El precio de la lujuria. Parte 1
La historia de Pedro. Una vida marcada por el sexo. Encerrado y la primera vez..
La primera imagen que vió fue una bombilla encendida que daba una luz tenue. Una habitación con las paredes sucias llenas de esconchones.
Se miro y vestía su pantalón de chandal verde y su camiseta blanca, estaba muy sucio y con el cuerpo dolorido.
La cama comenzó a chirriar cuando empezó a moverse.
Quería recordar que hacía allí y que le había pasado.
Lo último que recordaba era salir del baño de la casa de Javier y vestirse mirando el cuerpo del joven tumbado en la cama profundamente dormido y el hilo de lefa que le salía del culo. Ahí recordó un fuerte golpe en su cabeza y más nada.
Empezó a recordar que aquella temeridad de follarse al hijo del «Puma» le acarrearía consecuencias.
Un miedo atroz le recorrió todo el cuerpo, tumbandose en la cama de lado y abrazándose a las rodillas para recostarla en su pecho comenzó a llorar.
Pedro había sido toda su vida un obsesivo del sexo. Siempre estaba dispuesto para comerse todo lo que le pusieran por delante. Le daba igual hombre, mujer, adolescentes, viej@s, travestis; ya desde los 10 años con sus primeras erecciones buscaba saciar sus calentura.
Cuando contaba con esa edad rara era la noche que se despertaba con su pitito tieso. Descubrió por sí solo que frotándose con la mano se le calmaba la presión.
En las duchas diarias siempre se tocaba descubriendo su prepucio, y acabar dándose frote con la mano hasta sentir unas cosquillas en el estómago con la sensación de hacerse pis, pero nunca salía. Esa sensación le dejaba más que relajado.
Siempre fue muy sociable, muy hablador y dicharachero. Conseguía con su labia convencer a todo el que se le acercará a jugar, para perpetrar sus travesuras.
El descubrimiento del gustillo por tocarse lo compartía con su amigo Iván. Una tarde en casa de su camarada le confesó lo que hacía con su verguita y lo convenció para que lo hiciera también. Ahí empezó a descubrir lo que era la exitacion hacía otras personas.
Le daba más gusto ver pajearse a su amigo que el que él mismo se daba. Se quedaba fijo mirando la maniobra de Iván, ya en su habitación cada vez que se corría una pajilla lo hacía recordando la pollita de su amigo.
Un día Ivan consiguió una cinta vhs pornográfica, se la prestó su hermano. Al enseñarsela a Pedro acordaron que a la tarde siguiente la verían ya que la madre de su amigo no estaría en casa por su trabajo.
Y allí se vieron los dos, absortos en las imágenes del televisor. Una rubia tetona ligaba con un tío más alto que ella, lo que hablaban no se oía ya que la música típica de esas pelis lo ensordecia. Empezaron a besarse trabando las lenguas dándose un morreo tremendo. Se fueron desnudando y el tío agarrendole de la cintura la pego a él comiéndole las tetas.
El momento cúspide para los dos amigos llegó cuando la rubia se arrodillo y se metió la larga y cabezona polla del tío en la boca.
Pedro.- Guauuuu, que esta haciendo? Le está chupando el pitó al tío.
Iván.- siiii, madre mía. Jjajaja.
Ahí llegó, cuando más entusiasmados estaban, Pepe, el hermano de Iván.
Pepe.- aaayyyy! Os pille.que estáis haciendo?
Después del sobresalto, fue Iván quien le dijo que estaban viendo la peli que les había prestado, y si quería verlas con ellos.
Pepe encantado de que su plan estaba saliendo bien se acomodo en el suelo en medio de los dos niños.
Ellos les inundaron de preguntas y el adolescente de 18 años encantado les respondía a todas.
Descubrieron lo que era una mamada, les contaba lo rico que se sentía al tener una boca chupando su polla. Pero el, manipulando la conversación, les decía que era más rico sentir una polla en la boca y chuparla hasta que le sacará la leche para después comersela. Les decía que a él le encantaba comer lefa.
Los chicos se sorprendieron con lo que les contaba, preguntándole a que sabía, a lo que Pepe les decía que era un sabor distinto a todo lo demás.
Pepe.- sabéis que? -cojiendo el mando del reproductor y deteniendo la pelicula.- Me gustaría hacer lo que hace la tía esa de la película. Y a vosotros?
Pedro.- a mi también, y a ti Iván?
Iván.- por mi vale. Que tenemos que hacer Pepe?
Pepe se levantó y se desnudo por completo. Los chicos alucinaron con la verga erecta apuntando al techo. Les convidó a que se desnudaran también.
Una vez encuerados los tres Pepe se volvió a sentar y agarrandolos por la cintura los atrajo hacia el hasta quedar los penes tiesos a la altura de su cara.
Se sorprendió con la polla de Pedro, la veía más grande que la suya cuando el tenía su edad y fue la primera en agarrar y llevársela a la boca.
Comenzó a lamerla desde la base, y alucino cuando empujando el pellejo hacia abajo salió resplandeciente un capullo rojo bastante gordito. Esto lo calentó tanto que lo chupó con deleite pasando la lengua por todo el contorno. Y ya embriagado por su sabor lo comenzó a chupar metiéndosela entera en la boca.
Aunque le costó, se la sacó de la boca para comenzar a chupar la de su hermanito, no quería que se sintiera desplazado, pero tardó poco en cambiar porque la descapullada verga del amiguito lo tenía seducido.
Rodeando con cada brazo a los amiguitos les acariciaba la espaldas, los glúteos y las piernas. Lo enloquecía la suavidad de sus pieles.
Los nenes estaban alucinados. Se miraban y se reían, les hacía gracia la cara de gusto que se les ponía.
El olor embriagador a sexo los invitaba a hacer cosas prohibidas. Llegó un momento en el que Iván le dijo a su hermano que parara que se iba a orinar. Pepe siguió succionando hasta que al niño le dio como un mareo que lo hizo abrazarse a la cabeza de su hermano cerrando los ojos y mordiéndose el labio del gusto que le entró. Dos segundos después una risa loca lo invadió soltando un «GUAUUUU» que hasta a él mismo se alucinó.
Cuando se separó su hermano de él, Pepe abrazó con una mano en la cintura a Pedro y jalandolo hacia él, lo colocó delante quedando la verga del chico justamente rozando sus labios. Abrió la boca y se la tragó chupando con delicia gimiendo del placer de comerse tan jugoso dulce.Le acariciaba la espalda y los cachetes.
Pedro se le erizaban los vellos del placer que sentía, agarró la cabeza de su mamador y empezó a culearlo. Por su cabeza pasaban mil cosas, pero la más destacada era una lujuria que no podía controlar. La primera vez que sentía tal sensación lo desbordó a tal punto de sintió que se desmayada y agarrándose fuerte a la cabeza de Pedro sintió que se orinaba dentro de su boca.
A Pepe le pillo por sorpresa saborear la primera eyaculacion del niño, lo tragó con deleite y siguió chupando hasta dejarla brillante.
Con una risa estridente y el cuerpo echado sobre Pepe fue como reaccionó el chico ante tal placer. Una vez que pudo respirar una buena bocanada de aire ya volvió más en sí. Le dijo a Pepe que se había meado y este le contestó que no era pis lo que había soltado, si no semen. Y recalcó que para lo jovencito que era estaba muy adelantado para su edad.
Les preguntó que les había parecido lo que habían hecho, y los niños locos de contentos le bombardearon de adjetivos para describir todas las sensaciones que sintieron.
Pepe.- Bueno, ahora me gustaría a mi recibir lo mismo. ¿Qué os parece? ¿Os gustaría chuparmela?
Pedro.- siii, yo quiero hacerlo. Yo quiero chupartela.
Iván.- Yo no sé, ahora no sé si quiero continuar con esto.
Pepe.- bueno como tu quieras, si Pedro quiere que me lo haga él y tú miras, si después te animas pues participas si quieres.
Se tumbó de espalda apoyado en los codos quedando su polla erecta tiesa como un mástil. Pedro se arrodilló quedando sentado en una de las piernas del adolescente, mirando fijamente la verga y los huevos, lanzó las manos sujetándola con ambas comenzando a recorrerlos de arriba a abajo. Una de ellas la dejó en los testículo realizando un masaje que hizo que Pepe soltara un gemido que asustó a los niños.
Lentamente bajó la cabeza hasta que el capullo rozó sus labios. El olor lo embriaga, sacó la lengua para lamerlo haciendo una circunferencia y saboreo el precum que de ella emanaba.
Pedro.- uuuummmm, me gusta. Me gusta como sabe tu pitó. Esta rico.
Pepe.- te gusta? Yo me alegro, ahora hazlo como yo te hice a ti. Chupalo Pedrito, sácame la leche verás que rica está?
Volvió a bajar la cabeza abriendo la boca hasta cubrir todo el glande y empezó a chuparlo como si fuera un chupachup. Pasándole la lengua y saboreando.
Pepe le sujetó la cabeza con una mano presionando hacia abajo como indicando que se metiera más. El nene lo entendió y ahí empezó un sube y baja acompañándolo con chupadas y lamidas que hizo que Pepe le soltara la cabeza y volver a su posición inicial echando la cabeza hacia atrás y soltando un «aaagghhhh» que sonó en toda la sala.
Con una mano masajeando los huevos y la otra agarrada al tronco acompañando a su boca en el sube y baja, se estaba marcando el niño una mamada de campeonato. Por su cabeza pasaba miles de cosas. Le estaba encantando la situación, el morbo a hacer algo que entendía como prohibido o tabú, sin saber bien el significado que esas sensaciones.
Al escuchar a Pepe decirle, «sigue así Pedrito, sigue así que me vas a sacar la leche para que la saborees bien. Sigue así, diooooosss», aceleró el ritmo de la chupada y la fricción de sus manos y en menos de un minuto noto como la polla aún engordado más resaltando más las venas que notaba en las comisuras de los labios y voz de pronto se le empezó a mojar la lengua de algo viscoso. No dejó de chupar con ese ritmo endiablado notando la acidez del líquido que para que no llenara su boca comenzó a tratarlo. Cuando ya no salía más líquido soltó la polla de su boca y mirando lo brillante que quedó se puso a degustar el sabor. Y ahí que se amorro otra vez pero ahora con un ritmo mucho más lento y con lamidas más largas hasta ve vió que se fue desinflando y perdiendo vigor.
Y es ahí precisamente donde Pedro empezó su historia con el sexo. Fue ahí donde comienza una vida de obsesión por saber, aprender, probar, hacer y dejarse a hacer que a día de hoy lo tenía en una mugrienta habitación sin saber que iba a ser de él.
Continuará…
Historia no real. Espero recomendaciones y opiniones.
Mi mail para sugerencias. [email protected]
Me encanto sigue contando mas amigo… 🙂 😉 🙂 😉 🙂 😉