El entrenador de hoyos
Un vecino adiestra a David, le enseña a disfrutar de una verga en su culito.
Entrenador de hoyos
Se mecía en la mecedora en la terraza de su casa, veía a la calle mientras los vecinos jugaban, en aquel tiempo, al atardecer todos los chavillos se dedicaban a corretearse, algo llamado el voto, o a los quemados y otros juegos de aquella época.
En un momento la pelota cayó en la terraza de Poncho, que en su mecedora veía como se asomaba David, con toda la vergüenza del mundo estaba en la puerta decidiendoae a tocar para pedir su juguete, los demás lo habían abandonado en esa tarea.
Pas,pas,pas,pas, sonó la puerta, Poncho y David ya habían cruzado miradas por la ranura de la puerta sólida, solo podía ver por esa hendidura, pues el barandal estaba pasando esa puerta.
Diga, se escuchó la voz de Poncho,
-me podría dar mi pelota.
-pasa, búscala en el jardín.
David entro y en la terraza no encontró el juguete, a lo que Poncho le indico que talvez cayó entre las matas de más al fondo, David se introdujo entre el jardín, ya estaba oscuro en el momento, en eso apareció Poncho, se arrodilló frente a David y tentando el suelo se dispuso a ayudarle, David sintió como la mano de Poncho le ampezo a tocar entre las pierna, al principio se asusto pero dejo que el tacto continuará, la mano avidamebte fue bajando su pantaloncillo y empujó su pequeño rollo de carne, la sensación placentera de David dio paso a que Poncho se atreviera a más, la mano fue cambiada por la boca que se apoderó de la verga muy dura de David, la metía y sacaba de su boca mientras las dos manos se aferraban a los glúteos muy prominentes de David, chog,chog, chog era el sonido de la mamada de verga que Poncho le propina, aaaaaaaggghhhhhh, aaaaaaaggghhhhhh,
-que rica verga tienes, me dejas jugar con ella?
David estaba en las nubes con la sensación, solo dijo, si,si sigue.
Después de unos minutos Poncho giraba a David, le pasó la lengua por entre las nalgas mientras su mano le daba placer a su verga, con una sola mano le abrió las nalgas y su lengua comenzó a introducirse en el hoyo de David, de la uretra de David comenzó a lanzar chorros de semen semitransparente, David se comenzó a incomodar y Poncho se retiró de su trabajo anal.
– te gusto mi jueguito, avergonzado David afirmó con la cabeza, mientras Poncho le subía la ropa y le dijo, si quieres mañana seguimos jugando…pero esto es entre tú y yo.
David salió de la casa de Poncho, con sensaciones encontradas, vergüenza y placer.
Al día siguiente, antes que salieran sus amigos a la calle, David estaba en la puerta de la casa de Poncho, tocó la puerta y escucho que le dijeron: pasa, está abieto, David abrió la puerta y paso a la terraza, la puerta de la entrada a la sala estaba abierta y escucho que Poncho le dicia pasa: estoy adentro, David algo cohibido entro a la sala, en un sillón grande, Poncho estaba semi acostado, solo en ropa interior, por un lado de su ropa interior, la verga de Poncho se recargaba en la pierna, un hilo de baba cristalina salía de la uretra, Poncho le indico que se acercara, David se veía indeciso, pero avanzo y se colocó a un lado de Poncho, con su mano tocó la verga de Poncho y Poncho empezó a tocar el bulto de David, lo saco del pantaloncillo y se dispuso a meterlo en su boca, mientras Poncho hacia la mamada, David seguía tocando la verga de Poncho, sentía mucho placer tocar esa piel suave, David miraba como la verga de Poncho se hacía más grande y gruesa, David retiró su verga de la boca de Poncho y le dijo:
– me puedes chupar las nalgas como la otra vez?
– claro que sí, colócate a gatas en el sillón, o mejor pon tus manos en el respaldo y levanta bien el culo, te haré una mamada que no querrás salir de aquí.
David se sacó la ropa, se colocó en la posición indicada por Poncho, mientras el se quitaba la única prenda que tenía, con sus manos le abrió las nalgas y comenzó a pasarle la lengua entre las nalgas, y después de unos minutos, la lengua se introducia en su virgen culo, David soltaba gemidos en voz alta, 10 minutos de placer fue el tiempo que Poncho le dedico al agujero de David, estaba muy caliente con la mamada de culo que no se dio cuenta cuando Poncho se colocó tras de el, apunto su verga al orificio y lo apuntaló sin meterlo, solo le hacía algo de presión a la entrada, se inclino un poco y le dijo al oído, vas a disfrutar mi verga gordito, vas a ver qué te va a encantar.
Con sus dos manos en la cadera de David, Poncho empujó su cabeza en el culo lubricado por su saliva, el empujón fue fuerte, David no opuso nada de resistencia, casi 10 CM entraron de golpe, y David sintió que el aire se le escapaba, Poncho no se movió por unos minutos, David estaba en silencio esperando lo que Poncho hiciera con el, entonces otro empujón igual de fuerte le envío otros 5 CM más adentro, pero está vez Poncho comenzó a sacar su verga del apretado culo de David, solo la cabeza oscura quedó adentro del cuerpo de David, escucho como poncho lanzaba saliva en escupitajos y después si tripa recibió todo el largo de Poncho, apenas si topo su base con las nalgas de David, Poncho la retiro y volvió a clavarlo nuevamente, de la boca de David salió un quejido leve, Poncho nuevamente se acercó a su oído y le dijo:
– si no te gusta lo que estamos haciendo dime qué te deje ir, y aquí se acaba el juego.
David quito las manos del respaldo del sillón y busco agarrar la cadera de Poncho, se tuvo que erguir un poco para alcanzar el cuerpo de su desvirgador, lanzo su trasero para atrás mientras atraía a Poncho, este sonrió y comenzó a bombearle el culo más fuerte, más rápido, cuando estuvo muy pegado a el, hizo un movimiento en círculo dentro de David, un gemido salió de su boca, estaba bien ensartado cuando Poncho lo acomodo de lado, acostado en el sillón, levanto una pierna y le dijo, voy a entrar más dentro de tu culo nene, quieres seguir cogiendo o aquí paramos, David, tenía los ojos cerrados, solo dijo:
-no pares, lo siento muy rico.
Poncho retomo el bombeo que le hacía momentos antes, la faena la había alargado por 20 minutos, en ese momento empezó a dejarle la verga en el fondo más tiempo, con la voz agitada le dice a David, te voy a bautizar el culo con mi leche, le hacía a bombeadas profundas después, David sentía como algo caliente llenaba su tripa, una sensación de placer en ambos terminaba con la faena, Poncho se derrumbó sobre David, este lo abrazo y le dijo, me dolió mucho al principio, pero ahora quiero que me lo metas otra vez, en eso se escuchó que tocaron la puerta de la calle, Poncho le dijo a David que se metiera al baño, que se lavara mientras veía quién estaba en la puerta.
– hola Pepe, que haciendo?
– te traigo a mi amiguito, quiere saludarte.
-mmmmm, ya veo que viene contento, y se va a poner más contento aún, verdad.
David escuchaba a Poncho hablando con un vecino, no sabía que hacer, se asomo por la puerta de baño, Poncho le estaba bajando el pantalón al vecino, dejando ver un tubo de carne enorme, subió y bajo el pellejo con la mano para después agacharse, se metió más de la mitad en la boca y comenzó a subir y bajar su cabeza, Pepe gosaba de la mamada de verga que Poncho le propinaba, su culito le latía pidiendo jugar, pero no sabía que pasaría si se acercaba.



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