El niño de la calle parte 4 final
Después de una noche llena de desenfreno llega el día de la despedida.
Después de que Chuy terminara de beberse todo el loquito de la botella y de estar llorando, se recostó entre su hermano y yo, y de inmediato se quedo dormido, lo cual era normal, pues la noche anterior había sido algo ruda para el, llevaba dos días de sexo sin parar.
Jose: creo que está cansado, mientras Chuy respiraba muy profundamente.
yo: Si, como no.
Jose: nunca me imagine ver algo así, y mucho menos con mi hermanito.
yo: ¿que te pareció? La neta.
Jose: wey al principio si me saco de onda, pero luego me puse bien caliente.
yo: ¿a si? ¿ y que fue lo que mas te gusto?
Jose: No se wey, todo.Para este momento Jose de manera inconsciente se estaba agarrando la verga que ya la tenia bien dura.
yo: Pero tuvo que haber algo que te gustara mas o que te hiciera poner caliente, por que cuando agarraste a tu hermano creí que lo ibas a defender pero tu mismo lo empezaste a clavar en mi verga y apenas aguante.
Jose: No se wey, no me dan ganas de decirlo.
Yo: Dilo, sin miedo
Jose: la neta me gusto verlo todo vulnerable, llorando y sufriendo.
Yo: ha ha mira nomas que pervertido me saliste. Chuy estaba dormidito boca abajo, con su Perfecto culito morenito y paradito expuesto.
Jose: No se te antoja, dijo mientras le agarraba las nalgas a su hermano.
Yo: la neta si, pero está descansando.
Jose: ándale, dale.
Yo: Va.
Me coloqué de rodillas sobre Chuy, le pedí a Jose me pasara el lubricante y lo hizo, pero en ese momento que la calentura invadía mi cuerpo, me salió lo perverso.
Yo: ayúdame a ponerme el lubricante.
Jose: No pasó, no soy puto.
Yo: arre, si no me lo pones no me lo cojo.
Jose lo dudo bastante, le tuve que amenazar con no comerme a su hermanito varias veces, cuando me estaba dando por vencido
Jose: arre pues, pasa el lubricante, se lo entregue, lo abrió se hecho un chorro en la mano y empezó a embarrarme lo en la verga, le temblaba la mano y me veía con nerviosismo y al mismo tiempo placer, duro un momento untándome la verga de lubricante.
Yo: Ábrele las nalgas a tu hermanito por mi.
Jose sin dudarlo le abrió las nalgas, con mucho cuidado a su hermanito, acomode mi verga y antes de iniciar me dijo.
Jose: Déjasela ir todo hasta dentro.
Esto entendió mi alma y solo la dejé ir todo hasta el fondo, Chuy empezó a apretar el culito, y por lo inflamado que lo tenia se sentía muy apretadito, José le tapó la boca para intentar mitigar los alaridos que pegaba.
Jose: Shhhh, hermanito, respira bebé, respira todo va a estar bien. Y me dio señas de que no me detuviera.
Empece a dar embestidas duras, me sentía muy exitado.
Jose: Dale, dale duro, que sepa lo que es un hombre, que aprenda a complacer a un macho de verdad.
Estuve un rato dándole verga a Chuy que después de un rato ya sólo gemía y no ponía tanta resistencia, no aguante mas y me vine hasta el fondo.
Jose se estaba tocando, parecía que se iba a venir y lo detuve y le di instrucciones para que se arrodillara de tras de su hermanito, abrí las nalgas de su hermanito y le dije “Ahora si termina”.
Jose, no dejaba de ver el culito de su hermano y se masturbaba como loco, y cuando se acercaba al clímax empezó a decir ábrele el culito lo voy a llenar, introduje mis dejos y abrí el ano de Chuy, José puso la cabeza de su verga al ras del ano de su hermano, por un momento creí que se la iba a meter, siete chorros de leche salieron, entrando directo en el ano de su hermano.
Esa escena me puso al mil, y ya la tenia dura, lista para un segundo round.
Me acoste en la cama, subí a Chuy sobre mi, calvándolo en mi verga, Chuy sólo gemía, estaba agotado, no ayudaba mucho.
Yo: Orale wey ayúdame como ayer, José tomo de las axilas a su hermanito y empecé a subirlo y bajarlo en mi verga, después de un rato lo dejó acostado en mi pecho y yo lo follaba duro.
Jose se hincó Justo de tras de su hermano y se la jalaba con frenesí, José miraba directamente el ano de su hermano, veía como le entraba y salía mi verga, los gemidos de Chuy en todo el cuarto volvían la escena más inolvidable.
Jose: Cogetelo duro, ya me voy a venir, dale duro.
En lugar de darle duro, se la clave hasta el fondo, con mis manos abrí el ano a Chuy y le dije “Metesela wey”
Jose al contrario de lo que imaginé, no lo dudo, se escupió la mano, se puso la baba en la verga, la acomodo y empujó con todas sus fuerzas, clavándole la verga junto con la mía a Chuy hasta el fondo.
Chuy: Aaaaaaaaaaaaaaaay, nooooooooooooooo, paren, paren, hermano parasaaaaaa.
A José no le importaron los gritos de su hermanito y empezó a embestirlo sin piedad, sentía que no iba a aguantar mucho por la fricción y así fue, los dos terminamos al mismo tiempo, con gritos de placer, mientras Chuy gritaba pero de dolor.
Me levante a hacer el desayuno para mis invitados, Chuy se quedó llorando en la cama y José me acompaño a la cocina.
Jose: No mames nos excedimos.
Yo: un poco, pero debes de admitir que te gusto.
Jose: la neta si.
Después de horas de charla con José y un rico desayuno, se vistieron y se fueron.
No volví a saber de ellos, espero que José siga disfrutando de chuyito.
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