EL DIARIO SECRETO DE JAVIER: EL MACHO DE TURNO DE MAMÁ ES UN PERVERTIDO
Una madre despechada, deja a la suerte a su pequeño hijo de 6 años y termina siendo la presa de uno de sus machos de turno.
Javier es un pequeño de 6 años, y es el hijo único de un matrimonio fallido. Su padre apenas se divorció de su madre, se fué y nunca más se supo de él. Por lo tanto, Javier quedó al cuidado de su madre, quien era una mujer de 35 años, aferrada al alcohol, las fiestas y los hombres. Como consecuencia de ello, reflejaba una clara despreocupación por el cuidado de su único hijo.
Nadie podría entender esa despreocupación tan descarada por un muchachito tan lindo. Cualquier cosa le podría pasar si fuese encontrado solito por ahí y, ella ni cuenta se hubiera dado, o quizás sí, pero las probabilidades de que eso le importase, eran casi nulas. Es increíble lo que puede hacer el despecho con las personas.
Javier es muchachito aun, tiene una piel blanca, suave y lampiña. Su cabello es liso, fino y de color castaño claro, tiene unos lindos ojos color miel, acompañados de unas largas pestañas que le hacen lucir una linda y dulce mirada. Sus labios son carnosos y de color rosa suavecito, los cuales se verían lindos haciendo cualquier cosa que de seguro volverían loco a más de un hombre sin tabúes. Sobre todo por la rellenita contextura de su cuerpito, lo cual le ha hecho desarrollar naturalmente un culito gordito y unas pequeñas tetitas , las cual se marcaban muy bien cada vez que usaba alguna playera o short ajustadito. Algunos podrían decir que parece toda una niñita
Por su aspecto físico, Javiercito ha recibido más de un comentario mal intencionado, desde fuertes burlas como «maricón», hasta comentarios de tipo sexuales, los cuales provenían específicamente de hombres maduros del barrio, quienes sin ningún tipo de pudor le decían cosas como «uy qué lindo culito tiene la nena», «uf eres la nieta que necesito Javierita…», «te tuviera en casa, te haría muchas cositas».
Aquellos comentarios que recibía Javiercito, lo dejaban sin palabras ya que no entendía muy bien a qué se referían o porque a veces se dirigían a él como si fuera una niña. A veces también sentía miedo, cuando se encontraba con alguno de aquellos hombres maduros y le soltaban algún comentario, pues en sus ojos y sonrisa se podía ver algo más que simpatía, quizás esos comentarios eran algo más que una simple broma. Así que cuando esto ocurría, él simplemente se quedaba callado, sonreía y seguía su camino, aunque en más de una ocasión alguno de estos hombres lo retuvo para darle un agarrón a su culito o tetitas.
Por otra parte, estos comentarios de tipo sexuales, no solamente se limitaban a aquellos hombres maduros del barrio, sino que también provenían de algunos otros hombres que vivían por los alrededores. Pues cuando Javiercito no estaba en clases y se aburría en casa, salía a jugar por su barrio y sus cercanías. Todos quienes conocían a Javiercito o su madre, sabían que pasaba mucho tiempo solo, pues cuando su madre no estaba en el trabajo, se lo pasaba por ahí de fiesta con su pareja de turno.
La mujer en más de alguna ocasión recibió algún comentario o sugerencias por parte de alguna vecina, las cuales eran relacionadas al cuidado de su hijo, como que no lo dejase tanto tiempo solo, o que tuviera cuidado con los hombres que invitaba a casa, a lo cual ella respondía con un simple «No es su problema» «El sabe cuidarse» o algo por el estilo.
Su madre, sin darse cuenta o tal vez sí estaba dejando a su único hijo a la suerte, ante una vida peligrosa para quien no sabe defenderse por sus medios. Y para mala suerte del muchachito, más de un hombre ya había había reparado en aquello. Más de uno había puesto los ojos en el niño y no precisamente para cuidarlo.
Así pasaban los meses, y la vida de Javiercito seguía siendo la misma, mañanas de clases, tardes de casa, juegos y recurrentes comentarios que moralmente no se le deberían decir a un niño por parte de hombres maduros.
…
Cuando llegaba la mañana, Javiercito se iba a clases apenas asomaba el sol y aunque lloviera no podía faltar, pues ahí contaba con su desayuno y almuerzo diario. Su madre jamás se daría de él tiempo de preocuparse de tales cosas, y se lo había dejado muy en claro desde que Javiercito apenas comenzaba a comprender su entorno.
La primera y única vez que se lo dijo fue algo impactante para el muchachito, pues se había levantado a media noche por el rugido de su panza, era el hambre. Como todo niño, solo pensó en pedir lo que necesitaba, así que se levantó de su camita y se dirigió al cuarto de su madre, pues aún se escuchaba algo de ruido dentro de la habitación, por lo tanto debía estar despierta.
Cuando Javiercito entró llorando a la habitación debido al hambre que sentía, vio a su madre arrodillada frente a un hombre muy alto, el cual casi triplicaba la estatura del muchachito. Su madre, sacando el grueso pene del hombre desconocido de su boca, inmediatamente observó hacia la puerta donde yacía descalzo su pequeño hijo, el cual vestía una playera de pow Patrol y un pequeño short de pijama. Fue en ese instante, cuando lo vió, que inmediatamente se levantó de donde estaba y se dirigió dónde estaba el menor, lo tomó de su fino pelito castaño para sacudirlo con fuerza, para luego decirle «No vengas a molestar, no ves que estoy ocupada».
El hombre que estaba en el cuarto con la mujer, lejos de molestarse o de bajarle la calentura la presencia del niño, le motivó más y su verga se puso muy dura. Había visto a Javiercito, y le había parecido un muchachito muy lindo e inmediatamente se imaginó cosas muy pervertidas en su cabeza. Fue ahí cuando decidió hablar.
– Déjalo, ya es tarde, es entendible que tenga hambre el niño, tú ya estás bien alimentada de leche. No seas egoísta y ve a prepararle la suya y algo para comer.- dijo el hombre con voz autoritaria, posando una mano en el hombro de la mujer para detener su maltrato hacia el pequeño.
-No te preocupes, este llora por todo, de seguro es una pataleta.-dijo su madre mientras trataba de sacarlo de la habitación para seguir con la desenfrenada mamada que le estaba realizando al macho.
-No te estoy preguntando, es una orden. No quiero que vuelva llorando por aquí.- dijo el hombre con el propósito de que la mujer saliera de la habitación. Tenía la verga muy dura gracias a la mamada y al ver al pequeño dentro de esa habitación que olía explícitamente a sexo.
– Okey, lo siento cariño, voy enseguida.- dijo la mujer bajando mirada por tal imposición de su macho.- y tú ven conmigo!.- tomó fuerte a Javiercito del brazo para casi arrastrarlo fuera de la habitación pero fue detenida por el hombre desconocido por el muchachito.
– Suelta, déjalo aquí, que vea tele un rato. Mientras me meto en la cama para descansar un rato.-dijo aquel hombre soltando a Javiercito del agarre de su madre para guiarlo frente al televisor mientras él caminaba desnudo y con la verga dura a su lado, y la madre salía de cuarto mientras se ponía una bata.
Apenas la mujer salió de la habitación, aquel hombre desconocido para el muchachito prendió el televisor, sintonizó DiscoveryKids y se sentó a los pies de la cama con las piernas abiertas, posó a Javiercito frente a él mientras lo observaba y su mente volaba poniendo su verga a mil.
Desinhibido por la calentura y el alcohol, aquel hombre comenzó a masturbarse. Cuando se percató que Javiercito no se despegaba de la televisión, se atrevió a bajar lentamente la parte trasera de su short y posteriormente, de su ropa interior. En ese mismo instante, Javiercito se volteó y chocó directamente con la mirada de aquel hombre.
-Mira la tele antes que vuelva tu mamá y te lleve a acostar. Dale voltea y no mires para atrás.- dijo aquel hombre con una sonrisa perversa y disminuía tras un falso tono amigable.
Javiercito volvió a lo suyo, y aquel hombre enfocó su mirada en el culito del niñito, al instante quedó hipnotizado cuando vio ante sus ojos un culito gordito, suave y hermoso. Con su mano, tomó su adulta verga babeante y no paró de masturbarse mientras observaba tal paraíso ante sus ojos.
Cuando estuvo apunto de liberar su leche, se detuvo y lentamente, posicionó su verga entre las nalgas de Javiercito, la hundió hasta que la punta babosa por el líquido preseminal de ésta chocó con su pequeña y estrecha entrada. En ese preciso momento, el hombre maduro pudo sentir el calorcito que emanaba de su estrecho anito rosa, y esto le provocó un pálpito en la verga casi al instante.
Por otra parte, javiercito seguía atento a los dibujos de la televisión, pero cuando sintió algo húmedo detrás, no pudo evitar voltear la mirada nuevamente hacia el hombre que estaba tras él, quien lo observó a los ojos y habló:
-¿Que pasó..? ¿Te gustaron los dibujitos de la tele?.- dijo con cierta dulzura falsa, desconcentrado al nene de la acción que el adulto le estaba realizando.
– Si.- dijo Javiercito con su dulce voz, asintiendo suavemente con cabeza de arriba a abajo.
– Que bueno nenito, mira ven acá y así estás más cómodo.- dijo aquel hombre mirándolo fijamente mientras con una mano tomaba su cintura para acercarlo hacia donde estaba a él, y con la otra acomodaba su verga a lo largo de ambas nalgas.
Javiercito sin decir ninguna palabra obedeció, ya que aquel hombre sabía muy bien como llevar la conversación e imponerse sobre cualquier persona. Apenas el muchachito apoyó su trasero entre las piernas abiertas de ese hombre, pudo sentir el pálpito su verga entre las nalgas, y sin tener muy en claro que era lo que estaba entre sus nalgas, se quedó ahí mientras volvía prestarle atención a la televisor.
-Y porque te gustan estos dibujitos de la tele bebito?.-Dijo el hombre adulto rompiendo el silencio entre ambos.
-Porque son graciosos jiji.- Respondió Javiercito, sin apartar la mirada del televisor.
– Ah si..?, yo soy más gracioso, ahora verás!.- Afirmó el hombre. Mientras tomaba a Javiercito por la cintura con su mano izquierda y con la derecha posicionaba nuevamente su verga en la estrecha entrada del anito de Javier.
En ese preciso instante, el hombre comenzó a restregar su verga babeante a lo largo y ancho del pequeño orificio, provocándole un inevitable cosquilleo anal al niño. De vez en cuando, el hombre daba ciertas clavadas hacia adentro pero sin provocar la penetración, pues solamente quería saber que se sentía hundir la cabeza en un anito tan pequeño y escondido entre unas nalgas tan gorditas y perfectas.
– Te gustan las cosquillas he.. , te dije que era mas gracioso que los dibujitos de la tele.- Dijo el hombre mientras seguía haciéndole «cosquillas» al muchachito pero con mayor velocidad.
-JAJA yaa, yaaa pare jaja.-Dijo Javiercito entre carcajadas.
– Noo, no voy a parar.. jaja.- respondió el hombre adulto siguiéndole el juego al muchachito inocente. Mientras seguía con estas peculiares «cosquillas», se podía oír un obsceno chapoteo en el anito de Javiercito, aquel hombre lo estaba disfrutando demasiado y su verga lo delataba, pues la entrada del muchachito estaba muy mojada por liquido preseminal que brotaba de esta.
– Esta listo..!.- Gritó de pronto la madre del niño desde la cocina, ya habían pasado al rededor de unos 10 minutos. Esto sacó de onda inmediatamente al hombre, y dio un resoplido de frustración.
– Anda pequeño, te está llamando tu mamá.- Dijo el hombre mientras le subía la ropa a Javiercito y pensaba «En otra ocasión será, con más tiempo».
-Siii tengo hambre tío.- dijo el niño mientras se daba la vuelta para observar al hombre, él cual estaba completamente desnudo tras de él y con la verga dura a mil.
– No soy tu tío.- Dijo el hombre en un tono tajante, borrando la sonrisa de su cara, mientras otro pensamiento se apoderaba de su mente. «Aunque quizás pueda llegar a ser tu papi».- pensó rápidamente mientras se dibujaba una perversa sonrisa en su cara.
Acto seguido el hombre se levantó de su asiento, apartó al niño y se dirigió hacia el televisor para apagarlo. Luego volvió donde estaba parado Javiercito, quien lo observaba algo intimidado por sus ultimas palabras tan carentes de la dulzura que había demostrado al principio, y también por esa sonrisa que había visto dibujada en su rostro, la cual había visto presente en más de alguno de aquellos hombres que lo retenían para manosearlo y decirle cosas sucias.
Cuando Javier desprendió su mirada del hombre desconocido, se dio la media vuelta para dirigirse hacia la puerta de la habitación y obedecer al llamado de su madre, pero en ese instante, fue retenido por aquel hombre , el cual lo dió vuelta hacia él, y lo dejó a la altura de su verga babeante. Ahí fue cuando sin ninguna delicadeza y a mano abierta, el desconocido tomó la parte superior de la cabeza del pequeño niño para inmovilizarlo, y acto seguido tomo su verga para dirigirla directamente a sus labios, e hizo lo mismo que había hecho con su culito, pasó su verga por los labios y dientes, como si de un cepillo de dientes de tratase, pero sin importar que su boca estuviese cerrada
Eso duró un par de segundos, y el hombre maduro soltó con brusquedad al pequeño, haciendo que Javier retrocediera algunos pasos y repitiera el mismo acto. Se dio la media vuelta, sin decir ninguna palabra debido al susto, y salió rápidamente de la habitación para dirigirse hacia la cocina. Cuando estuvo allí, se escucharon unos regaños y seguido una bofetada.
– Nunca más vuelvas hacer esta mierda, ¿Entendiste?, si tienes hambre y estoy ocupada, te aguantas!. me escuchaste?!.- Dijo la despiadada mujer mientras lo retenía del pelo y le soltaba una bofetada.
– Auch, si mami..uch me duele.-Respondió el muchachito entre quejas
-Ahora ándate a tu pieza y no vuelvas a salir.- dijo la mujer soltándolo y empujándolo lejos de ella.
– Deja tranquilo al niño y ven acá perra, te estoy esperando.- Gritó el hombre desconocido desde el cuarto.
– Ya voy Marcos, ya voy cariño.- Dijo la mujer mientras se dirigía rápidamente de vuelta hacia la habitación.
Y ahí quedó Javiercito, en la cocina, adolorido y con su culito húmedo sin saber que de se trataba, pero como su hambre era más grande hizo caso omiso a ésto, pero no así a su madre y entonces se fue rápidamente hacia su habitación para no volver a recibir ningún regaño o maltrato.
Una vez en su habitación, comenzó a beber su leche caliente y comer un sándwich metido bajo las tapas de su pequeña cama, la cual tenía un lindo cobertor de autitos y sabanas de animalitos, pues habían sido el regalo de una vecina de los alrededores ya que sus nietos no las usaban.
Mientras comía y bebía su leche, desde la habitación se escuchaban desenfrenados gemidos de su madre y del hombre a quien su madre había nombrado como Marcos. Se escuchaban obscenas frases como «Eso … cómetela toda» , «Dale nena se aguantadora con papi», «Ufff que rico», y éstas solo eran algunas de las frases que se podían oír.
Y así con su pancita una vez llena, Javiercito comenzó a cerrar lentamente sus ojos, con el biberón aún en la boca, hasta que se quedó completamente dormido. Mientras tanto en la otra habitación, su madre su recibía la cogida de su vida, producto de las ganas y calentura que sentía Marcos, su macho de ¿Turno?.
…
A la mañana siguiente, a eso de las 7 am, Javiercito yacía durmiendo plácidamente en su cama, aun con el biberón en su boca. Por otra parte, en la habitación contigua , su madre yacía durmiendo despeinada y desnuda, luego de una loca noche de sexo y alcohol. A su lado estaba Marcos, con los ojos abiertos y con un cigarro encendido en la mano, al cual le daba una que otra calada de vez en cuando.
El hombre no podía quitarse de la cabeza la situación que había ocurrido con el pequeño Javiercito hace unas horas atrás, había despertado con la verga a mil de solo pensarlo entre sueños. Le había encantado ver su culito desnudo, tan suave y gordito, tambien le habia encantado el tacto de su verga contra su culito y su boca, era algo incomparable, como nunca antes había sentido, y es que ese toque que da lo prohibido, les parece demasiado atractivo a los machos.
Sin pensarlo mucho, Marcos apagó el cigarrillo y encendió otro, luego se levantó desnudo de la cama y salió de la habitación en direccion a la que se encontraba al lado. Abrió lentamente la puerta, y se encontró con una escena que le pareció maravillosa, el cuarto del menor estaba completamente adornado acorde a su edad, habían peluches, juguetes, y algunos dibujos pegados por la pared. Cuando observó en dirección hacia la cama, pudo observar al nenito Javier durmiendo de costado en dirección hacia la puerta con su biberon en la boca..
Y entonces, el hombre se adentró lentamente en la habitación hasta llegar al lado del muchachito con su verga totalmente erecta. En ese momento se agachó a su altura y al verlo tan hermoso acarició suavemente su mejilla, acto seguido quitó el biberon de sus manos y de su boca, para dejarla completamente a su disposición. Ahí fue cuando con su dedo índice, se dirigió hasta la boca entre abierta de javiercito y se dispuso a abrirla lentamente para no despertarlo.
Al sentir esto, el niño atinó a succionar el dedo como si de la teta de su madre o el biberon se tratase. Esto puso aún más caliente a Marcos, así que se aseguro de abrir bien la boca de Javier y enseguida se paró. Tuvo que flectar un poco las rodillas para dejar la verga a la altura de la boca del menor, pero todo valía la pena para él.
Así fue como lentamente fue acercándose a la boca del pequeño, hasta comenzar a introducir la cabeza de su pene. Cuando el niño la sintió entre sus labios, reacciono de la misma forma que con el dedo índice del hombre, pero al ser grande ésta «teta» o «biberón» abrió instintivamente más la boca y repitió la misma acción de succión. Esto hizo soltar rápidamente un gemido ahogado al hombre adulto.
-Uuf mierda… Que cosa mas rica!!.- Gimió Marcos entre dientes, mientras sentía como se adentraba en la boca de Javier, quien mamaba su verga a ojitos cerrados.
Ese hombre estaba en el paraíso sexual, no había experimentado una mamada más rica antes, pese a qué no estaba ni cerca de haber metido la mitad de su verga en la boca de javiercito. No podía aguantar tanto placer, así de pronto aplastó la cabeza del niño con una mano para mantenerlo inmovilizado, y entonces enterró su verga sentir la estrecha garganta.
Ahí fue cuando javiercito abrió sus ojos, completamente asustado y atorado por la verga de Marcos, la cual se había adentrado en su pequeña boca hasta llegar a su garganta sin permiso alguno. Cuando Javier miro hacia arriba, se encontró de frente con la figura de aquel hombre que lo retenía mientras miraba un punto fijo en la pared, sin prestarle atención a su reacción hasta que en algún momento puso sus ojos en blanco.
Marcos, producto de la calentura y perversión del acto que realizaba, comenzó a moverse rápidamente con movimientos de mete y saca dendro de la boca del indefenso niño. Por otra parte, javiercito trataba de separarse con desesperación, apoyando sus manos en la cama, empujando las piernas del hombre, moviendo sus propias piernas contra la cama, pero no nada daba resultado. Solamente le tocó comenzar a respirar por la nariz para así no ahogarse, producto de la saliva y las violentas penetraciones que le propinaba Marcos.
De un momento a otro, el hombre volvió su vista hacia abajo para observar al muchachito que le estaba dando tanto placer y lo observó detalladamente con una sonrisa perversa en el rostro. Javier tenía sus ojitos color miel rojos y llorosos por la presión de las penetraciones y arcadas, su boca estaba completamente abierta tratando de tomar bocanadas de aire entre penetraciones. Eso le encantó a Marcos, ante sus ojos se veía hermoso desesperado y sometido ante su poder y deseos. Quería hacerle muchas cosas, pero en ese preciso momento le urgía alimentar esa boquita y pancita rugidora.
Entonces, comenzó a aumentar la velocidad de sus penetraciones pero sin quitarle la vista de encima a javiercito. Metía y sacaba, mientras la saliva y fluidos escapaban por las comisuras de la boca de Javier. Hasta que de pronto, Marcos no aguantó más y comenzó a derramar chorros de semen dentro de la boca del nene, hasta llegar directo a su garganta.
-Uuuf que rico, eso!, eso! Toma tu desayuno bebé.- decía el hombre entre gemidos de macho.
-Ahgg ahgg ahggg.- Eso era lo que se escuchaba desde la boca de javiercito, quien tenía la verga de aquel hombre hasta lo más profundo posible de su boca y garganta, mientras trataba con desesperación separarse.
Cuando el hombre adulto terminó de soltar la última gota de semen en la boca de javiercito, ahí recién lo soltó de su agarre para que éste pudiese respirar adecuadamente. Y si lo hizo el muchachito, primero trago toda la mezcla de fluidos acumulados en su boca, y seguidamente tomó bocanadas de aire con desesperación, una tras de otra mientras sus ojos lloraban.
Cuando comenzó a recomponerse, se sentó en la cama e iba abrir la boca con atisbos de querer soltar un llanto, pero fue detenido inmediatamente por una fuerte bofetada del hombre, quien seguidamente habló tajantemente.
-Cierra la puta boca y no te atrevas a llorar, sino te suelto otra bofetada mariconcito.- dijo el hombre mientras se acercaba a la altura de su cara.
-Abre la boca y saca la lengua, dejame ver si te tragaste todo tu desayuno.- dijo aquel hombre, ayudando al niño a abrir su boca con dos de sus grandes dedos.
En ese instante, Marcos se percató inmediatamente de que el niño se había tragado toda su leche de macho. Aunque en su lengua aún queda algún rastro espeso de su leche, ahí fue cuando el hombre adulto escupió una abundante cantidad de saliva en la boca de javiercito y luego se la cerró desde la barbilla.
-Traga y vuelve a sacar la lengua.- dijo aquel hombre mirándolo mirándolo fijamente, mientras el pequeño obedecía.
Ésta acción la repitió varias veces, hasta que se percató de que la lengua de javiercito estaba completamente limpia a la vista de él. Acto seguido, se acercó lentamente, hasta quedar frente a frente al pequeño y posó su boca sobre la de él, ahí fue cuando comenzó a besarlo desenfrenadamente, metió su lengua en la boca del niño y comenzó a jugar con la de él. Así estuvo un par de minutos, besando muy cerdo y caliente al nene mientras su verga comenzaba a tomar fuerza nuevamente.
Antes de que esto pasara, se levantó y se retiró rápidamente de la habitación infantil de javiercito, para así no levantar ningún tipo de sospechas ante la madre de éste. Cuando el hombre volvió al cuarto en el que se encontraba anteriormente junto a la mujer, se percató de que ésta seguía en la misma posición y ésto causó una especial diversión dentro de él, pues la madre del niño no se había dado ni cuenta de lo que acaba de ocurrir en la habitación contigua.
Esto podía ser una buena oportunidad para mí por ahora.- pensó el hombre antes de volver a dormir….
Hasta aquí el relato de hoy.. les ha gustado? Me gustaría leer sus opiniones..
También tengo otros relatos en mi perfil, puedes revisarlos y dejarme tu comentario para saber que tal te parecieron. Y por ahora no estoy ocupando tlgm para comunicarnos y charlar pero les estaré avisando por aqui.
Se me hace q a ese putito le van a reventar el culo deliciosamente
Dejate sorprender
Como sigue? necesito mas.
Atento, viene más
Hay que disfrutar de Javiercito sin parar, en secreto, una y otra vez!
Atento pronto sigue jeje
Déjate sorprender
Excelente relato. Como sigue?
como sigue?
Pronto jeje
Paso por aquí para aquí para darles las gracias por sus votitos. Quedaré atento a sus comentarios❤️. Seguiré escribiendo
Me encantó tu relato. Me mantuvo espectante a lo que iba a pasar, me la jalé bien rico. De las fantasías que siempre he querido vivir un nenito así chiquito mamando verga de macho y traga do leche. Sigue.
Atento a sus comentarios o charlas x tlgm
@mat8t8