El niño tímido 3
Tercerca parte y cómo Eli termina perdiendo la virginidad con su tío..
Eran las 7Am de un domingo de verano. Me despertó el calor del día y una erección muy fuerte. Mi verga estaba hinchada y con las venas bien marcadas. Miré el pequeño culo de mi novio Alan, dos manzanitas perfectas. Por un segundo imaginé que era el culo de Eli y empezó a lubricarse la punta de mi pija. Agarré con mis manos un poco y lo distribuí por toda la cabeza. abrí las nalgas de mi chico y apoyé suavemente. Mi pene se veía tan grande en la entrada de ese culito. Apoyé la punta y empujé de a poquito. Mi novio ya estaba despierto pero sabía que le gustaba ese juego. Me di cuenta porque relajó su ano y entró la cabeza de un solo empujón. Soltó un suspiro y lo abracé.
La piel de mi bebé era tan suave y tersa. De espaldas parecía un Eli de 14 años. Apretó su nalgas y agarré sus caderas con firmeza. Me enterré dentro suyo de a poco pero con fuerza. Besaba su cuello para que aguantara y me dejara entrar. Llegué al fondo y espere. Solo quería llenarlo de caricias y mimos. Para mi sorpresa su verga no estaba dura. Su pequeño pene colgaba junto a sus testículos lampiños. De su cabeza rosada caían gotas y gotas de semen. Alan estaba teniendo orgamos anales. Todo su placer estaba en la sensación de ese grueso tronco enterrado muy adentro suyo.
Estuve quieto por unos minutos hasta que me dijo:
– «Cojeme Papi»
Sentí un calor en todo el cuerpo y sin sacarle la verga, lo levanté y puse en 4. Saqué de a poco todo mi pene y volví a meterlo de un solo tirón. Volví a sacarlo por completo y seguí así, viendo como su ano se expandía y dilataba. Lo levanté y apoyé su espalda en mi pecho. De su pene aún flacído salían hilos de semen y Alan gemía entregado al placer. Apoyé mi mano en su ingle y podía sentir la punta de mi verga traspazando su pequeño cuerpo.
Así como estabamos lo tiré en la cama y dejé caer todo mi cuerpo sobre él. Estuve penetrándolo por varios minutos hasta que sentí que tuvo 3 o 4 orgamos. Saqué mi pene de su ano y estaba muy abierto. Metí 5 dedos y entraron con facilidad. Alan no paraba de gemir y sabía lo que quería.
Tomé un juguete del guardaropa y comencé a ponerle mucho lubricante. A mi novio le gustaba mucho ser penetrado y mis 18cm no eran suficientes para su hambre de verga.
Alan se dió vuelta y levantó sus piernas. Tomé con mis 2 manos el dildo de 22 cm de largo y 6cm de ancho y comencé a empujar de a poco. tomaba la leche que colgaba de su verguita para poner más lubricación y con paciencia entró por completo la cabeza. Me quedé quieto hasta que en su caríta ví que estaba listo. Comencé a meter centímetro a centímetro el enorme pene. Había quedado muy abierto con la cogida que le había dado y quería llegar hasta el fondo.
Empujé con paciencia mientras acariciaba sus hermosos huevitos que colgaban diminutos al lado de semejante miembro. Sentí que podía llevarlo al límite y empujé los 22cm hasta adentro.
Alan tensó su cuerpo y su pene comenzó a reaccionar. Saqué el dildo hasta la mitad y cuando empujé de nuevo, al llegar al final su pene volvió a reaccionar y ahora estaba semi-erecto. Comencé a repetir esto y la verga de Alan se ponía cada vez más dura hasta quedar como una piedra. Sus flamantes 13cm se eran la imagen más tierna y excittante del mundo. Lo cogía con ritmo y su penecito chocaba contra su marcado abdomen.
Seguí metiendo y sacando el dildo, Su culo estaba abierto como una flor y Alán estiró las piernas sobre la cama y no pude más que meterme todo su miembro en mi boca. Que delicía sentir la verga de mi bebé en la boca son huevos y todo. El dildo chocaba con su ingle y podía verse claramente como se formaba un bulto en la base de su pancita. El pene era más grande que su cuerpo y de la punta de su verga comenzaron a salir chorros y chorros de deliciosa leche. Me tomé hasta la última gota y de a poco saqué esos 22 cm de adentro suyo. Alan quedó tirado en la cama toda la mañana.
Ese día iba a ver a Eli. Hacía 1 año que no lo veía porque habíamos estado de viaje y luego con el estudio no me hacía tiempo de ir.
La ocasión era especial, Eli cumplía 12 años y estaba emocionado por ver cómo se había desarrollado su cuerpo. Llegamos alrededor de las 12 am. Yo llevaba un pantalón deportivo que dejaba ver bastante mi bulto. Al ver a Eli mi pene reaccionó automáticamente.
Elí había cambiado mucho. Seguía teniendo esa carita de niño un poco asustado y tímido, pero a la vez había desarrollado un cuerpo asombroso. Un pantalón corto azul dejaba ver sus gordas piernas. Parecía que el talle le había quedado chico porque sus muslos presionaban contra la tela. Llebaba una camisa blanca sin mangas que dejaba ver unos brazoz marcados en los que se notaban un poco las venas. Sus pectorales y espalda eran bastante más anchos que antes. Se veía fuerte y todo un deportista y a la vez no medía más de 1,40.
No esperaba que estuviera tan feliz de verme. Saltó a mis brazos y juro que podría haber tenido un orgasmo con solo oler su piel de niño. Lo abracé fuerte hasta sentir esa verga en mi abdomen.
El día pasó con normalidad, comimos y conversamos por largo rato. Cerca de las 3pm, los padres de Eli y su hermana, se fueron. Eli quedó con nosotros que más tarde lo pasaríamos a dejar por su casa.
Mis suegros se fueron a descansar y con mi novio nos quedamos en una de las habitaciones acostados pasando el rato. En un momento, Eli se acerca a la habitación y se acostó a jugar entre nosotros dos. Jugamos a las luchas un ratito y yo no podía ocultar mi terrible erección. Mi novio se dió cuenta y por un momento me puse algo nervioso. Sabía que a Alan le gustaban los roces en público pero nunca pensé que iba a excitarle esa situación.
Comenzó a apoyar su culito contra mi verga. Recordaba como lo había penetrado en la mañana y de frente veía a Eli jugabando con mi novio. Toqué el pene de mi novio por sobre la ropa y me di cuenta que estaba muy duro. Seiguiendo el juego, agarré a Eli y lo apoyé de espaldas sobre la pija de Alan. Eli sintió la verga de mi novio contra su pantalón. La cola de Eli era grande y sus nalgas gordas apretaban fácilmente contra la ingle de mi novio y Alan estaba tan confundido como caliente.
Nos miramos con Alan y ví el placer en sus ojos. Dije que tenía calor y me empecé a sacar la remera, luego el pantalón y quedé solo en slip. Eli se quedó mirando mi bulto que parecía quería romper la tela. Me apoyé sobre la cama y mi novio apoyó su cabeza muy cerca de mi pene. Le dije que ambos deberían de sacarse la ropa así no la ensuciaban por el sudor del juego.
La imagen de ver a esos 2 pequeños casí sin ropa era indescriptible. Tomé a Eli en brazos y lo senté encima mío. Comenzé a jugar con sus rosados pezones y él solo reía. Tenzaba su cuerpo y podía apreciar desde arriba sus perfectos pectorales que sobresalían de su cuerpo, su pecho se sentía suave y duro en mis manos que ya bajaban a los cuadraditos de su abdomen. Alan solo miraba y se veía su verga palpitar.
Alan estaba un poco en shock por el espectáculo pero a la vez sentía una increible placer que nunca había experimentado. Dejándose llevar por el, cercó su mano a las piernas de Eli y comenzó a recorrerlas suavemente. Elí lo miraba con su carita llena de curiosidad y una sonrisa que enamoraría a cualquiera.
Alan acercó sus manos al slip de Eli y comenzó a bajarlo. Alan no estaba preparado para el tamaño de ese miembro ni de su perfecta forma cónica que terminaba en una base gruesa y venosa.Eli tenía ahora 14cm de una gruesa verga. Alan se quedó un momento contemplando un pene más grande que el suyo propio en un pequeño de 12 años.
La verga de Eli era perfecta. Desde arriba, su abdomen terminaba en una V sobre su ingle. Desde la gruesa base, unas venas se marcaban sobre el tronco que se paraba orgulloso, derecho y hacia arriba. Desde abajo, sus gordas piernas contenían unos testículos casi lampiños. Los huevitos rosados colgaban por la fuerza que ejercía el dotado miembro que se levantaba como un mástil.
Sin decir una palabra, Alan llevó su boca hacía aquel miembro que palpitaba pidiendo ser complacido. Por mi parte, puse a Alan sentado en la cabecera yo me senté a su lado. Aproveché para liberar mi verga que goteaba lubricante y solo me quedé viendo el show.
Alan tragaba con lujuria el pene de Eli mientras con sus manos recorría todo su cuerpo. No podía creer que tenía en su boca la tremenda verga de su sobrino de 12 años. Llevé la mano de Eli a la cabeza de mi novio y le indiqué que tenía que ayudarlo para que entre toda. Eli escuchaba y aprendía con rapidez. Ahora empujaba con fuerza a su tío que se atragantaba con su verga. Eli tenía fuerza y podía notar como las venas de sus brazos se marcaban mientras obligaba a mi novio a ir más profundo. Sorprendéntemente, Eli tenía gran aguante y Alan estuvo comiendo su verga por 1o minutos.
Una idea cruzo por mi cabeza y le indiqué a mi novio que se levante. No quería sacarse de la boca ese delicioso manjar. El slip de Alan estaba todo mojado y de un tirón de lo bajé. Su pene salió despedido con fuerza y me acerqué para limpiarlo un poco con mi boca. Eli quedó mirando el pene de su tío de sangre y se dió cuenta que era más pequeño que el suyo. Le dije a mi novio que se pusiera en 4 de espaldas y enseguida comprendió cuál era mi plan.
Ahora Eli tenía de frente a él, un culo con hambre de ser penetrado y llevé su manito para que pueda tocarlo bien. Poco a poco lo ayudé a recorrerlo hasta llegar al centro de su agujero. Tomé su dedo y lo llevé a mi boca para lubricarlo e introduje sin mucho esfuerzo hasta el fondo. El culo de Alan aún estaba dilatado y Eli suspiró al sentir en su dedo el calor del interior de su tío.
Le pregunté a Eli si quería sentir algo más rico aún y le indiqué que se pusiera de rodillas detrás. Por la baja estatura de mi novio, El pene de Eli quedaba perféctamente a la altura de su culo. Le dije a mi novio que le enseñara como seguir así. Yo me acoste detrás de Eli. Podía ver su hermoso culito. Su piel blanca y rosada hacían juego con el rosa de sus huevos colgando.
Alan tomó la cadera de Eli por detrás y lo empujó para que la punta de su verga que estaba ya muy libricada de saliva comenzara a entrar. Alan no pudo contener un gemido al sentir la cabeza entrar. Eli por naturaleza agarró a su tío por las caderas y comenzó a meter más y más su verga.
Alan sentía un imenso placer mientras la verga se egrosaba cada vez más en su interior abriendo su esfinter para. Llegó a la base y sintío uns considerables huevos chocar debajo de su culo. Alan podía sentir la punta de la verga de su sobrino tocar su próstata y por instinto su pene comenzó a tirar leche.
Eli comenzó a meter y sacar. Parecía imitar algún video porno pero se movía como un macho dominante por naturaleza. Su carita de bebé delataba su juventud y curiosidad y mi verga ya no daba más de esa imagen.
Miré a mi chico y le pregunté
«¿Te gusta la verga del bebé?»
Mi novio sonrío y me dijo
«Los 2 somos tus bebés»
Me coloqué abajo de mi novio para comerme esa deliciosa pija. No hacía falta que me mueva porque la fuerza de la cogida que le daba mi Eli hacía que me la comiera entera. Podía ver los huevitos de Eli choca contra la cola de su tío mientras esa verga entraba y salía
Eli lo siguío disfrutando de su tío por un buen rato y Alan había tenido varios orgamosya. Gemía y Eli lo cogía con fuerza. Me levanté y me puse delante de mi novio. Agarré su cabeza y introduje mi grueso miembro en su boca. Sabía que podía tragarla toda si levantaba la cabeza y la dejaba entrar hasta su garganta. Así lo hice y ahora mi novio tenía 2 vergas en su interior. Cogí su boca mientras veía el cuerpo sudado de Eli. Sus músculo brillaban y se marcaban con cada embestida que le daba a su tío. Los 3 gozábamos y tomé a Eli de las manos. Le dije que lo quería mucho y lo besé. Comenzamos a besarnos suavemente mientras nos cogíamos a nuestro pasivo.
En cierto momento, noté que Eli quería acabar y comenzó a acelerar la embestida. La imagen era tan excitante que no pude contenerme y solté 6 chorros de espeso semen en la garganta de mi novio. Elí al ver mi cuerpo contraerse, comenzó a venirse también pero no dejaba de sacar y meter. Alan pudo como sus hombres le habían dado su premio. Al sentir le lechita de su querido sobrino en su interior, tuvo un orgamos sin tocarse y gemía mientras se atragantaba con mi verga aún en su garganta.
Por un largo rato, los 3 nos besamos y acariciamos. No hace falta decir que fue una de las mejores cogidas de mi vida. No diría la mejor porque aún lo mejor está por venir.
Espero que les haya gustado esta tercera parte.
Reucerden que pueden dejar sus comentario a mi TG @ElpM22
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