El pequeño bailarín y los amigos de su padre. 2da parte
Un niño que es apoyado por sus padre en sus gustos, descubre los placeres sexuales gracias a los amigos de su padre.
Luego de aquella noche, que pase con Daniel, uno de los amigos de papá, las palabras que dijo se revolvían en mi cabeza “No será la última”, me tenía caliente y algo asustado por si papá de enterara, pero trate de actuar normal.
Ese día me tocaba ir al colegio así que luego de cambiarme, bajé a la cocina donde mamá me tenía el desayuno servido, me puse a desayunar cuando escucho que baja alguien del segundo piso, era mi padre, al parecer no se había ido a trabajar hoy.
Papá ingresó a la cocina saludándome con un abrazo desde atrás como siempre hace, le dio un beso a mamá y le dijo que hoy tenia día libre ya que en su trabajo no habían traído los materiales para la construcción. Mi madre le mencionó a mi papá que ya que esté libre se ponga a arreglar las cosas en la casa lo cual, a regañadiente solo aceptó, en eso mi madre le dice “cariño, y porque mejor no llamas a Daniel y Rogelio, y siguen con la construcción del tercer piso?”, mi padre pensativo dijo “Podría ser, veré si andan libre para que vengan”, mi madre le respondió “bueno, me avisas si vienen para poder aumentar el almuerzo”, “Está bien, les escribiré ahora”, al escuchar la conversación, mi mente comenzó a volar otra vez, al saber que tendría al señor Daniel en mi casa, y con algún descuido podría darme su leche otra vez, estuve distraído con eso hasta que mi madre me dijo: “Hey, apúrate, ya debes ir al colegio”, me apure lo más rápido posible y salí rumbo al colegio.
Toda la hora escolar estuve distraído pensando en qué hacer para acercarme al Señor Daniel, sabía que él me daría leche pero debería encontrar la manera de alejarlo de papá. Cuando sonó el timbre de salida corrí lo más rápido que pude para llegar a casa, lo cual mi sorpresa fue encontrar solo a mamá en casa, me sentí decepcionado creyendo que no ocurría nada, pero fue cuando mamá me dijo mientras me desvestía “Hijo, te estoy dejando el almuerzo servido, tu padre vendrá más tarde junto a Rogelio y Daniel para hacer unos trabajos, salieron a comprar cemento, por mi parte saldré con tu tía a comprar ropa y de paso me iré al trabajo”, eso fue una bomba en mi mente, si o si, debía hacer algo con el Señor Daniel, pero aún estaba el como.
Cuando se hizo más tarde, escuché el carro de papá, veía como llegaba con unos saco de cemento junto a Rogelio y Daniel, me cambié al verlos llegar, me puse un pantalón ajustado que usó para entrenar y arriba un bibiri, y salí rumbo a ver a mi padre, saludé al Señor Rogelio con un apretón de mano, a mi padre con un abrazo y último ingreso el señor Daniel que me abrazo también pero sentí bajar su mano hacia mis nalgas, me ruborice por ese gesto.
Papá me dijo que estarían trabajando en el tercer piso y le respondí que estaría en la sala practicando algunos pasos de bailes, lo cual dicho esto sentí como el señor Daniel volteaba a verme. pasó 2 horas, estuve viendo una serie en la TV hasta que escuché algunos pasos bajar la escaleras, mi corazón comenzó a latir así que me puse a hacer los estiramientos como la otra vez, sentía como una miraba se posaba en mi, estaba de espaldas y no sabía quién era hasta que de pronto siento una voz algo gruesa “Como vas con eso, nene?”, al voltear me llevó una sorpresa y es que era el señor Rogelio, titubeando solo dije “Solo estoy entrenando”, el señor Rogelio estaba detrás del sofá y cuando comenzó a caminar hacia mí pude ver cómo se sobaba el bulto, quedé con la boca abierta hasta que se puso delante de mí y me dijo “Veo que te gusta, quiere probarla?”, no sabía qué decir, me quedé paralizado hasta que se acercó a mi oreja y me dijo “Vamos, nene, Daniel me puso a tanto de todo, anímate”, con timidez me acerqué al verlo tan directo, el señor tomo mi mano y la puso sobre su bulto, “Ves, el quiere jugar contigo” dijo con una sonrisa pícara, seguí acariciando hasta que el señor Rogelio me alzó en sus brazos y me llevó para el baño, “aquí nadie nos verá” me dijo, y seguido se quitó el cinturón, bajándose el pantalón también, “vamos, dejó esta parte para ti” mencionó moviendo su caderas, acerqué mi mano tocando el bulto sobre su boxer, lo bajé haciendo que salga un olor varonil a orina y sudor, tocando la verga del señor lo comencé a masturbar, él solo suspiraba al sentir mi mano sobre su cálida verga, hasta que puso una mano sobre mi cabeza guiándola hacia su verga, abrí la boca metiéndome su glande y su tronco, un bufido salió de su boca, “si nene” me decía, “vamos sigue”, comencé a chuparlo como ya había hecho antes, el señor Rogelio colocó sus manos sobre su cabeza dejándome hacer todo el trabajo por mi cuenta, su verga era más larga que la del señor Daniel, esta era unos 17 cm, delgada y con la cabeza fina, entraba poco a poco por mi boca hasta llegar a mi garganta, donde me daba náuseas, pero el señor Rogelio me dijo que los aguante si quería ser un buen deslechador, seguí su consejo hasta que en una de eso me dice “levántate niño, y quítate el pantalón”, solo seguía lo que me decía, y me levanto sobre el inodoro, se agachó un poco y tuve una sensación tan rica, el señor Rogelio estaba concentrado en mi culito, amasaba mis nalgas como si fueran bollos de pan, las abría y con la lengua jugaba en mi ano, tratando de entrar, “relájate, bebé” me dijo al oído, saqué más mis pompas para que siguiera comiendo, la lengua del señor trataba de entrar pero le era un poco complicado, “uff nene estás bien cerrado” mencionó, y siguió en su labor de comer mi culo, en una de eso se escupe su dedo y lo pone en mi entrada, dándole unos masajes hasta que entro un poco en mi ano, sentí un poco de dolor y le dije al señor Rogelio, el me decía “relájate nene, verás que lo disfrutarás pronto, solo has como que pujas” y así hice, la sensación se mezclaba entre rico, raro y doloroso, y en unos minutos el dedo del señor Rogelio se adentró dentro de mi culo, “aaahhh” gemí con un poco de dolor, “lo siento nene, no quería hacerte doler” dijo Rogelio, en eso se escuchó que alguien tocó la puerta del baño, “Oh no, es papá” mencioné, pero de pronto mi preocupación se fue cuando escuché la voz del señor Daniel “Rogelio, dice José que te apures o vendrá a sacarte a patadas”, “Voy, terminó con el pequeño asunto primero” dijo Rogelio, “Solo apúrate que también quiero entrar” lo dijo con una carcajada, “Ya será tu turno” respondió. No sabía lo que pasaba pero comencé a dudar si esta tratando de cubrirse o entre los dos habían planeado algo, “seguiré distrayendo a José entonces” dijo el señor Daniel marchándose, de pronto Rogelio se giró hacia mí con la verga aún dura y comenzó a pajearse y me dijo “abre la boquita nene, allí te va la leche” derramándose todo en mi boca hasta salir por la comisura de mis labios, “ufff que rico, bueno, a limpiarse bien” y me lavo la cara.
El señor Rogelio se acomodó su ropa y yo también, salimos ambos del baño y en una de eso me dijo “Nene, cuando me dejas que juegue otra vez con tu culito”, yo respondí: “No sé, mi padre nos puede encontrar”, el señor Rogelio se quedó mudo un minuto y dijo “Bueno, entonces tendré que llevarte a otro lugar para que podamos estar a solas”, yo nervioso pero excitado le dije que sí y me dijo, “el día sábado dile a tus padres que saldrás con jugar con tus amigos, yo me encargo de planear todo”, “está bien” solo respondí viendo como aquel Hombre subía las escaleras todo vigoroso, y yo tenía en mente lo que ocurriría cuando esté solo con Rogelio y eso me tenía muy entusiasmado.
Quiero saber mas, quiero ver cuando te coge