El nuevo jefe

Está es la historia de un niño quien construirá una colección de juguetes.

¡Hola! Hoy les traigo una nueva historia,  espero les guste.

Mi nombre es Santi soy un niño de 7 años gordito, que vive con sus padres en una finca alejada del pueblo, mi papá es el dueño de la finca su nombre es Hector, mi padre es un hombre alto, robusto y recto, sumamente religioso.

Mi padre está casado con mi madre aunque su matrimonio no ha sido el mejor, desde que tengo memoria siempre han tenido discusiones por el más mínimo, mi padre tiene 45 años y mi madre 19 años, este matrimonio fue un acuerdo entre mis abuelos paternos y maternos, cuando mis abuelos paternos fallecieron mi madre por fin tuvo la oportunidad de dejar a mi padre, y fue así como me abandono dejándome con mi padre.

Dejando de lado el comportamiento que tiene mi papá con mi mamá, conmigo es todo lo opuesto para el yo, yo soy su príncipe. Aunque es raro ya que viene de una familia tradicional para el no debo trabajar, es un padre maravilloso me mima y juega conmigo aunque esté cansado de trabajar.

Desde que tengo 4 años mi padre se ha hecho responsable de todas mis actividades como ducharme, prepararme comida y vestirme. Cuando nos duchamos para nosotros es completamente normal ducharnos juntos, el lava mi cuerpo y yo disfruto ver su cuerpo desnudo, su cuerpo velludo, sus enormes bolas su polla larga y su enormes pechos que me recuerdan a los de mi madre. Desde pequeño siempre he tenido la curiosidad por saber si sale leche de los pechos de papá.  Siempre lo he amado no de forma que un hijo ama a su padre sino algo más profundo.

La finca de mi padre es bastante grande por lo que necesita contratar trabajadores,  por ahora son solo 4 personas.

Álvaro es un hombre trabajador quien está casado y tiene hijos, tiene 37 años y es un hombre robusto y sumamente encantador.

Bruno es un hombre de raza negra desde que lo conozco he sentido curiosidad por el bulto que guarda en ese pantalón. Es un hombre delgado.

Elías es el trabajador más joven, tiene 18 años, es un chico bajito y delgado, es mi mejor amigo, siempre que está libre jugamos juntos o vemos televisión.

Noé es el sobrino de mi papá, es un hombre alto, con un cuerpo robusto y muy conversador.

Desde pequeño me he llevado bien con los trabajadores, es una costumbre cuando vuelvo de la escuela saludarlos con un abrazo a cada uno. Para ellos no es más que una muestra de afecto inocente pero para mí, es un placer tocar eso enormes cuerpos sudados, ese olor a sudor es embriagante pero muy placentero.

Un día por la noche iba al baño mientras combinaba por el pasillo, escuché gemidos suaves en la habitación de mi padre, me asomé por la puerta y pude ver como mi padre jugaba con su pene después de un tiempo de jugar con él pudo ver como tomaba un boxer y lo puso cerca de su verga de la cual salía un líquido blanco y muy espeso. Mi padre lo guardo y se fue a dormir.

Desde esa noche sentí como mi verguita estaba dura no sabía por qué solo estaba dura y ya, fui al baño orine e intenté dormir pero no pude mi pequeña verga estaba durísima después de ver a mi papá jugar con su verga, decidí intentarlo después de jugar con mis huevos un rato sentí un hormigueo extraño por todo el cuerpo y como de la punta de mi pene salía unas gotas de líquido pegajoso. Cuando termine me fui a dormir.

A la mañana siguiente, esperé en mi habitación hasta que papá se fue, cuando finalmente se fue, fui a su habitación donde bajó la almohada estaba el boxer lleno de leche, lo tome, lo doblé y lo llevé a mi nariz para olerlo, ese olor a macho me volvió loco de un momento bajo mi ropa mi verguita se estaba poniendo dura la saqué y comencé a masturbarla. Mientras lo hacía abrí el boxer dejando a la vista esa carga de líquido blanco y puse el boxers con esperma sobre mi verguita llenándola del semen de papá, ese líquido caliente y pegajoso al tocar sumado al olor me hizo correr sobre la misma leche de mi padre.

Fue desde ese día que en mí despertó una curiosidad por el cuerpo masculino, cuando volvía de la escuela iba a mi habitación y me tocaba el pene, imaginando como jugaría con la verga de papá.

Un día me arme de valor para preguntarle a papá que era ese líquido blanco que salió de su pene, y ese momento fue mientras desayunamos.

Santi: papá, te puedo preguntar algo?

Hector: claro hijo, dime.

Santi: qué es el líquido blanco que sale de tu pene?

Hector se quedó congelado nunca en su vida se pudo haber imaginado venir esa pregunta de su hijo.

Hector: eso hijo, es leche.

Santi: leche?

Hector: si, mi amor leche y es algo normal que salga esa leche.

Santi: a mí me saldrá leche?

Hector: si mi amor, todos lo hombres grandes sacamos leche de nuestro pene.

Santi: puedo probar tu leche?

Hector: ¡No! La leche se puede tomar pero tú no debes hacer, okay?

Santi: si.

Sin saberlo ese día, había entrado en Santi una curiosidad sin límites. Hector tiene la costumbre de masturbarse todas las noches antes de dormir, pero una noche mientras se masturbaba se quedó dormido y el teléfono cayó en el suelo. Santi no perdió tiempo, lo tomó y se fue a su habitación, en él encontró lo que su papá estaba viendo era porno infantil, había videos e imágenes de niños devorando vergas gigantes por la boca y el culo.  Este contenido lo excito y decidió que le daría el placer que su papi se merece.

Desde ese día cuando vuelve de la escuela se quita la ropa quedando en ropa interior, cuando Hector vuelve de trabajar Santi salta a su brazos dándole besos mientras frota su cuerpo con el de su padre cuando la verga de Hector comienza a ponerse dura Hector lo baja al suelo y huye a su habitación a ordeñar sus bolas. Mientras Hector hace eso Santi planea como hará para conseguir la polla de su padre.

Desde ese día los intentos de Santi por ser follado por su padre aumentaron paso de solo usar ropa interior a no usar absolutamente nada. Un día llegó demasiado lejos ya que se abalanzó sobre Hector quien regresaba del trabajo y empezó a lamer su boca.

Hector: basta mi amor no hagas eso.

Santi: por qué?

Hector:  porque no mi vida.

Santi continúo y comenzó a frotar la verga de su padre esto hizo que Hector lo alejara y le dijera que no hiciera eso que no estaba bien. Ese día Santi se dio por vencido ya que no quería hacer enojar a papi.

Después de eso, estaba en su habitación pensando de donde podía sacar una verga. Justo en ese momento sonó la puerta era Álvaro, cuando lo vio en su momento no hubo otro pensamiento más que cómo podría obtener la leche de Álvaro, así que bajó corriendo para abrir la puerta.

Allí estába Álvaro un hombre muy fornido con un gran paquete marcado.

Álvaro: hola, joven Santi ¿cómo está hoy?

Santi: bien, Álvaro y tu?

Cabe resaltar que los trabajadores le tienen un gran respeto y temor a Hector por lo tanto también a Santi.

Álvaro: ¿joven, ha visto al señor Hector?

Santi: no, tuvo que salir a hacer un mandado.

Álvaro: gracias joven.

Hasta ese momento Santi no sabía el poder que tenía sobre los trabajadores de su padre. En el área donde viven no hay trabajo para sus familias gracias a esto los trabajadores le tienen un alto estima y trabajo a Hector y por consecuencia a Santi.

A la mañana siguiente Santi decidió que era el día en que recibiría una verga, se bañó con su padre como de costumbre, desayunaron y Santi subió a su habitación y se quitó la ropa interior quedando sin nada bajo sus cortos shorts, sin camisa salió a pasear por toda la finca.

Mientras paseaba en el establo se encontró con Álvaro quien estaba cepillando a uno de los caballos.

Santi: Álvaro.

Álvaro: que sucede joven Santi.

Santi: quiero montar.

Álvaro: claro, joven déjeme preparo el caballo.

Santi: no, quiero montarte a ti.

Álvaro: a mí?

Santi: si, a ti, baja tu pantalón ahora mismo.

Álvaro: no, joven no puedo, el jefe me va a despedir si hago eso.

Santi: si no lo haces, le diré que me trataste mal y me golpeaste.

Álvaro se quedó sorprendido por el nivel de manipulación que tiene Santiago para ser un niño tan pequeño. Sin más opción llevó a Santi a un lugar apartado donde:

Santi: baja tu pantalón.

Álvaro: esta bien joven, lo haré pero no le diga nada al patrón.

Santi: no lo haré, si me dejas meter tu polla en mi agujero.

Álvaro: pero joven, se va a lastimar si lo meto así.

Santi le ordenó a Álvaro que se pusiera de rodillas en el suelo quedando a la altura d su culo, bajo su pantalón y se sentó sobre la cara de Álvaro.

Santi: quiero que lamas mí hoyito Alvaro

Álvaro no podía hablar solo asentía aunque sentía placer, en el  predominaba el miedo de lo que podría pasar si Hector se enteraba de lo que le estaba haciendo a su pequeño príncipe. Con miedo pero las constantes exigencias de Santi terminó de lubricar bien ese culo cuando Santi notó que ya estaba listo, le ordenó a albor acostarse y así hizo. Santi lamio un poco el pene grueso y largo de Álvaro y lo introdujo aunque al principio fue difícil mientras más placer sentía Santi menos era el dolor. Así estuvo un rato montando a Álvaro unos minutos hasta correrse, mientras lo hacía, Santi disfruta ver esa expresión de miedo y temor en el rostro de Álvaro esto lo hizo correrse sobre el abdomen Álvaro, luego Álvaro se corrio.

Santi: gracias Álvaro por la leche.

Alvaro: por favor joven no le diga nada al patrón.

Santi: no lo haré, pero ahora tienes que limpiar mi trasero.

Después de terminar de limpiar platicaron un rato y de nuevo Alvaro le pidió que no dijera nada, en la mente de Santi no le había causado placer la verga en su interior sino el sentimiento de culpa que sentía Álvaro, el miedo, el ver como se está rompiendo ante el, ahora que ya tenía a Álvaro a su total disposición era hora de hacer lo mismo con los demás trabajadores.

Esa noche Santi no pudo dormir de la emoción, el saber del control que tiene sobre los empleados de su padre lo vuelve loco no puede esperar para hacer de los empleados totalmente suyos.

A la mañana siguiente decidió que era el turno de Elías, ya que eran bastantes cercanos, Santi decidió invitarlo a quedarse a dormir esa noche, a lo que Elías con total inocencia aceptó. Elías aunque es muy imprudente, le teme en cantidad a Hector, para Elías Hector es como su padre, ya que a él su padre los abandonó y Hector le ofreció trabajo por lo cual está enormemente agradecido.

Por la mañana Santi le pidió permiso a su padre para poder decirle a Elías que se quedara a dormir con él. Como dije ante Hector y Elías son como padre e hijo por cual aceptó.

En la tarde mientras Santi esperaba que llegara Elías, este aprovechaba para prepararse, dejando algunos boxers por la cama cuando Elías llegó, Santi lo subió rápidamente a su habitación. Cuando lo tenía en su habitación le ordenó que se quitara la ropa mientras él lo hacía.

Santi: Elías, quítate la ropa?

Elías: que? Por qué? Por qué te desvistes?

Santi: hazlo, quiero jugar con tu pene.

Elías: no, tu papá me va a matar.

Santi: no lo hará si me dejas jugar con tu pene. Si no lo haces le diré que me golpeaste.

Elías estaba con la espada contra la pared no sabía si aceptar o salir de ahí, aunque cuando vio el delicioso cuerpo de Santi no pudo evitar desnudarse.

Santi: muy bien, Elías.

Santi se agachó sin perder tiempo hagarro la verga de tamaño medio de Elías y comenzó a chuparla alternando entre la verga y los huevos, este era el primer oral de Elías por lo que no resistió mucho y se corrio en la boquita de Santi.

Mientras Santi aún tenía la verga de Elías en su boca tocó la puerta Hector quien quería ver que hacían, Santi le dijo a Elías que se acostara en la cama y él quitó el seguro de la cama.

Hector: hola chicos. Que hacen?

Santi y Elías estaban en la cama completamente desnudos cubiertos por la sábana.

Elías: nada, señor estábamos apunto de dormir.

Hector: oo, Santi ya se durmió?

Elías: si señor.

Hector: bueno, buenas noches

Elías: buenas noches.

Mientras Elías y Hector hablaban Santi se está penetrando con la verga de Elías, bajo la sábana mientras su papá hablaba con su amigo. Elías no sabía qué hacer pues era su primera vez así que lleno de leche el culito de Santi.  Santi disfrutaba mucho ver la cara de Elías en su rostro había una mezcla de miedo y temor por lo que acaba de hacer con el hijo de quien considera su padre.

Gracias por leer. Este relato tendrá dos partes, aún faltan más trabajadores ser domesticados por nuestro pequeño Santi.

Mi telegram t.me/Le0names por si gustan escribirme