El niñero del pequeño Lucas, capítulo 11.
Fernando gimió al sentir la tibia boquita de Lucas engullir su verga, el pequeño chupaba como todo un experto, aprisionaba el glande contra su boca, succionaba cada gota y con su lengua recorría la mitad de esa extensión de carne que tanto le gustaba..
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Antes de leer este relato te aconsejo leer el anterior, este es la continuación.
Hola queridos lectores, ha pasado mucho tiempo. Tengo que darle mis disculpas por tanto tiempo sin actualizar, pasaron cosas entre ellas que mi teléfono estaba roto, pero aquí estoy de vuelta. Gracias a los que se quedaron conmigo en Telegram contándonos un poco de nosotros, me encanta hablar con ustedes por allá sobre nuestras fantasías y morbosear bastante. Mi chat sigue abierto para quienes gusten de charlar, siempre y cuando pueda ver como les pone leer mis relatos, siempre es magnifico entrar y ver sus fotos, tan calientes y excitantes, no tengan pena y háblenme, me gusta compartir material de ya saben que siempre que nos llevemos bien. Sin mas les dejo la siguiente parte.
Este relato esta dedicado a Fer, Dan, Antonio y Kamirami. Espero lo disfrútenlo guapos y claro que su verga también.
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Datos importantes: (Juan, 36 años, padre de Lucas) (Fernando, 19 años, Niñero) ( Manuel, 27 años, Tío de Lucas)
En el capítulo 10: Manuel descubre que Lucas ha sido violado por su niñero y decide enfrentarlo, las ganas de romper el culo de Fernando se hacen presente así que lo atrapa en una habitación y lo somete, lo pone en evidencia, Fernando al principio no quiere pero su lado homosexual sumiso sale a flote y no le queda de otra que dejarse dominar por el hombre.
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24 de diciembre, 9pm
Uno, dos… cuatro tiros de leche pararon en la boca de Manuel, Fernando observó con lujuria cómo el mayor saboreaba su glande con la boca repleta de semen. Fue acercándose a él sobre su pecho, juntando sus caras y fue Fernando quien dio el paso y se abalanzó besando la boca de Manuel, un beso con lengua que activó las erecciones de ambos, compartiendo la leche de Fernando en su boca.
M: ¿A qué no eres gay Fer?
F: No, Manuel, no lo soy.
Toc toc toc
L: ¿Tío Manuel? ¿Fer? ¿Estás ahí?
Era Lucas…
M: Dime ¿Qué pasó Lucas?
L: ¿Con quién estás tío? ¿Estás hablando con alguien?
M: Eh si… ya salgo, espérame en tu habitación.
L: ¡Bueno!
Escucharon los pasos del menor al subir a la habitación. A pesar de casi ser descubiertos, sus vergas no parecían estar tan asustados como ellos. Una mirada cómplice se reflejó en sus rostros, no habían saciado sus ganas, querían más, mucho más.
M: Te gustaría, a qué no.
F: Que planeas maldito pervertido.
M: ¡Ja! Si de pervertidos hablamos ehh… Veo que esa verga tuya no se queda quieta.
F: La tuya tampoco jum.
M: ¿Se te antoja mi verga verdad? Es toda para ti, niño.
F: En tus sueños.
M: Jajaja, bue hagamos algo… Me gustaría saber hasta dónde llega mi sobrino, juguemos un poco con él.
La sonrisa de Manuel hablando eróticamente sobre su sobrino alertaría a cualquiera pero al niñero solo le emocionó, una corriente bajo por todo su cuerpo hasta la punta de su verga, sería una buena noche. Acordaron seducir al pequeño Lucas mientras terminaban la decoración, querían ver qué tanto se atrevía Lucas aún con ambos en casa, el plan era hacer que no se daban cuenta de nada. Sacaron algunas cajas y Manuel subió a la recamara a buscar a Lucas, bajando, el pequeño se encontró con su niñero y un montón de adornos regados en la sala.
L: Wooo ¿Fer compraste todo eso?
F: Nou nou, estaba ayudando a tu tío a buscarlos cuando tocaste la puerta, era una sorpresa.
L: Si si si si.
Luca se acercó a abrazar a su niñero de lo feliz y emocionado que estaba, mientras Manuel llegaba con la última caja.
L: Ay Fer… que raro hueles.
F: ¿Cómo? ¿A qué o qué?
F: Hueles como cuando jugamos al rey y el príncipe.
M: ¿Ah sí? ¿Y cómo es ese juego?
Lucas palideció, no recordaba a su tío en la habitación, tuvo que hacerse el loco riéndose un poco y agarro bolas navideñas para terminar de decorar el árbol. Estuvieron un rato poniendo adornos por aquí adornos por allá, aprovechaban la mínima situación para restregar sus cuerpos al del menor. Lucas notaba los roces y ponía cara de alerta con algo de miedo sin saber que ambos adultos planeaban de todo con él. Fernando hacia que lo cargaba para llegar más alto en el árbol a la vez que su pene duro descansaba en el culito del menor. Manuel le pedía sostener las luces mientras pegaba su pelvis al rostro y Lucas podía sentir la verga de su tío palpitar en su cara. Dos hombres sedientos de sexo infantil los tenían a mil, cegados, en ese momento Lucas era como un juguete, un objeto más en esa sala. La complicidad en el acto le daba un punto de erotismo que se sentía en el ambiente.
F: Ven Lucas, acompáñame a servir unas galletas que hace hambre.
L: Voy.
Se dirigieron a la cocina en busca de las galletas, Lucas no podía evitar notar la carpa bajo los jogers de su niñero y se preguntaba porque no le daba miedo estando su tío Manuel allí.
F: ¿Las comemos con café o mejor con avena?
L: Avena me gusta, mejor avena sí.
F: Bien te sirvo avena, yo tomaré café… ¿Tienes sueño pequeño? Te noto distraído.
L: No, es que… ¿Por qué tienes la verga parada?
F: Ouu, es que no he dejado de pensar en esta tarde Lucas_ Se acercó al menor_ la verdad me gustó.
L: Shuuuu… Fer baja la voz…te… te va a escuchar mi tío.
F: Ya ya… Perdón, ¿todavía te duele? Hablaba muy despacio.
L: Si… tod… todavía me duele mi culito pero… creo que… que quiero más Fer…
F: ¿Más? ¿Más que?.. Lucas…
L: Qui… Quiero que juegues con mi culito… Pero más despacio así no me duele Fer.
F: Lo que tú digas, lo que quieras yo te lo doy, por algo eres mi príncipe ¿verdad? ¿Me ayudas con algo?
Lucas no tuvo tiempo de contestar cuando observo cómo su niñero se bajaba sus pantalones y bóxer a la rodilla, su palpitante verga salió a la luz mostrando ese tronco que se engruesa con cada centímetro, lleno de líquido pre seminal, Lucas no sabía que tenía Fernando que su verga se ponía tan sudorosa al estar excitado.
L: ¡Fer! ¡Noooo! Aquí nos va a ver mi tío Manuel.
F: No pasa nada tranquilo, él no se va a dar cuenta ven, rapidito ¿sí?
L: Noo Fer! Nos va a ver mi tío.
F: Que no ombe, no te preocupes ahora ven.
Fernando posicionó a Lucas de rodillas enfrente de él, la espalda de Lucas sobre la isla de la cocina mientras que al alzar la mirada el menor chocaba de frente con la gran verga de su niñero. Lucas estaba muy nervioso por la situación, su tío podía venir en cualquier momento pero la verdad es que le encantaba demasiado cómo se veía su niñero, su cuerpo formado y con ese camino de pelos bajando de su ombligo hasta formar una mata completa que adornaba la su verga, su pene tenía rastros de semen en la unión de su glande, es como si Fernando no se hubiera limpiado después de cogerlo en la tarde, o eso pensaba él, además su olor era algo fuerte como a sudor de macho, eso combinado a los pelos frondosos y lo caliente que se veía mirando al pequeño desde arriba como un león a punto de comerse su presa terminó de romper a Lucas.
Fernando suspiró al sentir la tibia boquita de Lucas engullir su verga, la práctica regular de las mamadas desde aquella noche habían dado sus resultados. El pequeño chupaba como todo un experto, aprisionaba el glande contra su boca, succionaba cada gota y con su lengua recorría la mitad de esa extensión de carne que tanto le gustaba. El mayor apoyaba las manos sobre la isla mientras gemía, no se preocupaba por si Manuel escuchaba, es más, su cómplice estaba en la entrada de la cocina observando todo mientras se masturbaba. Desde la perspectiva de Manuel, Lucas no se apreciaba en el plano, pero se notaba claramente que el niñero no tenía pantalones y que unos cabellos claros subían y bajaban justo en la entrepierna.
F: Mmmm ohh si pequeño, ufff que rico bebé ahh…cuánto has mejorado mmm.
L: Ahh Fer, te sabe rico la verga Fer.
F: ¿Si? Mmm es toda tuya mi príncipe… sé un buen chico y cómetela toda ohhh.
L: Amm si si.
Fernando comenzó a mover su pelvis al ritmo de las mamadas de Lucas, la boca del menor estaba tan calentita que lo hacía sentir en el cielo, lo agarró del cabello marcando el ritmo de la mamada y de a momentos sacaba y metía su verga en la boquita del menor permitiéndole respirar, Lucas babeaba en exceso y sus babas salían de las fisuras de su boca mientras el miembro duro de Fernando entraba y salía, los gemidos del niñeo inundaron la habitación envolviéndolos a ambos en ese estasis prohibido, estaba a punto de entrar a las puertas del paraíso.
M: ¿Se demoran? ¿Dónde está Lucas?
Lucas casi se atraganta por el susto, lo sabía, su tío los descubrió. Fernando lanzó una mirada dura a Manuel por haber interrumpido su momento de gloria.
F: Esta en el baño_ ¡Cabron!_ pensó.
M: ¿Las galletas están listas? Que hambre tengo_ Dijo con un evidente doble sentido.
F: Ya vamos a la mesa, vale.
Manuel salió al comedor, Fernando miró hacia abajo encontrándose con el pequeño Lucas viéndolo con ojos llorosos, estaba algo asustado, eso solo lo excito aún más, continuo moviendo su pelvis hasta que la verga salió dura de la boca de Lucas.
F: Vamos al comedor.
L: ¡Nos vio Fer! ¡Nos vio!
M: Tranquilo, no ha visto nada.
Se dirigieron al comedor con las galletas, ahí estaba Manuel esperando, Lucas se sentó al lado suyo y comenzaron a hablar sobre las decoraciones y si le gustaba como estaba quedando, el pequeño alegre decía que sí. Manuel le hizo señas a Fernando que saliera para poder tomar su turno y disfrutar de la boca de su pequeño sobrino, su verga no aguantaba más en sus pantalones, necesitaba de una boquita caliente para descargar todo su semen.
L: ¿Cuándo regresará papá? tío Manuel.
M: No lo sé Lucas, se ha extendido mucho su viaje, supongo que regresará el otro año.
L: Aww extraño a papá.
M: ¿Por qué? ¿Te molesta estar conmigo?
L: No tío, me gusta mucho estar contigo y también cuando jugamos.
M: ¿No te gustaría jugar ahora?_ le dijo susurrando.
L: No tío, Fer está aquí, nos puede ver.
M: Ándale sobrino, no nos verá, sabes que… métete debajo de la mesa y yo diré que fuiste al baño.
Aquella excusa no era del todo buena, hacia unos minutos Fernando había dicho exactamente lo mismo, pero, ¿a quién le importaba? No había nada que cubrir, ni siquiera Lucas le importaba, el pequeño estaba deseoso por más, el reciente encuentro con su niñero le había dejado con ganas, incluso un nene de 9 años sentía la excitación de sentir una verga en su boca. Se metió bajo la mesa cómo su tío le indico y allí observo el bulto de su tío, a diferencia de Fernando, Manuel estaba usando un short de esos de jugar fútbol, su bulto era más que evidente incluso había una gran mancha de líquido pre seminal.
Si el olor de la verga del niñero era fuerte esta lo era aún más, Manuel era más velludo que Fernando y llegaba de un día de trabajo extenso, ni pudo entrar a ducharse cuando ya tenía al niñero de su sobrino sometido en aquella habitación. Olía a sudor, a macho, a hombre adulto, maduro, ese olor que penetra tus fosas nasales hasta lo más profundo. El pequeño Lucas no se resistió más y saco la verga de su tío por un costado del short, allí estaba tan brillosa como le gustan, engulló la verga de Manuel con lujuria mientras emitía pequeños gemidos.
Manuel sintió el gusto de esa boquita caliente engullir su trozo de carne, su pequeño sobrino era todo un experto incluso más que las mujeres adultas con la que había estado, algo tenía la boquita de Lucas que lo volvía totalmente loco. Bajó su mano y la posicionó sobre la cabeza de Lucas para marcar el ritmo de la mamada, el pequeño siguió con su tarea succionando la verga de su tío está vez con más rapidez, si bien la verga de Manuel no era tan grande como la de Fernando tenía lo suyo, lo suficiente para que la boquita de Lucas se expandiera y tragara más y más.
M: Eso mi niño, ahhh si que rico lo chupas mmm ¿te gusta?
L: Chi tío Manuel, me gusta mucho ahh.
M: Te encanta lo sé… pequeño saca mis bolas, chúpalas así como te gusta ohh.
Lucas hizo caso a su tío y con sus manitas bajo abrió mas la pantaloneta de su tío dejando expuesto sus testículos. Manuel lo ayudo sosteniendo la tela para que su sobrino pudiera degustar sin problemas el sabor tan adictivo de los hombres. Lucas masajeo ambos testículos mientras uno a uno fue introduciéndolos en su boca, el pequeño le encantaba lamerlos y chuparlos, era como una golosina, Manuel se masturbaba mientras observaba su sobrino con las mejillas llenas de su aparato reproductor, entonces Lucas le arrebato la verga de sus manos y él mismo comenzó a masturbar a su tío mientras degustaba de sus testículos, la imagen era riquísima, causaba tanto morbo y ternura al mismo tiempo, Manuel le acariciaba las mejillas mientras le decía.
M: Que feliz estoy mi niño, sigue así mi amor, pronto serás todo un experto en darle placer a los hombres.
L: Mmm tío ¿Qué hombres?
M: Con el tiempo lo entenderás, ahora sigue chupando lucas uff que rico lo haces, mi Lucas mmm que bien lo haces, tío Manuel está muy orgulloso mmm si mmm.
F: ¿De qué cosa está orgulloso el tío Manuel?
Fernando quien escuchaba y observaba todo decidió hacerle la misma mala jugada y arruinarle el momento. Desde su perspectiva se veía muy rico la escena, debajo de la mesa se asomaba un cuerpo arrodillado y la sombra que producía la luz reflejaba la cabeza de Lucas subir y bajar mientras Manuel le marcaba ritmo. Su verga palpitaba de emoción, era una escena digna de una buena película porno pero claro, con el añadido que el protagonista era un pequeño nene de 9 años.
M: Mmmm_ Gimió_ ¿es café caliente?
F: Si, ¿quieres un poco?
M: Claro, por cierto ¿has hablado con Juan?
F: Aún no, es raro que no haya llamado todavía, ¿Dónde está Lucas?
M: Ahhh está… está algo ocupado… ya viene.
Fernando, sentado enfrente de Manuel, veía la clara de placer del adulto mientras Lucas se la chupaba. Se bajó sus pantalones y el bóxer dejando libre su erección, a pesar de haber tenido dos encuentros ese día con tío y sobrino estaba desesperada por otro raund. Lucas quien no paraba de saborear las bolas de su tío sintió los movimientos de su niñero y observo esa verga que tanto le gustaba. La mesa era de seis puestos así que no había mucha separación, el nene estiró su mano y agarro la erección de su niñero mientras seguía chupándole los huevos a su tío. La cara de Fernando al tacto caliente de Lucas le hizo saber a Manuel lo que pasaba.
M: ohh mierda….
F: ¿Qué pasa?
M: Mmmm verás… Ufff han estado trabajándome los huevos hace un buen rato. ¿Sabías lo bueno que es el colágeno para los adultos?
F: Algo eh escuchado pero ey, tampoco somos tan adultos…
M: Tu no, yo voy para los treinta así que una buena dosis de colágeno me mantendrá joven por más tiempo.
F: El calcio también es bueno para los niños, ¿Lucas tomas mucho calcio?
M: Cómo médico me eh asegurado darle la mejor medicina a mi sobrino ¿Sabes cuál es una buena fuente de calcio para ellos?
Lucas bajaba la mirada mientras sentía las penetradas de su tío, se sentía tan impotente en esa situación que comenzó a llorar.
M: ¿Te duele algo? ¿Por qué lloras?
L: Para… tío.
M: ¿quieres venir a ver qué le pasa?
L: Noooo, Fer… jip jip, no te muevas_ Lloriqueaba.
Fernando hizo caso omiso a lo que Lucas decía y se levantó para apreciar tal escena, a simple vista parecía que Lucas estaba sentado sobre el regazo de su tío, algo muy normal. Pero la tierna escena cambiaba cuando te dabas cuenta que estaba siendo empalado por atrás, en el agujero tras su pijama.
F: Ahh, ya veo que sucede aquí_ Dijo seriamente.
L: No… no te enojes Fer… yo.
F: Calla_ Le interrumpió_ ¿Qué significa todo esto Lucas? Dime.
L: Yoo… yoo ehh… Fer
El pequeño sintió miedo de la mirada de su niñero, le recordó a la misma de hace apenas un día donde prácticamente lo violó con dureza, sintió miedo de lo que Fernando haría a él y a su tío Manuel, Pero, contrario a lo que pensó, Fernando comenzó a bajar su pantalón dejando su bóxer y su erección ante ambos, tomó su manito y la poso sobre su bulto haciendo que le acariciase esa verga dura que tanto le gustaba. Manuel solo estaba quieto, viendo la situación e imaginando las miles de cosas morbosas y pecaminosas que haría con Fernando en un futuro no muy lejano.
L: Fer… eh no es…
F: Shuu, que travieso, ¿estás jugando sin mí? Me voy a poner a llorar.
L: No… yo… jip jip… lo siento Fer…
F: Te perdono si me dejas jugar ¿sí?
Lucas no entendía nada, pensaba que Fernando se enojaría por verlo así, todo lo contrario, su niñero se arrodilló frente a él y posicionó sus piernas en los hombros, con agilidad dirigió sus manos dónde la verga de Manuel entraba y salía del pequeño y terminó por romper ambas prendas de vestir, ante el rostro del niñero estaban las partes de íntimas curiosamente sudadas, Fernando no lo dudó y comenzó a chuparle el penecito a Lucas, pasando su lengua por cada parte de la pelvis tan sueva y lampiña del menor, alternaba su lengua por los pequeños testículos de lucas uno a uno repitiendo lo que el menor le había hecho a su tío, el olor de la penetración era fuerte y llenaba el olfato de Fernando de estasis, era como una droga que termino de romper al joven niñero.
L: Ahhhhh Fer… Aahhh.
M: Ohh siii, no sabes cómo aprieta mmmm.
F: Lo sé muy bien, ufff que rica sabe tu pipí Lucas.
L: Ahhh ahhhhh rico, rico…
M: No te contentas sobrino, gime todo lo que quieras…
Aquello fue lo que Lucas necesitaba para desatar sus gemidos, se escuchaban por toda la casa… Los gemidos de un infante siempre son una buena melodía para oídos pedófilos cómo Fernando y Manuel. El niñero seguía lamiendo el penecito de Lucas a la vez que sobaba su vientre, Manuel lo embestía con más fuerza haciendo que todo su cuerpo rebotará sobre sí, además el sudor de sus cuerpos y el lubricante hacían sonar las penetraciones. En un momento Fernando bajó su cara hacia la unión de Manuel y Lucas y usando su lengua saboreaba ambas partes, Lucas sentía como su niñero lamía su ano dilatado y abierto y Manuel sentía como su verga era abrazada por esa boca. Imaginen esa imagen, dos hombres adultos, uno de ellos sentado en una silla con un nene de 9 años ensartado en su verga mientras el otro chupaba la unión de su verga con el culito del menor.
Fernando entonces libero su erección y comenzó a masturbarse con fuerza mientras seguía pasando la lengua por el pene de Manuel, sus ojos se centraban en como lucas se comía con el culito la verga de su tío, era tan hipnotizante ver como su anito se abría y cerraba cada que Manuel lo embestía, los sonidos producidos mostraban lo fuerte de las embestidas, incluso la verga de Manuel se salía del agujero provocando sonido por el aire acumulado que además hacia que el culito de lucas se abriera a tope, Fernando casi podía ver parte de sus intestinos por ese anito tan dilatado, aprovecho la situación para degusta del agujero infantil haciéndole un beso negro que le causaba gemidos a lucas, luego tomaba la verga con sus manos y volvía a ubicarla en su lugar. Lucas observaba todo con la boquita abierta mientras gemía, estaba consumido por el placer que a sus cortos 9 años lo tenia cegado ante la esencia masculina de su tío y su niñero.
Fernando volvió a devorar el pene de lucas y sobar su vientre desnudo haciendo que lucas arqueara su cuerpo y soltara sonoros gemidos infantiles mientras se retorcía sobre el cuerpo de su tío. El éxtasis fue demasiado para ambos, Manuel explotó en el interior lanzando un fuerte gemido, los apretones anales de Lucas se hicieron presentes, Fernando podía observar como la verga de Manuel se estremecía al igual que el anito de Lucas que se abría y cerraba alrededor de aquella verga. Lucas había tenido un orgasmo, se había hecho pipí, y el pequeño gemía agitado sobre su tío, Fernando acercó su boca y comenzó a degustar del penecito de Lucas una vez más, a su vez el semen de Manuel era tanta que empezó a desbordarse, momento que aprovechó el niñero para volver a posar su boca sobre ese manjar.
El niñero sacó la verga de Manuel del Interior de Lucas, tomó la cuchara que había traído antes y con ella recogió parte del semen que salía expulsado a chorros del ano del menor, viendo la verga de Manuel babosa llena de semen y fluidos de Lucas no se resistió y comenzó a mamarla exprimiendo hasta la última gota de semen, Fernando no entendía por qué, hacia unas horas había batallado para que Manuel lo soltará pero ahora él mismo estaba chupándole la verga. Por algún motivo sabía mucho mejor, quizás el aroma del culito de Lucas le daba un plus o quizás era la excitación que sentía en ese momento, esa excitación hicieron que su verga se hinchara, avisando que su leche también venia, acomodo la cuchara y eyaculo sobre ella mezclando su semen y el de Manuel.
M: Ahhh siii, que rico dios…
F: ¿Ya te sientes mejor Lucas?
L: Fer tú, le chupaste el pene a mi tío.
F: Shuu, es que sabe bien porque tú culito sabe increíble ¿Te duele?
L: Un poco… tengo sueño y me hice pipí… ¿Por qué lo lamiste?
F: Bueno al igual que la miel de hombre es buena para ti, tu miel de niño es buena para nosotros, ¿verdad doctor Manuel?
M: Así es Fer… está bien sobrino, es vitamina para todos.
F: Ten, abre la boca, esto te hará muy fuerte.
Manuel estaba extasiado por la agilidad de su cómplice, casi obtiene otro orgasmo al ver cómo Lucas se comía su semen de una cucharada, mismo semen que había salido de su anito recién profanado y combinado con el del niñero, era demasiado morboso, el pequeño degusto de su medicina y se desplomó sobre su cuerpo. Sin duda había encontrado a su compañero ideal.
L: Ayy, me duele mi anito.
M: ¿Te llevo a la cama?
L: Si… si por favor, tengo sueño.
F: Descansa pequeño, Tío y yo terminamos de decorar para que santa pueda traerte tus regalos.
L: Gracias Fer, hasta mañana.
El pequeño Lucas cayó en los brazos de Morfeo luego de despedirse de su tío. Manuel lo observó desnudo y lleno de semen, pobrecito, había aguantado dos buenas folladas en el día. Que buen sobrino tenia, el sueño de todo hombre amante de la magia, se sentía muy afortunado de tenerlo.
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Hasta aquí el relato de hoy, espero lo hayan disfrutado y que mi encanto al escribir no se haya esfumado, tendrán el siguiente pronto, escríbanme a telegram @Samu19973 y me cuentan que tal, es muy importante para mí sobre todo las fotos de sus vergas, no importa como sea tu verga me encantaría ver como te la puso mi relato, tendrás tu recompensa por ello. Sin mas me despido. Gracias por leer.
Que lujuria! y qué goloso es Fer… bueno, yo también disfruto de ojetes enlechados y vergas jugosas…