El niño callejero
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me acuerdo que todo comenzó como cualquier noche de viernes, una cerveza en mi bar favorito con amigos y buena música.
¿Que más necesitaría salvó un buen momento con amigos? La aventura que viviría a continuación.
Va, más que aventura se podría decir malicia.
Esta aventura dió comienzo a las 11 de la noche cuando ya con unas cervezas encima me dispuse a volver a casa caminando, pues estoy cerca de la zona.
Tome mi billetera, mi teléfono y las llaves, me despedí de mis amigos y empecé a caminar.
A las pocas calles de haber empezado a caminar la transpiración en mi se empezaba a notar, era una noche de verano, una de esas donde con un par de cervezas el calor se pasa mucho mejor, pero el alcohol sube más rápido.
A unas 4 calles de casa distingo la forma de un niño caminando entre el cordón de la calle y los autos estacionados.
Sin mayor preocupación sigo caminando observando detenidamente al muchacho, a unos pasos de el veo que su mirada se clava en mi y el reflejo de las luminarias me deja ver su cara algo engrasada con sudor y unos ojos y cabello totalmente oscuros como esa noche.
Al acercarme empiezo a caminar lentamente observando su vestimenta arapienta y su baja estatura.
La mirada de ese niño me tenía desconcertado, una vez que lo pase caminando a los pocos pasos me di vuelta y ahí estaba mirándome con su gran boca de labios grandes y carnosos y su cuerpo bastante proporcionado, de contextura rellena.
Desde ese momento no pude parar de pensar en ese niño, pero no con una mirada de lastima.
Ese niño me había producido algo extraño.
Me acosté con la ventana abierta de par en par, ya tirado en la cama con solo mi bóxer me puse a pensar lujuriosos deseos sobre ese niño, atónito no podía creer estar pensando eso de un niño! Tan pequeño e indefenso, con su mirada inocente pero algo triste.
Quería sacarme esos pensamientos de mi cabeza, pues me considero una persona normal y corriente.
¿Un hombre de 32 años mirando a un niño con segundas intenciones?
Luego de un largo rato de dar vueltas en la cama sabía que debía volver a ver a ese niño.
No importaba para que, pero quería observarlo.
Que mentira, queria algo más que observarlo, pero por el momento me conformaba con verlo de lejos.
Me decidí en cambiarme e ir a chequear si el niño seguía ahí, no podía ignorar el deseo que sentía.
Sin más me puse un short deportivo y una sudadera de mi equipo de básquet preferido y salí de casa.
A una calle de distancia pude ver una sombra cruzar, se me aceleró el corazon, el niño estaba ahi.
De a poco lo ví mas de cerca e ignorando si estaba acompañado me puse cerca de el y empecé a hablarle con un simple hola.
El niño se me quedó mirando, pues teníamos una diferencia importante de altura, yo mido 1.86 cm y el niño apenas me llegaba al ombligo.
Tardó en contestar pero me devolvió un hola con sus labios en una posición de trompita.
Le pregunté que hacía solo a esa hora, me dijo que estaba con su padre, quien cuidaba coches en ese calle.
Gire a ver si veía a alguien más entonces el niño me dijo que habitualmente su padre se iba a dar vueltas y tardaba largas horas.
Supuse que por su situación de calle el padre del niño estaría drogandose o vaya a saber haciendo que.
Al caer en esta reflexión me di cuenta que si el niño se ausentará nadie lo notaría o nadie podría saber dónde estaba.
Sin predecirlo, instintivamente invite al niño a venir a casa, intento sobornarlo con juegos y comida.
Para mi sorpresa el niño acepto sin hacer preguntas ni oponerse, al parecer le había caído bien y era fanático del equipo de básquet que tenía en mi camiseta.
Sin más le tome la mano y lo guíe hasta casa, haciendo un par de calles de mas para que el niño no se acordará el camino en caso de que algo saliera mal.
Una vez que llegamos, lo hice pasar y le di un par de golosinas que tenía guardadas de alguna que otra vez que vienen mis sobrinos a casa.
Yo opte por tomar una cerveza más puesto que la situación me estaba poniendo nervioso y el corazón a mil.
En mi mente pasaban miles de pensamientos sobre el niño, deseos y morbos que jamás había pensado hacer con una mujer, me estaba poniendo caliente y mi discreción se estaba yendo.
No podía aguantar más, tenía que hacer a ese niño mío, sin medir consecuencias fui al baño y tome de mi botiquín de médico, dos pastillas, una con efecto adormeciente y la otra un derivado del Viagra.
Corte media de cada una y con la excusa de darle un vaso de gaseosa le introduje ambas mitades en la bebida del niño, quien la tomo con muchas ganas y rápidamente.
Ahora sí que estaba sudando la gota gorda, le había dado a un niño un adormecirnte y un Viagra, no sabía como podía reaccionar su cuerpecito.
¿Que haría si algo saliese mal?¿Y si sale bien?.
Me senté junto a él en el sillón para crear acercamiento, mientras que el jugaba con un juguete en forma de delfín que le había obsequiado.
El niño no parecía dormirse y yo estaba impaciente aunque algo más tranquilo.
Cuando derrepente el niño me dijo que tenía calor y sueño, estaba haciendo efecto y tan rápido como me.
dijo eso yo empecé con la malicia.
Le hice sacar su sudadera, justificando el calor, aunque el me miraba extraño y algo ido de si.
Me quite yo también la mía y atiné a sacarme el short.
El me miró algo extraño pero aún más se sorprendió cuando le empecé a sacar su pantalón son preguntar.
Lo.
levante en brazos y lo lleve a la habitación muy decididamente mientras él se apoyaba débilmente en mi aún con su juguete en la mano.
Una vez en la habitación le saque su jueguetes y le dije que jugariamos a algo más divertido.
El ya bajo el efecto de la droga no dijo nada, simplemente estaba perdido en su mirada.
Lo puso boca abajo, abrí la mesita de luz y saqué in frasco de Popper de el.
Lentamente me escupí saliva en mi verga y me acomode detrás de el, con una mano acomode la punta en la entrada de s culito y con la otra le acerque el Popper y le tape la boca cosa que respuesta por la nariz e inhalara.
Su reacción al inhalar fue de sorpresa y algo de disgusto pero no podía moverse, todo mi cuerpo estaba encima suyo aplastandolo.
Apenas sentí que inhaló hice presión con mi pene y lo penetre duramente, tirando el frasco.
de Popper, tapando su boca y agarrando su cinturita.
El niño grito y lloró, pero eso solo me puso más caliente, no me importaba nada, solo saciar mi bestia interior que quería desgarrar el culito de ese niño.
Después de un rato de forcejeo el niño ya no decís nada pero yo lo seguía penetrando, pensando en dejarle toda mi leche adentro.
No pensaba en nada más que eso, me levanté e hice que se pusiera en 4.
En esta posición me torne más salvaje y el niño lo noto, corbaba si espalda para no sentir tanto dolor pero yo con un fuerte golpe quebraba su espalda para que en 4 se apreciará su culito bien parado.
No pude aguantar más y me vine adentro de el, sus lágrimas caían como las gotas de semen que escurrían de su culo.
Lo levanté de la cama y le di una ducha, el niño no podía ni hablar pero eso a mí no me despertó mas que lujuria.
Sabía que no lo podía dejar ir, así que me arriesgue un poco mas.
Lo ate de manos y lo pude a dormir conmigo, desnudos, pensando en que este niño ya no estaría en la calle nunca más, ahora sería mío para moldear y cumplir las fantasías que siempre quise.
Ufff chimba que ricoooo