El hermano de mi novia y yo somos amantes.
Un fisicoculturista, se da cuenta que el hermano de su novia, también se dedica a cultivar su cuerpo, lo invita a su casa y terminan teniendo sexo entre ellos dos..
Durante un buen tiempo, me he mantenido practicando fisicoculturismo, al igual que halterofilia, ocasionalmente salía con una que otra chica, que lo que realmente querían era que me acostase con ellas.
Lo cierto es que con el tiempo digamos que me cansé de eso, y me busqué a una que no fuera una adicta al sexo, ya estando saliendo con ella, fue que conocí a su hermano que, para mi mayor sorpresa, al igual que yo práctica, el desarrollo físico.
Aunque, al principio cuando lo conocí apenas hablamos, una tarde que mi novia no pudo salir por estar acatarrada, de mala gana invité a mi futuro cuñado a que me acompañase hasta mi casa, para mostrarle el nuevo equipo de pesas, que recién y había adquirido.
No fue hasta que comencé a mostrarle como hacer los ejercicios de calentamiento, que ambos nos dimos cuenta de lo mucho que él y yo teníamos en común.
De momento, no sé cómo se me ocurrió el cuento de que la mejor forma de hacer todos los ejercicios era completamente desnudo, para poder observar completamente todo el desarrollo físico, y darle alguno que otro consejo.
Realmente, yo no esperaba que mi futuro cuñado me creyera, pero en un dos por tres, se quitó toda su ropa, dejando su hermoso y bien desarrollado cuerpo ante mis ojos.
Desde luego que yo también hice lo mismo, y fue él el que se quedó maravillado con mi cuerpo, así sin buscarlo, de momento nos encontramos viéndonos a los ojos mutuamente, y sin pensarlo, comenzamos tocarnos mutuamente, admirando yo su magnífico desarrollo físico y él el mío.
De eso sin darnos cuenta pasamos a acariciarnos, y posteriormente besarnos, como que fue la única consecuencia lógica, desde nuestro punto de vista.
Sin decir una sola palabra, por mutuo acuerdo y consentimiento, fui el primero en penetrarlo a él, agarrándolo por sus nalgas, primero comencé acariciarlas, luego lo comencé apretar su cuerpo contra el mío, y suavemente gracias al aceite de coco, sentí como mi verga se fue abriendo paso entre sus bien formadas y fuertes nalgas.
A medida que lo fui penetrando, mi futuro cuñado gemía intensamente, al tiempo que yo fui agarrando su erecto miembro masturbándolo, mientras que él apretaba y soltaba su esfínter, y movía sus caderas divinamente restregando sus musculosas nalgas contra mi cuerpo.
No conforme con eso le besaba y chupaba el cuello y los lóbulos de sus orejas, haciendo que él siguiera gimiendo de placer, hasta que finalmente me vine dentro de sus magníficas nalgas.
Pero cuando me tocó a mí, lo primero que hice fue, y con mucho gusto, me dediqué a mamárselo, hasta que mi cuñado me pidió que me dejara dar por el culo por él, cosa que de inmediato lo complací, recostándome bocabajo, y con mis propias manos separando mis nalgas, ofreciéndosela a él.
Divinamente fui sintiendo como me fue penetrando, y aunque sentí algo de dolor, el placer que me produjo fue increíble, y mayor fue ese doloroso placer a medida que continuó penetrando y extrayendo su gruesa verga de entre mis nalgas.
Tras él también eyacular dentro de mí, ambos nos dimos una buena ducha, pero de regreso a mi cama de igual manera sin pensarlo mutuamente nos pusimos a mamar la verga del otro, hasta que finalmente extrajimos y tragamos, todo nuestro semen.
Desde ese día, hay un no sé qué entre nosotros dos, que por aquello de que su hermana no se sienta mal, no se lo hemos dicho nada todavía.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!