El extraño
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por miguel10cast.
Me seguia preguntando en que momento dejaría esa pipa y volvería a tomar el control de mi cuerpo.
En que momento de nueva cuenta entre humo de marihuana y rastros de polvo blanco volvería ese extraño a tomar mi cuerpo y hacer producir ese placer que tanto deseo anhela. Firme y duro se acerca intimidante hacia mi, su pene de nuevo erecto y duro, muy duro, resaltaba en sus boxers. Rápido me abalance sobre el y comencé a lamer sobre la tela y al instante el aroma a macho impregno mis fosas nasales, baje suave pero con firmeza la ultima prenda y su miembro aun mas duro salto sobre mi rostro que sin perder tiempo, abrí mi boca y lo meti, un ligero sabor a sal me excitó hasta limites infinitos, el deseo se fundia con el placer que desfogaban nuestros cuerpos aquella noche.
Experimentaba tal encuentro pasional que necesitaba matizarlo, me puse de pie y tome un billete. Me hinque en el piso frente a la mesa al centro de la estancia he hice rollo el papel he inhale una linea de cocaína, y después otra y después otra hasta perder la noción del tiempo y el espacio. Al estar de nuevo en pie me puse frente a el y le di un beso tan apasionado, erótico y cargado de morbo que erizaba la piel aumentando el deseo que ya de por si nos comía vivos. Me fui resbalando por su pecho mientras el acariciaba mi pelo, mordia sus pezones y lamia sus biceps, me acerque a su axila he igual pase mi lengua por ahí. No me reconocía ni lo reconocía a el, baje hasta su pene y de nueva cuenta comencé a lamer y lamer.
Pasaba del glande hasta los testículos, no dejaba ninguna parte sin pasar mi lengua. De pronto se alejo de mi, saco de su mochila un par de condones, lubricante, una jeringa y un liquido dentro de un envase de cristal. Se sentó en la mesa frente a mi, me vio directo a las ojos, me beso y dejo al lado derecho los condones y el lubricante, al lado izquierdo dejo la jeringa y el liquido. Alejo de nuevo su rostro del mío y junto del piso un fajo, lo ato a su mano izquierda y con la derecha lo apretó, tomo la jeringa y con ella saco el liquido para después inyectarlo en la mano atada.
El mismo proceso por el cual pase yo hundiéndome más en sensaciones inimaginables, el éxtasis, el verdadero éxtasis de placer y perversion absoluta y justo antes de perder el conocimiento vi como ponía el condón, con ambos brazos me tomo de la cintura y de una, sin lubricante la metió hasta el fondo, la mezcla tan intensa entre dolor y placer revivió el mas espíritu muerto que había en mi cuerpo, me integre al va y ven y las sensaciones fueron aumentando, metía y sacaba sin consideración, tan salvaje como un animal en celo y eso me subía tan alto en las sensaciones mas placenteras. El momento fue breve, asi lo sentí yo, no me di cuenta en que momento había puesto el fajo en mi cuello, ni cuando ya estaba hincado en el piso con el jalando el fajo.
El placer fue masivo y sin un toque alcance el orgasmo. Cuando el se detuvo y saco su pene de mi cuerpo lo hizo con un poco de sangre pero solo un poco.Hizo que bebiera el semen del condón y yo aun con mas morbo que el lo bebi resbalando por mi percho y cuello lanzándole miradas retóricas y perversas antes de perder el conocimiento. De ahí me arrastró a la ducha pues estaba aun bajo los efectos de la droga y el erotismo, bajo los efectos de la perversion.
Abrió las llaves y dejo caer el agua helada sobre mi cuerpo, mis ojos se cerraban del cansancio y el me daba ligeras bofetadas hasta que perdi completamente el conocimiento. A la mañana siguiente desperté en una habitación diferente, ajena a mi pero emotiva. Me levante y al ver el rostro de mi amante la sorpresa fue tal que salí corriendo, mi primo, el mayor, estaba recostado dormido profundamente ahí.
Camine un par de minutos por la calle, los lentes de sol ocultaban sólo un poco el desastre de ayer, estaba muy cansado asi que llegue a comprar un café, lo bebi y encendí un cigarrillo. Al llegar a la casa vagos recuerdo de la noche anterior inundaron mi mente y la resaca emocional se manifestó en la culpa, mi primo, el que nunca estaba cerca, el que ni siquiera conocía nas que en fotos, abuso de mi, y yo me entregué. Me voy a duchar, necesito limpiar los estragos de la noche anterior para estar listo esta noche para el siguiente extrañó.
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