El pequeño Teo se va de vacaciones con su tío (3)
Durante las vacaciones en la capital, Teo va con su tío a una fiesta distinta (2).
En un momento me desperté por el volumen de la música, aún estoy cansado y con un poco de dolor en mi culo y boca. No estoy seguro cuánto tiempo dormí, pero sé que es de noche porque la ventana está abierta, también se ven luces de diferentes colores que vienen de afuera. Me siento en la cama y veo que no estoy solo. De un lado hay dos niñas que deben tener unos 5 años y del otro un niño que podría tener mi edad. Todos están durmiendos. Mi cuerpo está pegajoso y con algo de olor a leche y orina, así que me levanto y sin hacer ruido me voy a dar un baño.
Mientras me ducho, se me vienen los recuerdos del día anterior sintiéndome a gusto. Terminé de bañarme, volví a la habitación y antes de salir, miré por la ventana. Hay mucha gente, algunos están bailando, otros tomando algo y otros “jugando” con alguno de los chicos. Sin pensarlo salgo de la habitación, paso por la cocina y veo a dos adultos aspirando algo de la mesa, al levantarse tieran la cabeza hacia atrás tomando un buen sorbo de aire por la nariz, luego les sale un gemido distinto al que suelo escuchar cuando llegan al orgasmo. Uno de ellos me ve mientras acaricia su verga.
Señor 1. Hola precioso, ¿cómo estás?
Teo. Bien…
Señor 1. ¿Queres un poco?
Señor 2. No seas pelotudo, como le vas a ofrecer merca al pibe… nene, anda para la fiesta o a dormir, pero acá no.
Salgo algo asustado sin decir una palabra y voy para donde están todos para buscar a Pablo. Por suerte él me ve primero.
Pablo. Ey teo, te despertaste. . ¿Todo está bien?
Teo. Sisi..
Pablo. Decime la verdad, ¿estás bien? Te noto nervioso.
Teo. Todo está bien tío, solo que me preocupe porque no te encontraba
Pablo. Bueno, mejor así. Ahora anda a dar una vuelta por ahí y cualquier cosa me avisas.
Teo. Está bien… ¿Puedo ir a la pileta con los chicos?
Pablo. Si, anda tranquilo.
En la pileta hay un par de chicos que son más grandes y me hacen seña para que los acompañe. Me meto, nos presentamos y nos ponemos a charlar.
Nelson. Cuando sea grande le voy a pedir a papi que me deje probar la merca.
Agustín. No se te ocurra, ya sabes que no quiere.
Teo. ¿Qué es la merca?
Nelson. Me vas a decir que nunca escuchaste hablar de merca…
Teo.
Agustín. Merca, cocaina, polvo mágico, “ella”…
Teo. Ah sí, pero no la conocía con esos nombre.
Agustín. mira ahí van a tomar.
Pablo es el primero en tomar y repite los movimientos de los que estaban adentro.
Nelson. Estos no se duermen más
Agustín. Bueno, ya está… ¿Cómo la estás pasando?
Teo. Bien, me resulta raro…
Agustín. ¿Es tu primera vez?
Teo. Si.
Nelson. No te creo… o te referís a que es la primera vez que venís a una de estas fiestas
Teo. Claro, nunca estuve en algo así.
Mientras charlamos, Agustín se acerca y empieza a tocarme la verga. Lo miro de reojo
Agustín. ¿Te gusta?
Silencio, asiento con la cabeza y empiezo a seguir sus movimientos con mi cadera. Nelson también se acerca y empieza tocar mi culito. En cada movimiento abre mis nalgas y roza su verga en mi hoyito. Bajo una de mis manos y empiezo a masturbar a Agustín. Los tres empezamos a gemir mientras nos besamos. En uno de los tantos roces, Nelson mete la cabeza de su verga que para su edad es bastante grande.
Teo. Aahhh… si…
Agustín me besa en la boca mientras frota nuestras vergas como si estuviéramos cogiendo. Nelson me tiene de la cintura y penetra con fuerza. Pongo de espalda a Agustín y lo empiezo a penetrar. Agustín en cada una de mis entradas tira su culito para atrás mientras que con sus manos abre sus nalgas. Los tres gemimos como animales. Mis movimientos son cada vez más fuertes hasta que se me contraen los músculos y llego al orgasmo. Con la catidad de veces que acabe, duré muy poco. Agustín se separa y va detrás de Nelson mientras que el bombea con más ganas. Como puedo me sostengo del borde de la piscina hasta que siento cómo se vacía adentro mío haciendo que se desplome sobre mi espalda. Agustín sigue penetrando a Nelson hasta que no aguanta más y también se vacía.
Nelson. Agus, estabas cargando.
Ellos se separan y empiezan a besarse apasionados. Exhausto, sago y me acuesto mirando las estrellas. Pablo se acerca y me extiende la mano.
Pablo. Veo que estás haciendo amigos
Le sonrío mientras me ayuda a levantarme.
Teo. ¿Vamos a casa?
Pablo. Si, pero antes quiero que me ayudes con algo.
El se sienta y abre las piernas mientras se acomoda la verga. No hace falta que diga mucho más, me pongo de rodillas y se la empiezo a chupar. Él apoya su mano en mi cabeza y sigue mis movimientos. Su verga va creciendo cada vez más. No me deja parar.
Pablo. Así bebé, dale … ahhh …siii
Intento parar pero ahora usa las dos manos, sus huevos petanca en mi pera, hasta que descarga varios chorros de semen en mi boca los cuales tragué mientras él me hacía presión para que no salga. Ya sin más para dar, baja una de sus mano a mi mentón y me levanta.
Pablo. Sos el mejor.
Me limpio la boca con las manos y me recuesto sobre él.
Pablo. Ahora sí, vamos que tenemos un viaje largo.
Me carga en brazos y mientras vamos saliendo me duermo perdiendo la noción del tiempo y el espacio.
Me despierto en el estacionamiento cuand abre la puerta y me baja en brazos.
Teo. ¿Que hora es tío?
Pablo. Las ocho y media.
Me acuesta sobre el capot y me pone unos pañales. Nuevamente me alza y seguimos. No digo nada, pero me gusta la sensación que me genera usar los pañales, principalmente en la calle. Antes de entrar al edificio entramos al kiosco. Lo que no me esperaba es que antes de abrir la heladera me baja y me pone a un costado.
No puedo dejar de sentir las miradas de los otros clientes como me miran y eso me excita aún más. Pablo va hasta la caja, saluda al vendedor y paga. Antes de irnos, agarrar un paquete de papas y voy con él.
Teo. ¿Me las compras por favor?
Pablo me sonríe y lo suma a la compra, el chico que no debe tener mas de 20 años no me saco la mirada de encima. Cuando nos vamos le tomo la mano y comino a su lado hasta entrar al edificio.
Pablo. ¿La pasaste bien?
Teo. Sip… mucho.
Pablo. Bueno, ahora anda a dormir que debes estar cansado.
Teo. Si, ¿Puedo dormir bien en tu cama con vos?
Pablo. Si. Anda yendo q me baño y voy.
Antes de irme, lr dejo un beso y me acuesto con el pañal puesto.
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