El niño pervertido parte 3
Apretaba sus nalgas y las aflojaba y así continuamente, yo no podía creerlo, realmente lo estaba haciendo para ponerme dura la verga.
La clase continuaba y no podía dejar de pensar en lo rico que sentí aquella frotada con sus nalgas, estaba nervioso y a la vez exitado, no quería seguir pensando en ello pero me resultaba muy difícil al saber que Danielito estaba al lado mío y que podría darse cuenta de mi erección ya que me había puesto un pans gris al igual que el pero con rayas blancas. En eso el profesor me pide que pase al pizarrón para realizar un ejercicio, estaba que sudaba de la pena porque mi erección ya empezaba a ser notoria así que le dije al profesor que me dolía el tobillo y no quería pararme, el profesor no me creyó obviamente y me dijo que si no iba daba por terminada la clase, tuve que pensar en algo asqueroso para borrar de mi mente los pensamientos que tenía pero de poco ayudaban, mi compañero de al lado le pidio de repente ir al baño, el tenía un cuerpo algo robusto, se puso de pie, se quitó la chamarra y como por milagro del destino me dió chance de pararme para meter mi mano a mis boxer y acomodarme la verga ya que estaba de lado. Pase realice el ejercicio y me devolví a mi lugar sin mayor inconveniente, después de finalizar las clases acompañe a Danielito a la estación del metro porque iba a ir al centro de la ciudad por unos adornos para decorar la casa del mes patrio.
El chaparrito me dijo:
«¿Para donde vas Max?»
«Voy al centro es que mi mamá me dijo que fuera por unos adornos para decorar la casa, ves que ya casi es 15 de septiembre y siempre compramos en las tiendas del centro porque son más baratas»
«Te acompaño? Es que igual quisiera ir a ver qué venden por mera curiosidad»
«Va chaparrito vamos pero no te alejes no te me vayas a perder y luego que le digo a tu mamá» mientras lo agarraba de los hombros por detrás de el.
Subimos a la estación del metro para dirigirnos hacia el transbordo que nos haría llegar al centro donde vendían los artículos, al llegar me dijo el chaparrito: «Está bien lleno el metro» con tono algo asustado, le respondí «¿te da miedo la gente?» «Si me da algo de estrés es que como soy chiquito no me vayan a dar un rodillazo» y le dije «Síguele eh y esta vez si te lo doy con ganas jajaja» haciendo referencia a la segunda vez que lo ví, lo tome de sus hombros como hace rato y lo lleve por delante mío para protegerlo con mi cuerpo ya que al subir al tren debes tener fuerza para empujar a la gente porque todos quieren entrar o bajar por ello al momento de subir cuide mucho que no le fueran a pegar, lo acerque a mi cuerpo y logramos entrar. Debido a la gente que iba ingresando nos echo hasta la otra puerta que quedamos pegados, el tren empezó a moverse y su cabeza del chaparrito me llegaba a la altura de mis huevos por lo que empezaba a rozar con su cabeza, el me decía «ora que? despegate un poco » «no mames chaparro no puedo hacerme para atrás que no ves que estamos llenos?» y solo ví como se rió por el reflejo del espejo que estaba en la puerta. El tren iba pasando por un tramo descuidado así que dió saltos y Danielito termino golpeando su cara sobre la puerta, se empezó a sobar su frente y yo le dije que si no le había dolido mucho y me contestó que sentía un chipote, le di la vuelta para ver si se le había formado ese moretón y en eso volvió a dar otro salto el vagón del tren, su cara pego pero con mis genitales y el abrió la boca en ese momento tal vez para decirme algo, sentí como sus dientes me agarraron el huevo derecho y me queje un poco de dolor.
«Chaparrito vienes con hambre verdad» y el empezó a soltar a reír pues todo había sido espontáneo, afortunadamente llegamos a la estación y bajamos para ir por los adornos, terminando de comprar me dijo que si yo iría al pequeño concierto que tendría el bachillerato el viernes por la noche, le dije que solo iría si el iba así que el acepto.
Llegando a mi casa no podía dejar de pensar en esos momentos que tuve con Danielito ese día, por lo que empezaba a tocarme sobre el pantalón recordando esos glúteos redondos y esponjosos, a mi mente vino el incidente del tren y de solo pensar su boquita en mi verga me puso muy duro que empezaba a dejar mojado mi pans, en eso llegó mi hermano y me dijo «Que estás haciendo cochino» y le dije «cállate wey métete en tus asuntos» «ya vete consiguiendo una morra para que te dé el grito este quince de septiembre» me dijo, yo me voltee y me puse a escuchar música sin darle más importancia a sus comentarios. En mi mente pensaba en que tal vez el chaparrito podría sentir atracción a los hombres como yo? O tal vez solo era muy tímido , hasta entonces solo me decanté por la segunda hipótesis.
La semana transcurrió hasta el día viernes, hacía algo de frío y Danielito estaba molesto porque la ropa que se puso ese día fue una playera con estampado infantil, me habría dado una playera con la que solo la usaba para dormir: «Mira no mames la playera que me traje» «Chaparro no mames tu me la diste para que no te fijas, ahora voy a decir que traje a mi hermanito a ver el concierto jajaja» mientras le alborotaba su cabello» me causaba mucha ternura hacerlo.
El equipo de producción empezaba armar el escenario y estaban poniendo las vallas que separaban del escenario al público, nosotros fuimos con otros amigos por algo de comer en lo que empezaba, luego de ello regresamos al patio donde sería el concierto y nos formamos para apartar lugar, el patio era grande y lleno de cesped ya estaba oscureciendo y la gente se estaba amontonando, poco a poco nosotros quedamos hasta el frente donde estaban las vallas. Poco después empezó el evento y estuvimos escuchando las canciones que tocaban, a decir verdad no eran tanto de mi agrado pero lo hacía por el chaparrito, posiblemente nunca había estado en algún evento. Volteo a verlo y observo como se paraba de puntitas para ver algo y sin pensarlo pase mis brazos por debajo de sus hombros para cargarlo y ponerlo en las vallas, el me dijo gracias apenado.
Habían transcurrido un par de minutos y la gente más se apretaba el uno al otro para ver al cantante influencer, por lo que yo me pegue tanto a Danielito y esta vez sus nalgas ya llegaban más a mis genitales. En eso una chica subida de peso logro ponerse detrás mío así que me empujó un poco y pude sentir como mi verga se entrelazó entre las nalgas del chaparrito, mi rostro empezó a ponerse rojo, seguido de una sudoración excesiva en más manos y con una preocupación de pensar que en algún momento él me diría algo, sin embargo no podía creer lo que iba a pasar después.
Danielito empezó apretar sus nalgas, el traía un pans azul marino de los que tienen tela deportiva y yo llevaba mi pans negro con franjas rojas, lo que hizo que mi verga estuviera reposando entre las nalgas de él. Apretaba sus nalgas y las aflojaba y así continuamente, yo no podía creerlo, realmente lo estaba haciendo para ponerme dura la verga, me atreví a preguntarle, acercando mis labios a su oreja derecha como si fuera mi chico en modo romántico:
«Daniel, te gusta lo que me estás haciendo verdad»? Con una voz entrecortada le pregunté a lo que el me dijo «Si no me gustará no lo estaría haciendo no creés? desde el día en que te ví desnudo no podía dejar de pensar en que se sentiría tener ese pito entre mis nalgas y luego aquel día en el salón cuando creíste que no me daba cuenta del porque no pasabas a la pizarra fue por tu erección, metiste tu mano a tu verga y en ese momento solo quería olerte la mano»
Me dejó sonrojado y nervioso ya que él habia mirado todo ello y yo pensando que no le prestaría atención pero a la vez me sentí aliviado con lo que me dijo porque así podríamos hacer lo siguiente…
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