El encanto de sentirse humillado( los sentidos)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por todovale(h).
Luego de esa primera experiencia con Mariana nos conectábamos casia diario , cuanta expresión, cuanta libertad había de su parte , me decía amiga jajaj morbo puro sus palabras , jamás dejaras de ser mi hombre , mi piel te recibirá tal cual te siente , mis sentidos son parte de tu cuerpo , poesía y madurez contenían sus palabras hacia mi persona siempre.
Nunca fue exhibicionista, de cuerpo menudo pero firme, de marcada y perfecta sintonía, hacíamos el amor hasta soltarnos y convertirnos casi en animales, hasta que comenzaba con su viejito verde, así que te gusto? me gozas? sos mi macho? Esas palabras la transformaban, su combinación de niña ángel con mujer fatal se ponía a pleno, nuestros fines de semana comenzaban, su sabor era mi alimento a partir de ese momento.
Salíamos a pasear ella divertida y sutil, sus ojitos hablaban mas que su boca , estudiaba todo, elegía pensantemente hasta tener a su presa del día , no le costaba nada seducir y usaba muy bien el recurso que tenia en mi , este es mi papito me presentaba pero, si lo decido a mis pies estará y lo que le ordene hará , esta solo para darme vida y placer, para ser mi motivo de diversión, para que yo me exprese plenamente como mujer , esos paseos habitualmente terminaban con la preparación para salir y era en esos momentos cuando definitivamente se transformaba en una maquina de placer .
La noche la encontraba plena, yo siempre tranquilo con mi copa en la mano, intento mil veces hacerme tranzar con hombres pero no es lo mío, le divertía y al tiempo sentía curiosidad de que no pudiera enamorarme de un hombre , a pesar de que ella misma era mi hombre , por mi parte nunca vi tanta energía, tanto derroche de seducción , a veces pensaba si en realidad yo me entregaba o era al revés, jamás ni en mis mejores tiempos de pretendido seductor había logrado arrancar esas emociones de ninguna mujer.
Este hombre que aun cree en el amor, con cuanto fervor la atendía, besaba sus pies, le daba masajes, la servia cual reina que era, cuando podía verla estando atado revolcarse con sus amantes mujeres, explotaba como nunca y en su saña para reírse y humillarme notaba ese brillo de sus ojos, como gesto de admiración, y cuando me permitía limpiarla o prepararla, su sensibilidad eran el éxtasis mismo.
Nunca me exigía feminidad en mis actos, pues como decía siempre su mayor placer era dominar a un hombre, nunca fue problema la diferencia de edades, ya que cada uno tenia lo que el otro necesitaba, lo que lo motivaba y ponía a full en cuestiones de placer, podría poner miles de ejemplos de morbo y sexo, pero si me permiten lo guardare en mi corazón como la mas deliciosa historia de amor en mi vida y en honor a quien fue mi dulce mariana , en mis poros guardare las sensaciones vividas
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