El hijo del guardián de la casa de campo II
Alberto le quita la virginidad a Pedrito.
El hijo del guardián de la casa de campo II
Parado completamente desnudo en la puerta de la casa miraba a Pedro correr, volteaba hacia mí y se despedía con un movimiento de manos, cuando se perdió en el horizonte cerré la puerta y tomé la cerveza que le había ofrecido y que apenas probó, no estaba fría, pero se podía tomar, más que tomar la cerveza, quería probar si podía reconocer el sabor de sus labios en el pico de la botella, nunca había sentido tal atracción por aquel muchacho, recordando los momentos vividos con él, caí en la cuenta que Pedro tiene más de catorce años, pues al verlo completamente desnudo, recordé la capa de vello que cubre su pubis y sus axilas, además el olor que transpira no es de un niño, más bien de un adolescente en desarrollo, la consistencia de su semen, la capa de vellos de su barba que aún no rasura, pensé en lo que me contó, de cómo supo que me gustaban los hombres y la atracción que siente por mí, lo que nunca mencionó si le gustaba Antonio o Tony como lo llamo, el hace referencia de mi amigo vestido de vaquero, en ese momento se me ocurrió que estaría bien invitar a Tony a la casa para pasar el fin de semana juntos y presentarlos, eso puede aterrizar la fantasía que tiene Pedro, después de lo que presenció en el campo, además sería más divertido pasar los días de descanso, con un guapo o debo decir dos guapos. Aún era temprano, Antonio podría estar despierto; le mande un mensaje y rápidamente contestó y aceptó la invitación, al día siguiente lo tendríamos aquí, anunció su llegada para la tarde, fue entonces que decidí refrescarme, tome mi baño, calenté mi cena y me retiré a descansar.
A la mañana siguiente, después de largas horas de descanso me vestí con mis Jeans y una playera sin mangas, aún descalzo me preparé un rico café y desayunar como de costumbre, a penas me estaba sirviendo el café cuando tocaron a la puerta, ahí estaba Pedro parado como un semental derrochando sensualidad y hormonas adolescentes de todo su cuerpo, vestía una camisa caqui mangas corta, como para presumir sus musculosos brazos, desabotonada mostrando sus pectorales y su musculoso abdomen, por debajo del ombligo a la cadera unos pantalones algo guangos que delataban la verga que porta y claro, sus botas rancheras completaban el atuendo
- ¡Buenos días!, que temprano Pedro, ¿gustas pasar?
No había terminado de hablar cuando se lanzó sobre mí, me abrazo y me plantó un beso
- Claro que quiero pasar…. huele a café
- ¿Gustas un café?, lo acabo de hacer
- Ya tomé temprano en la madrugada, pero quiero probar el tuyo
- ¿El mío qué?
- Tu café, no me alburees
- Es expreso, espero te guste el café fuerte, ¿Ya desayunaste?
- Sí, pero te acompaño con el café
- Pedro te puedo hacer una pregunta,
- Si claro
- ¿cuántos años tienes?
- Tengo dieciséis, los acabo de cumplir el mes pasado
- Te ves más joven aparentas menos edad
- Mi papá dice que ya soy un hombre, que tengo que trabajar, en el campo o en lo que sea, para pasar el día contigo, le dije que tú querías que te ayudara en mover unas cosas en la casa, ¿espero que no te moleste?
- Para nada, no te preocupes, mejor así, es una buena excusa para vernos durante estos días que estaré por acá, además, te tengo una sorpresa que espero te guste
- ¿Qué es?
- Después de nuestro paseo matutino te lo diré, por lo pronto desayuno y nos vamos a caminar, ¿qué dices?, tú eres mi guía, tienes que llevarme a donde tú quieras estar ¿ok?
- Ok, desayuna y nos vamos, ya quiero regresar para conocer la sorpresa que me tienes
El sol de la mañana prometía un cálido día de verano, con probable lluvia, pero esta excelente para caminar y hacer realidad la fantasía de Pedro y mi expectativa, un culo ¡virgen!, creo que sería mi primera vez, a ver que nos depara el destino. Atravesamos una pradera con pocos árboles y una hierba verde, parece una zona de pastoreo de ganado, a lo lejos se alcanzaba a ver una hilera de frondosos árboles que intuí bordeaban algún riachuelo que sería el lugar perfecto para darnos un baño. Llevamos casi una hora de caminata, el sol ya apunta a su cenit y el calor empezaba a ser insoportable, el sudor escurría de mi cuerpo, me quite la playera que traía con la intensión broncear mi torso y Pedro no tardo en hacer lo mismo, se quitó su camisa, mostrando su musculatura adolescente, nuestros cuerpos sudorosos brillaban, le tiré a la cara mi playera sudada y él a su vez, su camisa, la tomo la huelo y aprovecho para deleitarme de su agradable olor de joven campesino, él hizo lo mismo con mí playera, no sé si le gusto mi olor de hombre, con toda intensión no me había puesto desodorante aquella mañana para hacer más interesante lo que pudiera suceder, me regresa la playera después de olerla y me dice
- Huele muy fuerte tu sudor
- El tuyo es muy agradable
Pedro se acerca hacia mi
- Tengo ganas de besarte
- ¿Y por qué no lo haces?
Pedro se acerca más, me toma de la cintura pegando su pubis al mío, restregándome su sexo me besa suave yo le correspondo igual; lo tomo de la cintura le estrujo mi sexo al de él, el tierno beso pasa de la suavidad a un apasionado intercambio de fluidos bocales y allí en la pradera bajo el ardiente sol nos besábamos jugando con nuestras lenguas, nos apartamos y nos besamos de nuevo, nuestras vergas duras querían escapar de su encierro, Pedro se aparta
- Te quiero mamar la verga
- Vamos a protegernos del ardiente sol, ¿hay un rio cerca?, ¿no es así?
- Sí ¿quieres ir allá?
- Sí
- Pues vamos, te llevo, te va a gustar el lugar que escogí para ti
- Pues vamos, mientras chupa y huele ¡esto!
Le metí mi playera en su boca, sin decir nada obedeció, olió y chupo, me toma de la mano y viéndome a los ojos, me dijo
- ¡Vamos!, ya te la quiero mamar
Corriendo tomados de la mano nos dirigimos al lugar que Pedro había seleccionado para el desahogo de nuestros deseos. El lugar era perfecto, grandes árboles cubrían una despajada zona, a unos cuantos metros de rio de poca corriente que nutría una posa no muy profunda, ideal para refrescarnos, nuevamente se acercó y me besó de nuevo, luego me pregunta
- ¿Ahora si te la puedo mamar?
- Sí, pero primero quiero orinar, con el sonido del agua del rio me han dado ganas de orinar
- Yo igual
Parados uno junto al otro, bajamos el cierre de nuestros pantalones y viéndonos a los ojos nos dispusimos a orinar, mientras, bajamos la mirada para mirar nuestros miembros algo erectos, Pedro observa mi verga y yo la de él, Pedro se jala su prepucio mientras orina, yo igual me la jalo y me jiro y orino sus pantalones Pedro se voltea y me orina igual
- Que rica verga tienes Alberto, anoche no podía dormir pensando en ella
- Pues ahora a plena luz del día confirmo el tamaño y grueso de la tuya, como me gustaría que me cogieras y me dieras duro por el culo
- Pues, yo no sé, si quiero que me des duro por el culo, pero si quiero que me la metas
A penas había terminado, Pedro tiene me verga en su mano, yo tomo a suya y nos la jalábamos mutuamente, mientras no besábamos, Pedro desabrocha mis pantalones que caen sobre mis botas se hinca con mi verga en su mano y me la empieza a mamar mientras acaricia mis muslos, lo tomo de la cabeza para clavársela en boca. El viento bajo los árboles nos refresca del calor del medio día y el deseo de mamar su verga me invade
- Quítate los pantalones y tus botas
Pedro deja de mamar para acatar mi orden, yo igual me quito mis botas y pantalones, acomodo nuestras prendas a manera de tapete, le digo que se acueste boca arriba, me hinco con su cabeza entre mis muslos y le meto la mi verga por la boca, y me voy sobre él me dispongo a mamársela también, uno sobre el otro nos mamábamos las vergas en un sesentainueve, yo me trago su verga y le clavo la mía en su boca, la saco para que respire y me agarra las nalgas para él, metérsela de nuevo, yo igual meto su verga hasta mi garganta la saco la escupo y me la vuelvo a meter mientras me lo vuelvo a coger su boca, él levanta su pelvis para clavarme su verga, sin dejar de mamarnos nos volteamos de costado para seguir mamando, lo tomo por la nuca para cogerme su boca una y otra vez, Pedro se quiere zafar, respira y se deja coger, luego de un largo rato de mamadas, Pedro grita que se viene yo sigo chupando y Pedro se viene en mi boca trago y saboreo su delicioso semen, mientras con su nuca en mi mano presiono su cabeza en mi verga para venirme, Pedro quiere zafarse pero lo obligo a que se trague mi semen, saco mi verga de su boca, me volteo para verlo a la cara y veo como mi semen escurre de sus labios, lo beso, lamo y chupo mi semen de su cara y su de boca con un apasionado beso intercambiando los fluidos con nuestras lenguas
- Casi haces que me ahogue Beto, eres un cabrón
- Y tú, un puto que le gusta que te dominen, ¿a poco no es rico tragar semen?
- No sé, aún no me acostumbro, pero me gusto que me obligaras, fue delicioso
- Así quiero que me domines, así quiero sentir tu verga en mi culo, que me cojas sin piedad, me gusta sentirme dominado y sentir el placer desenfrenado por la dominación
- ¿Cuándo me la vas a meter Beto?, Quiero saber que se siente
- Cuando estes listo y lo desees verdaderamente y me lo pidas
- Hoy quiero que me la metas
- Estas muy ansioso de conocer el mundo del deseo y la pasión, de ser penetrado por un hombre, cuando lo conoces es fácil perderse en un egoísmo vano carente de verdadero amor, que solo te lleva a la insatisfacción personal, por una de lujuria desenfrenada que termina lastimando tu autoestima, luego no lo puedes abandonar, porque es fácil quedarte ahí, porque es egoísta y carente de un sentimiento real; el entregarse a un hombre, no es fácil, amarlo y que él te ame de igual modo es glorioso, pero primero tienes que estar convencido de lo que quieres, y que es verdadero lo que sientes por él y él por ti, de lo contrario caes en esa lujuria desenfrenada del placer que no conduce a nada auténtico, sólo te lastima, es un egoísmo de satisfacción vacía y carente de amor, el verdadero amor está en la entrega total de tu ser individual que compartes con el ser amado, tienes que aceptar lo que el otro te puede ofrecer y dar; y lo que tú le puedes ofrecer y darle a él
- No sé si te estoy entendiendo, es muy complicado lo que dices
- Lo sé, eres muy joven, tienes una fantasía conmigo porque una vez me cachaste cogiendo con mi amigo y eso te provoca la atracción que sientes por mí, poque sabes que yo puedo satisfacer el ese deseo que llevas guardado y quieres desahogar, pero yo quiero más de ti
- Y que más quieres tú de mí
- Ven acércate más, para que lo entiendas, ven recuéstate a mi lado, bésame
Pedro besa a Alberto en la boca y Alberto devora la boca de Pedro, Alberto se aparta y escupe su boca y lo vuelve a besar lamiendo y chupando su saliva de la cara y de la boca de Pedro, lo vuelve hacer y ahora es Pedro el que escupe en la boca de Alberto para besarlo y lamer la saliva de su barba
- Ves que fácil es, me estas entendiendo, ahora leme el sudor que escurre de mi axila, me excita que me las chupes, eso me calienta, además de que me gustaría hacértelo a ti también
Alberto levanta sus brazos y le muestra las gotas de sudor que escurren de los vellos de sus axilas, Pedro lame la axila de Alberto que toma a Pedro por la nuca y estruja la boca de Pedro en su axila
- Si, así chupa, lame mi axila, huele el olor que transpira, escúpela, así, ahora chúpamela, ahora bésame puto
Pedro obedece tratando de satisfacer a Alberto que tiene la verga de Pedro en su mano y se la jala, Pedro se excita mientras continúa besando la boca de Alberto que acerca la mochila que trajo consigo, saca el lubricante y embarra la verga de Pedro que la trae bien parada, Pedro está muy excitado, Alberto se voltea se embarra su culo de lubricante, Pedro no sebe que hacer
- Méteme tu verga por el culo, quiero sentirla toda adentro
Pedro se la mete y Alberto le ordena
- Méteme la toda, si, así toda, méteme la toda, si, así toda
Pedro poco a poco se la mete a Alberto que se acomoda para que se lo coja, Alberto agarra los muslos de Pedro y empieza a mover su cadera para sentir la verga de Pedro, bien adentro
- Ahora si puto cógeme como todo un hombre, anda puto, dame duro
Pedro se coge a Alberto con toda la calentura de adolescente que trae reprimida, la saca y la vuelve a meter y bombea su culo una y otra vez, Pedro acostado sobre Alberto lo abraza por los hombros para cogérselo bombeando su culo con fuerza, Alberto para sus nalgas y Pedro lo complace metiendo y sacando su largo y grueso miembro del culo de Alberto, el sudor escurre por el cuerpo de Pedro y por la espalda de Alberto, los sudores se mezclan y Pedro no para de cogérselo, recordando cómo aquella vez se lo cogía Antonio, el vaquero, aquel día que los cacho. Aquella mañana Pedro descubrió el pacer de cogerse a un hombre que estaba completamente entregado a la pasión desenfrena de su amante que lo domina
- Ya, ya me voy a venir, yaaaah
- Sí, así, así vente puto lléname el culo de mecos
Pedro cae rendido sobre el cogido cuerpo de Alberto que mueve sus caderas para sentir el miembro de Pedro que respira sofocado en su nuca
- Así me gusta puto que me cojas como todo un hombre, así quería que me la metieras desde ayer, en aquel momento que tuve tu verga en mi mano, se me aflojo el culo, tenía deseo de sentir lo grueso de tu miembro cogiéndome, abriéndome el culo, tienes una varga deliciosa
- ¿Sí te gusto?
- Mucho y quiero que me la metas las veces que desees joderme el culo, nunca me preguntes, tu métela y sométeme, oblígame, aunque no lo desee
Pedro le saca le verga del culo y se recuesta boca arriba al lado de Alberto, que continúa tendido boca abajo viendo la cara de satisfacción de Pedro, deleitándose de la cogida que recibió, Alberto, así, acostado boca abajo trae la verga bien parada, se voltea y le muestra a Pedro cómo trae de dura la verga
- Mira cómo me tienes después de la cogida que me diste
- Que rica verga tienes, es muy blanca y se marcan mucho las venas, se ve deliciosa
- ¿Me la quieres mamar?
- ¿Quieres que te la mame?
- Sí, pero colócate sobre mi cara para mamarte el culo, ¿quieres saber que se siente que te den un beso negro
- ¿Qué es un beso negro?
- Un beso en el culo, una mamada de culo, ven acomódate, pon tú culo en mi cara cerca de mi boca, te va a gustar
Pedro se acomoda y toma la verga de Alberto para mamársela, Alberto toma las nalgas de Pedro las separa le escupe el ano y lo chupa y lame, Pedro deja de mamar solo para decir lo rico que siente, Alberto le escupe de nuevo y le mete uno de sus dedos, Pedro reacciona, pero se deja, entre escupidas y dedeadas Alberto trata de dilatar el esfínter de Pedro que gime de placer con la verga en la boca, Alberto toma de nuevo el lubricante y con sus dedos lubrica el ano de Pedro que mueve sus nalgas pidiendo que no se detenga, Alberto aparta a Pedro le dice que se recueste boca abajo mientras lubrica su verga con sus dos manos, Pedro observa mientras se recuesta boca abajo, cómo Alberto lubrica todo su miembro de arriba abajo
- Que bonita y rica verga tienes Beto
- Te la voy a meter toda, hasta dentro, hasta aquí
Le dice Alberto mostrándole la base de pene, luego se sienta sobre Pedro y coloca sus muslos a los lados de las nalgas, presenta un verga en el ano de Pedro e inicia despacio a metérsela
- Despacio que me duele
- Si, no te preocupes, poco a poco, sé lo que hago, no te voy a lastimar, te va a gustar
Alberto continúa metiendo su verga poco a poco, con gemidos de dolor de Pedro
- Sácala que me duele
- No, no la saco respira, deja que el ano se dilate, aguanta
- Es que duele mucho, no creo poder aguantar, sácala
- Respira te digo, respira, has lo que te digo
Pedro levanta su torso, negando con la cabeza
- Sácala, por favor
Alberto la saca y se sienta sobre los muslos de Pedro
- Duele mucho, ¿cómo aguantas?
- Es cosa de que te acostumbres, al principio siempre duele un poco, pero luego no vas a querer que te la saque
- Está bien, hazlo de nuevo, pero despacio y poco a poco a ver cuánto aguanto
- Así, hablan los machos
Pedro se acomoda de nuevo y Alberto lubrica de nuevo su verga y el culo de Pedro, metiendo dos de sus dedos, luego se acomoda y ahora mas decidido se la empieza a meter poco a poco sin detenerse, Pedro continua con sus gritos ahogados y Alberto se detiene
- Respira y relájate solo piensa en las ganas que tienes de que te coja, recuerda lo que te gusta mi verga y de cómo me cogía Antonio aquel día que nos viste coger
Pedro obedece, se acomoda y relaja todo su cuerpo
- Eso, ¿ya te sientes mejor?
- Si duele menos hasta puedo decir que se siente rico
- Eso es, sigue así, respira y relájate, no hago nada hasta que me digas
- Si, ya no duele tanto, ¿ya la metiste toda?
- No, falta como la mitad ¿la quieres toda adentro?
- Si métela a ver que se siente, si tu aguantas mí gruesa verga, yo por qué no voy a aguantar la tuya
Alberto poco a poco se la va metiendo, mientras Pedro cierra los ojos y muerde la playera de Alberto que está cerca de su boca, luego de metérsela toda se recuesta sobre el cuerpo de Pedro y le dice al oído
- Ya la tienes toda adentro
- ¿Sí, ya?, pero no te muevas mucho, me duele cuando te mueves
Alberto inmóvil sobre Pedro besa su nuca y lame sus orejas, Pedro poco a poco se va relajando acomodando sus nalgas y Alberto mientras, entrelaza sus manos con las de él, Pedro empieza a mover su cadera y Alberto la saca un poco y se la mete de nuevo
- Si, así, eso es rico, si métemela así, Beto eso me gusta
Alberto intensifica la cogida metiendo y sacando la verga a su antojo del culo de Pedro que gime pidiendo que sí, que se lo coja, Alberto le mete sus dedos a la boca y le ordena que se los chupe mientras se lo coge repetidas veces, Pedro con los dedos de Alberto en la boca grita de placer, pidiendo que parara, pero Alberto hace oídos sordos y continua, mientras brotan lagrimas de los ojos de Pedro que ahora chupa la playera que Alberto le metió en su boca para callar sus fuertes gemidos, Alberto lo abrazo de los hombros para cogérselo más a gusto bombeando su culo varias veces hasta dentro luego de un rato, Alberto se viene depositando su semen en el culo de Pedro, Alberto agotado se deja caer su cuerpo sobre el cuerpo de Pedro, Alberto inhala y exhala en su nuca de Pedro que se voltea ligeramente
- ¿Ya te viniste?
- Si, es una delicia metértela, aprietas rico mi verga con tu ano
- Bésame
Alberto se acomoda para besar a Pedro que lo toma de la cabeza para besarlo apasionadamente, luego de un rato Alberto saca su verga del culo de Pedro para descubrir que toda su verga está embarrada de excremento, así como el culo de Pedro
- Que asco, vamos a darnos un baño, esta es la parte mas desagradable de una buena cogida
- Y ¿porqué yo no me embarré cuando te metí mi verga?
- Es que yo me previne, luego te digo lo que tienes que hacer, ¿Estará fría el agua del rio?
- Algo, lo suficiente para refrescarte, pero te va a gustar
Se acercaron a la orilla del rio Pedro junto a Alberto que se miraba todo su miembro y vellos de pubis embarrados, de sorpresa Pedro empuja a Alberto al agua y luego se lanza detrás de él, Alberto lava su miembro y su pubis, restriega todo su cuerpo repetidas veces, Pedro igual lava su cuerpo y restriega sus nalgas, Alberto se acerca lo besa mientras agarra las nalgas de Pedro que toma a Alberto por la cintura, Alberto le mete los dedos por el culo, tratar de limpiar su ano
- Haaaay, duele
- Si, lo sé, pero te quiero enseñar como debes descargar tu ano para que no pase lo que sucedió
Alberto le mostro lo que debía hacer y le pidió a Pedro que le metiera sus dedos por el culo, para que comprobara que no había vestigio de excrementos en su culo, Pedro como buen aprendiz sacó todo lo que tenía adentro comentando que trae el culo algo adolorido
- Eso pasa, pero luego se te quita, luego te va a gustar
- Pues ahorita me gusta
- Pues es un buen comienzo, ya es hora de que sepas la sorpresa que tengo guardada
- Sí, ¿ya me vas a decir?, ¿Qué es?
- Mi amigo Antonio el vaquero como lo nombras llega esta tarde de la ciudad
- ¿Cómo esta tarde?
- Si, esta tarde
- ¿Pero cómo?, quedé de ir con mis papás a visitar a unos tíos que viven en el poblado cercano, pensaba verte hasta mañana
- Bueno nos vemos mañana y te lo presento, ¿te gustaría conocerlo?
- Me encantaría, volver a ver cómo te la mete y tú a él
- Él coje muy rico, ¿te gustaría que te cogiera?
- ¿No te pones celoso?
- Yo no, ¿y tú, te pones celoso de que me coja o yo a él?
- No, es tu novio ¿no?
- No es mi novio, sólo cogemos rico, eso es todo
Terminaron su baño se vistieron sus pantalones, calzaron sus botas y con los torsos desnudos por el calor emprendieron el regreso a la casa; Alberto y Pedro regresaron tomados de la mano platicando y cruzando miradas seductoras y bromas cachondas, sus caras felices delataban lo bien que se sentían uno con el otro, ya en la casa
- Bueno aquí nos despedimos, ¿te veo mañana?
- Claro, tengo que conocer al vaquero
- Se llama Antonio, puedes llamarlo Tony
- Bueno ya quiero conocer a Tony
Se besaron y Pedro se despide e inicia el regreso a su casa, Alberto inmóvil espera que se pierda en el horizonte, suspira y entra a la casa.




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