegadas a el, por otro lado, Martha vio lo que hice, y ya parecía estar lista para someterla, pero quise tomar las cosas con calma para un disfrute mayor
Tras comer algo conversando, claro mis hijas en más de una ocasión intentaron adorarlo como siempre, les dije que no lo hicieran y que lo harían una vez Martha y sus hijas cayeran, desde que empezamos a habla note que Martha no le quitaba el ojo de encima a Eduardo, la cara, torso, brazos, y no era para menos, un joven así de apuesto y fornido no había en todos lados, mientras que sus hijas, asumo que solo querían jugar al igual que las mías
- Te presento a Martha y a sus hijas
- Mucho gusto señora
- Dime solo Martha y ya
- Ok
- Ella es la esposa de uno de los hermanos de mi difunto esposo, seguro se llevarán muy bien
Tras esa breve presentación, conversamos algunos temas entre ellos, el tema de su padre y de la venganza que le hizo, y otro tema respecto a un compañero de la universidad, me hizo pensar que era capaz de quitar cosas valiosas a las personas gracias a sus dotes, pero el me corrigió, ya que lo haría con aquellos que lo molestaran, tras unos minutos, Martha y sus hijas estaban en la cocina, por lo que yo y mis hijas aprovechamos un poco, le saque la polla, esta aun estaba flácida, pero era perfecto para lo que venia a continuación
- Carolina y Elizabeth dejen sus pies por un rato y asómense a sus piernas
- Si mami
- Ven esto?
- Si, pero que es?
- Esto es un pene, el juego es intentar agrandarlo usando sus bocas, si no pueden pierden
Mis hijas dejaron de chuparle los pies para acatar mi orden, y por su naturaleza inocente, estas no querían defraudarlo o decepcionarlo por lo que harían su mejor esfuerzo, por lo que sin mas, mis hijas empezaron a lamer el miembro flácido de Eduardo, el cual solo las miraba sin reacción alguna, la escena me era tan excitante que empecé a tocarme ahí abajo, mis 2 hijas lamian y besaban el miembro de Eduardo, yo ya las había hecho practicar un poco, hace algunos meses para que tengan idea de cómo complacerlo, por otro lado Eduardo no parecía excitarse en lo absoluto, y su pene estaba sin erección alguna, pero al verme masturbándome, note que su pene empezaba a ponerse duro lo cual sorprendería a mi hijas.
Por otro lado Martha y sus hijas ya sabían que hacer, naturalmente ellas me adoraban, por lo que al ver que yo y mis hijas adorábamos a Eduardo también tenían que adorarlo a el, en cuanto Eduardo empezó a tener una erección, vi como Martha se acercaba y hacia que sus hijas se postraran ante el para luego besarle los pies, mientras que Martha acariciaba sus muslos, Eduardo apartaría a mis hijas y dejaría que Martha trabajara en su polla mientras que me besaba
- Parece que tienes mas perritas – dije con sarcasmo
- Jaja, era lo que esperabas o no, de cualquier forma, por mas buena que seas no era suficiente para saciarme
- Pues será mejor que la domines, aunque viendo su cara y su actitud, ya la tienes a tus pies y a sus hijas
- No se si este bien
- Descuida mis hijas te servirán – dijo Martha
- Silencio, hablaras solo cuando el te lo permita
Le di un regaño a Martha la cual intento disculparse, pero en ese instante ya tenia media polla en la boca, Martha, aunque sin experiencia, era la primera vez que chupaba una polla, por lo que se esmeraría, pero para su sorpresa Eduardo no estaba erecto del todo, por lo que cuando su miembro empezó a crecer Martha se sorprendió al verlo, debido al tamaño, a Martha se le complicaba darle una mamada correcta
- Si no puedes hacer eso, mejor déjalo
- Espera, si puedo
Martha se esmeraría en complacer a su nuevo amo, ella pensó que si no podría hacerlo sería desechada, debido al lavado de cerebro que les hice, las 3 caerían de inmediato ese día y sin ninguna dificultad, mis sobrinas ya entenderían lo que debían de hacer, las cuales adoraban sus pies como se les habría enseñado, tras unos minutos Martha lograría preparar el pene de Eduardo por lo que yo seria la primera en recibirlo, esa enorme polla, venosa, y lubricada con la saliva de Martha iba a parar directamente en mi coño el cual también ya estaba chorreando de antemano
- Vaya sorpresa que me diste
- Te gusto mas de la cuenta al parecer
- No tanto como te gustara esto
Acto seguido metió su pene dentro mío, mientras que yo solo lo recibía con esmero después de tanta espera, este se pondría de pie y me sujetaría con sus brazos, a pesar de ser pesada debido a mi estatura y atributos, para él no era nada, mientras eso, mis 4 niñas le chuparían los pies y Martha aprovecharía para lamerle las bolas, para luego cogerme con mas fuerza y eyacular en mi rostro y el de Martha, Eduardo siempre era cuidadoso de no correrse dentro, ya que no quería meterse en “problemas”, considerando que era un muchacho menor de 20 años, pues lo acepte sin rechistar
Después de ese round era el turno de Martha la cual estaba nerviosa y perpleja por lo que vio, fue la primera vez que dio una mamada y la primera vez que seria cogida por una polla como esa por lo que la moleste un poco
- La de tu marido siquiera se compara
- ..n-no
- Pues de ahora en adelante solo eres un objeto de uso para esa polla
- Oye no te pases – me regaño Eduardo
- Déjalo veras que le gustara
Martha sabría que estaba tratando con un amo mucho más imponente de lo que era yo, por lo que se postraría ante el y le rogaria para que la tome, Eduardo solo levantaría el pie y lo pondría sobre su cabeza indicando que aceptaba su suplica, Eduardo la levanto con mucha mas facilidad que a mi, y la puso sobre el sofá, mientras que acercaba su cuerpo desnudo al de Martha, ella por obvias razones estaría nerviosa y emocionada de tener un macho de ese calibre rozando su cuerpo, tomo su polla y de a pocos la fue insertando dentro de su coño el cual no estaba listo para tremendo bloque de carne
- Si no estas lista, podemos dejarlo para otro día
- Eduardo, estas siendo muy blando, es tu perra y debes tratarla como tal – exclame en tono imperativo
- Estas de acuerdo con esta loca?
- Si, soy tu perrita y solo debes ordenarme, hare lo que pueda
- Ok, después no andes lamentándote
Eduardo presionaría suavemente su polla contra su coño, y para facilitar las cosas la besaría, Martha se volvería loca por el beso, y después de alguno intentos, el coño de Martha tomaría la menos la mitad de su polla, Eduardo empezaría a embestirla pero segundos después Martha soltaría un fuerte orgasmo que la terminaría agotando, por lo que Eduardo continuaría y tras otro orgasmo Martha se terminaría desmayando, era obvio que Eduardo no estaba ni cerca de correrse, por lo que me anime a otra ronda, y tras unos minutos sentí la corrida de Eduardo encima de mi cuerpo, de mas esta decir que termine rendida y cansada, ordene a mi hijas limpiar su polla pero Eduardo ya se habría ido al baño
Tras aquel día Eduardo frecuentaba mi casa al menos 2 veces por semana, ya sea para ser atendido por sus perritas o para un masaje, debido a que tuve algunas charlas con su hermana Xiomara, supe que padecía de ciertos dolores musculares en la espalada baja por tantas veces que cogía en su casa, por lo que aprovechábamos la veces que estaba ahí
Altere una de mis camillas dejando un gran espacio justo delante de su pelvis, para se sobresaliera su pene y así divertirnos mientras le daba el masaje, por otro lado, mis niñas aprenderían una forma de darle la bienvenida cuando nos visitaba, era ley que el estuviera descalzo para que se divierta con sus perritas, por lo que cuando llegaba las 4 niñas se postrarían ante él, para después mis hijas estar delante de cada pie y mis sobrinas detrás de cada uno.
Acto seguido mis hijas deshacían los cordones de sus zapatos utilizando solo la boca mientras que al terminar las otras apoyaban por detrás, una vez fuera el calzado harían los mismo con sus medias, mis sobrinas bajaban suavemente con sus labios intentando no lastimarlo con dientes, mientras que mis hijas lo sujetarían por la punta quitándoselo por completo, una vez sin nada en los pies las 4 pasaban al ataque y se centrarían en chuparle, lamerle y besarlo con el mayor esmero posible, mientras que Martha postrada a un lado esperaba una orden, por mi parte yo iba a besarlo, para después tener algo de diversión, si era un masaje todas bajábamos, Eduardo se echaba boca abajo debido al cambio que hice tenia la polla y bolas colgando, mientras que yo hacia los masajes con lociones especiales, mis hijas casi siempre se quedaban cerca a sus pies, mientras que Martha adoraba su polla desde abajo junto con Karol, mientras que a Karen le atraía la idea de lamerle el ano, Eduardo se negaba todo el tiempo, pero al ser una niña la complació
Sin embargo, Martha no aprobaba el hecho de que solo 1 de sus hijas aprendiera a dar una mamada por lo que se alternarían en un principio, para después dar la mamada juntas y en un futuro no muy lejano las 4 niñas ser las encargadas de chuparle la polla o bueno ser sus putas de mamada personal
- No se quejen si después las uso a mi antojo
- Esta bien, puede hacerlo, después de todo nosotras le pertenecemos
Eduardo solo levantaba el pie y movía los dedos, inmediatamente las 4 niñas estaban ahí para adorarlo, mientras que Martha y yo nos preparábamos para el evento, sin embargo Martha, quería ser mas servil con Eduardo, por lo que planearía algo en secreto, claro mientras eso todos nosotros tendríamos mucha mas diversión que la que podíamos, tras unas semanas de visitas continuas, Martha y sus hijas al igual que las mías se habrían vuelto mucho mas obsecuentes hacia Eduardo, a tal punto de no hacer nada si él no se los ordenaba
Sin embargo Eduardo intento apaciguar el asunto, se hizo cercano a las niñas las cuales se volvieron tan apegadas a el, que ya no veía esa tristeza o mirada muerta en mi hijas eran felices y mejor aun, empezaban a tener una actitud de esclava sexual a esa edad tan corta por lo que, cuando el no estaba también sacaba provecho, usándolas de formas mas salvaje y arriesgadas, me lamian en el transporte público o comían a mis pies en algunos lugares fuera de casa y lo más excitante, las use un par de veces como retretes debido a mi gran altura y las grandes prendas que usaba nadie sospechaba al respecto
- Mami cuando vendrá Eduardo
- No lo se hija
- Espero que nos visite pronto
Eran las palabra mas comunes y bastante frecuentes que escuchaba por parte de las niñas, por su parte Martha planeaba algunos asuntos a modo de sorpresa para Eduardo, sorpresa que les daré a conocer en el siguiente relato
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