El Pequeño Trapito
A veces una separación puede ser el inicio de una nueva aventura..
Juan es un hombre de 34 años recién divorciado que trabaja en una empresa de seguridad. Juan se separó de su esposa porque ella descubrió la secreta relación que él tenía con una adolescente de 15 años que se hacía pasar por mayor de edad. La ex nunca supo que la chica era adolescente ni tampoco supo de los gustos de Juan por chicas de esa edad. Al final Juan se quedó solo, ya que los padres de la adolescente también supieron de la secreta relación que tenían, y desde entonces no volvió a verla más.
El tiempo pasó y Juan había decidido olvidarse de tener alguna relación con jovencitas menores de edad, pero cierto día en el establecimiento donde trabajaba como guardia, llegó su compañero de turno, un joven trigueño de 23 años en compañía de una niña blanquita como de 12 años. Y al ser domingo por la noche, nadie más que ellos se encontraban en el lugar, por lo que a Juan se le hizo extraño que su compañero llegue junto con esa niña, sobretodo porque la niña tenía un maquillaje muy avanzado para su edad.
El nombre del otro guardia era Fabián y lo poco que Juan sabía sobre él, era que vivía lejos de la ciudad y que estaba soltero. Juan no le dió muchas vueltas al asunto y decidió salir como de costumbre dejando el puesto de trabajo a su compañero. Pero no pudo evitar fijarse en la mirada de aquella niña la cual le veía directamente la entrepierna y al mismo tiempo le susurraba algo al oído a Fabián. Muy pensativo Juan se marchó lentamente del lugar dejando a su compañero junto con esa linda niña y mientras se alejaba, no dejaba de pensar en lo rico que la iba a pasar su compañero, aunque sólo eran suposiciones suyas, así que decidió regresar sigilosamente para ver lo que pasaba. Esperó unos minutos para ingresar y no los encontró en el mismo lugar, por lo que caminó silenciosamente hasta escuchar unos gemidos que al parecer eran de la niña. El corazón de Juan se le aceleró y la verga se le comenzó a parar. No esperaba que lo que suponía estuviera pasando en realidad. Inmediatamente sacó su teléfono y comenzó a grabar. Se acercó más y pudo ver que la niña estaba arrodillada sobre una mesa de oficina y que su compañero estaba atrás de ella chupándole el culito. La niña no dejaba de gemir y en ese momento, Juan decidió liberar sus 19cm que estaban duros como una roca. Sin ser visto, Juan siguió grabando y se comenzó a masturbar. A Fabián se le marcaba un buen bulto y luego de estar dándole besos negros, Juan vió como Fabián se bajó el cierre del pantalón y se sacó su dura verga que le medía como 20cm, y le dijo a la niña que se la chupara. La niña rápidamente agarró esa oscura y dura verga y se la metió a la boquita y como una cachorrita hambrienta la comenzó a mamar, sacándole muchos gemidos al compañero de Juan:
– Fabián: Ahhhhh! Si putita! Así! Cómete mi verga! Ahhhhh!
– Niña: Glup! Glup! Glup! Glup!
– Fabián: Ahhhhh! Te gusta?
– Niña: Sii! Mmmm!
– Fabián: Esto querías! Por eso te vestiste como nena!
– Niña: Si! Glup! Glup! Glup!
– Fabián: Ahhhhhh! Qué rico! Cómetela too-da!!
Juan no entendía porqué Fabián le decía esas cosas a la niña pero al fijarse bien, se dió cuenta que en realidad era un niño el que estaba con él, un niño vestido de niña. Juan no lo podía creer pues se veía muy femenina, pero eso explicaba el maquillaje y aunque era algo que no se lo esperaba, él siguió masturbándose, grabando y viéndolos a escondidas. Fabián no dejaba de gemir y de meterle la verga en la boca a ese pequeño trapito el cual tragaba verga como toda una experta. Juan al ver la verga de Fabián pensó que esa pequeña travesti no le podría aguantar sus 20cm por el culo, pero para su sorpresa, Fabián le ordenó ponerse en cuatro y sin mucha dificultad, el fuerte hombre le metió todita su dura verga por el culito. El pequeño trapito gritó y se estremeció, pero con cada embestida que le daba el guardia, esos gritos se fueron convirtiendo en unos fuertes gemidos de placer, los cuales excitaban más a Juan. Los movimientos de Fabián se hacían cada vez más rápidos y Juan se deleitaba viendo y escuchando como ese pequeño trapito lindo se quejaba y le aguantaba la verga a su compañero:
– Trapito: Aaaaaaah!! Aaaaaaaay!!
– Fabián: Ahhhhh!! Qué rico culo!!
– Trapito: Aaaaaay!! Aaaaaay!!
– Fabián: Te duele?
– Trapito: Sii!
– Fabián: Te la saco?
– Trapito: Noo! Déme! Déme verga!
– Fabián: Toma puta!!
– Trapito: Aaaaaah!! Sii!! Qué rico!
La escena era muy morbosa, un joven hombre trigueño con su uniforme de guardia dándole verga a un pequeño y blanquito trapito lindo. Juan no aguantó más y eyaculó, liberando un gran chorro de semen el cual rápidamente limpió. Luego apagó la cámara de su teléfono, lo guardó y se apartó del lugar. Cuidadosamente buscó la salida y antes de irse, logró escuchar los gemidos de su compañero los cuales indicaban que éste estaba terminando dentro de aquel culito tierno.
Ese mismo día por la noche y antes de irse a dormir, Juan se volvió a masturbar viendo el video de su compañero cogiéndose a ese tierno trapito. A sus 34 años Juan nunca había experimentado nada sexual con ninguna travesti y mucho menos con un trapito de esa edad, pero esa situación le llamaba mucho la atención y esa pequeña travesti le parecía súper atractiva, tanto que ya quería cogérsela. Por lo que se dijo a sí mismo que tenía que hacer lo que sea para conseguirlo. Talvez no tendría otra oportunidad como esa, él quería probar y tenía la evidencia con la cuál podría chantajear a su compañero.
Continuará…
Espero la segunda parte¡
Woao que rico relato, ya quiero leer la continuación y que de sorpresa sea el hermanito del vigilante, woao sería genial que continuara así …