El Incubo del Internado 41
Jay regresa en un capitulo especial dejando ver como es que son las cosas para un Halloween lleno de venganza erótica….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
Capitulo 41
Soy Jay, estoy de vuelta, y desde que volví a mi hogar han pasado 3 largos años, en los que he tratado de mantenerme bajo control, fuera del dominio incubo, no ha sido sencillo, a fin de cuentas es un poderoso demonio que se alimenta de la lujuria, de hecho la influencia de este ha crecido por su ausencia previa, una parte de esta ciudad esta corrompida, quiere sentir el mejor de los sexos, cogerse a una mujer, chuparle las tetas de manera voraz, comerle la concha hasta hacerla escurrir y perderse entre los gemidos en medio de una buena cogida, en verdad es una locura, lo cual me ha dejado con muchos problemas, aunque no todos son tan malos pues algunos los he llegado a disfrutar enormemente.
Después de muchos esfuerzos, donde fui apoyado por las autoridades, puede ver como mi influencia estaba por encima de las casas, pues las fuerzas federales llegaron para imponerse, acabando con todas las tradiciones viejas, clanes como de los Lobos, Carneros quedaron casi diezmados, buscando labores que les mantuvieran a flote de manera digna, pero muchos huyeron, otros fueron encerrados, muchos no sobrevivieron, el resto se tuvo que adaptar, pero sabiendo que mi pie estaba sus cabezas, mientras que las tarántulas, cuervos y los búhos los he protegido bastante bien (tanto como fue posible), pues no puedo hacerlos a un lado, para esta fecha, mm, mi lindas gemelas Tamy y Sary, son un par de adolecentes preciosas, tienen tetitas redondas, vientres planos, y culos bien redondos, se volvieron ninfas de seducción, más de un imbécil quiere meterles la verga hasta el fondo, pero eso no pasara, las eh estado entrenando bien, siguen sin gustarme las mamadas, sin embargo eh probado sus mieles sexuales directamente de sus preciosas vulvas, gimen como pocas, las he penetrado de tal forma, y cuando acabo terminan siempre aferradas a mi diciéndome papi, quizás sepan que dentro mío esta el incubo, no sé, pero me permite soportar, pues ellas son prácticamente súcubos, roban energía de quien está cerca, pero es solo la mía, y no me importa, poder jugar con ambas es un deleite, quiero hacerlas adictas a mí, tener sus cuerpos desnudos junto al mío, verlas coquetas entregadas a mis caprichos, de cierta forma lo he conseguido, solo quieren coger conmigo.
Por otra parte Elisa, mm, se ha vuelto toda una señorita, preciosa, no desarrollo gran forma, sus pechos no son grandes, aunque tienen una curva deliciosa, su vientre plano, piernas torneadas que son difíciles de resistir, pero es bellísima, tiene un rostro demasiado hermoso, como si fuera una muñequita viviente, no le faltan pretendientes, pero me es fiel, está totalmente entregada a mí, y cada que puede la tomó para dejar que duerma conmigo en mi cuarto, siempre disfruto de tener su cuerpo, el aroma de su ser me hace querer cogerla hasta que grite de placer, y verla recibir mi verga hasta el fondo, mientras me mira entregada a mis deseos, uf, es algo delirante, pero hay algo más, no he querido hacerlo público, pero estoy seguro, con tanto sexo que hemos tenido, despertando desnudos después de noches apasionadas está esperando un hijo mío, si no pude contenerme, la he llenado tantas veces de mi semilla, que finalmente se ha dado algo, eso me hace sentir culpable, aun es un poco joven, sin embargo con esto le es imposible dejarme, cosa que realmente no sucederá, me es completamente leal, siempre entregada mis deseos, aunque esto me recuerda 2 cosas, una, que es el principal motivo de volver a contarles, pues antes dejé mi historia inconclusa, creo que hace falta algo por decir, hubo un trió de mujeres que pensaron en dejarme atrás, pero no lo iba a permitir.
Verán, cuando volví a la ciudad fui recuperando a todas las hembras con las que solía coger, unas llegaron a mis brazos por si solas, siendo el caso de las sirvientas, también mis brujas, Lexy y quien ahora es mi esposa Tea, mis hermanas no regresaron porque pese a querer cogerlas, esto resultaría demasiado peligroso, aunque Angie podría volver a cogérmela, pues siendo prima, no es tan peligroso como con Giby, a quien cuido para que no cualquiera la tome, pues dada la edad, Tesi está en planes de matrimonio con Simón, quien ha tomado buenas decisiones, y consiguió el control de una empresa, así se asociará con capitales fuera, pero nada de eso importa mucho, se que vienen por un poco de sexo duro, aunque lo menciono porque gracias a esto pude enterarme de algunas cosas. Verán hubo un trió de mujeres que quisieron dejarme atrás, Kim, Holly y Sage; a quienes no puedo olvidar, me resultan demasiado adictivas, si piensan que voy a dejarlas libres, se equivocan, he estado trabajando, seguro me iré al infierno por lo que estoy haciendo, pero eso lo he sabido desde hace como 4 años, desde que descubrí que el incubo me posee, y por ello ahora busco una venganza con esas 3, quienes dejaron la ciudad para alejarse de las garras del demonio.
En estos momentos, bajo la luna llena, las brujas están cumpliendo mi pedido, son fieles sirvientas, Sheila se deja coger con toda libertad, la voy penetrando con mi estaca, moviendo sus hinchadas tetas, gime perdida en el deseo, aferrándose como puede a mi cuerpo, su gesto es una delicia, perdida en la lujuria, mientras busca aumentar el placer, estoy encendido, mi sangre hierve por darle con todo, es una hembra atada a mis caprichos, aunque noto con gusto como su vientre esta tan hinchado, tiene 8 o quizás ya 9 meses de embarazo, obviamente el hijo es mío, Charlie a un lado, mientras que unas nuevas brujas hacen conjuros, estamos en el internado, que ha sido restaurado, y pese a querer hacerlo una academia militar solo para varones, la gente suplicó porque este volviera a lo de antes, dieron buenas donaciones, por lo cual los tuvimos que ceder, aunque los cadetes están separados de las alumnas, quienes van cursos normales, y de nuevo se volvían presas de la lujuria. Todo había vuelto a lo que era antes, culpa del incubo, mientras arreglo algo, pues pese al tiempo anhelo a esas 3, Kim, Holly y Sage, las quiero en mi cama de vuelta, y por ello ahora, dentro del cuarto del ritual, uno de los pocos lugares que no fueron afectados por el tiempo o el fuego, se realiza una ceremonia, las pocas brujas que quedan me sirven, muchas son seleccionadas por las que siguen vigentes. Ahora hacen canticos, mientras se trabaja con las reliquias, todas aprovechadas para usar fuerzas que ahora parecen broma pero son reales, incluso mi apoyó el agente federal, está viendo todo, sorprendido que lo que ocurría, pues a un maldito loco, sentenciado a muerte, le haremos desaparecer aquí mismo, un degenerado que no diré cuanto hizo, aunque mencionaré que antes era un carnero, y bajo el ritual hecho vería con horror como se quitaría lo que más amaba.
Ese imbécil había hecho toda clase de crímenes, orgulloso por ser un semental, con casi 2m de altura, cuerpo tonificado, rostro bello, se sentía un regalo para el mundo, más no dejó de dañar a quien pudiera, cometiendo varios delitos, tantos que tenía 5 cadenas perpetuas, pero al matar con sus manos a un guardia, se decidió acabar con aquella bestia, inyección letal, más lo cambiamos, un somnífero, lo mandamos acá, y cuando estaba despertando, miró sorprendido a su alrededor, el ritual se realizaba, liberando algunas almas siniestras, este se asustó. Aunque sintió el deseo cuando vio a mi amada Sheila siendo penetrada analmente mientras la exhibía frente a todos, gimiendo como una puta, abriendo sus piernas, cuando súbitamente empezó a escurrir de su vulva, pero era porque su niño estaba naciendo, soltando gritos de dolor mientras comenzaba a pujar, llenado el circulo místico con sus fluidos, todo a mitad de aquello como se esperaba, aquello activo aquel arte arcano, por medio del cual se daría lo impensable, pues siendo apenas un hombre en sus 30 años, en segundos se volvería un horrendo viejo decrepito de algunos 70 u 80 años, viéndose tan desgastado, que no pudo soportar su reflejo, todo mientras se llenaba de un gas una botella volviéndose liquido en segundos. Había servido la ceremonia, aunque tenía demasiadas cosas para realizarse, por eso tuve que esperar, y claro está, que disfruté mucho hacer de mi parte, no sé cuantas noches me cogí en los días señalados para poder preñarla, gocé del cuerpo de Sheila, que se entregaba a mí en la postura que deseara, dejándome lamerle las tetas, chuparlas como un bebe, disfrutando de la leche materna, aunque no fue a la única, lo probé con todas, pero siempre dejé de lado a Tea, no quería involucrarla directamente en esto, aunque sabía de mis planes, y deseaba verlos realizados, como si todo fuera una travesura.
Finalmente, tras meses de preparación, había logrado reunir ingredientes, hacer movimientos, asegurar cada cosa, coger como un semental fue lo de menos, aunque mis metas debían esperar, pues me dejaban tener en brazos a un niño, realmente me quedó bien, se veía precioso, mientras su madre desnuda se apegaba a mí, lista para volver a quedar preñada si así lo deseaba, lo cual era tentador, pero la dejaría descansar, ordenando a otras que cuidaran de ella, mientras yo cargaba a mi nuevo vástago. Aun con todo fui acompañado por Sheila, quien no trató de vestirse, solo usaba sandalias, aunque el ambiente era frio, estábamos en otoño, se acercaba el halloween, una noche especial, y el criminal era sacado, estaba tan débil que no podía defenderse, a fin de cuentas su destino era morir, así que lo sacaron para lanzarlo fuera, al bosque donde algo se acercaba, era la Bestia, esas cosas seguían vivas, no matábamos una cuando surgían 2 más, decidí aprovecharlas, algo malo de los conjuros y maldiciones, es que suelen pagarse caro, pero cuando tienes sacrificios de sobra, criminales sin esperanza, se vuelve sencillo hacer algunos trabajos, así que los maleficios me ayudaron a someter a las bestias, permitiéndome deshacerme de bastardos como este, que sería devorado en ese instante en un acto tan vil, realmente todo ha cambiado. Una vez terminado aquello regresé a mi hogar, la que fuera la mansión de los búhos, donde me esperaba mi esposa, ella como siempre quería sentirme a su lado, preguntando picara por lo que había hecho, junto a ella siempre Elisa, yo sonriente le decía:
Tu quieres ver que eso pase – dije mientras bajaba con el bebe.
Claro cariño, quiero lo mismo que tú, además vengarme de Kim, Holly y Sage, será delicioso, ya quiero verlas cuando acabes con ellas – decía con lujuria en su voz.
Todo a su debido tiempo preciosa, verás como acaban ambas – le aseguré dejándole ver a pequeño bebe, mirándolo con gusto.
La casa de los Búhos estaba cambiada, en estos 3 años el abuelo pasó a mejor vida, aunque tuvo el gusto de entregar a su nieta en el altar, estaba muy contento de verla conmigo, lejos de muchos tarados que seguro querrían hacerle lo que yo todas las noches, si una vez me vio como me la cogía, duro y directo, haciéndola gemir con sus piernas abiertas, chillando mientras lamia sus tetas grandes y sabrosas, pero volviendo al tema, dejamos su cuadro en la sala, lo recordamos con cariño, se puede decir que solo somos nosotros 2, aunque Angie y Giby siempre están con aquí, también Lexy, las sirvientas, Tesi tampoco falta, a menos que tenga una cita con Simón, de cierta forma es una buena vida, aunque está llena de la perversión maldita, producto del incubo.
Como dije antes, debido a las suplicas de la ciudad, el internado volvió a las mismas de siempre, clases para ambos sexos, de hecho hice que Marión me siguiera como secretaria, pues dadas las circunstancias, ahora estoy de Director, aunque suene extraño, eso pasa, no debería serlo, de hecho el plan es que fuera el prefecto, eso me daría oportunidad de moverme entre los alumnos, tuve que hacer varios meritos como tener una carrera con maestría, apenas lo logré en estos años, pero ahora pareciera que tengo el poder para cogerme a las nuevas alumnas donde quiera, puedo llamarlas y hacer de las mías, la influencia me apoya a hacerlas sumisas, se saben mías, pero me desvió del tema. De cierta forma todo volvió a lo que era antes, y sé que la doña, quien incendiara antes el internado está muerta, igual otras maestras, mismas que se opusieron, así que el incubo no puede hacer nada, o quizás ya lo hizo, pero mi interés esta con las otras, ellas dejaron la ciudad hace tiempo, cuando supieron que iba a regresar, así cuando lo hice las 3 se marcharon, carajo, eso no me gusta. He organizado un par de cosas para que vuelvan, además mi amigo el federal, necesita ver pruebas de primera cuenta, ya ha reconocido que la situación es anormal, desde el incendio, y ahora con el ritual, no deja de preguntar, de hecho el mismo ha aprovechado para que se le hagan ciertos rituales, cosas para defenderse, nada tan drástico, pero si deseaba ver algunas ceremonias más peligrosos, por eso aceptó encargarse del preso con sentencia de muerte como lo hicimos, incluso hizo arreglos, todo con el fin de corroborar su situación.
El Agente S, o así le gusta llamarse era un hombre molesto, un poco peligroso, pero tan curioso, siempre buscando respuestas, se topó con el caso del internado y desde entonces se ha divertido, a saciado parte de su curiosidad, estuvo entrevistándose con las viejas maestras del lugar, si debo decirlo, tiene de puta personal a Amber, con quien coge a menudo, tanto así, que la dejó preñada y ahora tiene un hijo con ella, seguro la dejo así en una fiesta de la ciudad, porque quiso probar la botella de súcubos, y está perdida en la lujuria cogería con esta recibiendo carga tras carga de semen, hasta que se vio satisfecha, aunque luego de eso volvería a buscarle por un mes, no fueron pocas las veces que encontré a esa puta cabalgándolo con gesto de ramera, enterrando su coño en la verga del agente, gimiendo cual cerda, aunque debo admitir que se veía deliciosa, en especial cuando se le iban moviendo esas tetas por el ritmo de las caderas, por segundos quería unirme, pero el agente no deseaba eso, diciendo que ella solo sería suya, y al final la terminó preñando.
Con algo así me quedaba, y el “S”, seguían con sus ideas fijas, aprender todo, no fue un problema, de hecho ayudaba en muchos tramites viciados, un poco de corrupción, aunque afuera no molestó cuando notaban los “resultados” pues afrodisiacos, criminales tras las rejas, todo en orden, pero me sigo desviando, aunque esto lo mencionó porque así fue sencillo hacer que Kim volviera, pues parte de sus papeles, o los de Emili estaban mal, un error que fue provocado intencionalmente, fue lo mismo con Miss Sage, quien parecía tener problemas consiguiendo un empleo dentro de un centro artístico importante, mientras que Miss Holly, intentaba realizar un negocio propio, pero le era imposible sin ciertos documentos, obligandoles a volver, pensando que evitarían el internado.
Para variar la noche de Halloween sería entre semana, pero la fiesta se realizaría el sábado anterior, ellas pensaban que podrían llegar el viernes para pedir aquel trámite, era demasiado sencillo, pero todo estaba arreglado, aunque no se veían contentas de pisar el edificio lo vi todo desde mi oficina, la que fuera antes de Kim, y de hecho verla fue delicioso, por desgracia ya no era tan joven, yo tendría como 21 años cuando llegué al internado, y para la fecha estaba próximo a cumplir los 28, pero mi jefa ahora debía estar por alcanzar los 40, no era agradable verla así, se notaba la edad, aunque seguía con esa sensualidad que tanto me gustaba, sus pechos pequeños no perdían ante la gravedad, tal vez unos kilos de más, pero su culo y piernas seguían deliciosas, con ganas de tomarla y cogerla ahí mismo, de hecho era una práctica habitual, muchos chicos de la escuela solían hacer el reto, cogerse a una alumna a mitad de la plaza sin que los descubrieran, cosa que no les salía bien, de hecho siempre eran descubiertos, se cuenta que hubo alguno, pero es mentira, son solo maquinaciones del incubo para sembrar la perfidia, además que tengo un trió de señoritas que me ayudan en todo, las mismas niñas que antes fueron violadas por las brujas para tener sangre de virgen, ahora son mi apoyo. Ellas me avisan de todo, como cuando llegó Miss Sage, quien se paseó por el salón de música, que era tomado por las alumnas femeninas, y debo admitirlo, en el caso de ella el tiempo le hizo bien, notándose más madura, pero igual de deliciosa, si bien quería hacerle muchas cosas al verla, aunque sus pechos estaban algo caídos pero eso le hacía verse más seductora, ella siempre tan elegante, pero no se comparaba nada con miss Holly, quien ganó algunos chiflidos, pese a su edad seguía igual de sensual que antes, con curvas que llamaban la atención, sin duda era una mujer especial.
Recuerdo que me dieron aviso de todo, mis 3 pequeñas sirvientas, llegaron con sus uniformes, las ultimas criadas entrenadas por el abuelo, así que me sentí contento, aunque ellas querían su recompensa, así que prendí la cámara para vigilar mientras les sacaba los calzoncitos, las muy traviesas estaban húmedas, así que apenas las toqué ya estaban escurriendo, y pronto se las pude insertar, logrando que gimieran, la verdad es que aprietan muy rico, gozan del sexo a pesar de la edad, así que lo disfrutaba demasiado, sintiendo como sus coñitos se dejaban hacer a mi entero gusto, chupo sus tetillas nacientes, mientras ellas se desnudan frente a mis ojos, besándome, jugando con sus lenguas, lo hago con las 3 al mismo tiempo, no hay forma de perderme, se siente tan bien. Mientras tanto las cámaras de vigilancia hacen su trabajo, se notaba como las 3 maestras llegaban para notar que las oficinas estaban vacías, o casi, en buen momento una de mis mujeres, por no decir esclavas, llegó para encontrarlas, saludándoles con respeto.
Directora, maestras, tiempo sin verlas, en serio, que gusto ¿Qué paso? Pensé que se fueron de la ciudad – decía Marion haciéndose la inocente.
Ah, ¿Marion? Que gusto también, hace tiempo que no te veía, te vez genial, pero ¿Qué haces aquí? Pensé que trabajabas en una casa de sirvienta – decía Miss Holly contenta.
Ah, eso fue antes, ahora soy secretaria aquí, me encargo de los dormitorios femeninos, me deja más tiempo libre, pero ustedes ¿Cómo están? Es una gran sorpresa – dijo Marion contenta.
Ah, es que hubo un problema con los papeleos, y tuvimos que volver, todos quieren hacer las cosas en digital, pero si los equipos fallan, es un gran problema – aseguró Kim un tanto incomoda.
Pero estamos bien, yo trato de poner mi propio negocio, pero igual hubo una falla, esto me dejó en problemas, un papel mal escrito – dijo Holly algo inquieta.
Pasa lo mismo, pero con un trabajo en el centro de artes – decía Sage un tanto inquieta.
Pues que bueno verlas, no ha sido lo mismo la escuela sin ustedes, la maestra de artes actual es una vieja amargosa, seguro la corren por odiosa, y nos haría falta usted miss Holly, su plaza sigue vacante, los maestros se han ido y venido, además que su disciplina sería buena, porque el director anterior fue sacado por problemas – dijo Marion muy calmada.
Las mujeres vieron aquello con cierta duda, no esperaban oír eso, aunque se mostraron escépticas, volteando a ver por todas partes, como si buscaran algo, seguramente a mí, pero no me iba a dejar ver, me quedé oculto mientras seguía disfrutando de la visión de esos lindos cuerpos infantiles a mi lado, entregados a mi verga grande, todo mientras ellas seguían hablando.
Por cierto, no creo que puedan hacer el trámite ahorita, la secretaria fue a hacer un trabajo importante, y no llegara pronto – señaló Marion siguiendo el plan.
Uy, es que nos urge, no podemos quedarnos mucho tiempo – decía Kim viendo la hora.
No me digas, trajiste a Emili, era una niña tan linda, seguro se vuelve una señorita preciosa, no tendrás una foto – dijo Marion sonriente.
La verdad si, está creciendo muy bonita, por suerte no se parece tanto a su padre, ya está llamando la atención de los chicos, pero es que también tengo mis asuntos, seguro no se puede hacer nada, es sólo un papel y listo – dijo Kim inquieta viendo a todas partes.
Mira, la cosa es que no puedo tomar los equipos, de hecho tengo que salir también, pero denme los datos, y les tendré los papeles en cuanto pueda, pero en mal fecha vienen, porque es Halloween, saben lo que eso significa – decía Marion haciendo evidente todo.
Todas voltearon a ver los pasillos del internado, pues la decoración estaba puesta, las actividades realizándose, de hecho estaban haciendo búsqueda de premios, las chicas parecían ofrecerse como si fueran verdaderos trofeos, y estoy seguro, el olor les fue embriagador, el sexo caliente llegaba a sus cuerpos para seducirlas, ofreciéndoles placer, si por momentos sus caras parecían recordarlo, eran como las de mis 3 nenas mientras les penetraba, llegando a orgasmos deliciosos.
Mira, te encargamos eso, porque no podemos quedarnos, esta escuela es algo rara, pero nos vemos, mira te dejo el número de Cel y luego nos contactas – decía Holly algo inquieta, mientras las demás le dejaban sus claves también.
Las 3 salieron con prisa, casi causando risa en Marion, sabiendo que ya habían dado el paso a su retorno, pues ni cuenta se dieron que ella misma les pudo entregar eso, sabía que la lujuria del lugar ya las invadia, seguramente recordaban en cómo el incubo penetro a Sage con una flauta, o las veces que fue violada Holly ahí, también Kim, pero principalmente como es que les había hecho el amor marcando mi hombría en su interior, y con gusto vería como Marion llegaría a mí lado para entregarme los datos, por lo cual puse a las brujas a trabajar, viendo como Charle a mi lado con una sonrisa, le decía lo que debía hacer. Estuve vigilándolas, se fueron al mismo hotel donde se quedaron un rato, era un lugar bonito en medio del centro, pero Marion no tardó en darles un mensaje: amigas, mejor busquen un disfraz, porque la fiesta de Halloween tiene a las secretarias locas, no vinieron por hacer sus comprar, habrá un evento mayor, yo las invito, solo así podrán conseguir el papel antes del lunes, perdón, la nueva administración es una locura, de todas maneras el domingo pueden salir temprano y volver a sus hogares…
Con eso, no les quedó de otra, y tuvieron que salir a comprar los vestidos, me daría una sorpresa cuando las volviera a ver, claro está que le llamarón, con gusto Marion les explicó que debido a lo nuevo de los miembros actuales, no podían hacer mejor las cosas, señalando que hacia lo posible, pues no eran los mismos eventos, de hecho todo terminaba con un bonito baile de mascaras, creo que eso ultimo hizo que se calmaran, creyendo que de esa podrían entrar sin llamar la atención, pero se darían una gran sorpresa. El tiempo pasó, llegó el sábado, dando inicio a todos los eventos de la fiesta, un magno evento que duraría todo el día, aunque notaba que los alumnos se perdían en la lujuria, buscando rosones entre ellos, pues los cadetes veloces tomaban a las chicas para sobar sus cuerpos, disfrutando de las reveladoras prendas para alcanzar tetas o coños, el olor del lugar estaba lleno de vicio, oculto por la fiesta pagana, todo chico al que se le parara la verga, ya era consciente de coger con alguna cría, quienes buscaban al mejor para entregarse. Llegado el momento me presenté como la máxima autoridad en el internado, logrando imponerme, aunque no podría hacer mucho, debo admitir que tener a Sally, Tammy y las 3 sirvientas, todas disfrazadas de diablitas con trajes que dejaban poco a la imaginación, fue excitante, mientras que Marion, que iba de sexy bruja hacia su juego, apenas pude notar como Kimi, Sage con Holly llegaban, mm, fue delicioso ver a la directora una vez más de bruja, mientras que la maestra de artes parecía un espanto con peluca negra y vestido blanco, pero la tercera iba de vampiresa, le quedó demasiado bien, de hecho las 3 eran un deleite, haciendo las cosas, aunque solo era de momento, necesitaba seguir el plan y hacerme el occiso, mientras que Simón hacia de las suyas, pues había descubierto algo interesante.
Perdón la tardanza, se que querían irse, aunque no las vi llegar en carro – decía Marion.
Si, es que estamos cortas, tomamos un Taxi, pero no importa, tienes los papeles – dijo Sage.
Esperen un poco, si no vienen en carro tienen tiempo de sobra, la ruta se tarda al menos una hora en pasar por aquí, porque los taxis no se aproximan, así que calmadas, mejor tómense su tiempo, y platiquen conmigo, todo estará bien – aseguró confiada Marion viendo la situación.
Realmente no querían hacerlo, el internado seguía siendo un lugar siniestro, y quedar fuera esperando el camión no parecía buena idea, menos cuando la bestia rugía cerca, lo cual les hizo quedarse, de hecho Marion ofreció llevarlas de vuelta a la ciudad, lo cual de cierta forma les gustó, porque empezaba a llover, y como de costumbre el lugar más seguro era dentro. Por cierto yo llevaba un uniforme militar del tipo Nazi con una máscara de cara completa, así que no me reconocían, me veía bastante imponente, pues seguí cuidándome, no me reconocieron, pues pesaba 10 kilos más de puro musculo, y gracias eso muchas de las colegialas me buscaban, por largas sesiones de sexo, aquellas crías abrían sus piernas por una mejor calificación, dejándose desvirgar, ofrecían sus tetas, incluso se dejaban atar o amordazar, solas o en parejas, pero ahora estaba mi vista fija en mis presas, quienes miraban para todas partes buscándome, como si me fuera a esconder de ellas, más no me reconocían por el disfraz, la voz más ronca, y mi nueva talla, tampoco imaginaron lo que vendría. Estaban disfrutando de unas sodas, pero en verdad era un fuerte licor, uno de esos recién destilados, con eso lograría que bajaran la guardia, mientras Marion sacaba información, pues yo tenía que seguir con el evento, aunque pronto llegó una llamada que me sería importante, pues se trataba de Simón, quien me diría inquieto:
Hermano, es un hecho, tus sospechas estaban en lo correcto, ahora haz lo que tengas que hacer, Tea está recibiendo el paquete, tiene a Emili en la mansión, junto con Elisa, están jugando, en cuanto puedas, lleva a la mami, que envidia, la directora será toda tuya…
Con eso me bastaba, y le dediqué una mirada fugaz a Marion, quien me sonrió tenuemente, me fijaba en las 3 maestras, quienes esa noche serían mías, no les iba a perdonar su abandono, pero entendía porque actuaron así, más eso no era suficiente, las esclavizaría para siempre.
Entonces díganme, ¿Cómo les va allá? Seguro que ya tienen familias, digo, tengo entendido que usted directora se fue con un viejo militar, además que ustedes 2 son preciosas maestras, seguro les sobran candidatos – decía Marion empezando el juego.
Como crees, eso le dije a Jay porque, bueno, estaba poniéndome vieja, además no quería seguir en esta ciudad, el ambiente era muy malo, y le haría daño a Emily, no quería que algo le pasara – decía Kim algo inquieta.
Es que sigo soltera, no he podido tener una buena relación – fue la respuesta de Sage.
Esto tiene licor verdad, bonita me la jugaste, pero no, sigo soltera, solo se me acercan idiotas sin futuro o imbéciles que buscan una aventura, ya no soy tan joven, maldición – se quejaba Holly.
Pues tienen suerte, porque un hombre no piensa dejarlas ir, se portaron mal con él, le abandonaron así que el arregló todo esto – decía Marion con una sonrisa maliciosa.
En ese momento ellas se le quedaron frías, se dieron cuenta de la trampa, algo sucedía, vieron como empezaba una vez más la orgia, los chicos tomaron los cuerpos de sus compañeras para satisfacer sus deseos, sacándoles los vestidos, se veían muchas morenas, castañas, rubias, pelirrojas, todas con diferentes estaturas, cuerpos bonitos, algunas mas gorditas, otras flacas, pero tomando formas, pechos precoces, también pequeños, no importaba, todos eran deliciosos. Los cadetes no dejaban de sobarlas, tapizando el suelo con la ropa, dejándolas casi desnudas, solo zapatillas o calcetas, pues era tanto el deseo que no se contenían, además se veían fantasmas tomando control de los adornos, pues no había maniquíes como antes, parecían buscar atención, diciendo cuanta cosa se les ocurría, gritando cada locura: rómpele el coño a esa putilla, si bien que le gusta, esa mini golfa huele a sexo, que esperan esta ya puede coger, necesita una verga dentro, mm, lámele ese coñito en mi honor; se escuchaban entre burlas sobrenaturales, era un regreso a la demencia sexual del internado, los chicos casi cazaban a sus compañeras para disfrutar de sus cuerpos, enterrando vergas casi violándolas, pero no era el caso, pues siendo una clase de juego sexual, ellas se hacían las difíciles para no dejar que cualquiera las penetrara, todo acababa en un deleite sexual, viendo a chicos coger por donde pudieran, sobre las mesas, entre las jardineras, o acostando a las compañeras, poniéndolas de 4 sobre una base, también las cogían paradas, apoyadas contra la pared, no faltó que a las más bonitas fueran rodeadas entre varios, lamiendo y recibiendo verga al mismo tiempo, incluso 5 fueron tras una linda rubia para llenarle la cara de semen, mientras preparaban sus cargas, un par de maestros levantaban a una adolecente para penetrarla al mismo tiempo por el coño y el culito redondo, llenándole juntos, era una locura.
¿Qué pasa? Una orgia – esto no puede ser posible – hemos vuelto al internado, nada cambio – pero porque olvidé esto, yo – nos van a violar aquí…
Fueron las palabras de las maestras, perdidas entre el licor con las vergas de esos chicos entrando y saliendo de manera casi hipnótica en medio de los coños o culos ajenos, mientras un calor recorría sus cuerpos, pues ya que habían estado fuera, habían olvidado parte de ese fervor sexual, ignorando toda esa perversión, hasta que la vieron de nuevo frente a sus ojos, sabiéndose perdidas antes del impacto sexual, incluso sus cuerpos reaccionaban a esa situación de manera ardiente, se calentaban, sus vulvas se humedecían, suspiraban de manera pesada, no querían aceptarlo, pero iban a ser entregadas a la pasión, incluso algunas deliraron viéndose envueltas en ardientes pesadillas:
Sage: de repente se veía en medio de la plaza, su ropa era arrancada por el viento viéndose sus formas liberadas, su cuerpo era tomado por un demonio a su espalda, sobándole, mientras un enorme miembro sobresalía gigante detrás de ella buscando su vulva jugosa, lista para hacerla gemir de placer, mientras la sometía.
Holly: por su parte se hallaba en su salón de clase, pero a su lado saldrían demonios pequeños todos calientes, acariciando sus vergas, la sometían sobre el escritorio, dejando a la vista su enorme culo, se notaba lista para coger, abrían su vulva que escurría, pero en vez de violarla, algo más entraba al cuarto, con un miembro como de caballo, listo para violarla.
Kim: ella regresaba a su oficina, pero no como directora, las cortinas movidas por algo más la sujetaban para someterla, haciendo de su cuerpo un instrumento de placer, la ropa era arrancada, dejando libre su vulva, esta era expuesta, ahí una imagen que reconocía bien llegaba para reclamarla y ella sometida se entregaba.
No sabían que estaba pasando, ante aquellas imágenes simplemente se habían corrido, de manera tan abundante que parecían haberse orinado, pero el olor que soltaban era simplemente delicioso miraron a todas partes avergonzadas, esperando hacer algo, más no tenían idea de cómo escapar, se querían retirar mientras todos estaban cogiendo como locos, pues era la tradición, la orgia de Halloween, pero el licor dulce hacia su trabajo, justo cuando el “nuevo director” llegaba por ellas, jajaja. Ante sus ojos este era un hombre enorme, quizás más de 100 kilos, todo en músculos imponentes, a su lado los alumnos parecían diminutos, aunque eso era lo de menos, pues al quitarme la máscara, verían que era yo, y se me quedaría grabada su cara, una mezcla de sorpresa, miedo y excitación, con eso estaba dicho todo, tendría la libertad de violarlas, si al ver mi reacción todos los alumnos querrían verme en acción, pero no sería así de fácil, soy egoísta, no me gusta compartir aquellas visiones, los cadetes parecían perdidos en la lujuria, deseosos de ver cómo me cogía a esas 3 bellezas ligeramente maduras, así que ordenaría a toda mi gente seguir cogiendo hasta perder la razón, mientras que yo me encargaba de esas 3 sensuales mujeres.
La locura carnal del internado continuo, las alumnas a medio disfrazar se perdían entre las penetraciones de los chicos, quienes se movían posesos por la influencia del incubo, metiéndoles las vergas a todas las presentes, mientras que un aire de sexo llenaba el lugar, en ese momento llegaba el agente, quien parecía mortificado al ver la orgia, estaba desde el principio mirando, aunque cabe decir que él se hallaba dentro de gobierno con alguna clase de posición especial, por eso no pudo quedarse como director, y debido a que era el único capacitado, se me dejó esa posición, aunque a esto me recordaba al otro militar, el viejo soldado, había cometido alguna clase de error fatal, uno que lo haría perecer en un accidente, si bien se notaba que toda la sangre vieja se iba perdiendo, y llegaba una nueva generación, solo que no todos éramos tan pérfidos, o algo así, me gusta creer que tengo una visión clara de lo que quiero y claro está que ahora son estas 3 mujeres, quienes parecían perdidas ante mis caprichos, pero bien que se lo ganaron.
Yo me quedó a ver qué pasa, tu llévate a las 3, en la central quieren ver si “eso” funciona, yo cuido que no acabe esto peor de lo que se ve – dijo el agente con una sonrisa maliciosa.
Espera, acaso empiezan a creer allá en lo que pasa aquí – dije con genuina sorpresa.
Que no te sorprenda hombre, les decimos sobre los mitos, les mostramos los resultados, se han dado cuenta que algo ocurre, aunque hay quienes siguen escépticos, pero no todos, ahora algunos empiezan a creer, y ese último truco de halloween, ah, pues todo está hecho, si funciona aseguras tu lugar aquí – fueron las palabras del agente.
No pude resistirme, así que cargué con Kim y Holly, casi clavando mis dedos en sus coños, mientras Marion ayudaba a Sage a seguirme, era momento de hacerlas mías, no las dejaría escapar, quizás sería cruel, pero esa parte corrompida por el incubo me decía que debía hacerlo, y no me contendría, llegué al carro de los Buhos, ahí subiría a las 3 mujeres junto a Marion, quien se me seguía gustosa, mientras me acomodaba para que el vehículo saliera, iríamos directo a la casa, donde acabaría mi pequeña venganza.
Jay ¿Qué nos vas a hacer? – decía Kim con una voz mareada.
No pensé que fueras así, déjanos salir – agregó mareada Sage.
Vas a cogerme como antes – añadió con un extraño tono Holly.
Claro que las voy a hacer mías como antes, porque lo son, no crean que no me di cuenta, les diré una cosa, estamos podridos, la influencia del incubo nos dejó marcados, sin importar nada, es la realidad, o cuantas veces quisieron intimar, pero nada, piensen, en sueños han sido violadas, sus tetas chupadas hasta correrse, penetradas por ambos agujeros, gimiendo como perras, se detienen cuando una verga fantasma se les mete en la boca, jajaja, olvídenlo, no pueden escapar de esto, no importa lo que hagan, están atadas al demonio, aunque quieran, lo intenten, seguirán siendo cogidas al dormir por algo que no es humano, pero no mientan, ustedes adoran eso, cuantas veces han despertado a mitad de un orgasmo, tan fuerte que les hace correrse como si se orinaran, en especial tu Kim, eres parte de una familia, o al menos tu hija, la pequeña Emili, la ciudad las reclama, y estarán a mi lado, lo quieran o no – dije con autoridad.
Ellas querían decir algo, pero les fue imposible, se tenían que resignar, el calor de sus cuerpos ante mis palabras despertaba, haciéndoles sentir una fiebre de erotismo, lo sabía, podía darme cuenta de ello con sólo verlas, era delicioso verlas usando esos trajes, recordaba cómo se veían hace 5 años, cuando estaban más jóvenes, tan deliciosas, en la fiesta de halloween, la primera a la que fui, Kim con el mismo vestido, Holly ahora usaba uno de vampira, pero no era tan diferente y el de Sage solo el color variaba. Estaba tan concentrado, pero súbitamente Marion se acercó para tomar a cada una sobando sus pechos, hacia una travesura, me encantaba, eso me encendía de tan sexy mujer que empezó siendo tan recatada, pero ahora su lujuria obedecía a la mía, así terminaba dejándome ver un poco de sus enormes y carnosas partes, unas suculentas formas, ya quería devorarlas, estaba deseándolo, y ellas seguían vencidas por el licor, si antes no quedaron inconscientes, por ello nuevamente las tuve que levantar, aunque ahora fueron a Kimi y Sage, dejando que mi fiel sirvienta llevar a Holly, quien se hallaba mejor después de ese movimiento. Llegamos a la mansión en breve, en la entrada me esperaba Sheila con toda la calma del mundo, cargando a nuestro bebe, mientras las demás nos veían con una sonrisa viciosa, vestían atuendos de noche de brujas, disfraces que mas parecían lencería fina, la cual aseguraba que la pasaríamos muy bien, estaban listas para disfrutar de la noche, iba a ser una velada excelente, armaríamos una tremenda orgia, solo faltarían Giby y Angie, pero a ellas por el miedo de algún espanto como Billys las dejé fuera. No me gusta admitirlo, pero ambas se pusieron lindas, pechitos redondos, culitos carnosos, todo tan suave, olían a sexo virginal pues gracias a las artes de las brujas, ambas recuperaron sus hímenes, sin embargo ahora no sería yo quien los rompería, prefería que fueran libres de elegir, pues empalarlas con mi verga sería peligroso.
Volviendo con las maestras, ellas fueron llevadas a una sala, donde se veía una multitud de tipos en togas, parecían estar recitando un cantico, el ambiente era el de una misa negra, aunque dejé en medio un lecho, listo para cumplir mi meta, de ser necesario las iba a preñar, las 3 miraban todo detenidamente, sin saber qué hacer, estaban asustadas, en especial al quedar en medio, sintiéndose observadas, apenas iluminadas por unas velas, en un ambiente que se calentaba más de lo esperado, pero su atención se vio atrapada cuando llevaron una extraña botella con un liquido vicioso color amarillo, casi parecía orina, aunque distaba demasiado de serlo, y lo peor es que verían como se lo daban a 4 niñas que esperaban ahí, entre ellas la pequeña Emili, quien junto a las otras no deberían estar ahí, lo cual sorprendió mucho a Kim, quien al verla me suplicaba perdón o piedad por ella, sabiendo que algo pretendía hacerle también a ellas, pero no había forma, iba a hacerlo, pues era mi forma de vengarme, y todos ahí me servían, así que nada podría hacer para detenerme.
Espera, a ellas no, por favor, son inocentes, déjalas libre – acertó a decir quien fuera mi jefa asustada, empezaba a superar el licor.
Si, déjalas fuera de esto te lo suplicó – dijo Sage apoyando a la directora.
Ten piedad, ellas son – iba a decir algo Holly, pero la interrumpiría.
Se perfectamente quienes son ellas, huyeron de la ciudad para alejarlas de todo esto, son mis hijas ¿no? Antes de marcharme hace 5 años quedaron preñadas, carajo, hubiera entendido todo si me lo contaban, pero se fueron sin más, lo siento, pero tengo planes, ellas están incluidas, no voy a dejarlas fuera, son mis niñas también, y después de esto, jamás se marcharan – decía enérgico aunque estaba luciendo como el malo de la historia.
Esas palabras helaron a las 3, pensaron que me habían engañado, si bien qué había pasado candentes noches de sexo con cada una de ellas, y estaba por revivirlas, de cierta forma era obvio que no quisieran seguir aquí, para comenzar eran mayores que yo, ¿Qué le dirían a las niñas de quedarse? Que tuvieron un romance con un estudiante, era vergonzoso, pero eso poco me importaba, miraba a Eliza, Tea, entrando en la cama con sus finas prendas de seda, igual Tamy y Sary, casi buscando que les dijera a quien tomarían primero, y fue sencillo, Holly además de Kim, lo cual les sorprendió, pero casi lo tomaron como si fuera alguna clase de premio, pues sabían que la primera era la maestra más deseada de todas, mientras que la segunda tenía una relación más intima con ella. Pero la verdad es que quería dejarlas al final, además que empezar con Sage no era ningún castigo, por el contrario quería hacerla sentir especial, así que mientras Elisa y Tami jugaban con el cuerpo de miss Holly, dejaron a Sary y mi Tea con Kim, yo agarraba a la maestra de música para sacarle el vestido, abriéndolo de frente para liberar sus enormes tetas, siendo un verdadero deleite, pues estaban tan grandes, la maternidad las hinchó, se veían deliciosas, casi podía saborearlas, de hecho lo hice, lamiendo cada rincón como si fuera lo mejor del mundo, mientras iba sacando el resto de su ropa, la tela y una tanga blanca, quedando solo en tacones blancos, de un cuerpo maravilloso, iba saboreándolo con mi lengua, mientras mis manos sentían cada parte de su ser, reviviendo un aroma tan placentero, que me hacia hervir la sangre de lujuria feroz, estaba que ardía, mientras Sage intentaba reaccionar pero el licor era demasiado fuerte.
Espera, por favor, déjame explicarlo – suplicaba la mujer mientras se perdía.
No tienes nada que decir, la verdad no quiero oírte, a menos que sean gemidos de placer – mis palabras eran tan dominantes que como siempre sometían a la maestras, humedeciéndola tanto que me dejó penetrarla con facilidad, en serio escurría.
Fue solo un empujón, e irrumpí con una fuerza inesperada, sacándole un fuerte gemido, seguro nuestra hija no comprendería lo que pasaba, yo era un extraño que hacia algo con su madre, quizás pensaba que le haría daño, aunque eso me dolía un poco, sabía que eso se debía hacer, pues me perdí mucho de su vida, y esta era la forma de vengarme, la haría mi esclava, a su madre, deseará una vez más mi verga dentro de su cuerpo, tan adicta a mi carga en su interior que siquiera querrá marcharse, cumpliéndome como otras tantas, si bien veía como las 4 niñas eran cuidadas por Lexi y las brujas, quienes evitarían que algo más ocurriera, tenía toda la libertad para seguir gozando esas lindas mamis, empezando a mover mis caderas para hacerlas gemir de placer, satisfaciendo todos mis gustos, cogiéndolas con fuerza. Así estaba con Sage, dándole directamente a su vulva mientras gemía como una puta, le chupaba las tetas, eran deliciosas, me preguntaba como sabría su leche o que tanto se le hincharían, se restregaba su cuerpo, ella se aferraba, nos besamos, su voz estaba ligeramente emborrachada, aquella faena la estaba despertando, aunque para ese momento ya se aferraba, buscando sentirme dentro, su mirada lo reflejaba, seguro ni había sentido ese placer en años, aparte no olía a otro hombre en ella, era mía, así que continúe muy ansioso por tenerla dentro, haciéndola mi esclava, lo cual en cada envestida se iba haciendo realdad, pues no dejaba de aceptarme con un gustito difícil de resistir.
Ah, que me haces, mi cabeza me da vueltas – decía Sage sin dejarla de coger, restregando mi cuerpo sobre el de ella, como si quisiera marcarla con mi olor como mi propiedad.
Te lo dije, voy a vengarme por dejarme, vas a ser mía, no quiero saberte en brazos de nadie, vas a ser adicta de mi verga, solo esa la querrás dentro, desearas siempre estar empalada por mí, me entregaras tus labios, tetas, y ese coño jugoso, ahora son míos – le decía y al embestirla con más énfasis ella gimió de manera sonora, dejándose ver perdida mientras seguía mi ritmo.
No lo controlaba, pero en veces lograba que las mujeres tuvieran terribles orgasmos múltiples, eso estaba buscando, romperlas por dentro, y parecía que en eso estábamos de acuerdo el incubo y yo, porque llegado un momento, mientras iba penetrándola, Sage empezaría a convulsionar, estaba ocurriendo, la pobre maestra tenía una corrida múltiple, me miró espantada diciéndome:
¿Qué me estás haciendo? Páralo – dijo asustada, pues estaba experimentando algo como jamás había sentido, aunque su cuerpo no se soltaba de mi.
En buen momento se perdía ante mis deseos, el más fuerte de los orgasmos se encendía en su interior, un temblor recorrió su cuerpo mientras sus mieles salían a presión por una explosión de placer, llenando el cuarto con sus aromas, pues estaba teniendo un accidente que se mezclaba con sus jugos sexuales, dejándola casi desfallecida, mientras que yo depositaba mi semilla una vez más en ese vientre. Luego de ello miré a la nena, se llamaba Lauren, no me gustaba ese nombre, se lo iba a cambiar, era algo morenita de cabello castaño, muy parecida a su madre, me miraba fijamente, sus ojos eran idénticos a los de ella, tenía como 5 años, era casi una bebe, quien veía a su madre acostada gimiendo, no entendía nada de eso, pero lo acabaría haciendo, luego de ello fui por la siguiente. Era una decisión sencilla, aunque antes le dediqué unos momentos para ver lo que pasaba, la dulce Elisa hacia un truco, sacó una botellita de aceite afrodisiaco, junto a Tamy, disfrutaba de Holly, quien intentaba defenderse, pero estaba atrapada en un masaje sexual que destrozaba sus sentidos.
Esperen niñas, no tienen que hacer esto, Elisa, eres una chica buena – decía la maestra vencida.
Lo sé, pero ya no soy una niña, pronto seré una mujer, Jay siempre me está dando todo su cariño, y finalmente lo guardo aquí, por eso lo voy a ayudar miss Holly – decía con inocencia mi querida noviecita, la favorita de mi Tea.
Habiendo dicho eso continuaba su masaje, haciendo relucir las excitantes formas de aquella mujer, las cuales deseaba poseer, estaba tan excitado, que no podía contenerme, así notaria como Tamy hacia algo en la pubis, y al verlo bien creo que le estaba depilando ahí, no estoy seguro, aunque le quedaría esa parte suave, aromática, deseaba hacerla mía, pero antes mi niña hacia un juego con su boca y esos labios, devorándoles con la lengua, hasta que logró humedecerla lo suficiente, lo cual me alegró.
Es toda tuya, dale con todo papi – decía con cierta malicia la niña que no me gustaba.
Pero antes que me diera cuenta ya la estaba penetrando, tomándola de sus piernas, para fijar mejor mi herramienta, disfrutando del vaivén sexual, logrando con esta que la pobre se quejara de placer, seguramente no había sentido aquello nunca, aunque parecía más receptiva a mi furia erótica, como si dentro de ella lo hubiera estado deseando, gozando de esa entrega carnal, mm, pero no podía ser más que yo, porque su cuerpo aunque maduro lo estaba disfrutando, realmente miss Holly era demasiado buena para dejarla escapar, y como tengo al incubo dentro, podría destrozarla de placer cuando quisiera, si le estaba dando con todo, aunque me hubiera corrido antes, disfrutaba como un adolecente de cada una de esas curvas, amasándolas, sobándolas o frotándome contra ellas.
Qué bueno tenerte de vuelta Holly, me extrañaste – le dije mientras mordía su pecho izquierdo.
Si, mm, ah, nadie me atraía como tú, cariño, me rindo – decía la maestra dándome la razón, Holly se había arrepentido de irse, pero lo hizo por nuestra hija, quien nos miraba fijamente.
Todo eso ocurría mientras Elisa seguía mis órdenes, y llegaba con la botella para darle un trago a Sage de la poción, y como estaba rendida por el continuo vaivén sexual, no pude más que beberlo, sintiéndose rara, viendo a todo confundida, todo cambiaria en la mañana, mientras que yo seguía descargando mis caderas contra la vulva de Holly quien se estaba rindiendo a todo lo hecho, ya se sabía derrotada, así que incluso la levanté, para que me viera nuestra hija como violaba a su madre, enseñándole todo el hermoso cuerpo del que salió, siendo usado por su papi, quien se dejaba ver como todo un semental, haciendo gemir a la hembra con una fuerza inesperada, y sabernos observados lograría que la mujer se calentara tanto como para correrse, aunque yo no me contuve, podía aguantar más, logrando con esto que se corriera en una especie de cadena de orgasmos seguidos, que sorprendieron a mi amante.
Espera, ahh, como lo haces, mmmm, no puede ser, AHHH – decía mientras sentía una serie de orgasmos seguidos, uno tras otro que no parecían terminar hacía estragos en su cuerpo, hasta que yo me corrí en su interior logrando dejarla desfallecida, suplicando por más, mientras sobaba sus muslos, sabiendo que era algo que disfrutaría cada que quisiera a partir de ese día.
Había terminado con Holly, ahora solo quedaba Kim, e iba por ella, lo iba a disfrutar, de todas las hembras presentes, era quien más me causaba molestia, porque era la más cercana a mí, y con todo ello se marchó, incluso trató de engañarme diciendo sobre otro hombre, no se lo podía perdonar, mi linda jefa iba a recordarlo, me acerqué a su lado, pero se notaba que alguien ahí estaba juguetona, igual Sary jugaba con la vulva, seguramente le estaba destrozando su cordura con una serie de juegos bucales, pero a su lado también con un aceite aromático, estaba mi linda Tea, diciéndole cosas a su futura esclava, pues era como yo, deseosa de tener o jugar con todas las cosas que yo tengo, por eso nuestras perversiones se mezclan tan bien.
Mm, espero que estés lista directora, porque hace años estabas en la cima, como te envidiaba, porque podías jugar con mi novio en tu oficina, pero desde ahora tú serás nuestro juguete, espero que lo disfrutes, yo lo haré, voy a hacer que me comas la vulva cuando quiera, mm, eso será delicioso, no imaginas cuanto, no debiste marcharte, menos con esa escusa tan boba, no hay hombre que pueda comparársele – decía con evidente locura mi linda Tea, pues de todas ahí era mi mujer, quien me entendía mejor que nadie, y lo hacía mientras acariciaba le cuerpo de la directora, dejándola lista para mi juego.
Antes que se diera cuenta, Sary se había retirado, iba por la botella, para comenzar a darle la poción a Holly, mientras que yo, al ver que la vulva de Kim estaba escurriendo por el trato, no perdí mi tiempo haciendo mi labor, penetrarla como puta barata, siendo tan brusco y salvaje como podía serlo, aunque era evidente que ella lo deseada, las investigué, no tuvieron nada de atención sexual fuera de la ciudad, era como si estuvieran malditas, me tocaba recordarle porque era mía, así entre embestidas sujetando sus piernas, iba adentrándome en su interior una vez más, siendo de lo más placentero, casi como si me pusiera un guante, hecho a la medida, como si me estuviera chupando con esa parte de abajo, quizás nunca lo diga pero…
Te amo, perdón – súbitamente lo dijo Kim.
No podía creerlo, apenas estaba entrando en ella, pero realmente lo dijo, estaba gozándola sin usar todo, pero ella se rendía, lo cual no le gusto a Tea, empezando a pellizcarle las tetas, aunque eso no era suficiente, seguía pensando en hacerla sentir mía, no me iba a contener, la sujeté, para alzarla, eso le gustó a mi esposa, quien pronto se puso detrás de ella, empezando a sobar sus formas, darle besos en el cuello, acariciándole mientras que yo le daba directamente, la niña, nuestra hija miraba sorprendida, se parecía a Kim, pero su cabello era color negro, mientras que Emili parecía entrar en un estado de excitación, pensándolo bien, ella era una cría entrando a la pubertad, quizás no debería tocarla, pero iba a hacerlo, no la olvide en mis planes, pero no sería hoy, luego la disfrutaría.
Espera a las niñas no, por favor – Kim me entendía, sabía lo que pensaba, pero.
Nada de eso, desde ahora eres nuestra puta, vamos a gozarte, y puede que la pequeña Edna sea de la familia, ella está libre, pero Emili, mm, será parte de esto – aseguró Tea maliciosa.
En verdad me gusta mi esposa, esas palabras eran deliciosas, no podía contenerme sentía como mi leche estaba saliendo, todo mientras notaba como la pequeña Agnes, la niña de Holly y yo se acercaba a su madre, quería estar con ella, se notaba asustada, viendo a su padre como alguna clase de monstruo, lo sé, pero no me importaba en ese momento, le estaban dando la poción, una cantidad más grande que a la pequeña, que sólo recibió unas gotas, las necesarias para mis planes. Por mi parte estaba disfrutan de aquella sesión de sexo, el cuerpo de Kim se derretía entre mis brazos, sus piernas instintivamente se abrazaban a mí, mientras que iba penetrándola, aunque era mayor, seguía teniendo cierta firmeza, mezclada con suavidad, mm, era tan adictivo, disfrutaba como siempre lo hiso, siendo visto por mis hijas, era raro pero saber que me veían violar a sus mamis, me hacía sentir tan caliente, con cada embestida, me encendía más, e iba a hacerle que aquellas 3 hembras supieran quien era el que mandaba, así que apenas me corrí, llenándoles la vulva hasta escurrir, dejándole una explosión de excitación que parecía lograr que Kim convulsionara él en más potente orgasmo jamás vivido, acabó desfalleciendo, si sus jugos salieron como orina a toda presión, mientras gritaba de excitación, quedando desfallecida, pero eso no importaba. En ese instante Tea tomaba la botella dejando caer la cantidad necesaria dentro de sus labios, quedando todo escrito, al amanecer todo sería diferente, pero faltaban horas para eso, así que podíamos seguir disfrutando de aquella pasión carnal, y las niñas empezaban a caer rendidas por el sueño, pues el brebaje hacia su trabajo, así que con eso dicho, las brujas las dejaron descansar, y Lexy sería la primera en acercarse, entrando a la cama desnudándose para seguir con nuestra ardiente venganza, lo cual no esperaban las 3 que apenas se mantenían firmes.
Antes que se dieran cuenta, las manos de todas mis amantes, ya estaban sobre ellas, amasando sus carnes, sus labios recorrían cada centímetro de piel, mientras que yo volvía con Holly para volverla a violar, abría sus piernas envistiéndola con fuerza, logrando que se quejara un poco, pero es que el placer era tan grande que no me contenía, ella escurría con cada movimiento, mientras recibía otras atenciones, y sabia que después de eso, irían tras Sage, para hacerla sentir igual, no me contendría, haría mías a cada una de ellas me llenaría de sus cuerpos hermosos cuanto quisiera , les iba a saborear, así chupe sus tetas, las fui empalando con mi estaca hasta que se corrieron, nos besamos apasionados, llenando la cama con sus aromas femeninos, besándonos con lujuria, pues también hice mías a todas, gracias al incubo era insaciable, así que podía cumplir con mi labor de macho dominante, ni siquiera sus culitos se quedaron sin mis atenciones, las hacía gritar pidiendo más, al final también las llene de mi leche, quizás las podría haber preñado a todas, sino fuera porque algunas ya lo sabía, estaban esperando…
Al amanecer, vieron que los del culto eran maniquís, con los cuales las niñas jugaban, mis nuevas hijas empezarían a conocer a sus hermanos, tenía bastantes, con excepción de Elisa, Lexi, tammy y Sary, todas las demás me dieron hijos, pero esa es otra historia, al despertar, aquel trió se levantaba agotado, no trataron de cubrir su desnudes, sus piernas escurrían aun mis jugos, yo me mantenía tranquilo, tomando café, mientras Tea se hallaba sobre mi regazo, no dejaba de sentirse cómoda buscando mis cariños, pero al verlas dijo:
Mm, ya era hora, ¿Cómo se sienten? Ya notaron el cambio – les decía mi malvada esposa mirándolas con cuidado.
Ninguna de ellas lo entendió, pero en eso una de mis pequeñas sirvientas, les dejó un espejo a cada una, todo para que vieran lo que pasó, y les expliqué algo que les cambiaria la vida, aunque no sé si su vanidad las hizo alegrarse o ¿qué?
Desde ahora no pueden irse, no tienen a dónde, nadie fuera las reconocerá, la poción que les di era para alterar la edad, si se hacía con sangre de un viejo, o huesos de muerto, seguramente no la contaban, habrían envejecido hasta quedar decrepitas, pero usé fluidos de un recién nacido, así que perdieron años, ahora yo me veo mayor que ustedes, nadie creerá que son quienes dicen ser, les diré algo, desde ahora viven aquí, regresan a sus antiguos trabajos en el internado, Sage das música, Holly eres de ética, aunque tu Kim serás mi asistente, pero más importante, cuando les diga me dejan sus culos, voy a volver a preñarlas, y van a gozarlo, no tienen opción – les dije finalmente, dejándolas sorprendidas.
Las mujeres no sabían que decir, era cierto, nadie creería que ellas, con un aspecto en sus 20s sus documentos propios de señoras quedaban inservibles, y parte de ellas estaban contentas de eso, aunque se asustaron un poco, no les dejé opción, tendrían que someterse, pero también se quedaron viendo, y al notar a sus niñas, Emili parecía haber rejuvenecido 4 años, mientras que las otras 3 al menos 2 cada una, volviendo a ser bebes que apenas caminaban bien, y bajo mi llamado, llegaban con su papá, sin malicia, en total inocencia…
Ahora con esto arreglado, creo que debo mencionar mi último punto, pero eso será más adelante, en otra entrega.
Excelente sublime muy excitante con morbo lujuria y pasión muy buena historia espero la continuación pronto.